Teo y el regalo del día del padre.
Sí, mi primo Arturo tenía razón en todo, ahora que mi papá había descubierto lo que yo era y lo que podía hacer por él y cuanto lo disfrutaba, comenzó a pasar mucho más tiempo conmigo..
Era la noche de San Juan, unos amigos me habían invitado a una de esas fogatas que se hacen en la playa, me arregle y llegue allí un poco a la expectativa de que tal iría la noche, no me esperaba que apareciera mi ex con su nueva pareja, un ecuatoriano simpático, uno de mis amigos hizo un comentario sobre que a mi ex le gustan mucho los latinos, nada que necesitara aclararme, al fin y al cabo habíamos pasado varios años juntos y nos conocíamos muy bien, yo mismo soy panameño.
Cuando finalmente nos saludamos me presenta a Teo y después de intercambiar saludos y un poco de cháchara dice “ustedes son como dos gotas de agua, o almas gemelas o vidas paralelas…guardan los mismos secretos que no le cuentan a nadie” yo miré a Teo con algo de estupor y a mi ex con sorpresa, cuando pude ver en su cara a lo que se refería me dio terror que le hubiera contado a un completo desconocido mis más íntimos y oscuros secretos; a él, a mi ex, se los había contado una vez después de acabar de follar y estábamos fumados, cuando me di cuenta había sido demasiado tarde para echar atrás, ya lo había hecho, así que le conté la historia y mis fantasías. Pero él sabía que era algo muy íntimo y personal, nunca, jamás, ninguno de los dos había violado la confianza del otro y me sorprendía que lo hubiera hecho. Él como dándose cuenta de mi estupor y de que aún no sabía como reaccionar, se adelantó y dijo “yo no le he contado absolutamente nada a ninguno de los dos, pueden estar tranquilos, pero solo os digo que entre vosotros dos pueden hablar con tranquilidad y confianza porque sentís las mismas cosas y os gustan las mismas cosas, todas esas cosas que guardais con mucha discreción y recelo y no os gustaría que la gente normal se entere, todo eso, los dos sois iguales”…. Teo y yo nos miramos y realmente no sabía si él se sentía tan incómodo como yo, ciertamente la idea de sentirme revelado ante alguien que apenas acababan de presentarme no me hacía sentir lo más cómodo. Decidí hacer una broma para salir del paso y después de un par de comentarios más aproveche para irme a otro lado con más gente, un rato después vi a Teo solo y me senté junto a él; me encontraba un poco más relajado del impacto inicial y me causaba curiosidad saber hasta qué punto mi ex había encontrado alguien parecido a mi, comenzamos a hablar cualquier cosa y después de contarnos como habíamos conocido a Roberto, y rajar un poco de el, salió el tema de cuando habíamos iniciado nuestra vida sexual, yo le solté sin tapujos que desde los 7 años los chicos de mi barrio me ponían a chupar y un tiempo después ya me la daban por la colita, el sonriendo me dijo
-yo más o menos a la misma edad, no se si a los 6 o a los 7 más o más o menos por ahí, con un primo, luego su hermano,
-ahhh debe ser eso a lo que se refería Roberto- dije yo como para zanjar el tema y ver si intercambiábamos más historias,
-sí – dijo él – debe ser eso, o quizás más… dejó en el aire
yo lo mire con cierta curiosidad y suspicacia, en mi interior sabía que yo aún guardaba algo más, pero no me atrevía a sacarlo aún…
-bueno, más que eso ya son palabras mayores, dije yo…
-jajajajaj …si yo creo que precisamente la clave de esa frase es “mayores”…
-que cabrón, le dije sintiéndome una vez más descubierto, me lancé y confesé: yo a los 9 o 10 buscaba hombres adultos para que me dieran mi dosis de proteína
Teo con una sonrisita, como quien guarda un haz bajo la manga solo dijo:
-yo a los nueve…le dí el regalo el día del padre a mi papá…
esa frase cayó en mi como si de repente todo alrededor explotara, el corazón se me puso a mil y no me cabía en el pecho, sentía que temblaba y me había quedado pálido, sin embargo mis ojos y mi verga habían despertado como como si de repente vieran el cielo abierto.
-yo…yo… Trataba de articular algo y solo podía tragar saliva….yo siempre he querido….termine por decirle… y comencé a contarle mi historia: a los 8 años …ya yo…como te dije desde los 7 los chicos del barrio ya me daban por todos lados…y recuerdo que una vez a los ocho, no se como ni porque mi papá y yo nos metimos juntos en la ducha para bañarnos…yo sentía mucha vergüenza de que me viera desnudo, pero en un momento quedamos frente a frente, bueno mi cara daba derecha a su verga y me la quedé mirando como si fuera la cosa más extraordinaria que hubiera visto jamás, los ojos se me abrieron como platos, él se dio cuenta y me sacó del trance alzando la voz; subí la mirada hasta su cara y por unos segundos nos quedamos mirando a los ojos; no se porque en ese momento sentí que él sabía lo que yo había pensado, como si me hubiera leído la mente y supiera lo que yo hubiera querido hacer, se dio prisa por salir de la ducha y nada más se dijo al respecto…no se cuanto paso pero unas semanas después volvimos a la ducha y entre una cosa y otra esta vez me atreví a agarrarla con la mano, la verdad a el se le comenzó a poner dura y por un segundo pensé que me iba a dejar, yo estaba super nervioso y no sabía si seguir o soltarla; supongo que el vio esa duda y me apartó la mano, volvió a darse prisa por salir, pero la tenía medio dura. Nunca más volvió a ocurrir nada, jamás; pero yo me quede con eso en la cabeza, con el recuerdo y con la idea de que si no hubiera dudado quizás él me hubiera dejado, no se, de alguna manera creo que él también sintió mucho miedo de cruzar esa línea y de las consecuencias que eso pudiera llegar a tener… jamás le había contado todo esto a nadie así tan de repente, a Roberto se lo conté después de muchísimo tiempo de conocernos y sabiendo que podía confiar plenamente en él, estábamos fumados y me acababa de follar super rico y de repente se lo confesé-
A esas alturas después de abrirle mi alma y contarle todo mi relato yo ya estaba completamente duro recordando aquellos hechos…tome un sorbo de mi trago y encendí un cigarrillo, la mano aún me temblaba…cuando comenzó a contarme el su historia:
– yo vivía con mi mama en la casa de mis abuelos, cerca vivían mis tíos con mis primos, a mi siempre me molestaban porque se me veia el amaneramiento desde pequeñito, muchas veces no querían jugar conmigo otras veces me dejaban pero siempre me molestaban, no sé como mi primo menor, Javier, que tendría como 16 o 17 me puso a chupar, le cogí el gusto rapidito, casi desde el primer día, y así estuvimos no sé cuánto tiempo hasta que mi primo mayor, Arturo, que tenía como 22, nos descubrio, yo me asuste mucho de que fuera a decir algo y pase varios días con miedo pero terminé dándome cuenta que no había dicho nada, él me miraba de otra forma; mi primo Javier volvió a seguir dándome a chupar y a veces me pedía el culo, me la pasaba entre la raja y me ponía la cabeza en el hoyito y empujaba, un día mi primo Arturo me encontró solo y sin decir nada se bajó la pantaloneta de deporte frente a mi y dejo el trozo colgando frente a mi cara, “venga a ver si es verdad” me dijo y yo solito sin decir nada la agarré y comencé a comérmela, era difícil por lo grande que era, él era brusco y yo sentía que me raspaba toda la garganta cuando intentaba meterla hasta el fondo, después de un rato sentí como la boca se me lleno de esa cosa caliente y viscosa y como pude me la fui tragando lo más que podía, nada más acabar me la sacó de la boca, se la volvió a meter en la pantaloneta y sin decir nada se dio media vuelta y me dejó ahí con la boca llena de leche. Supongo que entre ellos hablaban sobre mi porque poco después mi primo Javier, el de 16, recuerdo que me unto aceite en el hoyito y esa vez si que entro la cabeza, me dolió y me zafé, el estaba como loco y me decía que de ahí no me iba hasta que se lo diera, yo me sentía sin escape y con mucho miedo; terminó convenciéndome de que después se me pasaría, que cuando estuviera dentro ya no sentiría dolor y que solo me iba a meter la cabecita, yo acepte con temor y él volvió a acomodarme pero esta vez me tumbo sobre la cama boca abajo, se subio encima mio se ubico y cuando sentí que ponía el nudo de la cabeza en mi huequito lo apreté, me decía que lo aflojara que así dolería menos, pero yo no podía, no sabía, al final él hacía presión pero sin meter y yo comencé a sentir como rico esa sensación, de repente hizo más presión y me metió la cabeza, volví a sentir dolor, pero ahora me tenía bien agarrado y no me dejó escapar, me decía que me quedara quieto, que ya estaba, que así nada más, sentí que se movía y me dolía y al poco se tensó y se quedó quieto, se levantó, cogió una toalla que tenia cerca y se limpió, me dijo que fuera a bañarme para quitarme el aceite y que me agachara e hiciera como si estuviera en el baño, yo hice lo que me dijo y cuando me agache vi que salio esa baba blanca con un hilito de sangre y me asuste mucho.
Él seguía dándome de mamar y me insistia para que le volviera a dar el culo pero a mi me daba miedo, me decía que si más lo hacía más me gustaría y menos dolor sentiría, la cuestión es que las primeras veces me dolía y siempre me decía que solo me metería la cabecita pero yo sentía que metía más, hasta que un día ya sentía que tenia todo dentro y sentía los pelos de su verga en mis nalgas…sea como fuera la verdad es que le cogí el gusto y ya cuando me lo pedía yo mismo me ponía en posición para recibirlo.
Mi primo mayor me ponía a chupar de vez en cuando pero no con la misma frecuencia, y tampoco me pedía el culo, pero como digo, supongo que entre ellos algo se contarían o hablarían, porque una vez mientras él estaba sentado en el borde de la cama y yo estaba a cuatro patas chupándosela intentando tragármela hasta el fondo, él metió su mano en mi shortcito y me agarro las nalgas, en eso metió su dedo del medio entre mis nalgas buscando mi botoncito fruncido y cuando lo encontró lo sobo un momento, yo dí un respingo, me gusto, me gusto mucho, pero me daba miedo que me quisiera hacer lo mismo que Javi y me hiciera doler mucho por su tamaño, sacó la mano y….
-Diego, tú vendrás con nosotros luego a la disco o irás a algún sitio?
Sin darnos mucha cuenta uno de los chicos se había acercado para preguntarme qué haría más tarde, le dije que no me apetecía salir hasta tarde, que me quedaría un rato más mientras me bebía una copa con mi ex y su pareja charlando un rato, se despidieron y mi ex nos sonreía socarronamente, sabiendo muy bien que de ahí no me movería ni un tornado
Pues como te decía- continuó Teo- me sobo el dedo y me lo saco del shorcito, yo me sentí un poco más aliviado pero enseguida sentí que la volvía a meter y esta vez su dedo estaba resbaloso y logró meterlo, no se cuanto pero me lo metió y volvió a sacarlo y comenzó a masajear el borde, por los plieguecitos, así estuvo mientras yo seguía tragando y lamiéndole la verga, yo me fui relajando y sentía como el culo se me iba abriendo y el dedo ya entraba y salía sin dificultad, él de repente dijo “ya veo que Javier te estrenó ese coñito…te gusta?” yo solo alcance a decir “hujummm” con la boca llena “eso es bueno, si eso es lo que te gusta, tienes que aprender a disfrutarlo, eso es para dárselo a los hombres para que puedan descargar ahí dentro” yo nunca había pensado algo semejante; nunca había tenido esa idea en la cabeza; total, que el descargo en mi boca, yo me lo trague todo como siempre hacía porque ellos me decían que así era más rico, e igual que siempre se levantó y se fue como si nada; pero me dejo con el culo caliente, sentía que necesitaba sentir lo que Javier me hacía, al poco rato apareció y como siempre me tumbo en la cama y me la hundió, debió sentir que estaba baboso el hoyito y me dijo que qué había hecho y le dije que Arturo me había metido el dedo y él me dijo “ves como si te gusta! te gusta que te den por el culito verdad, si que te gusta”
No sé qué día mi primo Javier me dijo que fuera a su casa por la tarde a jugar y cuando llegue estaba con un amigo, me decepcione porque pensé que quería culiarme pero con un amigo presente no se podría, pero me dijo vamos y me metió en el cuarto, me dijo ponte en la cama, pero yo tenía mucho miedo y mucha vergüenza por el amigo, que era otro chico de por ahí cerca que andaba siempre con él, entonces me dí cuenta que mi primo le había contado todo; yo me bajé los pantalones y me tumbe, “la concha de la lola Javi, si es verdad” dijo su amigo, a lo que Javi atinó a responder “conchita es lo que mi primito tiene ahí enmedio, ya veras” Javi se montó primero, me puso el aceite y yo cerré los ojos y me deje hacer, yo gemía despacito y esa vez sentí como su verga brincaba dentro de mi culito y sentía el calorcito de lo que me dejaba dentro; después se montó su amigo pero cuando estaba metiendo la cabeza sentía un poco de dolor, apreté los ojos más fuerte y como Javi ya me había enseñado me concentré en aflojar mi anillito, se sentía más grande pero duró menos tiempo; cuando acabaron a mi me temblaban las piernas. De ahí en adelante mi primo me daba cada vez que podía, cada semana varias veces, yo me fui enviciando y cada vez quería más, no sé cómo pero comencé a pensar en cómo se sentiría la de mi primo Arturo que era tan grande; él por su parte, cada vez que me ponía a chupar me decía cosas sobre mi culo, pero siempre me decía que era un “coñito” o una “vaginita redonda” yo a esas altura ya sabía que el coño o la vagina era lo que tenían las mujeres, pero él se refería a mi culo como si fuera uno, porque según decía “estaba hecho para recibir verga y que los hombre lo llenaran de leche”
Ellos siempre se aprovecharon de la libertad que tenían de tener la casa sola durante muchas horas porque sus padres trabajaban y como ellos eran grandes se podían quedar solos, mi mamá también trabajaba, así que yo casi siempre me la pasaba en su casa “jugando” y nadie veía nada extraño ni malo en eso. A mi papá lo veía muy poco porque cuando se divorciaron mi mamá se quedo conmigo y muchas veces cuando tocaba visita mi papá las cancelaba porque según decía tenía ocupaciones y no podía, así que lo veía muy de vez en cuando, además mi mama siempre decía que mi papá era un sinvergüenza, un canalla indecente, yo no entendía nada de eso pero sí sabía que a mi papá le gustaba mucho el ron y andar de parranda con sus amigos y que decían que tenia muchas mujeres. La cuestión es que, para cuando yo tenía como 9 o 10 años, ya hasta mi primo Arturo, que haría como 27 o 28 no recuero bien, ya me culiaba también, mis primos y los amigos que llevaban, osea que ya estaba más que entrenado; recuerdo que ese año no sé porqué resultó que mi mamá había acordado que pasara el fin de semana del día del padre con mi papá; él al principio dijo que ya vería si podría, que no estaba seguro, yo pensaba que como siempre no iba a verlo. No sé cómo salió el tema mientras mi primo Arturo me tenia arrodillado chupándosela y le dije que no sabía si iría a la casa de mi papá porque él nunca podía y recuerdo claramente que dijo “es que es normal, si te tiene en la casa después no puede follar, tu papa es bien bandido y culión, por eso lo dejo tu mama, y si tu vas ahí, el no puede meter a ninguna vieja para culiar….lástima que él no sabe que su nene tiene una vaginita rica…” me dio la vuelta, me bajo el shorcito, me abrió las nalgas y pasándome el dedo embarrado de lubricante decía “una linda vaginita para darle verga…un chochito apretadito y humedo para clavarlo rico, para darle duro, mira como se va abriendo el solito…así…eso ….quiere que lo claven y le dejen toda la leche dentro…. ” puso el gordo cabezón en los labiecitos arrugaditos de mi hoyito y me dijo en la oreja “qué quiere ese coñito? qué es lo que más le gusta?” y yo con vergüenza respondí “verga” y sin decir nada más me fue enterrando despacito toda la suya “siii…eso es lo que quiere…que le den verga hasta el fondo…eso es lo que le gusta a ese chochito rico, exprimirle la verga a los hombres y que le den su jugo…verdad?” y yo solo decia “hujummm”, así siguió dándome, pero esta vez no sé porqué me hablaba de mi papá: que siempre había sido un mujeriego, que no perdonaba ninguna oportunidad, que seguro si él supiera de lo rico que su hijo tenía el coñito seguro se lo culiaría también, que así seguro que pasaría más tiempo conmigo, si le daba mi vaginita para descargar…y así siguió hasta que descargo. Yo luego me fui al baño me senté y eche fuera toda la leche que mi primo me había dejado dentro, me salió bastante, más que otras veces, no sé porqué pero pensé “y si mi papá también me echa la suya? será verdad que si se entera de lo mío también me la metería?”
La cosa fue que el sábado del fin de semana del día del padre al mediodía, sonó el teléfono y mi mamá me avisó que me alistara porque mi papá me venía a buscar y que pasaría con él hasta el domingo por la tarde, yo fui corriendo a bañarme y metí un par de mudas en mi bolsa del cole, un rato después sonó el claxon del coche y yo salí disparado, abrí la puerta mientras decía “adiós!!” a mis abuelos y a mi mamá, ella se asomo hasta la puerta y saludó con la mano a mi papá, abrí la puerta del coche y me senté junto a él, me preguntó si ya lo tenía todo listo, le dije que sí y arrancó el coche; por el camino me iba preguntando cosas del cole y de la casa, las cosas típicas que preguntan los mayores cuando no tienen nada de que hablar con un niño de esa edad, yo le sentía olor como de cerveza así que imaginé que había estado bebiendo con sus amigos antes de venir a por mi, sin embargo no es que se viera borracho ni nada de eso, solo se le sentía el olor a cerveza.
Teo paró de hablar de repente, me miró por un momento, yo encadenaba un cigarrillo tras otro, estaba completamente lívido. – Seguro que quieres que continúe? me preguntó mirándome como estaba pálido, “como cortes la historia ahora te mato!!” le dije y él echó una carcajada tremenda sabiendo que me tenia totalmente enganchado a lo que me contaba
No te diré – continuó- lo que suelen decir los relatos esos que se ven en internet, que mi papá era grande fuerte y guapo o que tenia una verga de 27 cms ni nada de esas pendejadas, es verdad que a mis ojos era un tipo grande, yo apenas tenía 10 años, y él no se cuantos tendría pero más de 30 seguro, porque era mayor que mi primo Arturo, también se veía más hecho sabes? más hombre, pero sobretodo era un tipo normal, nada de esos cuerpos de gimnasio ni cosas raras, un tipo normal, tenía la voz bastante fuerte eso sí, como locutor o algo así, y sobretodo la actitud, como de estar todo el tiempo de buen humor y tomárselo todo a la ligera, como si nada para él fuera un problema, también recordaba lo que a veces le había oído decir a mi mamá que era muy mal hablado y decía muchas vulgaridades, eso me hizo recordar también todo lo que me había dicho mi primo Arturo aquella vez que me hablaba de papá mientras me la clavaba, yo me puse nervioso porque me comencé como medio a excitar y me daba vergüenza que lo fuera a notar.
Me dijo que iríamos a un burguer a comer y después de allí fuimos a su apartamento, recuerdo que cuando llegamos en la acera de enfrente estaban unos señores jugando al dominó, lo saludaron y él les respondió que este fin de semana tenía al mocoso, uno de los señores dijo “nada, este fin de semana te vas en blanco, tienes el candado puesto” todos se echaron a reír, entramos y deje mi mochila a un lado, ya sabía, como las otras pocas veces que había ido, que me tocaría dormir en el sofá, él estuvo rondando en la cocina mientras yo me puse a ver la tele, después me dijo que iría un rato al frente; en la sala yo podía oír las risas de las bromas y las discusiones mientras las fichas del dominó golpeaban la mesa en cada jugada. Yo seguía entretenido viendo la tele pero después de unas horas sentí que tenía que ir al baño, fui, hice y cuando sentí que había acabado sentí que el botoncito del orto me había quedado como flojito por el esfuerzo, me limpie y decidí bañarme, mientras me enjabonaba me pase los dedos por la raja, me agache y con malicia me metí primero uno y después dos y tres dedos, quería cerciorarme de que me quedaba el anillito limpio y flojito, no sé pero sentía que tenía que arriesgarme, que quizás mi primo Arturo tenía razón y si mi papá supiera que a mi me gustaba él también me daría verga, y así estaría dispuesto a pasar más tiempo conmigo. Cuando salí de la ducha ya habían dejado de jugar pero seguían hablando mientras sonaba la música. Un rato más tarde llegó y ahora sí se veía un poco más contentillo, no completamente borracho sino como más achispado.
“Yo me voy a dormir, no dures hasta tarde en la televisión” me dijo, fue a la nevera se tomó un poco de agua y después escuche el chorro fuerte de que estaba meando toda la cerveza que se había tomado, se metió en su habitación pero no cerró la puerta. Yo me quedé en el sofá sentado, me parecía una eternidad, fui a la cocina, agarré la botella del aceite y cogí un poquito con una mano, con la otra me baje el shorcito, me agache y me embadurne la raja y me metí dos dedos sin dificultad, luego me metí tres, me subí el short y camine despacio y descalzo hasta su habitación. Me acerqué a la cama, él estaba medio dormido, las cervezas estaban haciendo efecto y estaba relajado, estaba tumbado de lado solo con esos calzoncillos cortos, yo me acerqué y no me preguntes cómo pero enseguida le mandé la mano al paquete agarrándole la verga.
Pero él no estaba dormido del todo y cuando sintió mi mano dio un respingo y me dijo fuerte “que carajo haces!!?, pero que carajo haces!!?” yo quedé petrificado, se me vino el mundo encima, me dí cuenta que todo había sido una muy mala idea y que estaba metido en un buen problema “a ver Teo, que es esto? es que sos maricón o que? me vas a salir marica!??” yo ya tenia los ojos llenos de lágrimas, la cabeza mirando al suelo, los hombros encogidos, no sabia que decir “que me respondas!! , decíme!!” en medio de los sollozos las palabras se me apelotonaban y no sabia que hacer para salir de ahí, solo alcance a decir “no sé” él todavía con cara de enfado y disgusto, como si verme ahí sabiendo que le había agarrado la verga le dieran ganas de lanzarme por la ventana “como que no sé? no sé qué? como que no sé!!…me vas decir que no sabías lo que me estabas agarrando?? porqué me agarraste ahí??” …yo no dije nada y comencé a llorar abiertamente… no sé qué pasó por su mente pero de pronto se calmó y me dijo que me sentara, yo me senté en el borde de la cama y continuaba sollozando, él después de un rato me dijo “bueno, ya, ya, cálmate” después de unos segundos me agarró del hombro, su mano se sentía grande y caliente, “ya esta, deja de llorar, no pasa nada….ya me hago una idea…díme…díme…” cuando logré calmarme un poco no sabia que decir “ yo…yo pensé…es que ….yo pensé….como Artu..” no continúe, pero ya el daño estaba hecho “Arturo…que haces con Arturo, decíme…” yo permanecí en silencio…pero el ahora un poco más calmado insistió “desde cuando haces cosas con Arturo?”… “no sé, hace bastante, primero con Javi y después con Arturo” le dije…después de un momento me dijo “ellos te hacen hacerlo? te pegan? o algo?” “no, no papi, ellos nunca me han pegado o hecho nada, ellos no me obligan” no quería que por mi imprudencia hubiera problemas para mis primos…”yo…no sé…a mi …a mi me gusta” y volví a romper a llorar… “vaaa ya esta…deja de llorar…sos maricón, eso es lo que eres…que le vamos a hacer…ya cálmate…cuéntame, cuéntame” como él mantenía la voz serena yo después de un momento comencé a contarle todo, yo mantenía la cabeza gacha mirando el piso mientras le contaba como mis primos me habían iniciado, como cada semana cada vez que había oportunidad me ponían a chupar y a tragar proteína, no me atrevía a mirarlo, pero hubo un momento en que casi imperceptiblemente capte un movimiento suyo sentado a mi lado, con una mirada rápida me dí cuenta que estaba duro, se le veía perfectamente el tubo de carne preso en el calzoncillo, para mi a mi edad se veía grande, grueso cabezón y volví a sentir la sensación de que no sabía donde me había metido, sentía miedo pero a la vez ganas, respiraba muy rápido y sentía un vacío en el estomago, “y te la tragas?” me pregunto “ujummm, ellos siempre me dicen que así se siente más rico” “es verdad” “y a veces me gusta el sabor” “te gusta?” “hujummm, a veces sabe rico…aunque a veces siento que me ahogo o cuando me la ponen muy al fondo y siento que me cuesta respirar y siento como brinca por dentro pero no siento la leche porque me la echan muy adentro de la boca y la trago toda de golpe” el se revolvía sentado, tenía una parazón imposible de disimular…»y dices que eso cada semana??” “sí, siempre que podemos, como ellos se quedan solos en la casa” “ y tu mama y tus abuelos?” “no, no, ellos no saben nada papi, ellos no saben, no”…”ahora soy papi, hace un rato me querías agarrar la verga y ahora soy papi”… «es que Arturo me dijo…” “qué? díme, que te dijo?”… «es que él me dijo que tu nunca querías verme ni estar conmigo porque así no podías traer viejas a tu apartamento para descargar, pero que si supieras que yo tenía un coñito rico no tendrías ningín problema y seguro querrías estar más tiempo juntos”… «un coñito?, como que un coñito?” …..sentía una enorme vergüenza de contárselo y al mismo tiempo verle la verga dura me daba ánimos, así que me lancé y le dije “es que cuando Arturo me lo hace por detrás dice que es el coñito más rico que ha visto, que es como una vaginita pequeña para que los hombres sean felices y descarguen dentro” “será hijodeputa el malparido!!” “no, papi, no, él no tiene la culpa, él no me ha hecho nada malo” “anda que encima defiendes a tu macho, si de verdad saliste maricón completo” yo me quedé en silencio, pero su verga no dejaba de estar tiesa, como un trozo de madera…después de un momento volvió a preguntar “y cómo lo hacen para que no te duela” entonces le conté como las primeras veces Javi me convencía para meterme solo la cabecita y poco a poco me fui acostumbrando y que después la primera vez con Arturo me había dado a beber un refresco que me dijo que me ayudaría a estar más tranquilo y relajado y yo me sentí como muy feliz y alegre por dentro y que sentí fuerte porque la tenía más grande y más gorda que Javi y que estuve un par de días un poco incomodo pero después se me paso… ví como mientras le contaba todo eso se agarró la verga por encima del pantalón… «yo es que …estoy que no entiendo…que jodida…espérame aquí, voy a servirme un trago…quédate ahí” se levantó y yo me quedé ahí pensando en que había cometido el peor error de mi vida, que habría muchos problemas, lo que podría pasarles a mis primos, y que mi mama y mis abuelos se enterarían, era lo peor, lo peor…y volví a comenzar a llorar…al rato cuando volvió traía un vaso en una mano y en la otro algo más, lo dejo en la mesita de noche y pude ver que era como un cigarrillo extraño, no era de esos cigarrillos normales, sino que se veía más apachurrado y cortito, lo dejo junto con el encendedor, abrió una gaveta de la mesita de noche y sacó un pequeño cenicero y de repente sacó un bote transparente como de gel, yo me acordé de lo que a veces mis primos me ponían para que resbalara más suavecito
Él se sentó de nuevo, pero esta vez se apoyó en el espaldar de la cama, me tiró del brazo para que me acercara un poco a donde estaba, encendió el cigarrillo ese y me dijo “ven, dále una chupadita y mete el humo por la boca” yo intenté hacer como me dijo pero me dio mucha tos “jejejeje ya ya, poco a poco iras aprendiendo, si aprendiste a tragar verga con esto será más fácil” me puso una mano en el hombro y me dijo “entonces díme porque me agarraste la verga?”…”no sé…” “si, si que sabes..” “es que…quería…quería saber como es” “solo querías saber?” y diciendo eso levanto la cintura y tiró de la banda de sus calzoncillos, arqueó las piernas sacando por completo el interior y lo tiró a un lado, yo solo me quedé respirando con el calor que sentía en la cara, viendo ese trozo de carne completamente rígido, nudoso, la piel dejaba salir la mitad de la cabeza gorda y se veía brillante de baba, abrió las piernas y las bolas peludas le colgaban bastante
Me sacó del trance cuando me acerco otra vez el cigarrillito a la boca y me hizo aspirar fuerte y aguantar el humo dentro y soltarlo después “entonces solo querias saber?” yo tosía, pero cuando pude parar de toser me sentía como si por dentro estuviera todo caliente y volvía a sentir ese vacío en la boca del estomago, pero ahora era como si pudiera coger valor “quería saber…como se siente” “ahhhh ya veo…quieres sentirla….ven agarrala un poquito y cuéntame, solo le has dado el coñito a tus primos?” yo temblaba “no…a veces Javi lleva a sus amigos y ellos también me lo hacen…Javi dice que todos los hombres necesitan descargar” “así es, todos los hombres necesitamos descargar…aunque hay otros que necesitan que los llenen…como tú…quítate la ropita anda” me quité lo que tenía encima “ahora sabes que me gustaría a mi?” me dijo, yo lo miré mientras él viéndome fijo a los ojos me decía “ahora te vas a comer la verga de tu papá bien despacito para demostrarle que eres un buen tragador de verga…” me hinque y comencé a comércela como si hubiera encontrado el sentido de mi vida ahí entre sus piernas, no sé si fue por toda la situación o por lo que me había dado de fumar pero sentía que hasta la ultima partícula de mi ser estaba destinada al único objetivo de darle placer a esa verga por encima de todas “buuufffff joder…si que te tienen bien entrenado, si, vaya sino” él le dio otra calada a su cigarrillo y lo dejo en el cenicero, cogió el bote de gel y se echo en una mano, de repente sentí que me agarraba las nalgas y las separaba “vamos a ver eso coñito si es verdad…” puso sus dedos en mi botón redondo y dio un masaje alrededor embarrandolo bien, yo no pude evitar que me saliera un suspiro profundo ahogado por el trozo de carne que intentaba llevarme hasta el final pero sentía que no podía “mmjjummm” “esoooo…si ves? como se te abre la vulvita mi mariconcito…mi tragancito de leche…” me metió un dedo que, entre el aceite que me había puesto yo antes y el gel que me ponía él, se deslizo suavecito “joder…coñito…rico…calentito….estrechito….para papa….si señor…..y yo que pense que este fin de semana no iva a tener quién me la sacara…..y me he ganado la lotería…verdad?…me he ganado la lotería con ese huequito que quiere verga?” yo continuaba con mi mugido sordo “hhhmmmjuuummm” “si, eso es mi vida, así es, papi te va a dar de ahora en adelante todo lo que este huequito tragón necesita….que conchita tan rica ….” yo sentía que por dentro mi huequito se contraía y se relajaba, se apretaba y se soltaba solo “pero si esto es una maravilla de chochito amor, papi va a disfrutar mucho con este bizcochito…a ver levanta” como pude fui sacándome el pedazo de tronco que tenía en la boca, respirando fuerte para tomar aire, “mirate esa carita bebe, yo que pensé que tenia un machito pero por dentro llevabas tu secreto” yo lo miraba intensamente, “ven túmbate así de costadito mirando para la pared” me ubique como me dijo y él se me puso detrás, enseguida sentí el grosor del tolete surcando entre mis nalgas pequeñas y regordetas, “cuando estemos así solitos vas a ser la hembrita de papa, si?” “si papi, si” “eso eso, y así papi no necesita buscar nadie más, ni perder tiempo convenciendo a ninguna vieja que se haga de rogar” “no, papi,yo te lo pongo” “eso eso, para eso lo tienes mi amor, para ponerlo” “si” “para ponérselo a papi y que pueda echarle toda la lechecita dentro, como le gusta a tu panochita eh” “si papi, si” me paso un brazo por debajo y me sujeto del pecho y con el otro posicionó la babosa cabeza champiñona en los labiecitos de mi hoyito ya relajado, daba empujoncitos suaves, simplemente restregándose, era como cuando jugando al avioncito te acercan la cuchara a la boca pero luego te la quitan y tratas de abrir más para tragartelo, en una de esas hizo presión y sentí como me abría los plieguecitos del hoyito y entraba el cabezón, se detuvo nada más pasar el borde, mi huequito se apretaba y se aflojaba “uuuufffff mi amor, que delicia, normal que tus primos esten tan contentos mi amor, si tienes una flor de pucheta bebe, se la vas a dar a papi verdad? este es el ragalito que me querias dar del día del padre mi amor?? este huequito para que te lo llenanara de garrote?? …” “siii si papi” “si mi amor, si, te lo vas a comer todito todito” y comenzó a meterlo despacito, con calma, yo sentía como separaba las paredes internas de mi ortito, sentía las piernas flojas, su mano grande en el pecho mientras mi corazón parecía que se fuera a salir disparado “que coñito más rico tiene mi niño…el mejor coñito que hay lo tiene él entre las nalguitas…” había comenzado a moverse lentamente dentro de mi, como en vaivén, suave, sentía como se deslizaba por dentro de mí, cerraba los ojos y veía lucecitas de colores y era como si flotara, sentía el cuerpo totalmente liviano, como si no tuviera materia solo el tubo estrecho que estrujaba rítmicamente la carne que mi papá me estaba dando, como si fuera un globo flotando amarrado a un poste, el poste venudo que mi papa poco a poco me iba metiendo despacio con firmeza, en eso sentí una punzada muy adentro y un corrientazo, como si hubiera entrado a otro anillito y pegué un gritico “aay ayy ayyy papi papi “ “shhhhh shhhhh quietecito bebe, ya pasa” tenía todos los nervios de mi cuerpo despiertos, encogí por instinto las piernas y eso hizo que de repente la cabeza se acomodara mejor allí donde alcanzaba “mi vida, se te acaba de abrir el otro anillito de dentro” yo no entendía solo me sentía más lleno que cualquier otra vez antes y que por dentro mi tunel estaba temblando todo “joder teito…dios mio….si me vas a sacar la leche tu solito bebe, que pucetica tan rica tienes..” el hablaba pero yo estaba en mi mundo, un mundo lejano lleno de sensaciones maravillosas que surgían desde el centro de mi cuerpo, mi abdomen cayo en la cama en una torsión en la que dejaba un ángulo perfecto de mi ortito levantado a su disposición, lo que aprovecho para reanudar sus empujones “y pensar que tu mama nunca me dejo hacerle la cola, mi amor…y mirate como te lo has tragado todo hasta el pegue….la mejor conchita para descargar…es la de mi nueva hembrita” “hhhummmmjjummm” “si bebe, si, ya te la voy a llenar …ya casi te lleno de juguito…ese chochito..” ahora empujaba más fuerte sentía como se ponía más dura y se hinchaba, sentía el grosor de la cabeza perfectamente “siiiii siiii así bebe, así…para rellenartela bien siii, aarrgggg arrgggg” y lo sentí, sentí perfectamente, cada brinco, cada convulsión, cada descarga, una y otra vez la cabeza se engordaba y se desinflaba expulsando su jugo, cada vez que se hinchaba y soltaba un chorro mi anillito de dentro sentía un corrientazo que me recorría las piernas, la cadera, la espalda, cuando acabo mi cuerpo aún seguía temblando, era como si por dentro me estuviera deshaciendo por completo “uummmmmjjjuuuhhhhhmmmmm” y todo mi túnel se sacudía por dentro contrayéndose alrededor de él, de ese trozo de él que tenía completamente dentro de mi “uummmmhhhhuuummmm” “ufffff bebe, me estás ordeñando la poronga con el chochi…. que divino”
Cuando acabé de venir en mí y descendí de donde hubiera estado, me encontraba exhausto, chorreando de sudor, y sin embargo sentía que todo lo que necesitaba en la vida era eso, que nada, aparte de lo que acababa de ocurrir, hacía falta; ese era mi lugar. Durante el fin de semana mi papá me dio todo lo que física y humanamente su cuerpo pudo y yo estuve dispuesto cada vez, sin restricciones, no tenía reservas para entregarme y recibir lo que me quisiera dar.
Y, sí, mi primo Arturo tenía razón en todo, ahora que mi papá había descubierto lo que yo era y lo que podía hacer por él y cuanto lo disfrutaba, comenzó a pasar mucho más tiempo conmigo.
wow un super relato muy bien contado amigo y si pudieras seguir contando seria mejor me hize dos pajas jejejeje….. 🙂 😉 🙂 😉 🙂 😉
Excelente. La narración hecha en voz de los personales, en particular el diálogo, es muy excitante y descriptivo.