TENGO CHACHA

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era un tipo confiado, una vez le dije si, quedamos el dia y el vino a mi casa, a las 9 de la mañana, era un dia laborable pues ambos tenemos horarios de trabajo de tarde, es un tipo bajito, algo regordete, pero lo justo, nos presentamos, la verdad mi casa estaba manga por hombro, la dejé asi a conciencia imaginando que protestaría y se iría, pues me equivoqué, aquello para él fue el paraíso, se cambió en el dormitorio pequeño, ya el cambio fue espectacular, al tener el pelo algo largo, abundante y unos labios gruesos, se habia maquillado y salio vestido de criada, con el vestido-disfraz que estaba justamente el final al empezar las nalgas, le enseñé todo y comenzó.

Sabía bien lo que hacia, como limpiaba, como lavaba, que bien hizo la cama, cambió las sábanas, yo a veces la miraba y volvia de nuevo al pequeño salón, en dos horas y medias dió una limpieza bien a fondo de mi casa, sin yo apenas hablarle, casi siempre para decirle donde estaba lo que necesitaba, pero pensando que el cabrón se me iba a escapar sin follarlo, pero tampoco estaba yo cumpliendo con lo mío, darle conversación, hasta que ya solo le quedaba la cocina, ahí me senté y empecé a hablarle.

– Cual es tu nombre de "chacha" solo te he preguntado por tu otro nombre
– Pepi, señor
– Menos mal simple, normal "todas" rebuscais nombres pomposos – rió -.

– ¿estas soltera?
– No – me quedé sorprendido – tengo marido, es mas mayor que yo, diez años, no tenemos hijos.

Comprendí, seguía su fantasía, por ahí intenté meter baza.

– A esa edad ya es de pocas fuerzas y a ti se te ve una mujer muy activa, bastante atractiva aún
– Gracias señor, bueno nos "apañamos los dos" je je je
me levante ella fregaba mi mano se puso en su culo, diciendole – a ti te iria mejor un buen macho, que te sepa montar
Me apartó la mano de su culo, mi polla estaba dura, pero ella dijo
– No señor nunca le he puesto los cuernos, cuando tengo ganas me "arreglo" yo solita
Quedamos frente a frente, me habia puesto bien cachondo, la zorra, le cogí la mano, yo iba en calzón deportivo se la puse en mi polla, ella gimoteo en su papel diciendome
– Dejeme señor

Yo presionaba mi mano en la de ella, ella en mi verga sobre el calzón, con la otra mano bajé mi calzón le hice agarrár mi vega la cogió empezó a menearla yo empecé a magrear su culo me quitó la mano de ahí y siguió haciendome la paja los dos de pie, intenté por dos veces bajarla a comer mi polla, no lo conseguí, hasta que no pude mas y empecé de pie a correrme con su mano, eché una buena lechada, ella supo seguir, hasta darme el maximo placer, me fuí a duchar, ella terminó de freegar se cambió y se despidió, ya vestido de hombre diciendome que se habia sentido muy bien y pasado bien intentando yo convencerlo para que se quedara, queria follarlo, pero nada.

En los siguientes dias me hizo, pensar, se veia un tio legal, serio, discreto, algo sumiso, pensé, bajo mi prisma, debería de haber estado cachondo, estaba haciendo su fantasía, decía ser la primera vez, debía haber sido facilisimo habermelo follado y sin embargo el tio aguantó y vaya si aguantó, ¿se masturbaba antes de venir?, o simplemente no le iba mas que eso, debía descubrir su secreto, cuanto mas pensaba, mas me obsesionaba, en follarlo pero como, no queria estropearlo asustarla diciendo y haciendo lo que mas me iba, hay muchos pasivos, pero muy pocos son gente seria, en parte él era lo que yo buscaba, tener, al menos durante una temporada alguno, serio discreto y putón en la cama.

La siguiente vez, seguí la misma tactica solo que atacando desde el principio, se dejó magrear algo mas pero el final fue el mismo, me hizo una paja esta vez sentados los dos en el sofá, lo intenté de nuevo que me la chupara pero mi insistencia solo hizo que me dijera que así se iría, por lo que desistí.

Así se desarrollo todo durante 6 citas, mi casa, muy limpia, al tercera cita ya tambien lavaba y planchaba mi ropa, pero ya a mi me empezaba a doler los cojones, de sus negativas y llegó el martes pasado.

me levanté de mal humor, a las 8, quizás por que sabía que de nuevo aguantaría otro calentón para nada y me empezaba a aburrir todo, hoy pensaba, me va a conocer como soy y si se quiere ir que se vaya a tomar por el culo, mientras bebia el café maquinaba mi mente, pensando que lo que ocurriera hoy, que podria decir ella, nada, tendría que callarse e irse, si la obligaba, la forzaba, o lo que fuera, tendria que callarse, no podía contarlo.

Llegó puntual, se vistió, la saludé de mala gana, ella se dió cuenta, se puso a lo suyo, yo la miraba asiduamente, pensando como hacerlo como empezar, ella parecía intuir que algo no iba, me preguntaba a menudo si me habia ocurrido algo con alguien, le dije que no, se fue a hacer la cama del dormitorio y limpiarlo, llevaba la fregona el cubo, entró, la seguí, empezó haciendo la cama yo me senté en el taburete, del dormitorio junto al espejo grande de pared, le veia el culo al inclinarse, ese culo, bien gordito amoldado, sus caderas, apretadas como el culo al vestido, sus medias y el empezar de sus ligas, apenas tuve que levantarme, me puse tras ella, inclinada sobre la cama extendiendo la sabana, sin imaginar siquiera que iba yo a hacer, solo llevba el calzón deportivo, mi mano se puso en su cabeza, se cerró sobre sus cabellos, al principio callada, por la sorpresa pero al ver que tiraba empezó a dar gritos, era mi especialidad, sin imaginar ella que eso me ponía mas que no la soltaría a la vz que le dije
– Hoy vamos a jugar a mi juego, zorra

Apenas terminé la frase, ella seguia dando gritos aunque no fuertes y pidiendo la soltará me senté en el taburete, manejandola con mi mano en su cabello, posicioné su culo, de lado cerré mis piernas en sus gorditos muslos, azoté con fuerza, ella seguía, gritando, levanté el estrecho vestido hasta dejar sus nalgas visibles, me cansaba aguantarla, pero sabía que a ella también, me empleé a fondo, un azoté ahora si grito del dolor del azote, a la vez dijo dejamé, sin imaginar que todo eso me hacia el efecto contrario, le pegué un segundo azote, mi mano me picaba, de la fuerza con la que le dí, gritó dejo de pedir, que la dejara, empezó a llorar, seguí, excitadisimo y ahora con ritmo uno tras otro, escuchando su s gritos al golpeo sus lloros, paré tras una buena azotaina, sin soltarla, le hice abrir un poco las piernas, me metí mis dedos en la boca, ensalivé en abundancia repitiendolo una y otra vez, tras pasarlos por su "hendidura" ella seguia gimteando del dolor, mi mano siguió la linea d su ano, hasta tocar, ante mi sorpresa unos minusculos y redondeados testiculos, si quiera aparentaban ser eso, mi mano siguió hasta encontrar, una minima expresión del llamado pene, era nada una colilla, apreté todo el conjunto en mi mi mano, empezó a culear como una lombriz, dando gemiditos fuertes, tiré hacia atrás poco a poco pero sin pausa hasta empezar a estirar, gritó de dolor por seguido pues yo no soltaba, culeaba sin ton si son, hasta que decidí soltar y a la vez mi dedo, invadió su hendidura, firme seguido, ahora dio un aaaaaaaahhhhh seguido mi dedo termino totalmente hundido, entre sus paredes interiores, lo movi sin sacar un milimetro circularmente.

Quedé boquiabierto, empezó con gemidos, para al poco ser rugidos de gusto, hasta estar fuera de si, a la vez que su hendidura interiormente se contraia se expandia, una y otra vez, mire su cara, levantandola del cabello, su boca abierta no dejaba de jadear, cayendo saliva de su boca al suelo incapaz de aguantar el gusto, a la vez mi dedo se sentia preso dentro de su hendidura, hasta que finalizó todo, yo seguia aguantandola, ella gimoteaba, yo estaba por primera vez ante uno que tenia orgasmos anales y vaya orgasmos, mi dedo seguia igual hasta el fondo, yo la observaba, sin soltarla, ahora estaba incapaz, indefensa, intentando reponer su cuerpo, le bajé la cremallera del vestido, bajando todo incluido el pequeño delantal blanco, quedó todo hecho un obillo bajo sus piernas a la altura del tobillo, llevaba un sujetador a juego con las bragas, su cuerpo gordito pero bien formado, le hice levantar las piernas, sacando el vestido, toque su piel, era suave, ahora estaba calmada, callada, solo algun gemido, apagado, sobe de nuevo sus dos rojas nalgas, castigadas, sobe sus muslos, callados los dos ahora, lo solté de las piernas, no hubo palabras ni hacia falta, me levanté, ella en bragas sujetador ligueros y medias la senté en la cama, e bajé el calzón, le puse la polla en su cara, la chupo docilmente sin protestas.

La subí en la cama colocandola a 4 patas, docil sumisa se dejó, saqué del cajón, el lubricante empecé a lubricarla, volvieron sus gemidos, metí dos dedos, la trabajé, me lubriqué la polla, se la fui metiendo despació, sin prisas, ella entre gimoteos, culeadas, la fui abriendo, ella dando grititos, pero docil, hasta que la monté, fue todo un descubrimiento, le di una larga follada, primero a 4 patas yo aun de pie en el suelo ella colocada en la cama, en 5 minutos se haia corrido analmente, a gritos, hasta que le saqué la polla se tiró en la cama, pero no la dejé me puse encima, fue cuando hablé
– Hoy le voy a ponr unos buenos cuernos a tu maridito

Me la follé ella debajo, al poco la tenia cachonda de nuevo, esta vez mas entregada, se apretaba a mi hasta gritar, de gusto, para de nuevo correrse, en nada, con lo que cambié de postura, me tumbé la subí dandome la espalda le hice coger mi polla le dije se la metiera, obedeció, cabalgando como una amazona, estaba totalmente entregada, que follada mas rica me estaba brindando, verla asi, corriendose a menudo de esa forma, me hacia sentirme mas macho sobre ella si era posible.
culeo como una loca, esta vez si vi que me iba a ordeñar y bien, como asi fue, grité de gusto una y otra vez, mientras mi leche la inundaba, ella empezó a gritar casi finalizado yo, esta vez se tocó su infimo pene, gritaba clavada en mi polla, sudabamos hasta que terminó gimoteante.

Nos duchamos para poco despues darle una nueva y larga follada, con las misma terminación, para despues marcharse, volvió el jueves y vendra esta tarde, que ambos tenemos libre, pero ella a aumentado el juego, diciendo que es mi perrita que "su marido" lo sabe y lo acepta y no deja que la folle él.

Esta es la historia