Tan solo quería bailar II

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola soy Juan Miguel y esta es la continuación de solo quise aprender a bailar…
Les recuerdo como era en ese entonces: Corrían los años 90´s, contaba yo con 8 añitos, en ese entonces, aun menudito, 1.50 estatura, delgado, pero piernudo y nalgón. Mis ojos cafés claros, cabello negro y piel morena clara. Mi maestro de baile: Eleazar, un chico de 16 años, alto, medía 1.80, delgado pero fibrado, ojos aceitunados, blanco y con unos labios rojísimos. Y mi hermano Edgar: Un chico de tan solo 13 años, un cuerpo trabajado por el futbol, piernas gruesas y fuertes, brazos regulares pero fibrados, sus ojos cafés más claros que los míos, 1.65 estatura, cabello negro casi a los hombros y moreno claro, ahh y unos labios gruesos muy rojos, que invitaban a morderlos.

Después de las “clases” de ese primer día con Eleazar, me fui a mi casa, me metí a bañar, y aunque sentía mi hoyito muy húmedo y algo adolorido, me di cuenta de que solo me había salido popo y una gran cantidad de semen de mi “maestro”… me lave y oh sorpresa, mi huequito estaba cerradito.
Pasaron varios días y clases con Eleazar, en donde no volvimos a tener sexo, ya que siempre estaba alguien en su casa, porque sus padres tuvieron algún asunto que resolver y en ocasiones estaba doña Mago o don Álvaro, sus padres, esperando a la visita de unas personas que harían unas diligencias. En esas clases, por lo menos en dos semanas, no volvimos a estar desnudos, pero sí que sentía su miembro erecto en mi espalda o entre mis nalgas, y me susurraba al oído: -Mira como me tienes… tengo ganas de volver a cogerte…
Me ruborizaban sus comentarios y mi culito latía aún más…

En una ocasión, en que me encontraba en casa, antes de salir a mi clase diaria de baile, llego mi hermano de la secundaria y me pregunto que a donde iba siempre por las tardes, le platique de mis clases de baile, y el riéndose me dijo: – Claro, con esos dos pies izquierdos, de seguro le has de dar cada pisotón a Eleazar…
Le dije, que había avanzado mucho y que ya hasta sabía hacer cargadas y los jaloncitos de mi pareja, y que para la próxima fiesta a la que fuese, seguro seria la sensación.
Él se quedó pensando, y me dijo:- Uhmmm y tú crees que quiera enseñarme a bailar románticas?…
-Románticas? – le dije- ¿y eso para qué?
-Ahhh, es que una amiga se va a graduar y me invita de su acompañante en el baile…

Le dije:- Bueno, Eleazar, baila muy bien, seguramente te ayuda… si quieres acompáñame al rato o le digo y te comento que me dice.
-Ok, voy a mi práctica y cuando regrese, voy para allá.
Cuando dieron las 4 de la tarde, salí presuroso a casa de Eleazar, y por el alto volumen de la música, me di cuenta que no había nadie en su casa… llegue y entre por la puerta trasera, y me lo encontré desnudo como la primera vez, bailando desenfrenadamente, y su verga se bamboleaba al ritmo de sus movimientos, casi hipnotizado me acerque y lo abrace, el abrió sus ojos y me beso, le dije que quería tenerlo de nuevo dentro mío, pero que debía ser rápido, porque mi hermano estaba por llegar, que deseaba su ayuda con unas clases de baile baladas o románticas… me dijo:
-No te apures chaparrito, seguramente aprenderá rápido con mi método, así que lo esperamos mejor a que llegue, y mientras me visto…

Transcurrieron los minutos y las rutinas que ya me había enseñado, cuando sonó el timbre de su puerta, él fue a abrir y era mi hermano, lo invito a pasar y Eleazar le dijo:
-Mira, sé que es importante para ti aprender a bailar, pero debo advertirte que mi método es insuperable, y que si haces todo lo que te diga, tendrás a la chica derrapando por ti.
-mi hermano se alegró muchísimo, y le dijo:-Hare todo lo que me digas, ya Miguelito me presume de que sabe bailar y creo que muy bien.
-Entonces, lo primero que debes aprender –le dijo Eleazar- es que debes conocer y sentir tu cuerpo para que conozcas y apapaches el de tu pareja…
-¿Cómo es eso?- pregunto Edgar
-Sí, debes saber que el cuerpo tiene zonas erógenas, que si las explotas, podrás transmitir sentimientos a través del baile y tu cuerpo – le explicaba Eleazar-
-Así que lo primero, es que vamos a despojarnos de toda la ropa y dejaras que la música te lleve, puedes balancearte y sentir como entra la música por tu cuerpo- le decía Eleazar
-Bueno, sí que es diferente tu método, pero quiero bailar – le dijo mi hermano

Diciendo y haciendo, se desnudó y se quedó con un bóxer de mazinger Z, y Eleazar se empezó a reír, le dijo: -Bueno, hasta mazinger Z sabrá de lo que hablo…
Puso una música lenta y cadenciosa, que a volumen medio, hizo que mi hermano, empezara a balancearse de un pie a otro.
Eleazar se me quedo mirando y me dice: -Para que tu hermano no se cohíba, vamos a desnudarnos también…
Para pronto me lo dijo, yo baje mis shorts, me quite la playera y avente por allá mis sandalias, en ese momento mi culito palpitaba por un buen trozo de verga y no sabía si iba a suceder algo.

Eleazar se desnudó y se acercó a Edgar, le dijo: -Ahora pondrás tu mano derecha en mi cintura y la otra mano sobre mi hombro.
Mi hermano, hizo lo que le dijo y en cuanto se hubo acercado, sintió el bulto morcillón de Eleazar en su estómago, abrió los ojos y lo vio…
Eleazar, tomándolo firmemente, le dijo:
-Debes, sentir tu cuerpo y permitir que conozca el de tu pareja de baile, cierra los ojos y solo déjate llevar.
Mi hermano, se ruborizo y trato de mantener los ojos cerrados, pero evitaba acercarse demasiado a ese miembro caliente y palpitante en su estómago.
Eleazar, lo siguió llevando y lo acercaba lentamente a su cuerpo, le susurraba al oído lo que debería decirle a la chica o pareja: -Hoy te ves muy linda ¡ -es lo que debes decirle siempre-
Mi hermano se ruborizaba aún más… y creo que le gusto ese susurro en su oído, porque acerco más su oreja a la boca de él…
Eleazar, le dio unos besitos suaves y húmedos, y le dijo: -Los besos, deben ser suaves y tiernos, para que no se asuste, y no crea que estas desesperado por besarla.
Mi hermano, parecía hipnotizado, pero seguía danzando al ritmo que le marcaba Eleazar.

Término la melodía, y se separó Eleazar de él… y sorpresa: Edgar tenía una erección de campeonato, unos 16 cms en todo su esplendor, casi perforaban el bóxer.
Sonriendo, Eleazar, le dijo que no se preocupara, era normal en un baile romántico, pero que debía controlarse si no quería echar a perder el momento con la chica, puso otras melodías y le dijo:
-Ahora, muy suavemente, bajaras la mano de mi hombro y trataras de acariciar su espalda, con movimientos lentos y casi sin tocar…
-mi hermano, casi ni oyó la indicación, pero lo hacía como un experto, bajo su mano lentamente, por su pecho y la paso hacia la espalda de Eleazar, y empezó con movimientos suaves y circulares…

En ese momento, entre él y Eleazar, casi no había espacio, pero se veían dos bultos enormes luchando por vencer al otro.
Eleazar, lo empezó a acariciar, por el pecho, y hasta su estómago, bajo sus manos hacia el bulto de Edgar y le arranco un suspiro muy sexual, casi un gemido… continuo acariciando su bulto y paso a sus nalgas, mi hermano abrió sorprendido los ojos, pero los volvió a cerrar ensoñadoramente cuando sintió un enorme placer entre sus nalgas…
Yo veía todo si perder detalle, y saboreando el momento, ya que aunque en ocasiones había visto a mi hermano desnudo cuando se cambiaba de ropa, nunca lo había visto así, erecto.
Transcurrían los minutos, y las manos de Edgar, casi arañaban la espalda de Eleazar, y éste iba metiendo entre el bóxer, sus manos, amasando sus nalgas, acariciando su orificio…
La melodía había acabado, pero parecían estar en otro mundo, los dos con los ojos cerrados y acariciándose cachondamente…

En determinado momento, Edgar levanto su cabeza al techo y fue aprovechado por Eleazar, para besarle y mordisquearle el cuello… solo gemidos se oían de los dos… el bóxer de Edgar y los calzoncillos de Eleazar tenían rato ya a sus pies…
Me senté en el piso, en medio de la sala y los observaba, acariciándome el pene y mis tetillas que pedían atención.
En cámara lenta, Eleazar fue presionando los hombros de Edgar hacia abajo y mi hermano, con su lengua fue recorriendo su pecho, su estómago y llego a su pene… abrió los ojos y vio a Eleazar… él solo le sonrió y presionado su cabeza le introdujo la verga entre los labios… mi hermano, trato de meter lo más posible, pero unas arcadas lo hicieron desistir, así que solo se limitó a lamer lo largo de ese miembro y el glande ya casi morado de lo enhiesto que estaba…

Eleazar, se tiro al piso boca arriba y en un perfecto 69, le permitió a Edgar continuar saboreando ese pene, y él con su lengua horadaba su orificio, cerrado y hermoso.
Gemidos salían de entre los lengüeteos y lamidas de Edgar, y la lengua de Eleazar ganaba terreno en ese orificio que pedía ser penetrado…
Solo hizo falta un movimiento para que Edgar quedara de lado y Eleazar se colocara tras de él. En ese momento, no soporte más, y me acerque a ellos… casi a rastras, acerque mi boca a la verga de mi hermano, abriendo mi boca, hasta casi desencajarla, me introduje todo el miembro… y surgió un gutural gemido de placer de mi hermano… abrió los ojos y sorprendido me vio prendido cual becerro de una teta… exprimiendo con cada mamada, el sabor de un miembro por demás está decirlo, perfecto.

Puso sus manos sobre mi cabeza y condujo el ritmo de la mamada… y mientras Eleazar, introducía lenta y firmemente el miembro en el culo de Edgar. Sí, sucedió como conmigo, sin dolor, sin trauma… en menos que nos dimos cuenta, Eleazar introducía salvajemente su verga en el tragón culo de mi hermano, quien solo reculaba para recibir más dentro suyo tremendo miembro, y en el regreso recibir la húmeda calidez de mi chupada…

Eleazar, en un cerrar de ojos, había puesto boca arriba a mi hermano y sus pies a sus hombros, con lo que la estocada era profunda y fuerte… mi hermano gemía como perra en celo y sin pensármelo dos veces, me senté en el miembro erecto de mi hermano, al sentir mis nalgas sobre él, quiso hacerme a un lado, y le dije: -Tranquilo, no me pasara nada…
Y diciendo y haciendo, de un solo viaje, aunque lento, me senté completo en su miembro… mi hermano estaba gozando como loco la penetración de Eleazar, y mi culito hambriento… solo jadeaba, como si le faltara el aire…

Fueron 10 o 15 minutos los que pasamos en esa posición, y Eleazar, me besaba la boca, y me pregunto: -Chaparrito, ¿quieres probarla?…. claro, eso era lo que deseaba… y sin tanto movimiento, Salí de mi hermano y puse mi culo a disposición de Eleazar, que de un solo envión me introdujo su verga, hasta los mismos intestinos y mi hermano solo se masturbaba, viéndonos en éxtasis…
Ese momento, era único, pero mi hermano, al fin heterosexual (hasta ese día) se posiciono detrás de Eleazar y empezó a taladrar su culo, que a diferencia de los nuestros no era nada elástico, y creo que si virgen. Por cada centímetro que introducía, Eleazar empujaba fuertemente mi culo…
Besos, caricias, palabras, gemidos, sudor eran una sola acción… hasta que en un gemido, mi hermano ya no aguanto y grito: -Me vengoooo….

Eleazar lo saco de sí mismo, me la saco a mí y entre los dos me bañaron la boca, cara y cuerpo con su semen… yo estaba radiante de felicidad, comiendo el semen de mi macho Eleazar y mi querido hermano… fueron 5 o 6 trallazos de semen, de cada quien, aunque distintos en sabor y consistencia, Dulzón y casi cristalino de Edgar y Agridulce y espeso de Eleazar…
Luego entre los dos se besaron y fueron lamiendo mi cuerpo, comiendo y compartiendo sus corridas.
Terminado el trance, apenado mi hermano dijo: -Creo que entendí tu clase, pero esto que sucedió no debió pasar…

Eleazar, le puso el dedo en la boca, y le dijo: -Tranquilo, de eso se trata, conocer tu cuerpo, no hay nada de qué avergonzarse, el cuerpo es sabio y sabe lo que necesita… esto es un secreto entre nosotros…
Nos vestimos y salimos hacia la casa, mi hermano llegando a nuestra habitación me dijo:
-Hermanito, no sé qué me paso, pero quiero decirte que lo más hermoso que disfrute, fue tener tu culito para mi… ¿no te lastime?…
Sonriendo, me desvestí, camine a bañarme y le dije: -Sera tuyo siempre que lo desees, y nadie podrá ganar ese sitio que ahora es todo tuyo…
Él sonrió, se desvistió y fue detrás mío a bañarse…