Todo empezó en la biblioteca.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo empezó a esa edad, 7 años, en aquel entonces era como cualquier otro niño, cursaba el segundo grado de la primaria y al salir de la escuela todos los días iba a la biblioteca que estaba en frente de mi escuela, algunas veces me acompañaban amigos de mi salón, otras no, a veces entrabamos a leer libros; claro, en la sección infantil, otras nos quedábamos afuera jugando hasta que nuestras mamas venían a buscarnos.
Siempre supe que era diferente, desde la manera en que me relacionaba con los demás niños, mis gustos, a esa edad no lo comprendía aún bien pero sabia que no era igual a ellos.
Una día, entre a la biblioteca junto con otro compañero, y en ves de irnos a la sección infantil nos fuimos a otras, él saco del estante un libro de maternidad, que para nosotros eran como las revistas porno que no debíamos de ver, que gracia me causa ahora.
Cuando lo estábamos viendo llegamos a una pagina en donde se encontraba un pene a lo que mi amigo, que por cierto se llamaba Eric me dice: así lo tengo yo!, yo respondí con risas y le dije claro que no, eso es muy grande para ti, cuando de repente para mi sorpresa, Eric tomó mi mano y por abajo de las mesas la llevo a su entrepierna, por lo que pude sentir su muy pequeña erección, no es relato cómico, lo sé, sólo quiero enfatizar como fue mi infancia al no saber que era gay y crecer en un entorno algo machista, pero bueno al notar yo su erección, voltee a verlo y él solo se rio y dejo de hacerlo, ambos seguimos viendo el libro que tenía imágenes de vaginas, penes, penetraciones y mujeres embarazadas.
Al otro día en la escuela, casi a la hora de la salida, Eric se acerca a mi y me dice: vas a ir hoy a la biblioteca, a lo que yo respondo: no se, por que, y el me dijo que tenía algo mas que enseñarme.
A la salida, vi cómo Eric entró a la biblioteca entonces me decidí y fui yo también, siempre estaba algo llena al momento que salíamos todos pero 1 hora después por mucho se quedaba más sola y así fue, estuvimos viendo libros infantiles y yo le preguntaba que qué era eso que me quería enseñar así que me dijo tráeme un x libro que no recuerdo y cuando fui por el lo abrí y dentro había una nota que decía: te espero en los baños, yo me saque de onda porque cuando leí esa nota, Eric ya no estaba en la mesa así que con mucha curiosidad fui al baño.
Cuando entre, Eric me estaba esperando en un baño y me hizo la seña de que me metiera con él, cuando estábamos adentro le dije: que pasa, y el solo llevo mi mano nuevamente a su paquete, seguía muy duro, aún lo recuerdo, era pequeño, como de 3 a 5 cms, y esta vez yo empecé a acariciarlo, después de unos minutos así me dice: lo quieres ver a lo que yo conteste con movimiento de la cabeza diciéndole que si y se bajo el pantalón y así era, Eric era muy moreno, delgado, un poco mas chaparro que yo pero su pene era sin duda mas grande que el mío, después de que se bajo el pantalón me dijo: hay que jugar al esposo y a la esposa y le dije que como se jugaba eso y el me puso de rodillas y me dijo pruébalo!, Yo no sabía que era lo que quería que hiciera porque debo confesar que los videos porno llegaron muchos años después a mi vida y era obvio que Eric había visto a sus papas teniendo sexo, así que cuando vio que no hacia nada me tomo de la cabeza con sus dos manos y metió su pequeña verguita en mi boca, yo recuerdo que me quite enseguida porque tenía un sabor amargo que seguramente era orina y me salí del baño y me fui a mi casa.
Al otro día Eric no me hablo para nada y así duramos unas semanas, yo no le dije nada a mi mama porque ella siempre fue comerciante, o sea vendía cualquier cosa para sacarnos a mí y a mis hermanos adelante porque mi papa siempre fue alcohólico, por lo que nunca le dije nada pero no dejaba de pensar en Eric y su pequeño amigo.
Pasaron los días y uno de ellos le dije a Eric, vamos a jugar a los esposos saliendo de la escuela y el me dijo: no, porque tu no quieres ser la esposa, a lo que le dije: vamos y yo soy la esposa, si?, ese día saliendo de la escuela fuimos a la biblioteca y como la última vez nos estuvimos como dos horas solo viendo libros, después de eso Eric me dijo: ya vámonos, yo me volví a sacar de onda porque no habíamos hecho nada y sin entender me salí con él pero antes de irnos, el me llevo a la parte de atrás de la biblioteca que era un terreno baldío por donde solo se podía entrar brincando un pequeño barandal de la biblioteca y después pasar por unas tablas viejas.
Era un terreno baldío, había árboles secos y mucho pasto de ese que se pega en la ropa porque todo estaba seco.
Eric me llevo a la parte de hasta el fondo del terreno hasta que llegamos a la barda, nos tapaban una enorme pila de piedras y yerba muy alta y cuando estábamos ahí Eric me dijo: tu vas a ser la esposa y yo el esposo, chúpamela primero, así que me puse de rodillas y empecé a hacerlo, igual que la ultima vez tenia un sabor agrio pero esta vez era menos, cuando se la mamaba le agarraba sus pequeñitos huevitos y el me decía: así así, ya sabes como.
Duré como 10 minutos así hasta que me dijo, ahora bájate tus los pantalones y ponte de rodillas, yo no sabia que me iba a hacer pero sin dudarlo le volví a hacer caso y cuando estaba así el intento penetrarme con su pequeño pene, al ser mas alto que él tuvo dificultades que yo enseguida me dispuse a eliminar así que me pare y busque una piedra, la cargue hacía donde estábamos y le dije: mejor parados.
Eric se paro en la piedra que era mas bien como un tipo ladrillo pero e cemento y volvió a tratar de penetrarme, esta vez logró su cometido.
Sentí como su verguita entro en mi ano y sentí una sensación que nunca había sentido antes, era como un gusto, después de que la metió la empezó a sacar y meter de golpe, toda, sabia lo que hacia, yo solo gemía de placer y eso a el le gustaba, me decía: puja, puja como la esposa, me cogió como por 10 minutos hasta que se canso de estar parado y me dio una nalgada, y me dijo: sigue otra.
Me la saco y se sentó sobre mi playera que ya me había quitado desde hacía un rato, y me dijo: te toca montarte, lo hice dándole la espalda porque me daba vergüenza que viera mi pene, pero me senté y me decía: brinca, brinca y métetela tu solo, y lo hice, cuando me canse se lo hice saber y me dijo bueno ya acabamos.
Nos pusimos los dos a ropa y cuando ya íbamos a irnos me tomo por atrás, me agarro las nalgas y empezó a arrimarme su pequeño pene a mi anito seguía duro.
Yo solo me dejaba y me dijo: no le vayas a decir a nadie.
Y nos fuimos.
Después de eso no volvimos a jugar a los esposos y hasta dejamos de hablarnos, no se si a el le dio pena o quien sabe pero lo que si puedo decir es que ese juego, solo fue el primero de muchos encuentros que tendría después durante toda mi infancia y después en mi adolescencia en la biblioteca.
Espero que les haya gustado, agradezco sus comentarios y esperen a que suba otro relato, otro amigo que también supo cómo jugar con migo en la biblioteca pero con el, las cosas fueron diferentes.
GengarPz
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