TENIA UNAS GANAS DE CACHAR….
Chico quiere saber que tanto le puede gustar una verga, porno no sabe si es maricon.
Soy Jacinto, tengo 22 años y trabajo por primera vez en una empresa ferretera, en donde todos los trabajadores por lo general son toscos y muy rudos tanto en su lenguaje como en sus modales. Estoy asignado en una oficina de expedición de facturas y, constantemente tengo que acudir a los almacenes a verificar la salida de algún producto y, por mi contextura el jefe de ese almacén me trata como su secretaria favorita, ya que soy muy delgado y blanquito.
Soy el menor de tres hermanos hombres, fui criado de un modo muy especial, por parecerme mucho a mama me cuidaban como un chica, y eso me gusto, a veces me observaba en el espejo de mi tamaño que tengo en mi habitación y , me gusta lo que veo, mis brazos finos y muy derechos, mis pechos pronunciados para ser hombre, cuando giro mis nalguitas son redonditas, pero muy chiquitas, pero muy bonitas, un día me agache para ver de qué color es mi agujero y, vi que era de un color rosadito, me gusto mucho… pero mi verga es muy chiquita.
En la escuela me trataban casi pasivamente, nunca me tomaban en cuenta para los trabajos deportivos o de grupo, ya que era de carácter sumiso, y muy enfermizo, a veces cuando había actividades me metía a los baños con los chicos, solo para ver las vergas que tenían y si eran muy grandes en comparación con la mía. Cuando acabe la escuela, mi padre me consiguió el empleo actual, me recomendó tanto que me pusieron a cargo de una jefa de oficina muy apreciada por mi padre, ella estaba al tanto de todo lo que me pasaba. Los jefes de las secciones eran muy rudos, y casi no hay chicas, razón por la cual mi cuerpo delgado y esbelto llamaba la atención, especialmente por el jefe de almacén general, quien era un señor cincuentón y viudo, morenito por el trabajo, porque parecía que antes trabajaba en una empresa distinta más relajada y menos ruda
A veces se me queda mirando el culito y eso me da sensaciones raras, que cuando estoy en mi casa me pongo a pensar si en verdad soy no un maricon, nunca he tenido una verga ajena en mis manos y mucho menos metida en mi culito. Pero esas miradas me sacan de cuadro y no niego más de una vez con el solo hecho de tenerlo cerca me he puesto nervioso y, hasta que el culo se me humedeció. Hay otros que son peor que él, mas toscos y fuertes, se les ve unos músculos muy marcados, pero no me dicen nada, solo me miran rápido y anda más.
Un día me levante con unas ganas de que agarren fuerte mi culito, y con ello saber si soy o no maricon, sentía unas ganas de que me metan el dedo primero y si me gusta que me enchufen la pinga… ese día no me puse ni calzoncillos, ni ropa interior, si me fui a trabajar sin nada dentro, quería sentir el tejido de mi ropa en mi culito desnudo y, por qué no una tocada de manos en mi piel.. Al llegar a mi sección revise lo que había y, encontré que tenía que bajar al almacén.
Yo: Hola señor Juan como esta hoy día? Juan: Con ganas de cachar, No quieres que te la meta? Yo: Don Juan que me dice Juan: es que me gusta mucho tu culito. Yo: je, je, soy hombre como usted don Juan. Juan: Si, disculpa las bromas, pero… Yo: Traigo estas cuentas.. El las reviso, pero yo miraba su pinga, se notaba una grande debajo del pantalón, me daban ganas de apretarlas con mis manos, sacarla de allí y ver de qué tamaño es, para sentir su olor y su grosor. Juan: Ya acabe, es todo correcto Janci. Yo: Adiós don Juan. Juan si quieres a la salida te llevo por algún lugar. Yo: Ja. Ja. Pero a la salida hice todo lo posible de coincidir con él. Cosa que me resulto por que en la puerta de salida cuando estaba marcando la tarjeta, sentí el aliento de el señor Juan en mi nuca Juan: Donde te llevo Preciosa? Yo: Ja, ja don Juan que dice. Juan: tú dime lo que quieras y se cumple, princesita. Yo: don Juan no juegue así que soy hombre como usted. Juan: si, pero me gusta tu culito. Yo: busque uno de mujer. Juan: estoy viudo hace años y no he odio tirarme un culito como el tuyo y, te tengo unas ganas, sino mira. Acto seguido me hizo bajar la mirada hasta la bragueta de su pantalón, y si tenía un bultutote muy grande. Yo: Don Juan cálmese, váyase donde esas mujeres y bote lo que tenga demasiado guardado. Juan: yo quiero ese culito tuyo, mamacita. Yo: Hasta luego don Juan. Me despedí abruptamente, porque ya estaba cediendo y seguro me estrenaba ese señor.
En la no noche en mi cama, mi verga se puso bien dura, pensando que a esas horas ya estaría roto, mi culito habría sentid entrar una vergota, me preguntaba ¡será grande?¿ gruesa? ¿Larga que me llegue hasta el ombligo? ¿Cabezona? ¨Negra?, bueno como sea menos mal que no cedí me mire al espejo todo desnudo, y me gustaba mi cuerpo, mi verga estaba al palo, tan chiquita, pero dura, me la corrí, y con dedo en el culo, y con la otra mano dándome placer…que rico. Que te la metan y con otra mano te la corran. Agotado me acosté y seguí soñando con ese señor, como me apretaba el culo con su palote, me chupaba los pezones. Estaba así cuando de pronto siento que abren la puerta de mi habitación y era mi hermano mayor Yo: Que pasa Peter? Peter: Tuve una pesadilla, soñé que te estaba cachando y me asuste, si eres mi hermano como puedo soñar así. Yo: No te asustes solo es un sueño, ven échate aquí al lado mío. Peter: pero tu estas desnudo. Yo: Si, así duermo más tranquilo. Peter: pero no te enojas si te chocas con mi cuerpo. Yo: Entonces sácate tu pijama y así los dor dormimos igual. Peter: Si, eso abre. Una vez los dos desnudos, me puse nervioso al tener que compartir la cama con mi hermano, sobre todo los dos desnudos, y él se manejaba una verga grande y cabezona y, parece que el siguió soñando que me la estaba metiendo porque empezó a agarra mis nalgas, y si que lo hacía rico, no lo despertaba para que no me corte lo que estaba sintiendo yo, apreté mi culo hacia su verga, que la tenia bien dura y muy larga; y para que no se sienta mal, con miedo la tome con mis manos y se la corrí….. ahhh que rico.
Al día siguiente, como era viernes, salimos más temprano de la empresa, todo el día estuve pensando en la pinga de mi hermano y, pensaba será así de don Juan. Mi culo se sentía en un todo de intranquilidad, sentí que se habría solito; me fui al baño a quitármelo para sentir más cositas. Cuando mi jefa me pide que lleve unos documentos al almacén, allí estaba don Juan, con un short arreglando una maquina Yo: don Juan, la jefa le manda estos papeles y quiere que me dé una respuesta. Juan: Okey reinita. Al intentar pararse, se cae sentado, dejando notar una verga gruesa y cabezona. Me reí al verlo así, pero también me quede impresionado por lo que vi, era mas gruesa que la de mi humano, pero no sé si también era más larga Yo: Ya no esta ágil don Juan. Juan: Jale muy fuerte, pero te voy a mover el culo mas rápido vas a ver cuando te animes a darme reinita. Yo: Ja, ja don Juan chistoso. Me retire a mi oficina, pero el culo me bailaba por una fiesta, a la hora de salida como de costumbre salimos dos horas más temprano, al marcar la tarjeta de salida, sentí en mi nuca un aliento fuerte, erótico y morboso, si era don Juan.
Tan de prisa estaba que me pregunto, casi llevándome del brazo hasta su coche, insistiendo el caminar, yo era un banderín en sus manazas, pero me gustaba en lo más intimo, me hacía sentir a mi culo deseado, cuando llegamos así coche Juan: Que dices nos vamos a mi casa, sabes que vivo solo. Yo: Y que vamos hacer allá, mejor lléveme a mi casa que tengo mucho que hace y búsquese una puta. Juan: Sube y e llevo a tu casa. Subí, pero él empezó a tomar mis piernas, no sabía qué hacer para evitarlo Yo: Que vamos hace en su casa don Juan. Juan: Te voy a besar todo tu cuerpo Yo: Ja, ja, por eso tiene la lengua larga eh. Juan: Voy a mamarte tus téticas. Yo: Pura fantasía, que más sabe hacer. Juan: Voy a morderte tu culito virgen y rosadito. Yo: Como sabe que es rosadito Juan: Te voy a poner saliva para que resbale mi verga en tu objetito Yo: Seguro nada de eso hace usted. Juan: por cada centímetro que te meta un beso. Hasta que llagamos a su casa Juan: Ven vamos a bañarnos. El se desnudo delante mío y, me sorprendió tenía un cuerpo musculoso, muy juvenil y…..una VERGOTA, que era muy larga y gruesa con una cabeza del pene que parecía de golf. Sentí miedo; como un autómata me desvestí y quede desnudo, lo era una aceptación para que el me la meta.
Ya limpiecitos, me levanto en peso y me llevo a su camota, muy blandita y me puso derechito, boca abajo y comenzó a besarme la nuca, y con sus manazas toscas mi espalda, eso me puso la piel de gallina, pero me gustaba, mis manos tomaban sus piernas duras atléticas, velludas, el bajo hasta mi culito y…lo abrió para dejar un veo y Oh que delicioso había sido esa caricia, me puso más caliente, mecánicamente estire mi brazo para alcanzar su vergota y poder disfrutar de ella. Cuando la tuve en mis manos Juan empujo mi cabeza hasta su verga, abrí la boca y no entraba, hasta que por insistencia logre meter su cabezota, estaba en ese placer cuando siento que sus dedos llenos de saliva e empieza a meterlo en mi culo…ay que rico me decía, no podía gritar porque tenía su verga en la boca, todo yo estaba caliente y frenético de placer, me di cuenta que si era un maricon, Juan me estaba debutando… Puse mi culo en pompa mientras le mambo la verga, y él siguió metiendo su dedo del centro, grueso como una pinga, tosco como un papel de lijar, duro como una estaca, seguro así también es su pinga. Cuando me saca la verga de la boca y me empieza a mar mis pezones, abriendo mis piernas y con sus manos mis nalgas son apretadas yo estaba en el paraíso del placer. Yo: que rico es esto Juan…cáchame siempre…. Juan siguió recorriendo mi cuerpo con su lengua, me volteo y me puso boca abajo, levante el culo, sabía que era el momento de recibir mi primera pinga en mi culito…Ya Juan métela…. Recuerda un beso por cada centímetro que metas…. Puso su cabezota en mi agujero y como ya estaba lubricado empezó a presionar… Me duele… se detuvo… espero a que me acostumbre…de pronto sentí un empujón rápido…ayyy es muy gruesa….volvió a detenerse. Dejo pasar unos minutos, y yo mismo al sentirlo mío le dije Yo: Ya Juan rómpeme el culito…rómpelo duro….. Empezó un mete y saca que su pinga media 30 cm…… que si sumamos las veces que lo hizo me comí 9000 centímetros de verga. Juan metía su gruesota arma con maestría, sabia cachar culo vírgenes, cuando en medio de mi arrechura al sentir sus manos tomando mis caderas y sus piernas apretando mis piernas, un chorro de un liquido caliente que llenaba mi esfínter… yo apreté mi culo a su pinga, y esta empujo mas duro, si se estaba corriendo y yo también….
A partir de es día todo los viernes, en esa dos hora me cachaba como debía cachar un amante a su mujer, si me cumplía…. Ahora sé que si soy maricon.
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