The Amazing Wild Note

Cuando era una niña, junto a mi hermano Max vivimos el tener padres distantes que trabajaban todo el día y nos dejan al cuidado de la abuela que siempre estaba sentada, por lo que nos dejaba ver mucha televisión y de todo lo que había me encantaba un show que se llamaba » The Amazing Wild Note».
Cuando era una niña, junto a mi hermano Max vivimos el tener padres distantes que trabajaban todo el día y nos dejan al cuidado de la abuela que siempre estaba sentada, por lo que nos dejaba ver mucha televisión y de todo lo que había me encantaba un show que se llamaba » The Amazing Wild Note», que se transmitía en 1982, por la cadena de televisión gratuita para niños. Ya sabes, el típico programa infantil con botargas de animales y todo eso. Solía verlo junto a mi hermano y su mejor amigo, todos los días, sin falta, cosas de niños que no tenían nada más que preocupase que por la tarea de la escuela.

El show empezaba con la banda de animales comenzando a tocar una de sus pegajosas canciones, canciones originales, algunas infantiles, otras covers de otras más populares, este programa tenia de protagonista a un león joven, testarudo y orgulloso, pero con un gran corazón y voz, le acompañaba Sammy que era el único miembro que era una mujer, una leona, estaba hecha para ser pareja de Leo como ser la segunda cantante, solo saliendo en unos capítulos, en otros desaparecía completamente. El rival y amigo de Leo, un tigre que solía ser lo contrario al León. Este se llamaba Tigrón, el que tocaba el bajo.

Incluso recuerdo como mi hermano, Max peleaban con Henry sobre cuál es el mejor. Mientras yo como mujer solo tenía a Sammy que era capaz de no aparecer por media temporada.

-Leo es mejor.

-¡Tigrón lo es y mucho más!

Luego estaban los otros dos de la banda, Grizmo el oso que manejaba la batería y muchas veces tenía sus momentos donde se lanza un solo de su instrumento. Era de tener una personalidad más tranquila y menos conflictiva, muchas veces ejercía de voz de la razón. Y por último al águila llamada Rocky, era el más alejado del grupo, tenía la personalidad de ser alguien independiente pero que si quería a sus amigos.

Inicio a ser un programa de personas en botargas, más la fama que tuvo hizo que tuvieran más y más productos a su nombre. Útiles escolares con sus caras, luego loncheras, luego series animadas, luego videojuegos, fue un gran programa que aún recuerdo con cariño si no fuera por lo que pasaría después que fue mi culpa.

Un día, yo encontré un anuncio en una revista sobre el show. Yo se los enseño a Max y Henry. Los tres estábamos emocionados. Era para formar parte del Club de Fans uno muy exclusivo. Debías contestar un cuestionario con preguntas de los personajes y enviarlo con tu nombre y dirección al presidente del grupo.

Los tres llenábamos la encuesta con preguntas del show que era bastante difícil. Max tenía que preguntarme muchas cosas para responder, igual que Henry que estaba sudando porque corrió desde su casa hasta aquí para responder las preguntas juntos, el niño trataba que su sudor que salía de su piel negra no arruinara el cuestionario. Las preguntas finales eran solo pedidos como: Una foto (que la tomamos con la cámara polaroid de papá) y ¿Por qué deberías ser miembro del club de fans?

Una semana después recibiríamos otro sobre de vuelta, con insignias oficiales para formar parte de él, pero no eran más que pedazos de plástico, pero ya sabes, no importaba en ese tiempo para nuestras mentes infantiles. Junto con ellas venía también un panfleto con poca información, que informaba sobre el tour de “El autobús amarillo” un proyecto del programa, así le decía: “Los personajes visitarían nuestra ciudad en su autobús y se tomarían fotos con todos sus pequeños fanáticos.

La noticia desde luego que nos emocionó y como era claro respondimos él cuestionario que estaba en la revista, pero a diferencia de la vez anterior en nuestras cartas a mí solo me llego un boleto que decía: Una entrada para Emilie al autobús amarillo. A mis hermanos les llego un documento que decía: Pasos extras.

Pero no pude leer más de lo que decía porque después mi hermano se encerró en su cuarto. Luego a mi hermano actuó raro durante toda la noche. Subió al sótano y pareció estar jugando con las herramientas de papá, luego subió a su cuarto a tomar la cámara. Mi madre me dijo que no era bueno estar espiando a mi hermano, pero había algo me decía que pasaba algo más.

Cuando se encerró en su cuarto, yo me metí en el baño. Max no lo sabía, pero había un pequeño en el baño que me dejaba ver su cuarto. Entonces cuando mire, me paralice al ver a mi hermano menor metiéndose el mango del destornillador por su trasero, moviéndolo suavemente en círculo, mientras en gemidos decía:

-Leo…

Y después se tomó una foto. En la cena, yo no tenía ni idea como preguntarle a mi hermano lo que hacía, el porqué, y quien le enseño eso…lo deje pasar. Ese fue mi error. El no ver las miradas de complicidad de los dos niños. Pero nuestros padres tampoco impidieron que fuéramos.

Días después les llegaron cartas como aceptados al evento sería el domingo siguiente de recibir la misteriosa carta, a las doce del día, de modo que convencimos a nuestros padres de asistir sin mucho esfuerzo. Recuerdo que aquella fue la semana más larga de mi vida. El domingo, Henry se presentó en casa. Nos comentó que su madre podía llevarnos a ambos al lugar. Yo realmente quería ir, y estaba emocionada. Esperábamos a mi hermano que volvía de sus clases de futbol, para ir los tres juntos.

Llegamos al lugar a tiempo al menos no iba a perderme la diversión. Sin embargo, había algo que estaba mal, mi nerviosismo hizo que me diera ganas e ir al baño. La multitud que aguardaba en el sitio era casi enteramente de padres y muchos niños. La madre de mi amigo me llevo al baño más cercano estaba bastante alejado en el centro comercial. Cuando íbamos devuelta entonces la música del show comenzó a sonar, ambas corrimos, pero cuando llegamos vimos al bus irse, ya muy lejos. Estaba devastada, Max y Henry se habían ido.

Una madre nos explicó que los chicos del programa les habían explicado que habían hecho un set especial a unos pocos kilómetros de distancia y que querían llevar a los niños. Otro transporte no tardaría en llegar para transportar a sus padres. Esa madre había dejado a su hijo de un año con su niño de 8 y estaba preparando el biberón para darle a su pequeño. Iba a llorar, pero me dijeron que cuando llegue otro bus iremos con ellos. Por supuesto, no todos dejaron que sus pequeños fueran solos con esos desconocidos, pero algunos sí. Y es que, ¿cómo iban a desconfiar? El autobús tenía el logo oficial del programa y los disfraces de sus personajes eran idénticos o los mismos.

Tras una hora sin noticias, la policía llegó al lugar. Los adultos se veían preocupados. No había rastro del autobús del show por ninguna parte. La señora que me llevo comenzó a preocuparse y a llorar. Yo solo estaba en shock, y di todo lo que tenía de esas cartas a la policía unas horas después.

Al día siguiente, me sentaba a sintonizar el como de costumbre. Grande fue mi sorpresa al ver cómo, el personaje principal del show, anunciaba el incidente ocurrido en mi ciudad. Reveló entonces que el programa no tenía ningún club oficial de fans, ni enviaba correspondencia a los niños. Tampoco habían hecho ningún tour ni planeaban cosa semejante. Que habían sufrido un robo en las instalaciones donde se llevaron todo. Revise el cuarto de mi hermano encontrado la hoja que le mandaron en donde había una foto polaroid de un niño que le metían un pene falso, atrás de esa foto decía: Con cosas que tengas en la casa imita esta foto. No se lo digas a nadie, es un secreto.

Nunca volví a ver a mi hermano. Ha pasado un mes, y me preguntó dónde estará y quienes serían los que se lo llevaron con los otros chicos, con Henry…

Pero lo que no esperaba es que, meses después del extraño incidente, recibí otro correo semanal, y esto traía algo que dejó helado a mis padres. Había tres objetos: una tarjeta dorada, que acreditaba a mi hermano, como miembro élite, una cinta vhs y una foto, en ella se encontraba. La policía se llevó todo y no pude verlo. Pero ya de adulta mi madre me confeso que en el video estaba Max, y Henry, tomando de la mano de sus personajes favoritos.

-Hola mamá, Hola Papá, Hola Emilie. Soy muy feliz aquí, no quiero irme nunca

Eso era el video, luego ella me paso la foto. Al verla me quede muda porque era los personajes del show aun con trajes, pero con los hombres con las vergas afuera, uno penetrado el culo, otro que penetraba su boca, un miembro en cada uno de sus manos. Y al otro lado de la foto polaroid escrito con la letra de mi hermano decía: Amo este lugar.

Continuara…

Me pueden encontrar como @Zosni