Tranquilo chiquitín yo te la meto. Parte II
La continuación.
Les seguiré continuando la historia, para entenderla deben entrar a mi perfil y leer desde el comienzo.
Cuando lo tenía en 4, solté su cabello y le agarre sus pechos que se movían como tetas, y mientras se los apretaba y le pellizcaba sus duros pezones le dije “tienes una tetas ricas”.
Esto lo volvió loco!!! Se comenzó a contorsionar y sin siguiera tocarse comenzó a eyacular choros de leche por toda la cama!, me sentía orgulloso y todo un macho!
Sin sacarle mi huevo del culo baje la intensidad para que se recuperara unos segundos y entonces me dice “Christian vamos a pegarnos a la pared al lado de la cama”.
No entendía que buscaba pero le hice caso. Una vez allí Raúl se inclinó sujetándose de la cama y presionándome con su culo contra la pared y se empezó a Coger el mismo. Wow… que rico! era como si me masturbara con su culo hirviendo!
Luego comenzó a maraquear ese culo con movimientos circulares intercalados con un mete y saca que me tenían en éxtasis!
Era la primera vez que alguien me movía el culo de esa manera! Me llevaba las manos a la cabeza para no interrumpir sus movimientos, mis músculos estaban tensos, marcados y sudados al igual que el culo y el cuerpo de Raúl!
Me encantaba sentir como Raúl apretaba mi pene con su culo y me decía «vamos Christian cógeme!!!» Y gemía más y más «cógeme!!! Cógeme!!! Tu guevo me encanta… tu me encantas… soy tuya… anda papi… reviéntame el culo… pégame!!!»
Yo le daba nalgadas y trataba de dominarlo pero en este momento yo estaba entregado a sus movimientos y yo le decía «Raúl sigue… eres mi hembra… vamos mami… mueve ese culo así… así… ricooo!!!
De yo estar violándolo, ahora él me tenía contra la pared sin poder moverme, ensartado en mi pene y a su voluntad, Raúl tenía el control y ya no podía aguantar más y le dije desesperado “voy acabar… no pares… así… así!!! Raúl aceleró sus movimientos y gemidos de puta Y ahhh… ahhh… ooohhh!!! Comencé a bombear leche casi hasta su garganta llenando su fabuloso culo de mi néctar!
Ambos nos fuimos a la cama exhaustos, no podía creer la gran cogida que le había dado a Raúl, jamás me arrepentiré de aceptar su propuesta. Y lo que siguió será para otra ocasión.
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