“Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”
Este relato trata de un nene que le enseña a hacer sexo a su hermano, hasta que termina como dice el dicho al ser descubiertos por su mamá..
Vivíamos solo con mi mamá porque se había separado de nuestro padre, por lo que a veces me quedaba solo con mi hermano Luis dos años más chico que yo.
Desde los seis años recuerdo que me gustaba andar jugando con mi pene para sentir placer, al ir creciendo por platicas y viendo películas porno con amigos fui descubriendo lo que era el sexo y como se hacía, así que al quedarme a solas con mi hermano empecé a hacer juegos de sexo con él, que al sentir placer también le gustaba hacerlo.
Poco a poco le fui enseñando hacer de todo, desde manosearnos el cuerpo, masturbarnos, besos en la boca, mamarnos el pene y penetrarnos, para disfrutar lo mismo los dos.
Al cumplir los trece años por el desarrollo me corrían las hormonas por el cuerpo poniéndome muy caliente queriendo hacer sexo del diario, pero como no se podía porque estaba mi mamá, me hacía tres o cuatro pajas para sacar semen y bajarme lo caliente.
Un sábado como otras veces mí mamá tenía que ir a traer una mercancía que vendía entre las vecinas, por lo que a las diez salió diciéndonos que antes de sentarnos a ver televisión hiciéramos la limpieza de la casa.
Estaba muy excitado y sabía que ella regresaría como a las dos de la tarde, nos apuramos y en una hora estaba limpia la casa, mi hermano se fue a ver caricaturas, desde la mañana andaba excitado con el pene duro, así que fui a nuestro cuarto y me desnude para ir a la sala parándome frente a donde él, que estaba sentado pegándole el pene a la cara, me miro sonriendo agarrándomelo y metiéndolo a la boca chupándomelo muy rico mientras le acariciaba el cabello y cuerpo.
Luis — Raulito que rico me la mamas —
Se la saco de la boca besándome en la boca.
Raúl — me gusta tu palote más cuando me da leche —
Luis — a mi también me gusta mamar tu palito aunque aun no da leche —
Mientras nos besábamos lo desnude, me recosté en el sillón y él se puso de a cuarto sobre de mi como otras veces para mamarnos los penes al mismo tiempo.
Teniéndolo sobre de mi podía mamar su pene, acariciarle las nalgas, muslos y cintura, además de meterle el dedo en el ano para irlo dilatando y meterle el pene, aunque sintió mi leche en la boca continuo chupándola el muy caliente, lo deje un poco mas antes de pararme poniéndome tras de él, le puse el pene en el ano dándole un empujón ensartándolo todo, el estaba acostumbrado así que se quejo poco, empecé a bombearlo despacio y rápido disfrutando sus nalgas y ano, al hacer sexo no hablábamos solo se escuchaba nuestra respiración entre cortada, los gemidos que dábamos de placer y el ruido de nuestros cuerpos cuando se pegaban a la hora de rempujársela al fondo, al sentir que terminaba lo jale fuerte pegándolo a mi cuerpo mientras salían los chorros de semen en sus tripas.
Luis —— ya te doy leche en las tripas hermano —-
Al terminar y recuperarme le saque el pene, nos besamos de lengua.
Luis —- te toca meterme tu palito —
Me le puse de a cuatro para que me ensartara el pene y me bombera un rato, cuando me lo saco nos besamos en la boca.
Luis — vamos a ducharnos porque nos quedaron sucios los palos —
Antes de ducharnos hicimos del baño para limpiar las tripas y no ensuciarnos al hacer sexo otra vez.
Mire el reloj eran las doce el día por lo que teníamos dos horas para jugar sexo antes de que regresara mi mamá, así que nos fuimos desnudos a la sala, nos besamos y manoseamos, le mame el pene y me le puse de a cuatro para que me bombeara, aunque no tenía grande su pija pero la sentía moverse dentro de mí por lo que mi pene punzaba, lo deje que me bombera por un tiempo, lo acosté boca arriba en el sillón, le abrir las piernas metiéndome entre ellas poniéndomelas en los hombros, le coloque el pene en el ano y se la metí, el subió las caderas dejando escapar un gemido, me gustaba hacerlo así porque me podía mover bien y a veces paraba para darnos besos en la boca de lengua o dejarle dentro el pene mientras le jalaba su pene.
Estábamos entretenidos disfrutando y gozado del sexo dejando escapar gemidos de placer, al sentir que casi terminaba lo empecé a bombear muy rápido por lo que lo agarre de la cintura para controlar que el pene no se saliera, el tenia los ojos cerrados gimiendo fuerte y jalándose el pene, al sentir que llego el orgasmo le di tres rempujones fuertes metiendo al fondo el pene, estábamos tan entrados en el juego que no escuchamos que entro mamá hasta que estaba parada a lado del sillón viendo como tenia bien ensartado a Raúl, al verla estaba a punto del orgasmo, le saque el pene y al saltar fuera del ano empecé a echar los chorros de semen cayendo en el pecho, abdomen y pene de él, mientras me sentaba tapándome el pene saliendo un poco mas de semen, mi hermano al verla también se sentó rápido tapándose el pene.
Ella quedo igual de sorprendida que nosotros al ver lo que hacíamos, solo nos miraba sin hablar, no fue más de un minuto pero a mí se me hizo mucho tiempo, esperando el regaño al ser yo el mayor, a pesar del susto la pija seguía dura punzando, hasta que ella hablo.
Mamá —– váyase a ducharse y a ponerse ropa —-
Nos paramos tapándonos los penes con las dos manos y fuimos al baño, Raúl estaba a punto de llorar, me pare frente a el besándolo en la boca.
Luis —– hermanito no te preocupes, le voy a decir a mi mamá que yo te enseñe para que no te regañe a ti —-
Me agache frente a él lo tome de la cintura metiéndome su pene que le colgaba a la boca, se la mame y no tardo en tenerlo duro, me pare besándolo en la boca.
Luis —— me gusta jugas sexo contigo —
El me agarro el pene jalándolo.
Raúl —- A mí también me gusta jugar contigo —-
Se agacho a dame unas mamadas de pene antes de meternos a la ducha.
Nos pusimos ropa y nos fimos a ver televisión hasta que nos hablo mamá a comer, durante la comida y después ya en la tarde ella no dijo nada de lo que vio, creo no sabía que decir o de qué manera regañarnos y castigarnos.
Paso toda la semana y ella no nos regaño, pero si nos tenía vigilados y no nos dejaba solos, llego el sábado y nos llevo con ella a recoger las cosas que vendía, estaciono el auto y nos dijo que la esperáramos que no tardaba, yo traía la el pene muy duro por el movimiento del auto, así que apenas entro mi mamá a las oficinas, desabroche el pantalón baje el zíper, baje la trusa saltando el pene parado, sin decirle nada a Raúl me lo agarro, se agacho metiéndosela a la boca para mamármelo, mientras le desabroche su pantalón para bajarlo jale la trusa y jalarle el pene, solo estaba atento a que nadie nos viera o si salía mi mamá, ella no tardo mucho cuando la vi salir.
Luis — hermanito ya regresa mamá –
Nos acomodaos la ropa rápido.
De regreso a casa por la mamada que me pego mi hermano termine echando fuera el semen mojando la trusa bikini amarilla, al llegar a casa le ayude a mi mamá con las cajas y cuando no escuchaba.
Luis —– se me salió la leche y moje la trusa, me tengo que cambiar se puede darse cuenta mi mamá si mojo el pantalón, entretén a mi mamá para que no suba al cuarto mientras me cambio —-
Entre al cuarto me quite el pantalón y trusa, con ella limpie los testículos y pene que seguía muy duro, lo agarre con toda la mano jalándomela muy rápido hasta que me llego el orgasmo y eche el semen en la trusa, saque una limpia me la puse y me puse el pantalón, dejando la trusa mojada de semen en la ropa sucia.
De esa manera paso casi dos meses en los cuales mi mamá no nos regaño por lo que vio, pero al tenernos vigilados, solo a veces nos podíamos dar unas mamadas y masturbadas rápidas cuidado que no nos viera, pero quería otra vez ensártale el pene a mi hermano y que él me lo metiera porque ya estábamos acostumbrados a hacerlo.
Un día al regresar del colegio mi mamá fue a terminar de hacer la comida, así que subimos a quitarnos el uniforme, al estar en trusas el traía una bikini roja de tela delgada donde se le marcaban ricas las nalgas, al verlo de inmediato se me paro el pene, la baje la trusa dejando que me viera, sonrió se agacho se la metí o a la boca mamándola rico, solo lo deje un poco lo pare besarnos en la boca.
Luis —- tengo muchas ganas de meterte la pija al ano —
Lo gire pegándolo a la pared, coloque el pene en el ano y se la repuje, sentí como iba entrado poco a poco en el ano hasta que mi cuerpo quedo pegado a sus nalgas calientitas.
Luis —-Que ricas nalgas tienes, me gustan mucho —-
Empecé a bombearlo muy rápido pues no teníamos mucho tiempo antes de que nos llamara mi mamá o subiera a ver qué hacíamos, los dos nos cuidábamos de no gemir para que no nos escuchara ella, mientras lo bombeaba él se jalaba el pene, estaba tan caliente que no tarde mucho en sentir que terminaba, le deje el pene metidito muy adentro.
Luis —- ya se me sale la leche —-
Lo bese en el cuello mientras gozaba como punzar el pene dentro de sus tripas mientras salía el semen, apenas termine se lo saque subiéndonos las trusas sonriendo por lo que hicimos, nos pusimos la ropa y bajamos a comer, sentí placer pero era más rico disfrutar el sexo cuando no se hacía de rápido.
Unos días después de eso, mi mamá nos encontró otra vez de calientes, habíamos salido en la tarde a jugar con los amigos, regresamos a casa cuando empezó a oscurecer como lo dijo mi mamá, estando en el patio de la casa nos paramos a lado del auto y nos empezamos a besar de lengua mientras nos manoseábamos metiendo la mano bajo la ropa del otro, los dos estábamos excitados por tener días no hacerlo, otra vez no nos dimos cuenta que ella nos miraba desde la ventana de la sala que da al patio.
Abrió la puerta de la casa así que al escuchar nos separamos rápido, nos miro diciendo que entráramos, apenas entramos.
Mamá —– porque se besan y tocan así en el patio, alguien pude verlo desde la calle lo que hacen y van a pesar que son homosexuales —-
Mi hermano y yo nos miramos nerviosos, mientras ella continúo
Mamá —- ¿o si son homosexuales? —-
Los dos no contestamos solo subimos los hombros como no sabiendo, entonces agrego.
Mamá —- quien les ha enseñado a hacer sexo entre ustedes, alguna persona mayor los ha forzado a tener sexo —
Nervioso le conteste.
Luis —–mami nadie nos ha enseñado a hacer eso, es que lo vi en una película de sexo como se hacía y le enseñe a mi hermano para hacerlo entre los dos y nos gusto —
Nos miro sin saber que decir, bese en la boca a Raúl.
Luis —– nos queremos mucho y nos gusta jugar así, por eso lo hacemos—
Ella estaba incrédula y enojada sin saber cómo regañarnos.
Mamá —– cuando tengan ganas de hacer eso háganlo en su cuarto para que nadie los vea, el sexo es una cosa intima —
Le di un beso a ella.
Luis — mami se que el sexo es algo intimo, por eso solo lo hacemos en casa cuando estábamos solos, pero nos encontraste haciéndolo y desde esa vez no lo podemos hacer cuando nos dan ganas, gracias por darnos permiso de hacerlo —
Agarre de la mano a mi hermano y fuimos al cuarto, nos desnudamos y no tarde en tenerlo ensartado bombeándolo disfrutando de sus nalgas y ano, no tarde en darme cuenta que mi mamá a veces se asomaba en la puerta a vernos hacer sexo.
Ya con el permiso de mi mamá empezamos a hacer sexo del diario sin preocuparnos de que nos viera ella.
Sebas.
Qué rico sería tener un hermano con quien disfrutar de esa manera.
Buen ralato, me puso la pija bien dura.
gran relato como sigue por favor