• Registrate
  • Entrar
ATENCION: Contenido para adultos (+18), si eres menor de edad abandona este sitio.
Sexo Sin Tabues 3.0
  • Inicio
  • Relatos Eróticos
    • Publicar un relato erótico
    • Últimos relatos
    • Categorías de relatos eróticos
    • Buscar relatos
    • Relatos mas leidos
    • Relatos mas votados
    • Relatos favoritos
    • Mis relatos
    • Cómo escribir un relato erótico
  • Menú Menú
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (8 votos)
Cargando...
Gays

Tradiciones de un colegio pupilo (6)

Clint y su amigo Matt empiezan a entender el verdadero objetivo de la Academia.
Entregas anteriores: 

Tradiciones de un colegio pupilo (1) https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/tradiciones-de-un-colegio-pupilo-capitulo-1/

Tradiciones de un colegio pupilo (2) https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/dominacion-hombres/tradiciones-de-un-colegio-pupilo-2/

Tradiciones de un colegio pupilo (3) https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/tradiciones-de-un-colegio-pupilo-3/

Tradiciones de un colegio pupilo (4) https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/dominacion-hombres/tradiciones-de-un-colegio-pupilo-4/

Tradiciones de un colegio pupilo (5) https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/dominacion-hombres/tradiciones-de-un-colegio-pupilo-5/

__________________________________

No había tiempo que perder. Tan rápido como pude me vestí y salí al parque. Estaba desesperado por detenerlos antes de que le hicieran daño a mi compañero de cuarto, y estaba a punto de salir corriendo en diagonal a través del campus hacia el gimnasio, cuando escuché otro sonido y noté una figura oscura emergiendo del otro lado de Ulster Hall.

Luego vi como la figura comenzaba a dirigirse directamente hacia el gimnasio. El tipo estaba lo suficientemente lejos en la oscuridad la mayor parte del tiempo así que no pude distinguir quien era. Me agaché para hacerme más pequeño y que no pudiese verme. No había nada cerca donde esconderme, pero también estaba en la oscuridad, así que esperé y deseé que el tipo al otro lado del campus no me viera.

«Oye, date prisa. Ya están ahí dentro» – dijo.

Después de haber caminado aproximadamente una cuarta parte del camino hasta el gimnasio, el tipo que estaba observando se detuvo y se dio la vuelta para llamar a un segundo sujeto que apareció también desde el otro lado de Ulster Hall. Me pareció que ambos habían salido por la puerta trasera de la cocina.

– ¡Ya voy!

Continué manteniéndome abajo y quieto mientras mis ojos seguían a este segundo mientras caminaba rápidamente para alcanzar al otro. Llevaba algo en la mano. Adiviné que era una botella de aceite que habían sacado de la cocina de Thomas. Ya sabía para qué usaban ese aceite.

¿Debería gritarles para que se detuvieran? ¿Enfrentarlos? Yo solo tenía trece años y ellos eran enormes. ¿Qué podría hacer para ayudar a mi amigo? ¿Ir a la casa del director Stuart? Pero estaba del otro lado del campus.

Frente al alambrado del colegio, había casas. ¿Tal vez alguien estuviese paseando a su perro y pudiera pedirle ayuda? Pero era muy tarde, todos estarían durmiendo.

Con mucho miedo, me acerqué al gimnasio. Era muy grande y tenía varias puertas. Unos momentos más tarde estaba dentro, preguntándome qué iba a hacer a continuación.

– Creo que este niño va a funcionar bastante bien – dijo uno de los tipos – De hecho, se somete con bastante facilidad. Puede que acabe siendo el mejor hasta ahora.

No entendí que querían decir exactamente. Busqué a mi alrededor un lugar donde pudiera esconderme.

– Sí, no es tan luchador como el rubio.

Lo único que pude encontrar cerca de mí fueron algunas colchonetas de gimnasia enrolladas contra una pared. Así que di unos pasos rápidos y me escondí detrás de ellas.

– Un poco de miedo es bueno para estos chicos, ¿no te parece?

– Sí, mejor que estén aterrados. Son más fáciles de manejar.

El tiempo corría. Seguramente ya estuvieran desnudándolo. Debería hacer algo que los distrajera para que se escaparan del edificio y yo pudiera rescatar a Matt. Pero antes de que se me ocurriese nada empecé a escuchar sus gritos.

Pobre Matt. El Líder había empezado a violarlo. Él gritaba que no quería, que no le hicieran eso.

Fue demasiado para mí. Yo le había fallado a Matt y me sentí triste y culpable. Era mejor que me fuese. No había nada que pudiese hacer. Mientras me alejaba de allí, escuchaba los alaridos de dolor de mi amigo.

Supongo que debí quedarme dormido después de regresar a nuestra habitación, porque lo siguiente que recuerdo fue que me despertó abruptamente el sonido de nuestra puerta al abrirse de golpe. Luego abrí los ojos a tiempo para ver a Matt -su cuerpo desnudo y mojado contra la luz que entraba desde el pasillo- mientras cruzaba nuestra habitación y se arrojaba sobre su cama.

Me quedé paralizado por un momento, sin estar seguro de qué debía hacer. Matt sollozaba incontrolablemente apretando la cara contra su almohada, y yo quería hacer algo para consolarlo, pero todavía me sentía culpable por todas las atrocidades que él acababa de sufrir. Cualquier cosa que intentara en este momento no le serviría de nada. Lo mejor era dejar que se desahogara.

Lloró mucho. Después de un rato, sentí que su respiración se hacía más profunda. Podía comprender que el cansancio lo había vencido y dormía. Me levanté de la cama para ver si podía ayudarlo en alguna cosa. Noté que su pelo mojado había humedecido su almohada. Estaba acostado boca abajo y no se había tapado, así que estaba completamente desnudo. Miré su trasero, no porque me interesara sino porque quería ver si lo habían lastimado. No parecía haber sangrado. Lo único que pude hacer fue taparlo con una manta. Ni se movió.

La mañana siguiente fue difícil para los dos. Él estaba de espaldas a mí y no decía nada, aunque habíamos escuchado la campana. Yo sabía lo humillado que él se sentía.

– Matt, tenemos que hablar.

No me respondió.

– Matt, realmente tenemos que hablar… Sé lo que pasó anoche.

Aunque yo estaba seguro que él estaba despierto, siguió mirando a la pared.

-Matt, yo sé que ellos te engañaron, te pusieron una venda en los ojos, te ataron… Sé que te desnudaron y te pusieron debajo de la ducha. Sé que el Líder te violó y también lo que te obligaron a hacer los otros.

Mi amigo se dio vuelta. Tenía los ojos muy abiertos. Por las mejillas rodaban lágrimas.

– ¿Cómo puedes saber esas cosas? ¿Tuviste algo que ver con eso?

Le confesé a Matt lo que me había pasado a mí.

– ¿Y por qué no me dijiste nada? ¡Podrías haberme avisado! ¡Clint, yo pensaba que eras mi amigo!

Matt volvió a darme la espalda.

Le conté mi conversación con el director Stuart. Reconocí que estaba demasiado humillado para contarle nada a él. También que había querido ayudarlo la noche anterior, pero no pude hacer más que lo que hice.

-Fue una cobardía, Matt. Lo siento tanto. Realmente quería evitarlo, pero no supe qué hacer. Perdóname, Matt.

Solo después de un largo rato él se dio vuelta y con los ojos llorosos me dijo: – Tengo que decirte una cosa.

– Sí, dime…

– A partir de ahora, si tú te enteras de cualquier cosa de estas, me lo dirás inmediatamente. Así nos prepararemos juntos. No tomes nunca decisiones por mí. Y no me importa lo humillado que te sientas o lo que le hayas prometido a Stuart. ¿Estás de acuerdo?

– Sí, por supuesto. Y lo mismo tú.

– Claro.

– Matt.

-¿Qué?

– ¿Me dejas darte un abrazo, amigo?

Asintió. Fui y lo abracé como un hermano. El volvió a llorar. Yo estaba conmovido, pero creo que ya no me quedaban lágrimas.

– ¿Estas mejor?

– Sí, Clint. Tengo hambre. ¿Vamos a desayunar?

– Vamos… Oye, ¿te parece que después vayamos a ver al director juntos?

– ¡No! Ellos me dijeron que si yo le contaba algo al director sobre esto, vendrían y me romperían los huesos.

– Bueno, tal vez Stuart haya empezado a investigar y ellos estén asustados.

– Yo creo que deberíamos llamar a la policía y que metan presos a esos hijos de puta.

– Eso le dije a Stuart. Pero la verdad es que no puedo reconocer a ninguno, ni tengo pruebas. ¿Tienes algo?

– El culo roto. ¿No es suficiente? Aunque fuera un «juego sexual» como sugirió Stuart, tenemos trece años. Eso está siempre mal, Clint. Que un médico me revise. Se dará cuenta de que me violaron.

Lo que decía Matt tenía sentido. Sin embargo, ¿Cómo demostrar quién lo había hecho?

– No es sencillo meter a la policía en esto. Confiemos en Stuart.

Fuimos al comedor. Mi amigo ya no era el inocente niño que había llegado a la Academia (él ni siquiera se había masturbado antes) pero ahora éramos más que compañeros de cuarto. Ahora éramos hermanos.
​

——–

En los siguientes días, Matt y yo estuvimos pegados como si fuésemos hermanos siameses. También tratábamos siempre de estar con el resto del grupo de los chicos de nuestra edad.

Nuestros almuerzos ahora eran en el comedor grande, junto a todos los demás alumnos. Dos muchachos del último curso, los mejores estudiantes de Ulster Hall, habían sido enviados a nuestra mesa, para supervisarnos. Eran serios, pero amables. A veces conversaban con nosotros sobre deportes o música. Me imaginé que el Sr. Stuart los había enviado allí para que nos sintiéramos más tranquilos.

Empezó la temporada de deportes. A Matt y a mí se nos daba muy bien el fútbol y la natación. Frank prefería el básquet. ¿Tal vez ya había pasado todo? ¿Tal vez solo era una novatada – una muy horrible- y ya nos dejarían en paz?

– Levántate, Clint…. Vamos levántate….

Mi primer pensamiento fue «Oh no, ellos están en nuestra habitación otra vez.».

Abrí los ojos y había un tipo con una máscara de un gallo, sacudiéndome.

– Arriba, Matt, vamos – Había otro disfrazado con una máscara de Casper tratando de despertar a mi amigo.

– Vamos, chicos, arriba. No les hemos dado píldoras para dormir esta noche, así que pueden levantarse sin problemas…

– ¿Nos dieron píldoras para dormir?- pregunté, mientras me sentaba en mi cama.

– Claro. En el puré.

Ya me parecía que tenía un sabor raro, me dije.

– ¡No vamos a salir de nuestra habitación! -grité- ¡Váyanse!

– Por supuesto que van a salir, chicos – dijo el Gallo.- Vamos a hacer grandes cosas esta noche.

– No vamos a ir con ustedes a ningún lado – insistí.

El Gallo me dio un cachetazo fortísimo.

– Ahora escuchen bien: van a venir ya mismo con nosotros ¡Fuera de la cama! ¡Los dos!

– No pensamos ir a ningún lugar, monstruos. – volví a gritar. Y entonces le di un puñetazo en la cara al que me había abofeteado. Le pegué lo más fuerte que pude y cayó al piso, dando un grito de dolor.

-¡Bien hecho, Clint! – me dijo Matt, y empezó a golpear con todas sus fuerzas al otro.

Peleamos valientemente, pero ellos eran enormes y empezaron a pegarnos en serio. Un golpe me dio en el ojo y ya no pude ver bien. Casper había reducido a Matt, sujetándolo sobre la cama.

Le gritó al que me estaba pegando: – ¡Ya está bien! No lo sigas golpeando o esta noche no nos servirá para nada. ¿Entiendes?

– Sí, tienes razón.

Nos sacaron a los empujones. Matt me preguntó: – Clint, ¿estás bien?

– Sí, todavía estoy vivo…

– ¡Dejen de hablar! No tenemos toda la noche… – se enojó el Gallo.

– No tenías que golpearlo tan fuerte – le dijo Matt – ¡Mira como tiene el ojo! Déjalo aquí. Yo iré con ustedes. Pero dejen en paz a Clint.

– Buen intento, Matt, pero Clint se lo buscó. Es solo un ojo morado.

Pude reconocer que Casper tenía la voz del Líder. Cuando Matt y yo salimos al pasillo, nos sorprendió ser recibidos por otros seis estudiantes de último año que también llevaban todo tipo de máscaras de Halloween para ocultarnos sus rostros. Aparentemente estos tipos habían estado esperando allí todo el tiempo mientras los otros dos estaban en nuestra habitación.

– Todavía faltan seis semanas para Halloween, genios – les dije, molesto.

– Qué gracioso, Clint.

Caminamos por un campo de juego mojado.

– ¿A donde nos llevan? – preguntó Matt.

– No se preocupen, no es lejos.

Pero caminamos bastante. Escuché el croar de las ranas. ¿Íbamos al lago?

– Ok, aquí es el lugar.

Entonces nos detuvimos todos junto a dos largos charcos de agua que formaban ángulos rectos entre sí. Luego, los estudiantes de último año me colocaron en la base del primer charco y a Matt en la base del segundo. Cuando nos tuvieron donde querían, de espaldas al agua, se alejaron de nosotros por un momento.

Matt y yo pudimos ver que nos habían colocado a unos dos metros de distancia el uno del otro. Durante este momento de relativa paz, ambos nos preguntamos qué era lo que estos tipos planeaban hacernos. Fuera lo que fuese, era obvio, al menos, que querían que pudiéramos vernos mientras lo hacían.

Cuando vi a nuestros ocho estudiantes del último año dividirse para que un grupo de cuatro pudiera estar conmigo y el resto rodear a Matt, supe que nada de lo que estos tipos hacían era al azar. Cada aspecto del encuentro que ya habíamos sufrido con ellos había sido planeado hasta el más mínimo detalle.

¡Hey! – Grité.

Desde atrás, uno de los de mi grupo de cuatro había envuelto sus brazos alrededor de mi cuello para hacerme una llave de cabeza.

-«¡Ay!» ¡Qué estás haciendo! – Gritó la voz aguda de Matt mientras quedaba inmovilizado de la misma manera.

– ¡Cállense los dos!- ordenó el Líder. -Está bien, abrázalo fuerte y levántalo», le dijo el líder al tipo que me sostenía.

Y lo mismo hicieron con Matt.

Un momento después, nuestros cuerpos quedaron completamente expuestos y vulnerables a los estudiantes de último año frente a nosotros. Como los tipos que nos sostenían eran más altos que nosotros, apenas podíamos apoyar la punta de nuestros pies.

Supongo que lo que nos pasó después era de esperarse. La última vez que estos tipos nos tuvieron bajo control, nos habían forzado. Esta noche parecía que había llegado el momento de derrumbarnos.

– ¡Ufff!- Sin previo aviso, el Líder me dio dos fuertes golpes en el estómago. Como no podía moverme, ni siquiera pararme completamente por mi cuenta, me era imposible protegerme.

– ¡Ohoof! – Cuando escuché esos sonidos, rápidamente giré la cabeza y vi que el tipo frente a Matt también lo había golpeado dos veces en el estómago. Luego el Líder me dio un derechazo cruzado en la cara. Matt recibió el mismo trato. Después de eso, las cosas empeoraron para nosotros.

La mayor parte del tiempo recibimos golpes en el cuerpo. Solo de vez en cuando, nos golpeaban en la cara. Nos estuvieron golpeando así durante lo que me pareció una eternidad, pero no estaban interesados en noquearnos, aunque les hubiera resultado fácil hacerlo.

Nos golpearon hasta que nos dejaron casi inconscientes y luego se detuvieron durante unos minutos para que tuviéramos la oportunidad de recuperar algo de nuestras fuerzas. Una vez que nos recuperábamos, los golpes se reanudaban hasta que casi nos desmayábamos. Lo hicieron varias veces. Y finalmente se detuvieron.

Mientras respiraba fuerte y tosía, simplemente colgaba en los brazos del que me sostenía como un trapo. Miré a Matt y vi que, al igual que yo, solo estaba de pie porque el que estaba detrás de él lo seguía reteniendo. La sangre goteaba sobre su barbilla desde una comisura de su boca, y me miró como si estuviera a punto de desmayarse. Luego, como aparentemente no me habían golpeado lo suficiente, recibí otro golpe en el estómago y uno más en la cara.

Eso fue todo para mí. Ya no podía levantar la cabeza para ver qué estaba pasando. No me quedaba nada.

-Ok- volvió a hablar el Líder- Déjenlos.

Sentí que me soltaban y aterricé de espaldas en el charco detrás de mí. Un instante después, pude escuchar a Matt caer también.

– Ok, déjenlos ahí por un minuto mientras el resto de ustedes se colocan en sus posiciones, ordenó el líder.

Mientras yacía aturdido y ya sin poder moverme por mi cuenta, podía sentir el agua en la que ahora estaba acostado lamiendo mis oídos. Fue en ese momento cuando me encontré deseando que el Líder me golpeara nuevamente. Pensé que un golpe más sería suficiente para noquearme por completo y terminar esta horrible noche de una vez por todas.

Pero pronto descubrí que no iba a tener tanta suerte. Resultó que las palizas que Matt y yo acabábamos de recibir tenían como objetivo simplemente ablandarnos para el evento real que aún estaba por llegar.​

——

La siguiente cosa que recuerdo es que me tomaron por las muñecas y me sentaron. No podía mantener la cabeza erguida. Los dos que me habían levantado se pusieron detrás de mí para sostenerme y evitar que volviera a caer en el charco.

Otro de los tipos despejó mi pelo de la frente para que pudiese ver lo que tenía delante. De reojo, vi que estaban haciendo otro tanto con Matt. La cara de mi amigo era inexpresiva, como la de alguien que está por morir.

– Bien, ahora escuchen ustedes dos. Si pensaron que lo que les hicimos esta semana fue algo excepcional, piénselo de nuevo. La razón por la que nos reunimos todos aquí esta noche es para que sepan cómo serán sus vidas aquí en la Academia de ahora en adelante. Primero: ustedes estarán disponibles para nosotros. Siempre. Harán nosotros les ordenemos sin protestar.

Entonces el Líder se sacó la máscara.

¡Era uno de los dos alumnos que comían con nosotros! Uno de los responsables de supervisarnos. No podía creer que ese muchacho correcto y bien peinado, fuera un monstruo tan violento. Los demás se quitaron las máscaras también. El otro alumno del último año que se sentaba con nosotros y charlaba amablemente de música, era el que tenía la máscara del Gallo. Los demás eran también estudiantes prestigiosos.

– ¿Sorprendidos?

No respondí nada, apenas tenía fuerzas para poder respirar normalmente. Pero claro que estábamos sorprendidos. ¿Cómo podía ser que los alumnos que se suponía que debíamos admirar e imitar fueran una pandilla de pervertidos?

– Segundo: ninguno de ustedes piense que hay alguien a quien puedan acudir en busca de ayuda una vez que termine esta noche. Si hablan de esto con alguien fuera de los ocho que ven aquí ahora, les prometo que nos aseguraremos de que ambos, pequeños, deseen no haber nacido nunca. Y eso también se aplica a los viajes a la ciudad. No más viajes a la ciudad o a cualquier otro lugar sin mi aprobación. ¿Está claro?

El Líder hizo una pausa. No respondimos nada.

-Bien. Y ahora ustedes nos van a dar a todos una buena mamada. Y si no lo hacen bien, volveremos a darles otra paliza hasta que aprendan.

Miré al suelo frente a mí y cerré los ojos. Esto no era algo por lo que quisiera pasar de nuevo. Pero antes de que pudiera tener la oportunidad de hundirme en mi propia autocompasión, el Líder me tomó la barbilla y luego inclinó mi cara hacia arriba para obligarme a mirarlo a los ojos.

– Adams, ponte de rodillas.

Tuvieron que ayudarme porque no conseguía ponerme de pie.

– Sabes lo que tienes que hacer, ¿no es verdad? – dijo, mientras se quitaba los pantalones.

Asentí. Su pene erecto estaba ahora frente a mí. Abrí la boca y empecé a hacerle sexo oral.

– No quiero sentir tus dientes, Clint.

No podía hacer otra cosa que obedecer, pero ya no tenía fuerzas. Y él quería que yo hiciera todo el trabajo. Sin querer, lo rocé con mis dientes.

– ¡Idiota! – me dio un cachetazo y caí en el charco, boca abajo. Pensé que allí moriría, ahogado, porque mis brazos no me respondían y no podía respirar. Alguien me levantó y me volvió a colocar de rodillas. Se quedó sosteniéndome.

– ¿Lo hiciste a propósito, Clint?

– No, señor. – Uno de mis ojos estaba cerrado por los golpes. Seguramente mi aspecto era horroroso.

– Discúlpate – dijo, sacudiéndome del pelo con violencia.

– Perdón, señor. No quise hacerle daño – yo era un zombie. No podía pensar.

– Ahora vas a usar tu lengua y después vas a succionar. Hazlo bien o te golpearé el otro ojo.

Volví a empezar. El Líder me tomó por la nuca y eso me ayudó a hacerlo mejor. Tardó una eternidad en llegar al clímax.

– Ahhh… Bien… Ahora vas a tragártelo todo, Clint. Hasta la última gota – me dijo antes de eyacular.

Sentí otra vez ese líquido asqueroso bajar por mi garganta. El Líder me soltó la cabeza. No me caí porque había otro que me sostenía. Alcancé a ver a mi amigo. También se esforzaba por complacer a uno de esos idiotas, mientras los otros se babeaban anticipando su placer. Hijos de puta.

– Es mi turno, Clint. Espero que me hagas disfrutar – me dijo el siguiente. Tenía un pene curvo que olía a sudor agrio, pero hice el trabajo. En un momento me la metió hasta el fondo de mi garganta. Creí que iba a morir asfixiado.

– Demasiado grande para ti, ¿no, Clint? ¡Ja, ja, ja! – dijo, mientras la sacaba. Tuve un ataque de tos. Esperó que se me pasara y volvió a metérmela.

De rodillas en el charco, dolorido por los golpes y humillado por estos imbéciles, no pude evitar que las lágrimas rodaran por mis mejillas. Hacía el trabajo de mamarles la polla como si fuese un autómata. A veces podía echar una mirada a Matt. Él también lloraba en silencio.

En este mundo extraño y distante en el que vivíamos ahora, estos ocho estudiantes de último año habían demostrado su dominio y ahora cosecharían de nosotros el botín de su victoria cada vez que les viniese en gana.

– Bien hecho, Clint – me dijo el tercero. No me importó.

Sabíamos que nunca más intentaríamos desafiar a estos tipos. Francamente, el precio por hacerlo fue demasiado alto. Su paliza casi nos había destruido.

Tenía otra verga dura, emergiendo de una mata de pelos negros, frente a mí.

– Abre la boca, Clint. Quiero que me hagas ver las estrellas.

Era el último. Me tomé de sus piernas para no caerme. Una extraña sensación de paz pareció invadirme. Mientras experimentaba esa oleada de serenidad, pensé que tal vez fuera una recompensa por aceptar el papel que me correspondía en este nuevo mundo. Luego miré a Matt y observé que, al igual que yo, él había dejado de llorar y ahora parecía imperturbable ante todo. Así que nuestra transformación, al parecer, había sido completa.

Cuando todos se saciaron, nos dejaron solos. Con mucho trabajo nos pusimos de pie.

– Creo que el dormitorio está en esa dirección- dije con un hilo de voz.

Matt asintió.

– ¿Puedes caminar?

– No sé, Clint. Lo voy a intentar.

Parecíamos dos ancianos de noventa años. Tardamos mucho en llegar a nuestro dormitorio. Estábamos embarrados, doloridos y muy cansados.

Matt se dio una ducha caliente mientras yo me miraba al espejo. Tenía un ojo cerrado por la hinchazón y el labio lastimado. El cuerpo me dolía mucho, tal vez tuviese alguna costilla rota.

Cuando Matt salió de la ducha, fue mi turno. Dejé que el agua caliente se llevara el barro que me cubría la espalda y las piernas. Quise enjabonarme, pero el jabón se me cayó y no me sentí capaz de agacharme a recogerlo.

Salí de allí y me acosté. Matt estaba con la cara vuelta hacia la pared. Nuestros cuerpos, de hecho nuestras vidas, ya no nos pertenecían. A partir de esta noche, quedó muy claro para ambos que el único papel que desempeñaríamos sería el de esclavos sexuales.

Y esto, como comprobaríamos después, era exactamente lo que estos malvados se habían propuesto que pensáramos.

(Continuará)
56 Lecturas/24 junio, 2025/9 Comentarios/por Gavin
Etiquetas: colegio, culo, dominacion, gays, hermano, hermanos, mayor, sexo
Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en X
  • Share on X
  • Compartir en WhatsApp
  • Compartir por correo
Quizás te interese
Una puta no se hace….. Se nace IV
Mi primera vez dolio
una cerda muy perra
Abuelito, sus amigos y su nietecita
Cuando mis papás me vendieron 2
Con mi compañero de equipo…
9 comentarios
  1. elchicotwink19 Dice:
    24 junio, 2025 en 7:07 am

    Buah, me tienes completamente enganchado a la historio, que suerte tienen los que menos lo desean, ojala a mi me hubiese pasado algo asi 🔥🫦

    Accede para responder
  2. DanteXL Dice:
    24 junio, 2025 en 8:12 am

    Excelente relato. Como sigue?

    Accede para responder
  3. Ikerpush Dice:
    24 junio, 2025 en 9:31 am

    Como sigue?

    Accede para responder
  4. SoyDany_19 Dice:
    24 junio, 2025 en 10:35 am

    que fantasía de historia, me he leído todas las partes de una y aun así me has dejado con ganas de mas.

    Accede para responder
  5. Amoeuguine Dice:
    24 junio, 2025 en 10:41 am

    Pot favor! Esta narración la encuentro interesante. No dejes de actualizar tan pronto sea posible.

    Accede para responder
  6. AgusCD25 Dice:
    24 junio, 2025 en 11:58 am

    Uuff… como me he corrido leyendo esta parte, me encanta la forma que tienes de narrar… 💦💦

    Accede para responder
  7. Arnold_Rivas Dice:
    24 junio, 2025 en 1:45 pm

    Gran relato. Como sigue…? necesito mas.

    Accede para responder
  8. Dennis_Nein Dice:
    24 junio, 2025 en 2:14 pm

    Me da pena que 2 adolescente pasen por eso, pero a la vez me pone muy cachondo la historia y mas de la forma en que lo narras todo.

    Accede para responder
  9. Zerhoz_7 Dice:
    24 junio, 2025 en 3:21 pm

    Como sigue?

    Accede para responder

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.

Buscar Relatos

Search Search

Categorías

  • Bisexual (1.113)
  • Dominación Hombres (3.363)
  • Dominación Mujeres (2.590)
  • Fantasías / Parodias (2.624)
  • Fetichismo (2.282)
  • Gays (20.552)
  • Heterosexual (7.272)
  • Incestos en Familia (16.486)
  • Infidelidad (4.069)
  • Intercambios / Trios (2.771)
  • Lesbiana (1.074)
  • Masturbacion Femenina (747)
  • Masturbacion Masculina (1.565)
  • Orgias (1.757)
  • Sado Bondage Hombre (412)
  • Sado Bondage Mujer (150)
  • Sexo con Madur@s (3.664)
  • Sexo Virtual (225)
  • Travestis / Transexuales (2.237)
  • Voyeur / Exhibicionismo (2.188)
  • Zoofilia Hombre (2.049)
  • Zoofilia Mujer (1.605)
© Copyright - Sexo Sin Tabues 3.0
  • Aviso Legal
  • Política de privacidad
  • Normas de la Comunidad
  • Contáctanos
Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba