Tradiciones de un colegio pupilo (3)

Clint conoce a El Artista .
(Anteriormente, Clint -13 años- es llevado a una ceremonia de iniciación durante la noche, en las duchas del gimnasio. Lo que al principio parece algo divertido, comienza a ponerse feo cuando conoce al Líder)

Dolorido, con los ojos vendados y el agua tibia cayendo sobre mí, estaba en shock.

– Hola, Clint.

No era el Líder. Pensé que tal vez alguno de los otros muchachos tendría lástima de mí.

– ¡Por favor, no me hagas daño! No podré resistirlo otra vez… ¡Creo que necesito ir a un hospital!

– Ponte de pie… Date vuelta…

– ¡No!

– Tranquilízate. Solo quiero ver si estás lastimado, ¿Ok?

Sentí sus manos en mis nalgas.

– Duele un poco la primera vez – dijo – Sí, está enrojecido, pero no estás sangrando. Date la vuelta. Quiero que me escuches atentamente. Acabo de dejar caer un colchón de agua frente a ti. Quiero que lo encuentres y te sientes en él.

-Sí, señor- dije, aterrado.

Con el pie, toqué el borde del colchón y con la ayuda del que había llegado, me senté sobre él.

– Ahora quiero que te acuestes boca arriba.

Lo hice.

– Voy a desplazar el colchón de agua bajo la ducha.

Al parecer, era indispensable que el agua tibia estuviese cayendo todo el tiempo sobre mí. Me preguntaba qué querría hacer conmigo este alumno mayor. No me gritaba ni me hacía sentir una basura, pero yo estaba muy asustado.

– Ahora, relájate. Tómalo con calma.

Al escuchar la voz, me di cuenta de que se había sentado junto a mí. Temblé.

– No sentirás ningún dolor, Clint, así que tranquilízate. Quiero que hagas tres respiraciones profundas para relajar tu tensión.

Hice lo que me dijo y me sentí mejor.

– Ok, ahora mantente acostado y disfruta esto.

Sentí sus dedos acariciando mi pene y reaccioné: – ¿Qué estás haciendo?

– Shhh. Solo relájate y disfruta.

No supe cómo reaccionar después de eso. Ciertamente no quería que nadie me tocara allí, pero no sabía si este tipo me golpearía también si intentaba detenerlo. Y no tenía ninguna duda de que el Líder todavía estaba cerca y estaría más que feliz de venir y golpearme un poco más si se le pidiera que lo hiciera. Así que tomé la única decisión que pude, dadas las circunstancias. Me quedé quieto, como me dijeron, y le permití jugar conmigo.

En tan solo unos momentos, había hecho que mi pene fuera flexible y capaz de moverse fácilmente.

– Ahh… – Mi cuerpo reaccionó instantáneamente haciendo que mi respiración se acelerara.

– ¡Eso es, ahora lo estás sintiendo! – El alumno parecía complacido. – Mantente relajado. Mi nombre es el Artista y soy el más brillante de la Academia.

Yo no tenía idea de a qué se refería, pero sus caricias me estaban estremeciendo de placer. Mi pene ya estaba duro.

– Ok, aguanta así. Ahora empieza lo mejor.

Sorprendido, sentí algo húmedo alrededor de mi polla. El Artista se había metido mi pene en la boca. ¿Iba a morderme? La respuesta vino enseguida.

Ahora sé que lo que estaba haciéndome era una mamada. Pero en ese momento no tenía idea de eso. «Chúpame la verga», era un insulto que había escuchado más de una vez, pero nunca me imaginé que eso realmente se hiciera.

– ¡Ohhh… !- gemí. Una oleada de placer me electrizó.

El Artista primero recorrió mi miembro con su lengua, finalmente comenzó a succionar. Mi cuerpo estaba rígido, la excitación era tremenda y a medida que él trabajaba en mí, sentía que iba a ser imposible evitar la eyaculación.

Desde unos meses antes yo ya me masturbaba, pero nunca había tenido un orgasmo tan intenso. Fue alucinante.

– ¿Cómo estuvo eso? – me preguntó el Artista.

– ¡¡ Increíble !! – No pude decir otra cosa.

– Bien, ahora te ayudaré a levantarte y te sentarás en la silla otra vez.

– ¿No puedo sacarme esto? – dije, señalando mis antiparras.

– No, Clint. ¿Te gustó lo que te hice?

– ¡Sí, mucho!

– Bueno, ahora que sabes cómo se hace, nos lo harás a nosotros.

¿Nosotros?

Entonces recordé que el Líder había dicho que debía complacer a otros cuatro de ellos.

(Continuará)