Tras de una mamada.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Carlos (no es mi nombre verdadero) vivo en Colombia, soy delgado, ojos negros, cabello ondulado y negro, tengo un poco de acné, esto paso cuando tenía sólo 14 años
Era una noche muy normal como siempre, era uno monotonía.
Pero aquella noche tuve mi primera relación gay activa con un vecino pasivo.
El siempre me había llamado la atención, sé lo voy a describir, es de cabello mono, de estatura 1.
50, dos años menor que yo, tiene una cintura muy delgada (muy similar a la de una mujer) y una cola muy muy grande y redonda (lo pueden comprobar en su twitter @andresgay133), esto se debe a que práctica patinaje y aveces baila.
Volviendo al tema, siempre esa rica y redondas nalgas me habían llamado la atención, muchas veces me masturbe pensando como le metía mi pene por eso rico culo, pero yo buscaba más que eso, buscaba que se me cumpliera el deseo de estar con el, tenerlo dentro de mis manos y romperle el culo.
Nunca me había atrevido a declararme, me daba miedo a que dijera algo o que no fuera gay a pesar de que en el barrio siempre dicen que lo es.
Cada vez el deseo iba creciendo, hasta que una noche me tome de valor para estar con el y así sucedió.
Esa noche yo estaba sentando afuera de mi casa y el paso por el frente de la mía ya que vive en segura mío, iba para la tienda.
Cuando se devolvió se sentó conmigo para hablar un rato, duramos como media hora hablando y yo con un poco de nervios dije:
YO:Necesito alguien que me la mame, tengo muchas ganas de culiar.
EL: yo lo podría hacer.
Esa respuesta me dejo frío, nunca pensé que lo que tanto esperaba sé me iba a cumplir.
Para mi suerte estaba sólo en mi casa todos habían salido.
YO: entonces es verdad que eres una perra maricona.
¿?
EL: pues eso dicen, deberíamos comprobarlo.
Lo hice seguir hasta mi cuarto, yo temblaba de miedo pero a la vez estaba que explotaba de deseo.
Entramos a mi cuarto, me senté en mi cama y el en una silla.
EL: que quieres hacer ¿?
YO: muchas cosas en este momento, quiero romperte ese culo tan rico que tienes.
En ese momento se para y se sube sobre mí, nuestros labios se unieron en un baile erótico, el metía su lengua en mi boca y yo la besaba pasión, el haciendo lo mismo, se convirtió en el mejor beso jamás dado, siguió besándome hasta bajar su rica y caliente boca sobre mi cuello, me besaba con mucha pasión y yo hacia lo mismo, después de un rato de estar besándonos, nos empezamos a desnudar uno por uno hasta quedar totalmente sin ropa, le restregaba mi pene sobre el suyo, yo lo tenía muy erectado, estaba caliente y quería explotar.
Bajo sus labios hasta llegar a mi pene (media unos 15 cm, nada malo para mis 14 años) le dio un lenguaso al tronco provocando en mí un erizado, lo metió casi todo a su boca, lo hacia muy delicioso, sentía como su lengua corría el precucio y baja una y otra vez todo el tronco, metía mis huevas dentro de toda su boca, nunca lo voy a olvidar, así estuvimos durante unos 10 min, le dije que parará por que sentía que ya me iba a venir pero yo quería penetrarlo.
Lo voltie boca abajo sobre la cama, dejando ese rico culo a mí vista, lo empece a besar desde el cuello bajando por la espalda hasta llegar al rico agujero donde metí mi lengua, haciendo un juego de círculos en ese orificio, el sólo se retorcía de placer, después de un tiempo ya tenido el culo ensalivado y mi pene botando presemen ya estaba listado para cumplir mi deseo.
Pongo mi pene sobre aquel orificio, lo metí despacio para tener más placer hasta que entro completo, me movia muy despacio para poder durar más, el seguía quejándose de placer y eso a mi me ponías más a mil, entonces intensifique las embestidas, cada entras se escuchaba cuando mis huevas chocaban con ese gran culo.
YO: que rico perra, muévete así perra que rico culo, hacer rato tenía ganas, ahora en adelante vas a ser sólo mío ¡perra!
El entré cortado me decía
Que rico papi, más duro papi que rico te mueves, sólo tuyo bebe cuando quieras, dame más duro.
Así transcurrimos unos 15 min hasta que senti que mi alma se iba por cada gota de semen que me salía, sentí que moría despacio pero fue lo más deliciso, escuche cuando el también terminó, mi alma volvía a ser la misma, poco a poco ya regresaba de ese viaje que jamás en mi vida lo olvidare.
Después de ese encuentro tuvimos mucho más, cada vez eran más rico, uno de esos encuentros fue un trío que tuvimos con mi hermano, pero ese va hacer otro relato.
Espero les haya gustado, gracias por su atención.
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