Taxista enamorado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jarocho88.
Allí se encontraba el, en la esquina acordada con un vacío en el estomago muerto del miedo, pero con las ansias al límite de probar lo que tanto quería en ese momento.
Imaginaba estúpidamente que todas las personas que por ese lugar caminaban sabían con qué intenciones se encontraba allí, un pequeño alivio a su preocupación se disipaba al ver que por ese sitio no pasaban personas conocidas, la espera se le hacía eterna ya que Yo no pasaba a recogerlo, las 10 de la mañana de un día domingo era la hora y el día acordados y como estaba tan nervioso salió mucho antes de su casa después de dar la escusa a su mamá de que iba a el polideportivo a jugar baloncesto con unos amigos.
Sus pensamientos se dirigían hacia unos meses antes donde todo empezó, el podría confesarles que todo fue muy emocionante porque a sus 7 años iba a perder su virginidad anal con un hombre de 50 años.
Su tío Leonardo tiene un taller mecánico muy cerca a la casa de su madre, ella es separada y con su padre tiene muy poco contacto; en la época de vacaciones y algunos fines de semana su tío le pedía que si podía ayudarlo en algunas labores de taller y por eso le daba algo de dinero, el personaje principal de la historia soy yo un hombre alto y fornido sin ser gordo, de piel morena, ojos y cabello negros, bien presentado, no soy de aspecto acabado si no jovial, él supo mi edad después de conocerme bien, soy taxista y a menudo voy al taller de su tío Leonardo, desde la primera vez que lo vi allí, me le quede mirando fijamente de arriba abajo sin importarme que se diera cuenta y eso lo hizo poner colorado de la vergüenza, después de sostenerme la mirada un rato siguió haciendo sus labores de recoger las herramientas y organizar un poco el desorden en cual vivía su tío, pregunte por él y mientras charlaba con el no perdía oportunidad de buscarlo con la mirada, después de un rato empecé a sonreírle e increíblemente el efecto que causo eso en él fue responderme, él también empezo a buscarme con la mirada y a lanzarme pequeñas sonrisas cómplices de ese nuevo juego para él, como todo niño inocente no tenía conocimientos del tema sexual ni nada por el estilo, a esa edad su madre nunca le había hablado de eso; una oportunidad única se presentó para los dos y el creía que eso fue el destino; pensaba que la vida nos pone cosas y situaciones para que nosotros las vivamos o las dejemos pasar.
Su tío tenía que ir a traer un repuesto y un aceite para vehículos para mi taxi, su tío me pidió que lo esperará allí mientras se ausentaba, que entre los dos cuidáramos el taller, procedí a darle dinero para que me trajera un café de la panadería de la esquina para el primer cliente del día, al llegar con el café su tío se había marchado y yo lo estaba esperando dentro del taller con una gran sonrisa, nuestras miradas se encontraron de frente y la verdad no se pudo resistir y agacho su cabeza algo avergonzado, mi mirada era penetrante y le hacía sentir cosas que ignoraba aun, le recibí el café y rompí el silencio que había entre los dos, preguntando su nombre y su edad;
Marco:Me llamo Marco y tengo siete años- me contesto.
Di un paso adelante le extendí la mano para preséntarme.
Yo: Muchísimo gusto marquito me llamo Javier- dije en el momento que nos tomamos de las manos.
Sé que le paso un correntazo por todo el cuerpo y yo con un movimiento suave de mis dedos como queriendo acariciar retuve su mano por unos largos segundos, sin dejar de mirarlo a los ojos, había una química entre este niño y yo, lo de la química ahora que es adulto lo entiende, porque en ese instante no entendía que le pasaba; pensé que no tenía mucho contacto con personas mayores, salvo con los profesores del colegio y uno que otro vecino pero de saludo formal y ya.
Lo solté de la mano y sin dejar de míralo le dije que estaba muy lindo, se sonrojo mucho y agacho su mirada, no demoré en tomar su barbilla con uno de mis dedos para hacerle levantar la cabeza y decirle que era cierto y que no tenía que avergonzarse por eso, nos quedamos mirando directamente a los ojos y hubo un lapso donde todo estaba en silencio, el tenia miles de cosas dentro de su cabeza y de su cuerpo, primera vez que sentía eso y le gustó mucho esa sensación, sin dejar de mirarlo a los ojos le dije que si podíamos charlar más al fondo del taller y sin pensarlo asintió, mi taxi quedo estacionado dentro del taller tapando un poco la visibilidad, el entro y se paró frente a mi auto y lo seguí, continuaron las preguntas de mi parte, referentes a las escuela, su familia, y por ultimo le pregunte que si tenía novia, – no como cree – me respondió; – estoy muy pequeño para esas cosas,- Yo abrí los ojos de gusto y le dije que para eso no hay edad, además que él estaba muy lindo y muy apetecible para mí, de nuevo mis palabras lo avergonzaron y agacho de nuevo la cabeza, volví a tomar su barbilla con mis dedos pero esta vez me agache un poco de frente, mi cara la puse a centímetros de la suya, nuestros ojos se encontraron y en un segundo lo besé en los labios por unos segundos, un corren tazo de grandes proporciones recorrió todo su cuerpo pero no me quitó, se quedó quietecito y cuando me aparté de él me di cuenta que tenía los ojitos cerrados, cuando los abrió le pregunte que si le había gustado, no era capaz de responder nada, estaba bloqueado, era su primer beso, nuestros ojos bailaban en una danza tratando de encontrarse, y de nuevo lo volví a besar, esta vez fui más allá, mordisqueaba sus labios y trataba de meter mi lengua en su boca; él estaba inmóvil, aunque quería responderme no sabía cómo, pero yo lo guiaba, los segundos eran eternos y él estaba en las nubes sentía ese beso en todo su cuerpo, sus poros se erizaron su respiración se aceleró y empezó a sentir un nudo en el estómago que le gustaba, termino ese grandioso segundo beso y me separé de él, cuando volvió en si le pregunte que si le había gustado y por fin pudo hablar para decirme que sí, le regale una gran sonrisa y le dije -¿Marquitos te gustaría ser mi noviecito?.
Él se sorprendió demasiado y no entendía lo que yo le quería decir, y me lo expreso, entonces le dije -que los noviecitos hacen lo que acabamos de hacer y otras cosas mucho mejores, pero que no debía contárselo a nadie; la verdad no sabía que decirme, eran muchas cosas por procesar y más a su corta edad, cuando lo vi pensativo saque mi celular y llame a su tío, en la conversación le pregunte que si demoraba en volver, hable del precio de los repuestos y colgué, fui hacia él y le dije: -Marquitos tenemos unos 15 minutos solitos, quieres que sigamos dándonos besitos, y así te convenzo de que seas mi noviecito, entenderán que, a tan grande proposición él no sabía ni que decir ni qué hacer entonces me acerque a él y le tome de la mano, lo adentre un poco más en el taller en el cuarto de herramientas, el parecía un muñeco de trapo sin capacidad de hacer nada, parecía gustarle mucho la situación, el beso le encanto y quería seguir haciéndolo pero para un niño de 7 años esto es un golpe fuerte.
La diferencia de estatura se hizo notar cuando lo adentre en el cuarto de herramientas parados frente a frente mirándonos a los ojos pero yo con medidas de un metro ochenta más o menos y él ni alcanzaba el metro cuarenta, para solucionar esto, lo abracé y lo alcé hasta sentarlo en una mesa para poder quedar casi a la par, cuando lo agarré de la cintura para subirlo en la mesa, provoque un nuevo escalofrió que recorrió su cuerpo pero esta vez sintió algo muy diferente que con el beso, sintió más electricidad, el contacto de mis manos en su cuerpecito le gustó mucho, se sentía raro y algo mareado.
Ya con nuestras caras más cerca le tome la cara y lo besé despacio al principio, cuando el empezó a frotar su lengua con la mía acelere el beso y mi respiración; ya no tomaba su carita con mi mano, sino que una frotaba su espalda y la otra una pierna, ese día el niño traía puesto unos shorts azules que le daban por encima de las rodillas y una playera estilo polo color negra, sentía una mezcla de sensaciones indescriptibles, nunca antes seguro sintió algo así y le encantaba, en medio de nuestro espectacular beso, lo abrace fuerte hacia mí y como él tenía las piernitas abiertas sintió mi bulto de la verga rozar su entrepierna, claro que él también estaba con una erección a mil pero yo quería mostrarle más como me ponía ese beso.
Después de unos excitantes minutos me separé un poco de él y le pregunté -que si quería ser mi noviecito-, a lo que él me respondió -que si – sin dudar, se sentía extasiado y muy entregado; le regale una genial sonrisa y seguí besándolo pero esta vez lo levante de la mesa agarrándolo de las nalguitas, le ayudaba para que me rodeara por la cintura con sus piernitas y después me dedique a tocar sus nalguitas alternando apretones fuertes y suaves, esos apretones le hacían sentir súper bien, le hice excitar mucho, mi bulto de la verga bien parada lo sentía en mi pansa porque se lo restregaba y ya quería escapar de su prisión, lo rozaba contra el buscando placer y empecé a respirar más fuerte, mis besos se intensificaron durante largos minutos pero de repente paré, lo volví a depositar en la mesa y le daba piquitos suaves en los labios, le dije que no podía decir nada de esto a nadie y que estaba feliz de que haya aceptado ser mi noviecito.
Le pedí el número telefónico de su casa pues no tenía celular en esa época y menos por su edad, le dije que me dijera donde vivía para estar pendiente de él, todo esto se lo preguntaba acomodándome la verga que tenía bien parada por haberlo cargado y que su cuerpecito me provocaba tal excitación que se notaba muy grande dentro del pantalón, le di un último beso y salimos a esperar a su tío.
Mientras los dos terminamos de hacer la reparación y nadie me veía le tiraba besitos a marquito y le guiñaba el ojo, yo un hombre de 50 años que podía ser su papá lo hacía sentir muy especial, cuando me fui le estreche la mano y le dije que en la noche le llamaba que estuviera pendiente del teléfono que inventara que estaba hablando con un compañero del colegio y así fue, hablamos muchas cosas pero siempre le decía que lo estaba pensando mucho que me encantaba y que me sentía feliz de haberlo conocido, el sin tenerme de frente también me dijo que le gustó mucho todo lo que le hice sentir.
Él niño y yo nos seguimos comunicando por ese medio, hablábamos de todo un poco, por medio de nuestras conversaciones supe su horario escolar, en que horario su mama se ausentaba de la casa para poder llamarle a gusto.
Como entenderán no lo logré ver poco tiempo después del primer día que lo conocí y lo hice mi noviecito, resolví la situación con una solución, esperándolo a una cuadra más abajo de la escuela casi a un mes del primer día que lo enomaré, ese día mientras le daba vueltas en mi taxi lo besaba y lo acariciaba, así pasaron varias semanas hasta que un día sábado le propuse que en vez de ir al polideportivo se escapara conmigo y él aceptó gustoso.
Salió de su casa y se fue a la esquina del polideportivo, cuando me vio llegar en el taxi se acercó y le dije que se subiera como si fuera un pasajero, me dirigí a las afueras a una carretera destapada solitaria pare y lo hice pasar al asiento de enfrente.
Sin perder tiempo lo abrace y lo empecé a besar, yo lo tocaba por todas partes y siempre le preguntaba que si le gustaba, a todo yo me respondía que si, en un momento dado le empecé a besar el cuello y eso le gusto, lo hacía brincar de gusto y de brama se le notaba porque su respuesta fue positiva; subí su camiseta y empecé a acariciar su vientre desnudo, todo esto mirándolo a los ojos sonriéndome fascinado de sus reacciones, mis caricias eran suaves y muy deliciosas, me agache un poco y empecé a besarle el vientre y el ombligo, mi lengua le transmitía un calor increíble mientras recorría su piel, alce más su camiseta y llegué a su chichitas me alternaba entre ambas chupando y serpenteando mi lengua, lo tenía en las nubes, no lo tenía consiente de nada solo de placer, sus gemidos me gustaron y se lo dije al oído cuando lo levante a besarme de nuevo en la boca.
Me le quede mirando y le dije -Te voy a pedir algo que si no te gusta me lo dices, igual eres y seguirás siendo mi noviecito y lo entenderé sino quieres.
– Quiero que me agarres la verga porque ya la tengo bien parada de me gustas mucho y no puedo esperar más para demostrártelo -el acepto y pensó que yo lo sacaría de mis pantalones pero le indique que lo hiciera él, pudo ver un bulto de tremendo pedazo de verga que me cargo, que me mide 23 cm y de gruesa son como de 6 a 7 cm.
Todo ese vergon me cuelga en la entrepierna y que lo tenía temblando por la excitación y por el miedo de su primera vez, llevo sus manos a mi cinturón, lo soltó y desabrocho el pantalón con mi ayuda, bajo la cremallera y mi bulto entre mi bóxer estaba que reventaba de la brama porque marquito ya me la iba a chaquetear, me levante un poco y me bajé un poco el pantalón, cuando agarro el elástico del bóxer le dije que lo bajara de un jalón porque quería ver sus reacción al ver mi verga saltar disparada por la gran brama que ya me tenía a punto de casi culearlo, se sorprendió mucho que hasta pelo unos ojos como de caricatura porque la neta para él es una verga bastante grande y además no tenía como compararlo ya que era la primer verga de adulto que veía y bien parada porque no creo que ya le hubiera visto a su papá la suya en ese estado, mi verga es más oscura que mi piel, la cabeza grande y llena de venas, me bajo más el bóxer y le dije: tócalo mi amor sin miedo que es toda tuya –eso que le dije le gusto, porque sonreía alegrado y feliz.
Con su mano derecha me la empezó a tocar seguro que le gusto mucho su suave textura aterciopelada y comenzó a recorrerme la verga piradísima en toda su dimensión, le ordene que subiera y bajara su manito para que me la chaqueteara acto que aprendió de inmediato, tome su manito y lo guie de cómo debía hacerlo, en este momento mi verga ya comenzaba a chorrear gran cantidad de líquido pre seminal, no preguntaba nada, me acomode frente a él y lo empecé a besar de nuevo pero le decía que no dejara de hacerme esa rica puñeta, entre besos gemía fuerte y pedía que me la puñeteara mas rápido.
Yo: Así marquito.
así bebé dale duro a la verga mi amorcito que es toda tuya asi si hazme sentir que te gusto como tú me gustas a mi amor, te amo chiquito eres mi niño hermoso que le encanta lo que yo le doy mi niño te voy a amar mucho si me sigues haciendo esto mi noviecito.
Ahhh ahhh aaahhaggggg!!
Él niño se sentía feliz de complacerme, cuando nos besábamos frenéticamente y su manera terca de hacerme la puñeta me estaba haciendo sentir hasta que veía las estrellas sus manitas se sentían riquísimos, separe mi boca de la suya y lo miré fijamente a los ojos.
Yo: Marquito quiero que me la mames.
– Ya no aguantaba mas y quería sentir lo húmedo de sus labios en mi verga.
Marquito: Amor no sé qué es eso.
Yo: Dime señor o papá, también así sabré que me quiere mi amor.
– y le explique- Chiquito lo que quiero es que me des placer bien rico en la verga con tu boquita mi cielo.
Marquito: ¿Y eso cómo se hace Señor?
Me senté bien en la silla del auto y le puse mi mano en su nuca, lo hice inclinarse como empinadito hasta que su pequeñita boca tenia a plena disposición mi tronco de verga más que parada la tenía casia reventar.
Yo: Dale besitos y mueve tu lengua como chupando un helado.
-Empezó a besarme el tronco de verga y cuando llego a la cabeza probó mi líquido que desprendía mi verga por el orificio de miar, para él tenía un sabor desconocido.
Con su lengua me acariciaba la cabeza de la verga, yo gemía fuerte y con mi mano en su nuca y el dedo índice puesto sobre su cabeza trataba de guiarlo a una excelente mamada, después de un rato de hacerlo de esa menara:
Yo: Mételo a tu boquita mi amor, trágatela toda mi niño, como buen putito que eres ábrela bien y trágatela hasta donde más puedas.
Daba tremendas arcadas porque casi no le cabía en la boca y escurría una mezcla de su saliva y mi liquido yo gemía muy fuerte y él en lugar de quejarse o llorar porque casi lo ahogaba y lo atragantaba estaba feliz de complacerme y se reía con los ojos llorosos, ya lo tenía agarrado de la cabeza con las dos manos y le guiaba tremenda mamada.
Yo: Mueve tu lengua acariciándome la punta de la verga mi bebito.
Que así te siento bien rico mi amorcito.
Me gustaba como lo hacía y mientras me la mamaba quite una mano de la cabeza con la que le empecé a acariciar su espalda y su piernita, lo tenía ya bien encantado mamándome delicioso el pito que ni escucho que le dije que se acomodara de rodillas sobre el sillón del coche, Cuando se lo repetí más de cerca se ladeo un poco para que yo tuviera acceso a sus nalguitas, primero se las masajeaba por encima de la ropa, las apretaba y con mi dedo buscaba su rico y virgencito culito, a todo esto el también gemía con mi picha en la boca, estaba súper emocionado, todo era nuevo para él, una explosión de emociones, pero el más fuerte detonante para llegar al clímax de la relación y el objetivo de este relato fue cuando bajé su pantaloncito a deportivo y su trusita de algodón, con sus nalguitas al descubierto y mis caricias a mí me tenía casi a punto de chorrearme en leche en su boquita infantil, comencé a dedearle y a masajearle el culito con los dedos ensalivados pero sin atravesarlo, fue como un detonante porque empezamos a gemir tanto que paro la mamada pero no me soltaba el camote y me seguía haciendo una buena puñeta, volví a lubricar más mis dedos con saliva pero esta vez con un escupitajo y empecé a meterle la yema del dedo, cuando se le bajo un poco las sensación de sorpresa siguió mamándome el camote y yo intentaba meterle más el dedo, la neta la estaba pasando genial tanto él como yo, aumente el ritmo del dedo y no podía creer que ese niño a sus 7 años se pudiera excitar tanto y le subiera de tono y de velocidad a la tremenda mamada de verga que me estaba pegando y que hizo que me viniera en leche en toda su carita.
Yo: Me voy a venir Cabron.
Me voy a venir en tu carito bebé aahhggg!! Ahhhgggg!!! Que rico ahhaaaagggg!!! – Lo agarre fuerte de la cabeza- trágate la lechita que me va a salir de la verga mi cabroncito toda trágatela.
Fueron como 5 espasmos donde un líquido desconocido para él chocaba con su paladar yo gemía como loco sosteniendo su cabeza para que no se quitara, se lo tragó y solté su cabeza, se levantó jadeando por la excitación y como ahogado, lo mire a los ojos me regale una bella sonrisa, y lo besé con esa rica mezcla de leche y saliva de su boquita.
Lo tenía en cuclillas ya con su ropita casi en las rodillas, le tocaba las piernitas y las nalguitas desnuditas.
Yo: Ven voltéate y muéstrame tu culito acomódate como si fueras un perrito mi amor pero mirando hacia la puerta del coche que me voy a comer este culito.
Así de perrito le agarraba las nalguitas y ese culito tan rico que tenía y se lo masajeaba con mis dedos.
Lo tenía bien cerradito.
Gemía riquísimo de la excitación el chamaquito le estaba haciendo sentir de todo hasta seguro que se sentía en cielo, mientras le daba unos lengüetazos en el hoyito le apretaba las nalguitas y sin más ni más le metí la lengua en el culito con intención de llegarle hasta las entrañas cada movimiento de mi hábil lengua le daba correntazos y temblaba todo su cuerpecito, para él fue indescriptible, pero para mí era la cosa más rica y deliciosa que estaban probando mis labios y la mejor degustación de culito virgencito y de un buen putito, con mis manos le abría las nalguitas y le metía la lengua de a un zarpazo, lo tenía en el cielo al cabron.
Yo: Ay chiquito hummm que rico culito tienes mi amor.
estas bien rico y sabes tan rico mi niño hermoso yo sabía que serias el mejor de los noviecitos mi putito de buen culito.
Veras que seremos muy felices tu yo haciendo esto más seguido mi vida.
Después de mucho rato lo bajé de su paraíso haciéndolo voltear, le toque la cara.
Yo: Como noviecitos mi amor algún día haremos el amor, un día no muy lejano te voy a meter la verga que hoy te tragaste por la boca en el culito, un día no muy lejano te la vas a tragar toda por el culito ahora mi bebecito hermoso.
Marquito: Si mi señor si quiero hacer el amor contigo, tu eres mi novio yo quiero hacer todo lo que a ti te guste.
Le pegue muchos besos apasionados, le manoseaba las nalgas y él instintivamente me agarraba la picha semiflacida y me la chaqueteaba como lo enseñe al principio.
Nos acomodamos la ropa y nos dirigimos cerca del polideportivo, durante el tiempo para llegar allá le dije cosas bonitas y acariciaba sus piernas, cuando casi llegamos…
Yo: ¿Te gusto que te metiera los dedos por el culito mi chiquillo travieso?
Marquito: Si mucho señor, tu eres el mejor novio.
Yo: Ah bueno pues si te gusto mucho como dices cuando te estés bañando o solito en tu cuarto, metete tus deditos para que tu culito se vaya acostumbrando y la próxima vez que te venga a ver te pueda meter la verga y entre toda con más facilidad en ese culito mi amorcito porque algún día algún día ese culito lo tengo que ensartar bien rico y tenerlo bien ensartado aquí así – Y sacándole mi lengua como un depravado y gimiendo con mis manos abiertas y los brazos posicionados al costado de mi torso haciendo la seña como si lo tuviera sentado y cogiéndomelo sobre mi regazo.
Marquito: Si mi amor yo lo haré.
Yo: Recuerda que esto es un secreto y que nadie se puede ni debe enterar de esto mi amor nadie debe enterarse que tú y yo nos amamos.
Antes que se bajará del coche le di un beso rápido.
Yo: Mi amor nos vemos pronto, te llamo en la noche.
Este relato fue modificado de una publicación de otro miembro de SST.
Me es grato modificar los relatos con nenes desde la perspectiva del Adulto.
Espero no infringir en ningún delito ni ninguna molestia.
Solo lo hago para cubrir fetiche y/o fantasías.
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