Trío en Bachillerato
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En mis días de colegio, el último año, me iba bien… Tenía amigos y amigas y disfrutaba mis últimos días de bachillerato. Hasta ese entonces sólo había estado con mujeres, pero mi interés en hombres era cada ves mayor. A mi edad, los chicos nos queremos ver bien, frecuentábamos al gimnasio, podíamos vernos con cuerpos formados y músculos en crecimiento… Ver a los muchachos con buenos cuerpos vestidos de uniforme escolar me mataba, las chemises pegadas al cuerpo ahorcaban unos bíceps formados y grandes, los pantalones también eran un poco ceñidos así que no disimulaban los bultos o las nalgas (siempre recibía comentarios por como se marcaban las mías, tanto bromas como nalgadas "amistosas") y a mi me encantaba ese atributo.
Mi mejor amigo, Daniel, tenía 18 años: mi acompañante de gym, cuerpazo y carita un poco linda. El a su vez tenía un amigo de otro salón llamado Leonel de igual 18 años: no era perfecto, pero me causaba un morbo incontrolable. El típico macho, grande por naturaleza y con todo en su lugar gracias al gym, debía medir unos 1,89. El no era mi amigo, pero ya había visto su verga en una conversación con Dani típica de muchachos jóvenes, el tenía esa foto porque se la envío para que morboseara con una chica y sorprenderla por el tamaño de su pene (luego descubrí que Dani no se quedaba atrás, tenía buena verga), en fin, a Leonel cuando lo veía por los pasillos siempre notaba su gran bulto en el pantalón, a demás de sus pectorales perfectos y sus pezones marcados sobre la chemise del uniforme que me volvía loco.
Todo paso una tarde donde no había casi nadie en el colegio, más bien sólo, teníamos una actividad especial y sólo un grupo de amigos y yo nos encontrábamos allá. Yo entré a un baño (el más apartado, nadie lo usaba) y al rato me siguió Dani. Nos quedamos un rato allá aprovechando que había espacio para realizar una actividad que nos asignaron. Estábamos echados en el piso dibujando en una lámina; colocamos música. Al rato ya nos fastidiamos, me paro y el comienza a jugar a nalgadas y a comentar sobre ellas, no tenía ganas de bromear así que estaba algo serio, pero el seguía. Yo comencé a notar que el estaba muy intenso, hablaba de sexo con mujeres, decía que tenía muchas ganas pero su novia estaba de viaje y que se conseguiría a quien sea para tirar. Yo simplemente me limitaba a comentar boberías o reírme.
Orine y luego me estaba lavando las manos y limpiando unos instrumentos, cuando Dani se levanta detrás de mi, me agarra por la cintura y restriega su verga erecta sobre mis nalgas (por encima del pantalón ambas). Lo hizo en forma de broma y yo le decía que me dejara quieto y que dejara la mariquera (me gustaba pero no quería ser obvio), el comenzaba a reírse, se alejaba y al rato hacia lo mismo. En una de esas, lo veo venir por el espejo y volteo justo antes que hiciera lo mismo, quede pegado entre el lavamanos y él y nos echamos a reír, comienza a hacerme un baile "sexy" (más bien daba risa, bailaba feo pero se veía muy tierno) y yo sólo reía. Mientras bailaba metía sus manos por todo mi cuerpo, ya no se me hacia normal, no me disgustaba pero incomodaba, no sabía que estaba pasando. Me agarraba por el cuello, la cintura, las nalgas, piernas.
Cuando comencé a excitarme le decía que dejara la tontería y sigamos trabajando; pero el no me hacia caso (yo no quería que parara, pero no era nada normal y los baños del colegio no eran muy seguros, aún así no habiendo nadie)
Volví a voltearme quedándome a espaldas de el, en forma de ignorarlo, pero eso lo volvió más loco. Estaba pegado a mi, el marcaje de su verga en el pantalón encajaba perfectamente entre mis nalgas, lo sentía claramente y yo estaba nervioso. Me agarraba de la cintura, nos veíamos por el espejo con una mirada llena de lujuria, ya yo estaba por darme por vencido y dejar que hiciera lo que quiera, pero tampoco estaba seguro de sus intenciones, que aunque parecían obvias, no quería que saliera con burlas o cosas así. Pero me equivoque, comenzó a pedirme que bailará con el, que tenía ganas de bailar con alguien. Le decía que no, que dejara el fastidio pero me encerró con sus brazos por mi cintura de espaldas, muy pegado a mi y desde el espejo me miro con una carita que me mataba, no podía negarme. La escena me causaba morbo, los dos bailando lento y pegado, ya todo era obvio y sólo esperaba que el diera el paso: comenzó a oler y darme besos en el cuello y mi nuca. Le dije que parara que podía llegar alguien y me decía que no me preocupara que el colegio está sólo.
Me volteo y quedamos frente a frente, comenzamos a besarnos como locos, besos largos, con lengua y saliva, mordidas de labios. Bajaba por mi cuello, mi barbilla, nariz, desesperado. Me decía que siempre le guste como amigo pero quería algo más, me sorprendió porque era el típico amigo que te hablaba de sus novias, sus cuadres y cuantas veces tuvo sexo en la semana. Me volvió a colocar de espaldas a el, yo apoyado del lavamanos y el e agarro por la cintura restregando su verga encima de mi pantalón y nalgas:
– Me encantas, ¿te gusta?
– Si
Dani comenzó a desabrocharse el cinturón y desbotonarlo, no tenía puesto bóxer y por eso se notaba tanto la erección cuando me bailaba. Agarro su verga con un puño y mirándola del espejo me la ofreció, el tenía una cara de deseo que me volvía loco; nos encerramos en el baño, lo bese y me arrodille, me dio unas pequeñas cachetadas con su verga, decía que me deseaba, hablaba con carácter de hombre macho, yo no hablaba casi sólo respondía a sus preguntas:
– Que rico estás Ale, quiero que me des placer, hoy seré tu hombre. ¿Quieres comerte el guevo de tu macho?
– Asentí…
– Te voy a hacer mío, te va a encantar
Su verga la había visto igual por fotos, media unos 18cm y era muy gruesa, comencé a mamarsela y el me agarraba de la cabeza y el pelo para que entrara más profunda. Era mi primera vez con un hombre y estaba nervioso, y más por el carácter de el, que me excitaba y me ponía nervioso a la vez. Chupaba pero no sabía si lo hacía bien, hasta que subí la vista y su cara de placer me decía todo, estaba rojo y sudado, uff… me encantaba.
Dani hizo que sus 18cm atravesaran mi garganta, me ahogaba pero no paraba, la excitación era mucha. Le quite el ceñido uniforme y comencé a besar y lamer ese cuerpo de niño-hombre que me volvía loco. Su pecho formado tenía un poco de hermosos vellos, su abdomen plano y marcado y sus brazos inflados eran míos. Lamía sus tetillas y sus axilas (me encantan), el no dejaba de decirme cosas y besarme cada ves que podía:
– Tienes más culo que mi jeva, uff
– Jajaja en serio?
– Si bebe, hoy te lo voy a reventar a vergazos
Cuando me dijo eso caí en cuenta, no podía follarme ahí mismo y tenía miedo que doliera, pero Dani comenzó a besarme y hablarme con una dulzura que me tenía loco por el. Me convenció, me quito la ropa y bajo besándome desde la nuca, la espalda hasta llegar a mi culo. Mordió mis nalgas como un animal, nalgueaba y decía que tenía el mejor culo que había visto. Su lengua comenzó a explorar mi ano, yo estaba entregado a Dani, me apoyaba de una pared que sobresalía en los baños (perfecta para quien quiera sexo, quien lo construyo pensó en eso). Daniel seguía metiendo su lengua hasta lo más profundo que podía, comenzó a meter un dedo suyo ensalivado por mi. Era una sensación rica, metía su lengua, chupaba el ano, y los dedos que pudiese.
En eso comenzó a sonar el teléfono de Daniel, fue a revisar y era su amigo Leonel, preguntándole donde estaba. Espere que le inventara una excusa pero no, le contó que estaba en el baño de arriba del colegio y se consiguió un premio, que subiera. Me moleste y comencé a discutir con el luego que trancó, estaba por irme antes que llegara Leo y Dani me dijo que me tranquilizara, me hablo muy cerca del oído, en voz baja y dulce, me dijo que ya lo habían hecho antes y que me va a hacer disfrutar como nadie, que ellos dos han tirado con hombres también y gozan mucho, y que ésto quedaría entre los tres.
– Leo está muy bueno ¿no? Te va a encantar, es insaciable en el sexo. Los dos haremos que nos supliques volver a reencontrarnos para darte tu porción de carne, huevo y leche, y ahí estaremos para ti para complacerte
Eso que me dijo me prendió mas, seguimos besándonos y a los minutos subió Leonel, toco la puerta y Dani le abrió desnudo, sin importarle, haciéndole entrar. Leo me vio y su cara de sorpresa fue increíble, estaba emocionado y parecía un niño (a pesar de ser el más grande y desarrollado de todos)
– Dani hoy conseguiste uno de los mejores premios, no me lo esperaba
– Vamos a comérnoslo entre los dos, yo comparto contigo jajaja
Leo se acercó a mi y sin decir nada comenzó a besarme, era agresivo y muy grande, a su vez comenzó a meter un dedo en mi culo (su dedo es igual a dos de Dani). Mientras, mi otro amigo puso su verga frente a mis labios y comencé a mamar. Leonardo saco su verga y empezó a meterla poco a poco, logre verla y era justo como la había visto, la de el debía medir unos 21cm, hermosa, brillante ensalivada y sería la que me iba a desvirgar. Cuando comencé a sentirla dentro tenía dolor y placer, ya mi culo estaba dilatado por los dedos de mis dos machos, pero el hecho que sea mi primera vez iba a hacer que me doliera, sin embargo era soportable.
Leo comenzó a darme verga a pelo, yo encantado de sentir su trozo de carne caliente a explotar dentro de mi, duramos unos 10 minutos así, la verga de Dani en mi boca impedía que mis gemidos fuesen escandalosos. Leo me volteó y comenzó a follarme en cuatro, Dani se alejó de mi y se acerca a él y le da un beso hermoso, uff, estaba excitado con la escena. Leo aún tenía la chemise del uniforme y me encantaba el morbo que transmitía: un macho colegial, musculoso, se agrandaba mientras me rompía el culo, su chemise estaba a reventar, sus brazos iban a hacer que explotara la ropa… Un verdadero animal.
Leo siguió cojiendome hasta que sentí que estaba hinchandose su verga dentro de mi culo, me folló cada vez más rápido y agresivo, el placer que sentía era increíble, era un león rompiendo culos. Sentí unos cinco chorros de leche de macho que entraron a mis entrañas, estaba encantado de mi primera verga, fue increíble. Leo se sentó al lado de mi, besándome, le termine de quitar el uniforme y mientras Dani hiciera su trabajo, yo besaría el cuerpo de ese macho.
Llego el turno de Dani, me cojio en la misma posición. Su verga se sentía más pequeña pero más soportable, más placentera. Daniel se movía muy rico, hacia que sintiera su verga hasta lo más profundo de mi cuerpo, me encantaba.
Mientras me daba placer, me decía cosas que me excitaban
– Que rico aprieta tu culito la verga de tu hombre uff. ¿Te gusta mi vida?
– Si, sigue así
– Éste culo tenía hambre, no vuelvas a dejarlo pasar hambre por tanto tiempo, ahora llamas y tienes dos comidas seguras cuando quieras y q la hora que quieras
Daniel aceleró el paso, me tenía loco del placer, mientras besaba a Leo y me comía sus pezones, su pecho, brazos y axilas, su abdomen medio plano, estaba en otro mundo. Dani y yo nos paramos y siguió dándome verga por unos 10 minutos más, cuando noto que estaba colocándose rojo de la excitación y que iba a acabar, hace que me agache y Leo también se levantó. Ambos comenzaron a pajearse encima de mi cara y de mi boca abierta, de mi lengua. Quería probar la leche caliente de mis dos hombres, los que me llenaron de placer. Dani eyaculo como nadie, leche espesa y caliente sólo para mi, cayó toda dentro de mi boca y garganta. Leo, luego de su segunda acabada lo hizo abundante pero un poco menos a la primera; el sabor era divino, por la excitación o no sé. Era mi turno, y ambos se agacharon para recibir leche mía, y al pajearme por un rato cayó sobre sus lenguas y comenzaron a besarse. Me integre a ese beso encantado de mis dos machos sementales, nos ayudamos a vestirnos unos al otro, nos dábamos besos y salimos satisfechos.
Hasta ahora cada cierto tiempo nos reunimos para tener sexo del bueno, unas cuantas veces hemos integrado a más personas o he tenido sexo únicamente con uno de ellos dos. Espero que les haya gustado!! Muchas gracias
Ale
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