Travesura Realizada
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por PrincipeAzulPurpura.
Me ha pasado que en poco tiempo me he vuelto promiscuo, he perdido el pudor y en lo único que puedo pensar es en los hombres, en varones desnudos.
En el colegio paso mas tiempo en los baños que en clase, voy esperando un descuido de mis compañeros al orinar para poder ver un poco de su intimidad, me masturbo a menudo en los baños públicos imaginando que mas de un usuario me descubre y entonces comienza a follarme, mis amigos se dan cuenta que he cambiado un poco pues me dicen que me notan diferente, ausente o en "las nubes" pero lo que ellos no saben es que es por causa de mi imaginación, me la paso observando la curvatura reveladora que forma la tela de sus pantalones a la altura de su entrepierna, me obsesiona e intriga, me inquieta y me pregunto: ¿Cómo será? ¿Circuncisa u ordinaria? ¿Tendrá alguna inclinación? ¿De qué color tendrá el glande? Es así como mi mente trabaja últimamente, conozco del cambio hormonal que todos experimentamos pero en ocaciones supongo que me excedo en momentos.
En casa, cada que puedo me aprovecho en los ratos libres por urgar en la ropa de mi compañero habitación, mi tío, un hombre de unos cuarenta años, un hombre ordinario, poco agraciado y callado.
Antes de salir al colegio procuro darme tiempo para hurgar entre la ropa sucia de él y olfatear y solo entonces me dispongo a salir de casa.
Pero no solo escribí para contarles lo obsesionado que estoy por los hombres, ni para que se enteraran de lo mal que me va mientras mi cuerpo cambia sino por lo que propicié con alevosía y ventaja.
Anoche me acosté antes que llegara de trabajar mi tío de su trabajo, me duché a conciencia y me metí a la cama con solo una camiseta blanca que robé de su cajón, me quedaba hasta las rodillas y entonces esperé, esperé mas de lo que pude aguantar y entonces dormí.
Desperté al sentir el hundimiento de un extremo de la cama, abrí los ojos, aún era de noche y él se había metido a mi cama, no expresé ningún movimiento pero él me acaricio las nalgas, me levantó la camiseta y me siguió acariciado, le reconocí de inmediato al sentir sus manos poco suaves, sus manos eran de hombre de trabajo, fuertes, ásperas y precisas, cada caricia me hacía erizar la piel y provocó en mi una erección instantanea.
Tomó una nalga con su mano y la separó de la otra, así sin dar a conocerlo, luego me puso su grotesco miebro en medio de ellas y sin notificar desplazó su organo dentro de mí, me duele y sin anunciar trato de levantarme pero él me lo impide tomando la cintura con sus manos y luego moviendo su cadera me lo empotra por segunda vez y pego un segundo brinco frustrado, me folla sin hablar, me folla sin decir nada, escucho su agotada respiración y su gemidos ahogados en su garganta, me folla así, naturalmente, piel y piel mientras sus bolas me golpean las nalgas, luego como si fueramos unos felinos toma una oreja con sus dientes y me sigue follando hasta que comienzo a recibir sus secreciones húmedas y densas desde su intimidad y luego sus movimientos dejan de ser tan vigorosos mientras su miebro sale con timidez de mi trasero.
Siento como se sale de mi cama y escucho como se va a la suya mientras me quedo ahí con el culo rosado y húmedo.
Travesura realizada.
Me gusta leer, desde pequeño le he tomado el gusto a la literutura y es por eso que de los mismos libros he aprendido que nada llega por sí solo, hay que trabajar para lograr los objetivos y es eso lo que me he propuesto hacer.
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