Todo es Sex-Eventual… Cuando nadie nos ve. Prologo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La saliva en sus dedos humedecen mi culo, pero el olor persistente de su verga me hace voltearme hacia él, y en la oscuridad con mis manos agarro ese trozo de carne caliente que al mismo tiempo palpita por mi contacto. Humedezco mis labios y la saboreo en mi imaginación y sin esperar tanto me arrodillo y de una me meto ese trozo caliente en mi boca. El sabor es como el olor que emana; es dulce y agrio a la vez, mi lengua quitan resto de masita que ha tener su verga; para mí paladar es exquisitez. Me lo engullo todo en mi boca hasta chocar mi nariz cerca de sus pelos donde el aroma a macho sin bañar es más fuerte y me embriaga, como si fuese una droga, sin importar que me estaba ahogando con su trozo de carne febril, me quedo pegado para oler profundamente hasta no poder más por las arcadas.
— "1-2-3 ¡Por mí!" —
El corazón se me paralizo al oír eso, me levante asustado y alertado, voltee a mirar y por la abertura de la puerta vi como Matías ibas corriendo sonriente y buscando hacia los lados con su mirada, me subo rápidamente el short y olvidándome de él, muevo la puerta de metal oxidada y salgo de ella corriendo mandado colina hacia arriba donde están los demás muchachos del barrio. Cuando llego, juraba que Luis había visto lo que estaba haciendo y ya estaba echando el cuento los demás << no sabía cómo me iba a defender, pero lo negaría hasta morir >> fue lo que pensé, pero cuando llegué los demás muchachos estaban sentado en la acera, esperando que Matías terminara de buscar a los demás. Sentía que la fiebre de mi calentura bajaba y el frío me hacía estremecer, me pase la mano por la boca para evitar que el olor de verga se sintiera en mi aliento; estaba sudando y me sentía caliente — ¿hey qué te pasa te asustaron? ¡Tas pálido! — tocándome en el hombro me dijo Carlos, el chico adolescente que aún se ajuntaba con nosotros y supervisaba nuestros juegos de muchachos. Me sobresalto y el pega una carcajada, me dice; — ¿muchacho que te pasa? — Nada, me has asustado tu — le doy por repuesta, tranquilizando mi respiración volteo mi mirada para ver que llegaba Matías con el restos de los muchachos ya haberlo conseguidos de su escondites… Hablamos pendejadas el resto de la noche, sentados en la acera.
Era un viernes, la brisa soplaba con fuerzas y algunos vecinos ya tenían encendida el reproductor de música para instalarse a beber toda la noche. Estábamos hablando todos juntos de cuentos de terror, alguno inventado historia solo para alimentar nuestros miedos antes de irnos acostar, yo me quedaba viendo a Matías para ver si él me miraba extraño, << como si supiera algo de mí >>, pero cuando lo miraba, lo veía tan tranquilo con sus ojos bien abierto escuchando los cuentos de terror que estaba relatando Jonathan, como si fuesen verdad. No dejaba de pensar en lo que había hecho, mis hormonas las tenía alborotadas y me deje llevar por el momento hasta arrodillarme y mamarle la verga a un extraño que no sé quién pueda ser; me pongo a ver a cada uno de lo que estamos sentados hablando en la acera y considero que algunos de ellos deben ser, pero a ningunos los veos con extraña actitud como estoy yo, pienso que si de ser algunos de ellos, me estuviese viendo como lo hago yo en este momento. Pongo atención a las mentiras de Jonathan que presuntamente oyó al silbón anoche cuando el dormía, pero los pensamientos volvieron a mi cuestionándome; — ¿y si él, tampoco sabe quién fue que se lo mamó? — Si de seguro esa persona no debe saber— << porque tampoco me vio a mí, en la oscuridad del cuartico de gas abandonado >>
Me tranquilizo y me pongo a escuchar completamente el cuento; que llego ver la mamá de Luis presuntamente a la llorona en el patio de su casa, me dio miedo y me ajunte muchos mas a ellos, ninguno se dio cuentas que me arrime de lo cagado que me puse, ni si quiera Carlos que ya él es más mayor que nosotros, ni si quiera se molestó en voltearse a verme y burlarse de mi como hace un rato. Ya eran las 10:30 de la noche y a muchos de nosotros nos pegaron un grito que nos fuésemos acostar ya a dormir, nos despedimos y cada uno fue camino a su casa, yo subí más arriba caminando junto con Matías, hablando de todo un poco, << me acorde lo que hice con él una vez estando nosotros dos en el río >> Matías se despidió de mí y se metió directo a su casa, yo seguí caminado dos casas más arriba y en mis vecinos de al lado tenía música a todo volumen, cuando pase por el frente vi a mi primo Joan con cerveza en mano, meneando su cintura al ritmo de “Juana la cubana” junto con otra mujer muy pegado a él, me detengo y veo que mis padres van saliendo de la casa, también van directo a la fiesta que está dando el vecino, me pasan por un lado, mi madre me dice;
— te acuesta a dormir que ya llego tu hermano, cierran la puertas, estamos aquí donde el vecino, venimos más tarde—
Al estar adentro de la casa cierro las puertas y me voy a mi habitación, me acuesto así todo sudado por la corredera de la noche, me llevo una mano a mis labios para retener el aliento de mi boca y oler el olor a verga que aún se me siente, mi verga palpita y se ciñe en mi short elástico, me levanto, apago la luz y dejó abierta la puerta de mi cuarto, aun me da miedo. Acostado boca abajo recuerdo lo que hice con Matías en el río, recuerdo que esa vez nos “culiabamos” por encima de la ropa mojada, era lo único que había experimentado, hasta ahora lo hice; dejándome meter mano y arrodillarme para hacer una mamada a un desconocido que ni si quiera pude ver quien era. Recordé como ese mástil de verga abarcaba toda mi boca y lo que más recordaba era ese olor que tenía y que aun yo sentía en mi aliento, mi verga me dolía de lo atrapada que estaba, pero así mismo me quede dormido sin motivarme en hacerme una paja.
El sonido de alguien trastabillando me despertó, cuando abrí los ojos con el sueño aun encima escuche “como tu mujer” de Rocío Dúrcal, me dije a mi mismo; << aun los vecinos siguen con la parranda y mis padres deben estar llegando apenas >> Veo una sombra oscura que entra a mi habitación, la veo grandísima, el miedo me invadió tanto mi cuerpo que quede fue paralizado llevándome las manos a la cara, cuando veo de nuevo, es mi primo Joan que entra y vuelve a salir dando traspiés casi cayendo de lo borracho que anda, mi cuerpo se relaja al saber que no era un espanto, desde mi posición en la cama de mi habitación se ve hacia la sala que esta opacamente iluminada con la luz de la calle, puedo ver a aun Joan que se detiene en el muro de la pared y oigo el sonido del chorro de orine caer en el piso, me levanto aun quedando sentado en la cama viendo la estupidez que está cometiendo mi primo y no evito en reírme sabiendo que mi mama se va molestar con él por estar orinando en la sala << él siempre ha sido un borracho que pierde el conocimiento sin darse cuenta de lo que hace >> cuando veo que se voltea y se regresa a mi habitación, me acuesto inmediatamente y me hago el dormido, oigo la colchoneta caer que estaba frente de mi cama sostenida en la pared; abro los ojos y veo su silueta en la oscuridad, se está quitando la franela y la hebilla de su pantalón hace ruido cuando cae al suelo junto con su jeans, se acuesta en la colchoneta tirada al piso y al no mucho rato siento su ronquido.
El olor a borracho inunda toda la habitación, desde que se está quedando aquí en casa, sabía que esto me iba a molestar, todos sabemos que él es un borracho impertinente, me sentí molesto, no iba poder dormir así. Me levanto de la cama y el frío en la plantas de mi pies me hace caminar sin casi tocar el suelo, cuando salgo del cuarto evito pasar por el charco de orine que está en la sala, voy al baño orino y me regreso, cuando estoy en la puerta de mi habitación abro bien la puerta y veo la figura de mi primo acostado boca arriba, me regreso a la sala y prendo la luz, para verlo mejor y cuando regreso al cuarto, por la luz de la sala le puedo ver bien << desde que lo conocía, y desde hace rato que se queda en mi casa, jamás lo vi de esa forma, como lo estaba viendo en ese momento >> tenia puesto solamente el interior, era de un color marrón, vi su cuerpo de piel morena, su musculo formado por el trabajo en el (ejército) me excito mucho verlo así dormido con su entrepierna marcada a un lado, bastante abultada y dormía tan profundamente que ni sus ronquidos lo despertaba, me regrese para apagar la luz de la sala, y cuando ya estuve en el cuarto antes de irme a la cama prendí la luz de mi habitación, vi perfectamente como estaba situado en la colchoneta, y sí su verga se marcaba completamente en su interior. El escalofrío de la excitación me corrió por todo el cuerpo hasta estremecerme, me acosté en la cama temblando y titiritando de frío, me dio hasta un vahído en el estómago y las contracciones de mi cuerpo se hizo intenso, hasta lograr calmarme; me quedé acostado de medio lado con los ojos abierto en medio de la oscuridad pensado en Joan…
Donde el vecino se oía el sonido de la música lejos, sonaba “La loba” de las “Chicas del Can”, << un merengue muy popular para la época >> mi mente maquinaba pura vagabundería, no dejaba de pensar en mi primo. Lo de la noche anterior hizo que mis hormonas se alborotaran y empezara a pensar mucho en el sexo. Me volteo en la cama poniendo mi cabeza hacia donde estaban mis pies para estar más cerca de la colchoneta donde esta Joan, oigo su ronquidos más fuerte hasta ahogarse y volver a roncar, me arrimo más hacia la orilla de la cama y lanzo una mirada hacia abajo, no veo nada, hasta que mi vista se acostumbra un poco a la oscuridad y veo un poco la silueta de su cuerpo, me coordino un poco hacia donde voy a mirar, arrimado más a la orilla de la cama pongo una mano en la colchoneta suavemente hasta hundirse por mi peso, no siento que él se mueva, con mi otra mano lentamente me voy dirigiendo hasta su entrepierna, y cuidadosamente llego hasta su bulto, cuando toco quise tocar suave pero sentí más bien que toque muy brusco; mis dedos sintió la dureza de su verga, la tenía hacia un lado de su interior, devolví mi mano hacia arriba, sentí miedo de que tuviese despierto, me dije a mi mismo; — te vas a meter en un lío guebón, te vas meter en problema si sigo de vagabundo—, pero la excitación y el morbo no me dejaba tranquilo, regrese de nuevo mi mano hasta su entrepierna, aún tenía su verga dura, aprisionada por la tela, con mis dedos le sobe desde las bolas hasta la punta del glande, repetí el tocamiento y me pareció sentir la venas de su verga marcándose en el interior.
Poseído por el morbo; me atrevo seguir tocando más y lentamente me guío hasta la pretina del interior, de lo prensado que tiene la verga, casi está por salírsele, siento con mis dedos los rollitos de pelos que adornan su ingle y tocando más profundo, el contacto de piel a piel con su verga me hace desearla y tenerla adentro de mi boca, recuerdo el sabor y el olor de la que mamé anoche al desconocido y me pregunto si la de mi primo será igual de mismo olor y sabor. No me aguanto y bajo de la cama, y en dirección por sus pies me voy acostando sigilosamente en la colchoneta hasta quedar mi cabeza a la altura de su cintura, aun oigo sus ronquidos y eso para mí es estar durmiendo, con mi mano voy tocando de nuevo su bulto y cuando voy palpando hacia su glande, lo siento casi afuera de su interior, la toco y esta babosa, el liquido se queda pegado en mis dedos, lo llevo hasta mi nariz y lo huelo, el olor me ha gustado y sin pensarlo meto mis dedos a la boca saboreando lo agridulce de su flujo corporal. La calentura se ha apoderado completamente de mí; que me hace ir mas allá, me atrevo de querer sacarlo, cuando llevo de nuevo mi mano hacia la pretina del interior, sin tanto esfuerzo al moverla sale su verga rebotando completamente rígida, apuntado dirección opuesta de mí posición, la tomo completamente con mi mano y muevo el capullo para descubrir su glande, los dedos se me untan de su viscosidad, y lentamente se la muevo de arriba hacia abajo, sin pensar en la consecuencia, me muevo hasta abrir mi boca tragando todo ese falo caliente bastante lubricado.
En mi garganta lo siento caliente y mi lengua empieza a saborear cada parte de ese trozo de carne, buscando residuos de masita como la otra que chupe anoche, pero esta verga si esta limpiecita y su olor y sabor es más tenue, igualmente me degusto con ella hasta atragantarme, mis labios la arropa completamente y presiona suavemente para sentir su textura marcada por las venas, con mi mano la tomo desde las bola y me la engullo hasta al fondo, me sentía poseído por ese tronco de machete de mi primo Joan, me digo en mi pensamiento, << este está despierto y le está gustando lo que hago >> me sentí en plena confianza en atreverme en mucho más, me saco por un momento su verga de mi boca, me levanto y me quito mi short quedando en interior solamente, suavemente me siento encima de él, quedando mis nalgas sobre su verga, me acerco a su labios, y me sorprende que él está roncando todavía, intento besarle y nada que se movía, tome su verga con mi mano y aun sentado encima de él, paso su glande húmedo en mi rajita, quería meterme ese trozo en mi culo, me devolví y se la empecé a mamar de nuevo esta vez lo hice más intenso, cuando siento su contracciones en su cintura; al instante llena mi boca de semen espeso, como un becerro me lo trague todo << primera vez que probaba el semen de un hombre >> quede satisfecho lamiendo hasta lo último, en eso siento que quiere como que moverse pero aún sigue roncando, me asusto y me devuelvo rápidamente a mi cama con el short en mano, me quedo acostado de lado arropándome hasta la cabeza con la sabana, cuestionándome; ¿será que se dio cuenta?… Continuara.
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