Tavito + 1
Tener a Tavito era una delicia, pero tener a otro pequeño era aún mejor.
La temporada de exámenes finales en la universidad había terminado, había conseguido aprobar con buena calificación la mayoría de mis materias y me sentía libre al fin de disfrutar sin preocupaciones mis vacaciones de invierno. Era de noche, tenía hambre y había decidido pasar al restaurante aquél dónde meses antes me había encontrado con Tavito y su mamá y por mero capricho del destino de nuevo en esa ocasión me encontré con ellos en ese mismo lugar. Cómo era costumbre el restaurante estaba lleno y yo pensaba pedir algo para llevar pero quería primero saludar a Mayra y Tavo que estaban en una mesa del rincón y no se habían percatado de mi presencia,
– Hola, como están?- Les saludé al llegar donde ellos, Tavito me sonrió y su mamá hizo lo mismo.
– Hola, bien, festejando que Tavito pasó con buenas calificaciones su examen- Me dijo Mayra viendo orgullosa a su hijo.
– Hey, yo también- Les dije contento.
– Si, pero yo pasé porque tú me ayudaste – Dijo Tavito, entonces una señorita mesera se acercó.
– Qué van a ordenar?- Preguntó, lista para anotar en su libreta. Mayra pidió su comida y la de Tavo y entonces la señorita volteó a verme a mí, – Y usted, joven, viene con ellos?- Me preguntó la muchacha.
– Yo no…- Trataba de decir, cuando Mayra interrumpió,
– Sí, viene con nosotros, pide Joel- Me dijo, y yo con algo de pena hice mi pedido, realmente quería mi comida para llevar pero no quise ser descortés y me senté en la mesa donde Tavo y su mamá estaban.
Comenzamos a platicar sobre nuestra rutina, Mayra había descansado ese día y mañana tenía el turno de tarde, así que yo esperaba que tal vez se diera la ocasión de que por algún motivo tener a Tavito a mi disposición. La comida llegó y cenabamos agusto cuando Mayra se levantó para ir al baño y Tavito y yo nos quedamos solos comiendo,
– Oye- Me dijo Tavito mientras le daba una mordida a una papa frita.
– Qué?- Le respondí.
– El otro día cuando estábamos en las máquinitas, ya ves que me fuí a jugar con Rafa- Me dijo, dejándome con duda.
– Si, qué tiene?- Le contesté.
– Me dijo que yo olía raro- Dijo Tavito hablando despacio.
– Cómo?- Le pregunté intrigado.
– Sí, me dijo que yo olía raro, como cuando su primo juega a las luchas con él- La respuesta de Tavito me sorprendió, si es que Rafita había percibido un olor extraño debía ser el aroma a sexo que había quedado en Tavo cuando me lo cogí en el local de arcade.
– Y qué le dijiste?- Le pregunté ya un poco más alarmado.
– Que era porque debía ir al baño, y me apuré a llegar a la casa- Me dijo Tavito y siguió comiendo.
– No le dijiste nada más a Rafa, verdad?- Le pregunté a Tavo tratando de asegurarme que no me había comprometido en su plática con Rafa.
– No- Me respondió, tomando otra papa, – Nos fuimos a jugar a mi cuarto especial y mientras jugábamos le dije que si como jugaba su primo con él a las luchas y entonces él se rió y me dijo que no me podía decir,- Decía Tavito, y yo me comenzaba a poner nervioso por lo que me contaba y volteaba a los lados con discreción asegurando que nadie más escuchaba, -Entonces le dije que me contara y me dijo: «Bueno, cuando estamos solos a veces mi primo grande me dice que juguemos a las luchitas, y jugamos normal, pero después de un rato me voltea y me baja los calzones para hacerme su llave especial agarrándome de las nalgas»- Tavito me decía las palabras a como Rafa le contó, y decía que Rafa reía mientras platicaba aquello, como si de una travesura inocente se tratase. -Cómo que «llave especial?», Le pregunté a Rafa y me dijo que su primo le metía la mano en el culo y se la pasaba por el medio y después su primo se le subía encima y le empezaba a pasar su pico por la cola hasta que le echaba una babita en las nalgas.- Yo estaba en shock con lo que me decía Tavo, Rafita era un niño menor que él, debía tener 8 o 9 años a lo mucho, pero me preocupaba más lo que le habría respondido Tavo al respecto.
– Y qué le dijiste tú cuando te contó eso?- Le dije con algo de miedo de lo que pudiera responder.
– Le pregunté si su primo se la había metido, y me dijo que no, que nomás se la pasaba por el culo, y me preguntó «estabas jugando tú con Joel hace rato?», pero yo le dije que no y me dijo «Pues olías igual como cuando mi primo juega conmigo» Y seguimos jugando cuando le dije yo que si jugábamos a las luchitas- Me contaba Tavito y yo seguía atónito.
– Y qué te dijo?- Le pregunté ansioso.
– Primero se rió y me dijo que no, pero luego me dijo que si y empezamos a jugar. Primero normal, pero luego lo hice que se volteara y le empecé a tocar el culo por encima y él se reía, después le bajé la ropa y le agarré las nalgas y se seguía riendo, entonces le bajé más la ropa y le empecé a chupar el culo como cuando tú me lo haces a mí y se reía más, me dijo que le daba cosquillas, que eso no se lo hacía su primo- Me contaba Tavo muy despacio mientras yo cuidaba que nadie nos prestara atención.
– Y le pasaste tu pico por la cola igual que su primo?- Le pregunté hablando entre susurros.
– Se la metí- Dijo Tavito con una risita pícara, y entonces su mamá venía regresando con el teléfono en la mano y con una expresión extraña en el rostro.
– Pasa algo?- Le pregunté a Mayra cuando volvió a tomar su asiento, ya que se veía un poco acomplejada.
– Es que mi mamá me acaba de llamar porque quiere ir a ver a una amiga pero se le olvidó que yo trabajaba de tarde mañana, y como no me gusta que se lleve a Tavito a ese lugar porque los nietos de la señora le pegan- Me decía Mayra.
– Yo lo cuido si quieres- Le dije inmediatamente.
– De verdad?- Me dijo ya más aliviada.
– Si, yo mañana no tengo nada que hacer- Le respondí.
– Si, así ya no voy a tener el pendiente de que esos niños abusivos maltraten a Tavito. Muchas gracias, para que veas yo te pago la cena- Me dijo Mayra, pero aún con mis negaciones terminó haciéndolo y finalmente cada quién regresó a su casa no sin antes ponernos de acuerdo de la hora en que yo debía llegar a cuidar a Tavo.
El siguiente día llegó, era un viernes por la tarde, yo debía llegar a las 4 a casa de Tavo y entonces su abuela se iría, y así justamente es como fué, llegué un poco antes y la señora estaba ya casi lista para partir, me recordó unas cosas que ya Mayra me había explicado y finalmente se despidió de su nieto y salió dejándonos solos. Tan pronto nos aseguramos que la señora ya estaba lejos Tavito y yo nos vimos mutuamente, ambos sabíamos qué iba a pasar y yo comenzaba a tener una erección pensando en lo rico que lo iba a pasar. Tavito se acercó a mí risueño y su mano fué a parar a mi entrepierna apresurando mi erección mientras yo hacía lo mismo pero acariciando su culo por sobre la ropa. Tenía unas ganas de tenderme en el piso, arrancarle la ropa a Tavito y cogermelo duro, pero prefería tener algo de precaución y llevármelo a su cuarto, de todos modos teníamos tiempo antes que su abuela regresara, así que lo tomé en brazos y lo levanté mientras él reía llevándolo a su habitación. Entramos en el cuarto de Tavo y lo arrojé en la cama, él no dejaba de reír cuando mi yo lujurioso no se hizo de esperar y en un movimiento le saqué la ropa baja a Tavito, permitiéndome ver de nuevo la desnudes de mi bebé y su pene pequeño me dió la bienvenida completamente erguido igual que el mío, por lo que sin más demora me arrodillé a la orilla de la cama y comencé una felación al lindo y pequeñito pene de mi Tavito. Tavo sonreía y me miraba a la cara, abriendo bien las piernas mientras yo le comía los huevos gozando lo tersa de su piel.
En qué momento me había enamorado de ese sabor y sensación de la verga y testículos de Tavo? No estaba seguro, pero lo que si estaba seguro es que me fascinaba tenerlos en la boca y a Tavito igual, porque no dejaba de moverse mientras yo le seguía chupando su verguita tiesa y jugaba ya con su ano, preparándolo con mis dedos.
– Sigo yo de chupartela- Dijo Tavo. Al parecer el sentimiento por la intimidad del otro era mutuo.
– Mejor hacemos algo- Le dije bajándome la ropa a las rodillas liberando mi pene, y tomé a Tavo en mis brazos, él sonreía cuando entonces lo giré dejándolo con la cabeza viendo al piso a lo que respondió con un sonido de sorpresa pero después rió nervioso sugetandose con sus brazos de mis piernas. Mi verga quedaba cerca de la cara de tavo y yo tenía en el mentón la suya, no era una buena posición para seguir chupándosela pero si para hacerlo a su culo, – Chúpala, pues- Le dije, y Tavito buscó con su boca mi verga hasta sujetarla del glande con sus labios y empezó a chuparla agarrado fuerte a mí con sus brazos, yo por mi parte empecé a pasar la lengua por sus nalguitas gordas restregando mi cara en ellas. Despacio le fuí comiendo el culo hasta llegar a su hoyito, el cual recorrí con la punta de mi lengua llevándome todo su sabor a la boca y agarrando bien a Tavo con uno de mis brazos acerqué la mano izquierda para empezar a darle con mis dedos a su culito viendo bien de cerca como ese agujero se abría recibiendo mis índice y medio en su interior y a la vez gozaba los chupetones que Tavo le daba a mi verga. Yo no era precisamente una persona fornida ni musculosa, así que me cansé rápido de esa posición, por lo que le dije a Tavito que lo bajaría y entonces lo volví a colocar en la cama, le pedí se girara boca abajo, me quité rápido el pantalón, zapatos e interiores y me subí en él, me acerqué apuntando con mi verga y le separé los glúteos amenazando con metérsela. La piel de Tavito se erizó cuando mi glande tocó su ano, listo para entrar y entonces le dí un pequeño empujón que me hizo suspirar y a Tavito soltar un pequeño quejido. La cabeza de mi pene había entrado sin gran problema, así que me acomodé de mejor manera y agarrando a Tavo de las nalgas empecé el mete y saca solo con la punta de mi verga entrando y saliendo de su interior iniciando oficialmente la cogida. Ya había tomado ritmo en mi mete y saca y avanzaba lento, metiendo poquito a poco más de mi pene en el interior de Tavo y él gemía,
– Así te cogiste a Rafita?- Le dije acercando mi cara a su nuca sin dejar de bombear.
– Ahhh… Sí- Me respondió Tavito y se reía entre gemidos.
– Cómo le hiciste?- Le pregunté, y seguía moviéndome mientras le separaba bien las nalgas observando como mi verga se deslizaba en su interior.
– Cuando me subí encima de él le puse mi pico en su culo y me empecé a mover, pero como no sentía tan rico le puse más saliva y se la volví a poner entre las nalgas y se le metió toda- Tavito reía mientras me contaba y yo creaba en mi mente la escena.
– Le gustó?- Pregunté.
– Si, porque no me dijo nada, me lo cogí hasta que me salió lechita en su culo y nos subimos la ropa. Me dijo que su primo tampoco le hacía eso, pero que le había gustado y nos pusimos a jugar a otra cosa- Me decía Tavito haciéndome excitar más, ya le tenía casi la verga entera adentro y comenzaba a darle con más velocidad cuando entonces el sonido de alguien tocando apresuradamente la puerta exterior nos interrumpió. Ambos volteamos a ver hacia la puerta, yo seguía sobre Tavo bien clavado en su culo pero me levanté inmediatamente sacándole la verga cuando se volvió a escuchar que tocaban,
– Tavito!- Gritó una voz que me resultó familiar.
– Es Rafita- Dijo Tavo.
– Vamos al baño rápido para limpiarnos- Le dije, y Tavito se levantó recogiendo su ropa del suelo. Caminamos rápido al baño y Tavito se limpiaba con papel mientras yo hacía lo mismo en mi pene que seguía igual de duro, deseaba volver a metérsela a Tavo y cogermelo rápido hasta correrme, pero me resistí y solo se la acerqué a Tavo para que le diera una chupadita dejándomela más limpia y le dije que fuera ver qué quería Rafa mientras yo me quedaba en el baño acomodándome el pene para ocultar la erección.
– Hey, qué pasó?- Dijo Tavito al abrir la puerta.
– Vamos a jugar, porqué no me abrías?- Le preguntó Rafita.
– Estaba en mi cuarto, pero no tengo muchas ganas de jugar- Le decía Tavito a Rafa cuando me acerqué.
– Juega con él, Tavito- Le dije. Tavito hizo una mueca cuando me escuchó decir eso, supongo el prefería despachar a Rafita para que mejor me lo siguiera cogiendo, pero si ya Rafa sospechaba algo era mejor disimular.
– Buenos, a qué jugamos?- Le dijo Tavito a Rafa con una voz resignada.
– Jugamos a las escondidas?- Preguntó Rafita.
– De dos no tiene chiste- Le respondió Tavito aún con flojera en su voz.
– Yo juego con ustedes si quieren- Les dije, y entonces Tavito aceptó.
Comenzamos el juego y dejamos a Rafita contando, entonces Tavo y yo nos ocultamos juntos en un rincón de una de las habitaciones a oscuras y Tavito me apretaba el pene por sobre la ropa mientras escuchábamos a Rafa contar. Me excitaba la situación, sentía mi ropa interior manchada de pre seminal así que decidí aprovechar más el momento y le bajé apresurado la ropa a Tavo y lo empiné metiéndosela, como ya tenía el ano estimulado no fué gran problema y comencé a cogerlo mientras tratabamos de guardar silencio volteando hacia la puerta. Se escuchaba como Rafita corría por la casa buscándonos mientras Tavito y yo seguíamos en nuestra faena hasta que escuchamos que Rafa venía hacia nosotros y rápidamente nos subimos las ropas.
Continuamos el juego, cada que a Tavito y yo nos tocaba escondernos aprovechamos para seguir tocándonos, ya no lo seguí penetrando porque perdió la dilatación, así que solo nos dábamos unos buenos arrumacos o mamadas si nos sentíamos más cubiertos hasta que finalmente Rafa se hartó de eso.
– Vamos a jugar a tu cuarto especial, mejor- Le dijo Rafa a Tavito.
– Vayan, yo me quedo aquí en la sala- Les dije y entonces apresurados corrieron hacia el cuarto especial de Tavito cuando alcancé a escuchar que Rafita le decía «Y jugamos a las luchitas más tarde». Esas palabras de Rafa me calentaron, yo sabía bien qué significaba eso, así que me fuí al baño a darme un buena paja para sacar por fin la leche que tenía a medio salir. Estaba en medio de mi masturbada, pero no me era suficiente si tenía a Tavo cerca pudiendo mejor sacarme la leche con su culo, así que fuí a dónde estaban ellos y lentamente me acerqué a escuchar a través de la puerta, no quería interrumpirlos si estaban dándole gusto a sus calenturas de niño. Se escuchaba como que jugaban con los muñecos de Tavo y entonces Rafita dijo algo que de nuevo me dió morbo,
– Oye, tú y Joel estaban jugando a las luchitas cuando llegué, verdad?- Dijo Rafa. Me daba un poco de curiosidad como decía eso como si se tratara de algo gracioso.
– Nooo… No es cierto, estábamos haciendo otra cosa- Le respondió Tavo.
– Pues otra vez hueles como cuando mi primo juega conmigo- Respondió Rafa.
– Quieres jugar a las luchitas?- Le dijo Tavito a Rafa dándole la vuelta a la conversación y Rafita la respondió un «Si» entusiasmado, entonces no me pude resistir a entrar al cuarto ese dónde un día fué mi primera vez con Tavito. Ambos niños voltearon a verme sorprendidos, quizás sentían les estaba arruinando su «juego».
– Qué hacen?- Les pregunté haciéndome el tonto.
– Íbamos a jugar a las luchitas- Dijo Rafa con algo de desilusión.
– Pues hay que jugar, ustedes dos contra mí- Les dije. Rafa volteó a ver a Tavito y él sonría viéndome a la cara.
– Sí!- Dijo Tavito.
– Pero vamos abajo, mejor, porque no vamos a caber los tres en el colchón- Le comenté, y entonces bajamos y fuimos directo al cuarto de Tavito dónde comenzamos a «jugar». Comenzó como un juego normal, ellos se balanceaban sobre mí y yo me los quitaba de encima, aprovechaba puntualmente para ir tocando a Rafita, su culo no era tan grande como el de Tavo pero si estaba firme y yo tenía ya una erección durísima que sabía de sobra tanto Tavito como Rafa ya habían notado porque Tavito me daba unos agarrones por momentos y Rafita se me quedaba viendo a esa parte en ocasiones. Seguimos jugando así un rato cuando entonces tomando a cada uno con un brazo los puse boca abajo sobre la cama,
– Nos vas a hacer la llave especial?- Dijo Rafa riendo. «Que putito eres, Rafita», pensé, y entonces rápidamente bajé mis manos al culo de cada uno de los dos niños y los empecé a tocar mientras ambos se reían fuerte. Me dí cuenta que Rafita no ponía ninguna resistencia, así que avanzando más metí mi mano dentro de su ropa y la de Tavito y comencé a toquetearles a ambos los culos pasando un poco mi dedo medio por el ano a Rafita para ver cómo reaccionaba, pero él solo se quedaba medio serio y seguía riendo nervioso viendo a Tavito quién también reía,
– Así no les puedo hacer bien mi llave- Les dije, y entonces empecé a bajar su ropa empezando por Tavito quién me ayudó levantando un poco el cuerpo para quitarle completamente su short y calzones sin dejar su posición en la cama y Rafa solo miraba como Tavito se dejaba llevar. Una vez tuve a Tavo tendido boca abajo con el culo a la vista me pasé a Rafa, solo que con él lo hice un poco más lento para no espantarlo mientras con un poco de seriedad el niño se dejaba quitar la ropa. La piel de Rafita en comparación con la de Tavo era mucho más clara, su culito blanco parecía el de un bebé de comercial pero sin ser igual de gordo que el de Tavo, aún así me excitaba mucho tener a otro niño todavía menor que Tavo dejándome tocarlo de la misma manera. Pasaba mi mano por entre las nalgas de los dos niños tratando de sincronizar mis movimientos, volteando un momento a ver el culo de uno y luego el del otro introduciendo la punta de mis índices en sus hoyitos para ir preparándolos para lo siguiente. Tan pronto noté que se la había pasado un poco la seriedad a Rafa me puse saliba en los dedos y lento comencé a meterle el índice completo e hice lo mismo con Tavo, claro que con Tavito no tenía gran problema y pronto mi dedo completo pasó a estar en su interior, mientras que con Rafa solo la mitad había entrado y procuraba no avanzar más para no hacerlo incomodar. Yo quería probar el culo de Rafita, saborear su ano rosado, pero preferí de nuevo repetir mi plan e iniciar con Tavito, así que acerqué mi cara a su culo y sin sacar mi dedo del ano de Rafa comencé a chupar a Tavito su colita hermosa haciéndolo gemir, Rafita miraba a Tavo como sorprendido y por momentos bajaba su mirada viendo como yo me comía su culo gozando ese aroma y sabor sin igual a la vez que comenzaba a penetrar a Tavo con dos dedos hasta que lo sentí ya bien dilatado y entonces dirigí mi cara algo nervioso y tembloroso al culo de Rafita. Rafa miraba como iba acercando mi rostro a su retaguardia y yo me empezaba a saborear hasta que tuve a centímetros de mi rostro esa colita blanca de apariencia tan suave, separé con mis manos las nalgas de Rafa viendo hipnotizado su ano rosita y mi lengua barrió su orificio saboreando por primera vez un culo distinto que el de Tavo. El culo de Rafita tenía un sabor bastante suave, con un olor a crema para rozaduras, bastante limpio, muy rico y como loco le empecé a pasar y pasar la lengua por toda la raja desde el nacimiento pasando por su agujerito y llegando arriba mientras Tavo nos miraba y yo escuchaba que la respiración de Rafita se agitaba y reprimía unos gemidos. Comencé de nuevo a meterle el dedo a Rafita, esta vez entró completo y empecé a tantearlo con dos mientras él daba movimientos impulsivos ante el par de dedos que empezaban a picotear su colita casi virgen, aunque siendo la de Tavito la primera verga que había recibido se podía considerar aún virgen.
Penetrar con dos dedos a Rafa era algo más complicado, su ano estaba bastante más estrecho que el de Tavo con quién desde el primer día yo sentía podía recibir verga sin demasiados problemas, así que con Rafita tomaba mucho más cuidado avanzando muy, muy lento dándole a dos dedos y pasé mi otra mano de regreso a Tavo para que no se pusiera celoso.
Sentía mi pene muy duro y embarrado de mis propios jugos dentro del pantalón, así que decidí era hora de ir al siguiente nivel, de nuevo empezando por Tavito, me levanté y me quité el pantalón y ropa interior, inmediatamente ambos niños voltearon a verme la barra hinchada que tenía entre las piernas, Tavito con una sonrisa en el rostro y Rafa con una expresión de sorpresa,
– Listos para la llave especial?- Les dije viendo especialmente a Rafa quién seguía viendo mi pene con los ojos bien abiertos.
– Está más grande que el de mi primo- Dijo, y de inmediato escondió el rostro apenado haciéndome esbozar una sonrisa.
– Primero tú, Tavito- Le dije a Tavo.
– Siii!- Dijo Tavito, y me subí en él exactamente como habíamos hecho hace poco más de una hora cuando Rafa nos interrumpió y comencé a penetrarlo, primero despacio, Rafita volteaba a ver y yo lo miraba a la cara y le sonría malicioso, él me regresaba la sonrisa pero se le notaba de sobra que estaba nervioso mientras yo le empezaba a dar a Tavo, primero despacio enterrándole toda mi verga, pero tan pronto lo sentí bien amoldado al volumen de mi pene le comencé a dar más duro haciendo resonar el golpeteo de mi pelvis en sus nalgas. Tavito gemía con cada clavada que le daba y apretaba muy rico el culito arrebatándome sonidos de placer y la cama se movía con mi movimiento de cadera.
– No te duele?- Le preguntó Rafa a Tavito, apenado y volteando de reojo viéndonos coger.
– No… Se siente rico- Le respondió Tavito a voz suave y yo solo miraba a Rafita a los ojos como diciéndole «sigues tú». Me sentía ya un poco entumecido con esa posición, así que le pedí a Tavito cambiaramos, y me coloqué yo recostado viendo hacia Rafita con el pene apuntando al techo invitando a Tavito a sentarse en él, y como buen niño entendido Tavo se montó en mí viendo a mis pies como le había pedido y solito se clavó mi falo de un sentón soltando un suspiro y yo otro igual. Comencé de nueva cuenta el movimiento de cadera, quería que Rafa viera bien como mi verga le entraba entera por el culo a Tavo y él niño clavaba su vista en la unión de mi palanca con la colita de mi pequeño novio, debía estar sorprendido de como un pene adulto podía caber así en un hueco tan aparentemente pequeño, pero claro que Rafa no debía imaginarse que ese culo y mi verga habían tenido ya muchos encuentros.
– Quieres tú, Rafa?- Le dije al niño haciendo que este saliera de su trance de ver cómo los cuerpos de Tavito y mío se unían y se quedó callado solamente titubeando.
– Te va a gustar- Le dijo Tavo y entonces Rafita dijo tímidamente que sí con la cabeza. Me retiré de encima a Tavo y Rafa miraba como mi barra salía del interior de él, entonces le pedí se pusiera boca abajo a cómo estaba antes pero con una almohada debajo del abdomen para darle algo de altura a su culo.
– De veras no te dolió, Tavito?- Le volvió a preguntar Rafa a Tavo y él le dijo que no con la cabeza.
– Si te duele me dices y ya no lo hacemos- Le respondí yo ubicándome ya sobre él separándole las nalgas soboreando el nuevo culito que mi verga iba a estrenar.
– Bueno, porque una vez mi primo me lo quiso meter y me dolió- Comentó Rafita con algo de miedo. Ya no cabía duda, Rafita estaba ya conciente de todo y no era ni la primera verga adulta que tenía enfrente ni la primera que le trataban de meter por el culo, así que solo debía ser cuidadoso y paciente y entonces sería mío. Me escupí una buena cantidad de saliva en los dedos y de nueva cuenta le metí a Rafa probando que podían entrar dos sin gran inconveniente, él solo se quejaba un poco y fruncía el ano pero jamás me pidió parar. Le masajeé el recto a Rafa con mis dedos y colocando más saliva en mi verga para reforzar la lubricación apunté con ella en su ano haciendo un primer contacto y su piel blanca se erizó haciéndome soltar una pequeña risa y empujé mi pene contra su ano, no quería ser brusco así que empecé el movimiento de cadera solo rozando su lindo orificio, debía ser paciente, después de todo con Tavito había sido igual y al final de cuentas su ano cedió ante mi falo cuando menos lo esperé.
– Así te lo hace tu primo?- Le pregunté a Rafa mientras yo seguía mi balanceo.
– Si…- Dijo él con voz baja y suspiraba.
– Métesela- Dijo Tavito sonriendo con malicia, pero yo solo lo ví a la cara regresándole la sonrisa en complicidad. A pesar de no haber penetración me gustaba las sensaciones que Rafita me generaba, después de todo era un culito nuevo que tenía a mi disponibilidad y disfrute, por lo que seguía retregándole mi verga por sus nalguitas y su ano pero de nuevo esa posición comenzaba a cansarme por lo que le pedí se girara. Rafita se volteó boca arriba, por primera vez veía su verguita y huevos, algo que también contrastaba con Tavito, pues sus huevos eran más pequeñitos y con un escroto rosa claro, pero principalmente su pene me dió ternura, era casi del mismo tamaño que el de Tavo, pero con más piel en el prepucio que cubría bien su glande y se le miraba algo así como una oruga, de esos penes que la piel les aprieta un poco en el glande y se arruga al extremo sobrante. Rafita tenía la verga bien parada, muestra de qué estaba gozando lo que hacíamos, tenía la piel tan clara que las venitas se le notaban y jalando hacia abajo su pellejo la cabeza de su pene se asomó, con un tono rosa más intenso que el resto. Con mi mano puse mi pene sobre los huevos y piquito de Rafa y me moví restregando mi hombría sobre las partecitas de ese niño que se limitaba a ver cómo mi pene se pasaba sobre sus huevitos y verguita, en contraste mis partes se veían monstruosas, mi verga hinchada y durísima sobre esos huevos y verguita tan tiernos. Volteé a ver a Tavo y él miraba callado lo que hacía con Rafa, parecía empezar a sentirse celoso, pero le sonreí y su expresión cambió a algo más de curiosidad. Tomé a Rafa de los tobillos y llevé sus piernas arriba, y deslizando mi verga de sus huevos a su culo volví a colocar la cabeza en su hoyito rosado para presionar un poco, pero de nuevo no tuve éxito en penetrarlo, así que me apliqué otro buen escupitajo en la cabeza de la verga y arremetí de nuevo contra su ano para regresar a los movimientos copulativos,
– Haz un poquito como si quisieras hacer del 2 para que te entre la verga de Joel- Dijo Tavito, sorpendiéndome que le diera consejos a Rafita para dejarse coger. Rafita miró a Tavo a la cara y asintió, y yo comenzaba a sentir como una parte de la punta de mi verga entraba en él pero notaba también como parecía molestarle un poco.
– Te duele?- Pregunté a Rafa viéndolo directo a los ojos. Sus mejillas estaban enrojecidas dejando relucir unas cuantas pecas y abajo se empezaba a escuchar el sonido de nuestros cuerpos encontrados con los fluidos que mi pene soltaba.
– Poquito- Dijo, Rafa y entonces comencé a puntearlo un poco más rápido.
– Tavito, chupame los huevos- Le dije a Tavo, él hizo una cara de duda, no entendía muy bien a qué me refería, así que le dí indicaciones a Rafa para que se pusiera en cuatro patas y así le dí a Tavito el acceso que necesitaba, entonces él captó la idea y colocando su cabeza entre mis piernas comenzó a pasar la lengua por mis bolas mientras yo volví a colocar mi pene en el culo de Rafa para seguir cogiéndolo con la fracción de verga que le entraba. Era realmente un sueño hecho realidad, tenía a Rafita dando sonidos cohibidos de gusto mientras me seguía moviendo sujetándolo de la cintura y abajo Tavito jugaba a atrapar mis huevos con su boca y les daba lengüetazos. Cerraba los ojos dejándome gozar, aún sin metérsela a Rafita como me hubiera gustado era riquísimo poder estar así, con dos chiquillos recibiendo sumisos el pedazo de mi carne que les tocaba,
– Ya se le metió la cabeza- Dijo Tavito haciéndome abrir los ojos, bajé la mirada y pude ver qué efectivamente, mi glande ya entraba prácticamente completo en el culo de Rafita haciéndome recordar la primera vez que me cogí a Tavo.
Era delicioso, Tavito tenía uno de mis huevos en la boca chupándolo cuando entonces me empecé a correr en el culo de Rafita vaciando chorros de leche que se escapaban por los lados, al habérsela metido tan superficialmente el semen se derramaba rápido al exterior y retirando la cabeza de mi pene de ese pequeño hoyito observé gozoso, parecía una pequeña rosquilla de fresa rellena de crema que escurría bajando por entre las nalgas de Rafa.
– Ahora cógeme a mí- Dijo Tavito safándose de entre mis piernas, yo lo veía a los ojos como se saboreaba mi verga que brillaba manchada de mi propio semen y le sonreí malicioso, acababa de tener un orgasmo pero no despreciaría ir por el segundo con el culito de Tavo, mi más rico manjar. Le indiqué a Rafita que se acostara, que ya había acabado, y a Tavito que se acomodara junto a él, Tavo como el más experimentado, rápidamente tomó posición abriendo las piernas mientras Rafita solo miraba callado y serio. El culo de Tavo había perdido un poco de dilatación, pero nada que un par de metida de dedos ensalivados no arreglara, así que me coloqué sobre Tavo acercándole mi verga para que la mamara un poco, pues quería que Rafa viera y fuera aprendiendo como hacer mientras estirando mi brazo alcanzaba el culo de Tavo para meterle los dedos y Rafita miraba atento como Tavito chupaba y chupaba mi verga,
– Quieres tú también?- Le pregunté haciéndolo sorprender, entonces Rafita dijo que sí con la cabeza apenado. Me pasé de encima de Tavo a Rafa y lento le acerqué el pene a la cara, él lo miraba como con algo de miedo pero acercándolo a sus labios él abrió recibiendo mi glande y moviendo yo un poco más la cadera le hice entrar unos centímetros más de verga en la boca,
– Chúpasela como yo- Le dijo Tavito, y Rafa volteó la mirada para verlo e inmediatamente empezó a mamar imitando los movimientos de Tavito y yo soltaba el aire disfrutando como su boquita comenzaba a aprender, con algo de molestia porque por momentos me raspaban sus dientes pero era algo tolerable para ser la primera vez, todo esto mientras yo seguía estimulando el culito de Tavo que ya estaba listo para volver a recibir su porción de verga, así que le retiré su biberón a Rafa y regresé a Tavo levantado sus piernas y metiéndosela completa de tirón,
– Ahhhh…- Exclamó Tavito abriendo la boca en un gemido e inicié nuevamente a cogerlo, esta vez con todo haciendo la pequeña cama rechinar. No era la cama más cómoda para estar tres personas cogiendo, aún cuando dos de ellas eran niños, pero todo el ambiente infantil aportaba, sumado a mi caliente mente que aprovechaba como ese par de putitos se dejaban poseer a conciencia propia. Tavito soltaba cada vez más gemidos invitándome a seguir dándole duro y Rafa clavaba la mirada viendo como mi barra entera le salía del culo a Tavo solo para volverse a meter acompañada de sus debidos sonidos sexuales, algo que seguramente nunca había vivido con su primo que también se lo estaba queriendo coger. Estaba al borde de la segunda corrida, lo sabía muy bien, así que se la metí lo más profundo que pude a Tavo para con las última arremetidas escupirle en el fondo toda mi leche, no era una gran cantidad debido a que ya había dejado salir una buena parte con Rafita, pero aún así cuando le saqué la verga del culo a Tavo me quedé viendo su ano que palpitaba hasta que el semen comenzó a bajar por él y volteaba a ver también al culo de Rafita viendo como todavía se le notaba aún el semen que le había dejado en su agujerito.
Estaba muy satisfecho, esos niños me habían dado un rato memorable y yo solo quería descansar unos minutos, por lo que a cómo pude me recosté en medio de los dos y los atraje a mí con los brazos, uno a cada lado y mirábamos al techo, los tres ahí reposando después de una buena hora de puro desenfreno y nuevas experiencias viendo al techo sin ropa de la cintura para abajo y el cuarto oliendo a puro sexo,
– Así huele cuando «juegas» a la luchitas con tu primo?- Le pregunté a Rafa,
– Si- Dijo Rafa con una sonrisa pícara.
– Y con quién te gustó más, con tu primo a conmigo?- Le pregunté, también en un tono de burla.
– Contigo, mi primo no me metió nunca su pájaro, y cuando quería me dolía, pero contigo me gustó- Dijo Rafita con algo de pena desviando la mirada.
– Y eso que no te la metió toda- Le dijo Tavito y entonces los tres nos echamos a reír.
– De verdad no te duele nada?- Le preguntó Rafita.
– No, se siente bien rico- Le decía Tavito a Rafa y debajo con su mano jugaba con mis huevos.
– Bueno, entonces yo también quiero- Contestó Rafa, y seguimos un momento platicando sobre algunas cosas de sexo, de desde cuando su primo empezó a «jugar» con él, de que no le contara a nadie lo que habíamos hecho a lo que él respondió que no diría nada, y sobre que más adelante también se la metería toda y me lo cogería como a Tavito.
Pasados varios minutos nos levantamos todos de la cama y nos fuimos al baño a ducharnos solo procurando no mojarnos la cabeza, principalmente a Rafita para que no le fueran a preguntar en casa porqué tenía el cabello húmedo, y ahí de nuevo en el baño entre jugueteos nos toqueteamos los tres sobándonos las vergas y yo tocándoles el culo para finalmente salir y que Rafita se vistiera para volver a casa, pues no debía estar fuera por tanto tiempo, nos despedimos de él y nuevamente le repetí que todo lo que pasó debía ser un secreto, a lo que él respondió que sí con una sonrisa.
El resto de la tarde transcurrió con normalidad, me esmeré en que no hubiera evidencia de lo sucedido en el cuarto de Tavo y nos quedamos viendo tele y comiendo hasta que llegó su abuela a eso de las 8 de la noche, me agradeció mi ayuda y yo me retiré, nadie se podría imaginar todo lo que hicimos esos dos niños y yo esa tarde.
omo siempre, te sigues superando. Exelente idea la de añadir nuevo personaje. Esperaré ansioso el avance de Rafa como el nuevo aprendíz. Espero que Tavito también le de lo suyo y junto a Joel lo hagan parte fundamental de la saga. Aun sigo esperando la participación de Mario en todo esto pero creo que ya no se podrá puesto que veo necesario que más adelante Joel haga de las suyas y «envicie» al primo de Rafa de quien espero sea menor posiblemente un chico de 14-15 años cosa que me parece funcional ya que a pesar de dar señales de que existe, no lo describiste y es un personaje potencial que podría aparecer y participar, repito, luego de llevar más allá este nuevo trio que ha surgido. Esperaré la nueva entrega. Sigue adelante ❤️
Que bueno relato, sigo la serie desde hace tiempo y me gustan mucho tus relatos. Ojalá puedas continuar
Buenísimo relato!!! Me encantó, imaginar a dos niños disfrutando con un adulto…Mmmhhh!
Como siempre te superas con los relatos, me encanta tavito
Muy rico el relato y como no va ser delicioso teniendo a dos nenes y a los dos les gusta la verga tavito ya se amoldo a la verga de Joel a Rafita le faltó a completar la metida de verga así se disfrutan dos nenes yo también tuve la fortuna de igual que Joel disfrute tres nenes pero bien durante cuatro años me los cogí continua con tu relato amigo
Sublime, lastima que dejaste afuera la hermana de tavito
Emece mal a leer la serie…buscare el relato donde empiezas a cuearte a Tavito.Igual con este me calente bastante y estuve a punto de moquear en mi mano…Buenisimo. 5 estrellas
Nos quedamos con las ganas de la continuación de la saga ojala y sea pronto. Todos queremos saber más de ustedes.