Terry y Jonathan … 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ger-levi.
Por más de una hora, Terry y Jonathan durmieron felices abrazados el uno al otro. La excitación producida durante el acto de amor, combinado con las tensiones que habían ocurrido ese día, los tenia exhaustos. Terry fue el primero en despertar, un poco desorientado por el sueño, pronto notó que sus brazos y piernas estaban unidos a otras; le vino de inmediato el recuerdo de que el amoroso y acariciado chico entre sus brazos, era el chico con quien había soñado y fantaseado tanto durante ese año en el colegio. Miró intensamente a la fina y masculina cara que reposaba en su pecho, tan masculina como para recordarla por toda la eternidad… pelo pelirrojo, largo, completo, amplias pestañas yacían rebosantes del sueño, la apegada nariz que revelaba varias de las pecas que Terry nunca había visto. "Oh, ¡Qué cara tan hermosa!" Terry pensó en voz baja.
Otra cosa sobrevino a Terry, una vejiga extremadamente llena, la llenura que sentía su verga le causaba los clásicos inicios de una erección. Emocionalmente comenzó a llorar, debería apartar su cuerpo de esta hermosa "otra mitad", la mitad que hacia tan poco había encontrado, todo por hacer algo tan mundano como orinar, también podría quedarse en silencio, deleitándose de la alegría que experimentaba de solo sostener al hermoso Jonathan entre sus brazos, el incontrolable dolor en su abdomen resolvió el dilema, no tenía alternativa, la naturaleza no solo estaba llamando, gritaba, tenía que orinar.
Terry se separó cuidadosamente de Jonathan, logró liberar su cuerpo del abrazo de su amante, sin molestar el delicado sueño de Jonathan; En silencio camino por el cuarto, la verga balanceándose lado a lado mientras entraba al baño, se puso frente al inodoro esperando que el impaciente chorro de fluidos amarillos comenzara, tensó sus músculos estomacales en un intento vano de que comenzara el río de orina, tomó de manera delicada sus lampiños huevos entres su mano izquierda y su pendiente verga en la derecha, de forma suave apretó su verga, esperando acelerar el chorro, pero su sensitivo tubo sexual estaba tan duro que no podía orinar, se dio vuelta y se sentó en el inodoro creyendo que podría ayudar de alguna manera, y funcionó, esta nueva posición para su cuerpo disminuía la tensión en su próstata con lo que pudo vaciar la orina dentro de su vejiga. "Caramba, que bien se siente." – Pensó – "Aunque la mona se vista de seda." – recordaba el dicho que su padre tanto le repetía"… la orina no se queda si tiro de la cadena."
Recuerdos de su madre y padre le bombardearon, mientras sentado continuaba aliviando la presión, recordó el calor y amor que había sentido de ellos, sus alegres recuerdos no venían solos: una aguda pena le sobrevino, el mismo dolor, casi físico, que sintió cuando ellos se fueron de su lado. Sintió la ya familiar nube de soledad y desesperanza envolviendo su ser de nuevo, "Dios, no puedo seguir haciéndome esto" – Pensó – "¡Se fueron, y no puedo hacer nada al respecto!" Tenía que recordarse con fuerzas. "Si eso es fácil de decir, idiota, pero no es tan fácil de aceptar." Le recordaba la consciencia, "Que mierda, ¿cuándo piensa este dolor irse de una buena vez?" Le preguntaba en voz alta al aire a su alrededor.
Cuando terminó de vaciar su vejiga, Terry decidió que necesitaba ocupar su mente en algo para evitar su tendencia al recuerdo. Esfuerzos físicos, por lo general, cumplían tal labor; así que decidió ir a la piscina, cruzó el cuarto tratando de no molestar al aún babeante Jonathan, se dirigió a las puertas estilo francés que se abrían hacia la piscina. Después de nadar un rato, salió de la piscina y se reclino en un asoleadero, de los que él usaba para broncearse; Mientras permanecía ahí en el tibio sol cerró sus ojos y se perdió en sus pensamientos.
Los eventos de esa tarde le llegaron a su mente, saboreaba el gusto que sintió cuando tomó la maravillosa verga de Jonathan en sus manos y luego en su boca, recordó la aceleración que sentía al eyacular carga tras carga de su ardiente semen dentro del apretado culo del chico, Pero, más que todo, no podía evitar el sentirse completo una vez más. Lo completo que se había sentido de nada más tener a Jonathan entre sus manos y besar esos exquisitos labios, estos queridos recuerdos trajeron calor a su cuerpo y comenzaron a despertar su verga, suavemente comenzó a rodear su verga con la mano, acariciándola arriba y abajo, hasta levantarla por completo, radió sus robustos testículos en su mano izquierda, acariciando la bolsita en que se encontraban. Pronto, mientras su mano alcanzaba la punta de su erecta verga, sintió la rica humedad chorreando del hueco en forma de lágrima que coronaba su verga. "Oh" – Pensaba – "Se siente tan rico tocarme los huevos y la verga," En verdad se encontraba perdido con lo que sus manos sostenían.
Terry se electrizó al sentir una húmeda boca chupándole la verga, no había notado que Jonathan se había levantado y que estaba junto a él; cuando abrió los ojos, lo que vio fue los gloriosos pelos rojos que cubrían la cabeza de Jonathan, la cual se movía arriba y abajo del erecto mástil entre sus piernas.
"Oh, ¡qué rico Jonathan!" Gemía Terry "¡Tu boca se siente tan bien en mi verga!"
"Te debo una." Jonathan balbuceaba, mientras removía su boca del pene de Terry y contemplaba a su joven novio.
"Oh no amigo, ¡me debes más que una mamada de verga!" Respondió Terry estremecido; "Quiero este monstruo tuyo enterrado entre mis nalgas, justo en mi culo. ¡Lo prometiste!"
"Aquí afuera no, tonto. ¡Alguien nos podría ver!" Le protestaba Jonathan.
"¿Quién nos va a ver, Jonathan? No hay nadie alrededor en kilómetros, ¡tonto!"
Dicho esto, Terry empujo a Jonathan, se levantó del asoleadero y tomó el colchón, el cual puso sobre la silla. Se acostó en su espalda, con las piernas arriba, tocándose el pecho y diciendo,
"Muy bien, Jona. Ahora es cuando, ven y coge este apretado culo que rechazaste antes."
"Espera" – dijo Jonathan – "No tienes algo como lubricante o algo así."
"Solo lame mi culo con tu lengua, con eso será suficiente." Le rogaba Terry.
Jonathan se inclinó entre las piernas de Terry, como si lo hubieran hecho toda una vida, comenzó recorriéndole su caliente lengua por la rayita entre sus nalgas de forma de melón. Ocasionalmente, su lengua golpeaba el fruncido capullo.
"Ah, si Jonathan, eso es, bordea mi hueco. ¡Cógeme con tu lengua!" Jadeaba Terry.
Apretando las nalgas de Terry, Jonathan movió su cuerpo hacia atrás y al flexionarlo enterró su cara en el culo de su amante. Su lengua oscilaba alrededor en el culo del chico, chupando y lamiendo mientras Terry gemía del placer. Pronto Jonathan endureció su lengua y la estaba forzando para entrar en el ardiente hueco del culo. Jonathan también comenzaba a disfrutar de esta experiencia.
"Espera Jonathan, mueve tu verga donde pueda alcanzarla." Le ordenó Terry.
Jonathan bajo la pierna de Terry y se movió junto a él hasta que sus piernas estuvieran al alcance de la cabeza de su amante. Terry comenzó a lamer la verga y huevos de Jonathan mientras este movía las piernas de Terry hacia su cuerpo, exponiendo una vez más el ano del chico con la lengua flameante de su amado. Comenzó un nuevo y rígido trabajo de lengua en el pulsante culo de Terry. Su lengua se movía adentro y afuera del ano. Terry lo mantenía bien lamido y chupado también, tocaba con su boca los vellos que encontró en los huevos de Jonathan. Trató sé succionar el sobresaliente pirineo del chico y luego arquearse para dejar que su caliente lengua mojara el ano de Jonathan. La verga de ambos chicos estaba ahora en el vértice de la explosión orgásmica.
"¡Ahora Jonathan! ¡Cógeme ahora! Por favor Jonathan. ¡Cógeme antes de venirme!" Jadeaba Terry.
En un paroxismo de pasión, Jonathan se sonrojó y sin titubear se movió hasta las duras pero flexibles piernas de Terry; De ruda manera puso las piernas de Terry sobre sus hombros y posesiono su ensalivada verga contra el impaciente hueco de Terry, en un rápido empujón, su verga penetró en el culo del chico, experimento una acelerado sentimiento que nunca creyó podría ser tan exquisito. No era solo un sentimiento generado por el contacto físico, tampoco el enlace de dos jóvenes cuerpos en un abrazo lujurioso, sino la experimentación emocional de la disolución de dos almas amantes.
"¡Espera un momento, mi amor! Déjame acostumbrarme a tu verga, ¿de acuerdo?" Terry jadeaba mientras con sus manos alcanzaba las nalgas de Jonathan. Mantuvo a Jonathan inmóvil mientras el dolor en su recto se apaciguaba y era reemplazado por placer. Después de un momento, mientras ambos chicos se besaban apasionadamente, Jonathan comenzaba a empujar su dura verga dentro del culo de Terry, el movimiento de aquel mástil envió golpes de placer por la espina dorsal de ambos chicos, los dos experimentaban la increíble e insuperable alegría de ser cogido por aquel a quien amas.
Pronto el movimiento de Jonathan comenzó a acelerar, perdido en el deseo, sacaba su verga hasta estar casi libre de los pulsantes músculos del culo de Terry, para luego meterla de nuevo hasta que sus huevos golpearan fuertemente en el culo de Terry.
"¡Sí! ¡Oh sí! ¡Oh, cógeme! ¡Cógeme todo el culo! Sigue golpeando tu verga con fuerza." Terry le gritaba
Con la verga de Jonathan encontrando su camino por el intestino, Terry alcanzó ambas tetas de su amante y las comenzó a pellizcar, de repente Terry pellizco violentamente las erectas cumbres de piel, luego dobló su cabeza y presionó sus labios contra estos sensitivos órganos. Chupaba y mordía las crudas tetillas en el liso pecho de Jonathan.
La sorpresiva sacudida de su pecho causó que la verga de Jonathan explotara en un gran río de semen. Empujó su larga verga tan dentro del culo de Terry como pudo, si hubiera podido, hubiera empujado todo su cuerpo en él. Tiro tras tiro de su adolescente semen corría de su verga hasta el impaciente y profundo culo de Terry. Terry también comenzó a eyacular, causando al músculo esfínter apretar la verga de Jonathan en un redoble de pasiones. Ambos chicos podían de hecho sentir los espasmos en el cuerpo de su amante. Cuando se apaciguó el éxtasis, Jonathan colapso al lado de Terry.
La sorpresiva sacudida de su pecho causó que la verga de Jonathan explotara en un gran río de semen. Empujó su larga verga tan dentro del culo de Terry como pudo, si hubiera podido, hubiera empujado todo su cuerpo en él. Tiro tras tiro de su adolescente semen corría de su verga hasta el impaciente y profundo culo de Terry. Terry también comenzó a eyacular, causando al músculo esfínter apretar la verga de Jonathan en un redoble de pasiones. Ambos chicos podían de hecho sentir los espasmos en el cuerpo de su amante. Cuando se apaciguó el éxtasis, Jonathan colapso al lado de Terry.
"¡Cómo te amo, mi amor! Jonathan susurró, muy cansado como para poder alzar más la voz.
"Lo sé. Lo sé." Dijo Terry mientras con un amoroso cariño acariciaba el hombro, espalda y nalgas de su amante.
El orgasmo dejo a ambos chicos en un amado trance. Ligeramente Terry movió su cuerpo y con esto fue suficiente para romper el silencio, Jonathan miró muy dentro de los ojos de Terry, y le dijo;
"Dios, nunca había sentido nada tan maravilloso, tan excitante en toda mi vida, mi amor. No tenía idea de que coger pudiera ser algo tan fantástico."
"Eso no solo fue "coger" Jonathan." – Respondía de manera solemne Terry – "Eso fue en verdad “hacer el amor”. No había vuelto a experimentar algo tan tremendo en mi vida tampoco. Estoy seguro que fue porque te amo con toda mi alma y corazón."
De manera más jocosa Terry anunció: "¿Qué dices si brincamos en la piscina y nos lavamos todo el semen de nuestros cuerpos?
"¿No arruinará eso el agua de la piscina?" Le preguntó Jonathan.
"Bueno, así Jay tendrá algo que hacer el lunes, ¿no crees?" Se reía Terry.
Con esto dicho, Terry levanto a Jonathan de la silla y lo tiró al agua, brincó con sus piernas e hizo un excelente clavado en la piscina. Jonathan tontamente movía sus piernas para seguirlo. Pronto estaban jugando como un par de niños… los niños que en verdad eran.
Por el resto de la aún temprana tarde, Terry y Jonathan se quedaron ociosos por la casa, sin siquiera preocuparse por vestirse. La música sonaba suave desde las bocinas del estéreo, que se encontraban escondidos por toda la casa. Mientras el sol se ocultaba, el sistema de iluminación computarizado se activaba poco a poco. Jonathan casi no percibía como las luces se encendían por toda la casa, así de sutil era la activación del sistema. Ambos chicos estaban por completo compenetrados entre sí.
Jonathan estiró su hermoso cuerpo con más de 1.80 de estatura hacia fuera del sofá familiar. Sus enredados y rojos cabellos caían suavemente cual cascada tras su nuca mientras el resto de su cuerpo formaba un vació en relieve de la almohada bajo su cabeza. Había puesto su pierna derecha en el respaldo del sofá y extendido la izquierda fuera del mismo. Su verga yacía inmóvil en la parte superior de su cadera izquierda y sus carnudos huevos abajo entre sus piernas. Terry mientras tanto, holgazaneaba en una sobrecogedora silla paralela a la de Jonathan, su pierna izquierda sobre un brazo de la silla. En esta posición, su verga colgaba sobre sus testículos y solo una pista de su abierto culo era visible al ojo observador de Jonathan.
"Cielos, eres tan bello Terry."- Jonathan puntualizaba. – "Me encanta el simple hecho de observarte."
Terry se levantó de su silla y fue donde se encontraba Jonathan, se sentó en el piso, inclinándose al sofá, con su brazo descansando junto al muslo de Jonathan.
"Quiero mirar de cerca ese gran pedazo de carne que encontró su camino por mi culo hace un rato." – Dijo Terry.- "En verdad, quiero ver todo tu cuerpo de cerca. Quiero conocer cada pliegue y arruga que tenga. ¡Voy a ser tu crítico!"
Terry entonces comenzó a tocar el cuerpo de Jonathan, con su mano recorrió la musculosa pierna que se extendía hacía él. Observo los pies del chico; "Hum, pies grandes… dedos algo feos… algo de pelo, pero no mucho… suave y terso, y que más… ¡me encanta el color!" Comentaba mientras continuaba su viaje hacia la pantorrilla y muslos de su amante. Cuando alcanzó la rodilla derecha de Jonathan, notó una cicatriz de unos 2,5 cm.
"Tienes una cicatriz en tu rodilla. ¿Qué pasó?" Preguntó Terry.
"Me caí cuando era un niño… en patineta… se abrió por completo recibí doce puntadas para que cerrare. La muy maldita herida sangraba como el demonio… parecía peor de lo que era."
Terry dio un cariñoso beso en la rodilla, diciendo: "¿Mejor ahora?" Justo como su madre le hacía a él. Continúo examinado el hermoso y joven cuerpo de su novio. Cuando llegó a la verga de Jonathan, se levantó del piso y se sentó en el borde del sofá. Mientras Jonathan apartaba sus muslos, Terry tomó cautelosamente la verga entre sus manos; "Hum, suave te mide unos 12 cm. Linda cabeza, tiene la forma de un corazón, el doctor hizo un buen trabajo a la hora del corte… algo más grande que la vara donde se encuentra… lindo orificio para orinar, lo ideal para poder chupar tu lubricante… lindos y grandes huevos, hum… uno cuelga un poco más abajo… ¿zurdo?… tienes dibujada una bella arruga en medio de tu saquito… unos cuantos más de esos suaves, rojos y enredados vellos. "Hey, ¡tienes unas cuantas pecas en tus huevos también!" Terry exclamaba, mientras acariciaba y apretaba los genitales del chico y luego estiraba con sus dedos los lindos vellos pelirrojos de Jonathan que se encontraban en su pubis.
"Hey, mejor para de hacer eso, o se me va a parar, tonto. Si no luego, te sentirás culpable." Gemía Jonathan.
"¡Al diablo! ¡No interrumpas la investigación científica!" Terry advertía, tratando de sonar profesional. Pronto, sus manos habían encontrado su camino hacia el ombligo de Jonathan.
"Una entrada." Comentaba. "El mío es un saliente."
La examinación proseguía "… buen abdomen… él estomago parece lavadero… preciosas tetas, tan redonditas y rosadas… en verdad me gusta chuparlas… tanto como tu verga… veamos, sin vellos en el pecho, lindos y firmes pectorales, casi cuadrados… me encantan… y… ¡más pecas!"
"Ahora vuélvete, paciente mío." Terry exigía.
Jonathan empujó su pierna hacia el sofá y se dio vuelta, dándole acceso a Terry al otro lado de su cuerpo. Terry subió encima de las pantorrillas de Jonathan, acariciando las gloriosas nalgas que encontró ahí.
"Hum, ¡lindo culo muchacho!"
"Terry, ¡estás bien loco! Perdido por completo." Reía Jonathan.
"No te preocupes, jovencito. Habla cuando tengas que hacerlo, ¿entendido? Ahora de nuevo a tu culo".
"Adorable, lampiño, nalgas de leche… lindas, redondas y excepcionalmente firmes… bonita rayita… hum, veamos que hay es esta preciosa rajadita… Oh, un capullo rosado, rodeado por unos cuantos rastros de vellos rojos… el capullo está algo golpeado y chupado… ¿has tenido una verga o algo por el estilo aquí adentro, jovencito? Oh bien… no esta tan virgen… pero sigue igual de hermoso y sexy.
La inspección de Terry culmino en los hombros del chico… "hum, lindos hombros, buen ancho… ¡más hermosas pecas! ¿Qué eres? ¿acaso eres una fábrica de pecas?"
Cuando Terry terminó, Jonathan se dio la vuelta y preguntó "Bueno, ¿cuál el veredicto señor juez?"
"El más perfecto y hermoso chico que jamás haya visto." Terry lo decía de corazón, con lágrimas en sus ojos. "Eres tan bello. Te amo con toda mi alma y corazón. Por favor Jonathan ¡ámame tú también! No me lastimes, por favor. No creo que pueda soportarlo."
"En verdad te amo, Terry. Más de lo que pueda decir con palabras, y aún más de lo que tu pudieras saber."
Ambos se encontraron en un abrazo y se sujetaron fuertemente el uno al otro. Era como si tuvieran miedo de soltar a su compañero, por temor a que fuera a desaparecer de alguna manera.
"¿Por qué no pasas el fin de semana conmigo Jonathan?" Preguntó Terry mientras limpiaba las lágrimas de sus ojos.
"Oh Dios, me encantaría. Tendría que llamar a mi casa y ver que me dicen."
Jonathan llamó a su casa y le dijo a su madre que iba a pasar el fin de semana con Terry. Le dijo que pasaría más tarde, a recoger ropa limpia y unos cuantos artículos personales. Con esto arreglado, hicieron planes para la cena.
"Conozco un buen lugar en el Oeste de Hollywood, ¿quieres ir ahí?" Terry preguntó.
"Supongo que sí. ¿Qué clase de comida sirven ahí?"
"¡Bollo de carne!" Terry dijo con una sonrisa. "No era una broma… es cocina Italiana… muy buena comida italiana."
"Suena estupendo”. ¿Vamos a mi casa a recoger ropa limpia y luego regresamos para alistarnos, de acuerdo? Aún no es tan tarde.
Se vistieron rápidamente y subieron al Viper de Terry para un corto viaje
hacia la casa de Jonathan. Ambos chicos brillaban con la increíble radiación de solo el joven amor puede irradiar…
CONTINUARA . . .
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