TODO QUEDA EN FAMILIA II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Este relato al igual que el anterior es real; y participamos los mismos personajes. La verdad me gusta recordar algunas cosas de las que ocurrieron con mi primo. En esta ocasión iré un poco más allá describiéndonos un poco. A decir verdad nosotros nos parecemos un poco, no somos muy altos yo de 1,70 y el de 1,73, ambos de tez morena delgados y de buen parecer, lo que de cierta forma nos hace atractivos para chicas y chicos, nos diferenciamos en que el es un poco velludo, eso me encanta.
Para entrar un poco al hilo de la historia les recuerdo que después de fantasear con él y morbosearlo dormido sobándole el huebo, consiguiendo de esta manera una noche de sexo muy rico, todo continuo normal y los encuentros ocasionales no se hicieron esperar, aunque el siempre trataba de colocar resistencia era solo insinuarle o sobarle la verga por encima del pantalón para que se calentara y termináramos culiando. Recuerdo que cuando ya teníamos más confianza me gustaba mucho calentarlo y luego no dejar que me clavara alegando que me dolía aunque la verdad si me dolía pero eso no me importaba, cuando estábamos solos aprovechaba para sobarle la verga por encima del pantalón, meterle la mano y cogerla sin desabrocharlos es súper caliente, luego se la sacaba y me le pegaba a mamarlo como si fuera lo último que pudiera hacer, me encantaba esa verga, era grande, con venas pronunciadas y gruesa desde su base hasta su cabeza, con unas bolas grandes y velludas porque a él no le gustaba depilarse y eso me encantaba. Me gustaba enredar mis dedos entre su vello púbico y tirarlo eso lo calentaba mucho.
Total yo se la mamaba por mucho rato, me encantaba apretarla me parecía de mentiras, hasta que el me pedía culito, comenzaba descontrolado a tratar de bajarme los pantalones y yo me dejaba, me volteaba se ensalivaba la verga, me escupía el culo y apuntaba con su verga, empezaba a sobármela en toda la entrada y ya cuando la iba a meter yo me quitaba y me zafaba, me vestía y me salía eso lo molestaba por a mi me encantaba, eso ocurrió en varias ocasiones hasta que fue descubriendo la manera de desarmarme, que no era muy difícil solo tenia que colocarme boca abajo, subirse comenzar a morder mi espalda y cuello y jadearme al oído, eso me súper calentaba y lo único que podía hacer era levantar mi culo y abrirme las nalgas xa que me lo metiera, era delicioso que me ensalivara el culo al principio y jugara un rato con el refregándomelo en medio de mis nalgas, luego se colocaba el preservativo y me lo metía poco a poco, yo solo resoplaba y mordía la almohada, esa sensación de sentir cuando entra y sale lentamente es muy rica, luego aumentaba el ritmo y me daba súper duro tanto que me dolía cuando entraba por completo pero era delicioso, en ocasiones me colocaba en cuatro sin sacarla para seguir culiandome era poderoso cuando se acurrucaba detrás mío y me clavaba así la sentía por completo, ya para terminar yo le pedía que me colocara boca arriba colocando mis piernas en sus hombros y comenzaba de nuevo la faena, de esta forma yo me masturbaba hasta acabar, era increíble sentir cuando él se venía porque su verga generaba espasmos que sentía en mi culo y solo eso me hacia venir casi al tiempo. Solo en una ocasión la calentura fue tanta que le pedi que eyaculara en mi boca, eso siempre me ha dado asco pero esa vez fue muy rico ese sabor aunque no me lo trague, lo escupí sobre mi pecho y luego lo mezcle con mi semen al eyacular en mi estomago y lo refregué todo, fue muy rico.
Esos son recuerdos que me calientan mucho a pesar de que ya han pasado casi 10 años, y es una lástima que no se hayan vuelto a repetir, pero bueno para eso llegaron otras persona que no tienen nada que envidiarle, pero eso serán otras historias.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!