Tuve que ir al baño en un puto
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me pasé de pendejo cuando decidí mandar al carajo el entorno isleño y me fui de vacaciones al apartamento de un primito mío que estudiaba en Madison, Wisconsin. Él venía para Puertorro por un mes y me dejó el apartamento para que yo pasara unas vacacioncitas. Cuando llegué el frío estaba cabrón, pero no había nieve-y yo con la ilusión- y a los dos días ya había visto todas las películas en los cines y me empecé a quedar en el apartamento tirao ernú el día entero en el sofá comiendo hot dog y viendo televisión. Me la pasaba ensalivándome el pene y dilatándome el ano con baby lotion y leche-tanto de verga como de nevera- llegando hasta introducirme tres dígitos entragos a masaje de próstata- a mí que en la Isla del Encanto el deo del medio solito me dejaba en trance. Quería macho. No hablaba tanto inglés. Así es que decidí irme a la segura y surfear los escorts de internet. Porque sí escribo la lengua. Al final me decidí por un blanquito, jockey grande americano con "bubble ass" y "cut" pinga gorda de 9 y media pulgadas. Lo escogí porque en todos los reviews decían que era bien educado (?!) Quedamos en vernos en el apartamento de él la noche siguiente. Esa noche en preparación intenté insetarme el cuarto deo pero no, chico, no pude, si yo lo tengo chiquitito, casi como una virgen…(Me encantaría verte mamándome el roto, sí, a tí, a tí, no te hagas, macho huele estaca, a tí.)
Salí de casa con la esperanza de clavar y ser clavado. Tomé una guagua y cuando llegué al complejo de apartamentos del puto, él contestó el timbre con esta voz de gringo puro de corn flakes y rice crispies y yo bajé el tono de mi voz y le susurré: "Marc, this is Kike, Henry." "Yeah, respondió, come up." Up your ass hole pensé yo que ya tenía la malanga recia. Me abrió la puerta y el muy cabrón era enorme, tenía como 6-4, descalzo (pies grandes cabrones), camiseta relax, calvito de ojos azules, sonriendo y, amigos, con unos short mínimos donde no sólo se le delineaba perfectamente el tubo del bicho sino que se salía la cabeza por abajo. A mí me dió tremenda pavera, pero hice pasar la risa por frío y dije "It´s coooold outside." El se ofreció a tomarme mi abrigo y me convidó a un vaso de jugo de uva. Hablamos del edificio donde vivía, que había sido escuela, de lo que él hacía por el día (chingar tipos, chingar tipos). Yo le dí el sobrecito con los chavos y él lo guardó dándome las gracias sin abrirlo.
Yo estaba con una camisa manga larga de hilo, bien bonita, fina, pantalón de vestir azul marino, zapatos formales, y él, como mencioné, casual con la culebra asomá. En un momento se rascó el paquete y también se le empezaron a salir los huevos pelús. Y ahí yo me dije, aquí te va la prueba, macho. Y saqué del back pack que había traído una cajita envuelta en papel regalo dorado. Se lo dí. Le dije: "For the house." Lo abrió. Era un kit para quemar aceites de fragancias (bien gay, bien gay, bien gay, bien gay). El muy mamao no se rió y me dio las gracias sinceras y me empecé a relajar porque me di cuenta que tenía que estar en manos de un profesional.
Me invitó al sofá. Se me sentó al lado. Me dijo que si quería ver tele y la prendió, pero salió estática y yo ahí sí que me reí. Me dijo que me reía lindo. Me abrió con su manopla par de botones de la camisa y me empezó a tocar las tetas. Yo tengo el pecho poblado y al ver mis pelitos negros contra su mano de dedos largos y sólidos sondas bestiales y sentirle la mano apretándome la carne donde está el corazón, me babeé. Con la baba me escupítié las tetillas. EL siguió acariciando. Era machote grande, el Marc maricón y yo más maricón pato, me dí la vuelta, de espaldas contra su pecho liso, sudado. Esa sensación de músculo sudado. El me tenía en brazos, me cubría completo. Me apretaba mis senos que yo los tengo gordos de macho. Me los exprimía y yo pedía más duro, puto, más duro. Tócate tú también, enséñame tus tetas, ¿dónde están tus tetas, dónde las tienes, dónde están tus tetas? ENSÉÑAMELAS COÑO. Me puse de frente y le pedí que me las mamara.
Me chupó los pezones brutal, chico, me sentí vaca, eso es bien bueno, bieeeeeeeeeeeeen bueno, mamar teta de macho, olvídate y nos empezamos a follar con la lengua. Yo se la metía como proyectil y él estrangulaba mi lengua con sus labios, la succionaba, pa dentro y pa fuera. Ya su bichodonte se había desecho del short y yo lo masturbaba como maquinón de carne. Empezamos a jugar con nuestros respectivos rotos de culo y yo me -con gusto, con placer, con mucho, mucho, mucho placer- me dejé ensartar de sus dedos homosexuales. Pero cuando yo intenté darle dedo, maldita sea, me dijo que tenía las uñas largas y que lo raspaba. Claro, de coger tanta pinga el muy puta tenía todo aquello con irritación (una irritación en el culo) y yo me empecé a comer mis uñas ahí mismo pero en vez de convencerlo el pato me salió con un dildo bien feo y yo dije uy, deja eso, que feo, deja eso pa´después. Él me seguía metiendo dedo por culo y dilatándome e intentó meterme la cosa aquella (el bichodonte de él, que no el dildo o adminículo) y, bendito, no pudo, pero presionaba el muy cabrón maricón, me cago en la crica de su madre, quería violarme el puto y yo pagando, vete pal´carajo, me cago en la crica de tu pai, y yo antes que me doliera, y me dejara sin esfínter anal e inválido, me le escapé, me senté en el sofá y le dije, vente siéntate aquí, en mi pinga pará, papi, vente, siéntate Marc. Y la verdad que debía de haber cogido pingas grandes por ese culo en su vida porque yo no sentía ná. Mi bicho bailaba solito dentro de aquello, como en crica de puta. Y cogí el dildo y se lo intenté insertar junto con mi bicho pero no encajaba todo aquello junto, y más el condón, aaahhhh, puñeta. Y el pendejo puso un vídeo porno donde habían como cinco machotes blancos en trencito ensartaos y se estaba excitanto más con ellos que conmigo, coño, coño, coño, a verdad que los gringos son bien pendejos. Y le dije que se pusiera boca abajo, face down, buddy, face down… face down… face down… Y le junté los muslitos gordos justo debajo de sus nalgas y por ahí mismito se me fue el bicho. Y la verdad, macho, que follar entre muslo no está mal. Yo me pasé la mano por mi culo y el mismo KY que me había puesto él, se lo unté. Los muslos estaba más apretaos que su culo. Y me vine de lo más bien. Y después nos bañamos y todo bien Zen.
Y aquí es que viene el detalle enternecedor de esta historia, Marc, contrario a todos los relatos que había leído de él en el site de internet donde los clientes decían que los despedía en la puerta, se ofreció a llevarme a mi casa. Tenía que salir al supermercado y pa que yo no cogiera frío quiso conducirme a mi apartamento. Se puso el shortcito, la camiseta y tenis sin medias. En el carro hubo mayormente silencio, pero me tocaba la pierna y se sonreía. En el supermercado me bajé del carro (no sé como él podía con ese frío cabrón y los shorts) y me fui con él, manteniendo cierta distancia porque quería verlo. El sitio estaba desierto. Marc tomaba cartones de jugo y galletas y tofú y los ponía en la canastita. Se veía más grande que nunca, bien americano (yo que soy casi machetero), gigante, y empecé a pensar, coño, de la forma en que uno empieza a sentir cosas por las personas.
Ya en el apartamento donde me quedaba, lo invité adentro. Busqué todos los chavos que tenía y se los dí. Se quitó la ropa. Yo me quedé vestido. Me preguntó qué me gustaría. Sin acercarme le dije lo más claro que podía: Marc, I want you to shit on me and I want to shit on you. No dijo nada. Empezamos a besarnos, boca a boca, como si se me fuera el alma, mano, tocándolo todo. Le separé las piernas con mis pies. Continuábamos parados. Lo besaba mientras le abría las nalgas. Le susurraba Shit, man, Shit. Y le susurraba: I love you man. Y de nuevo: Shit now, man. Empecé a cogerlo por su espalda maciza y apretarle la barriga con la mía, a presionar. Sintiendo el movimiento abdominal. Hasta que gritó como un orgasmo y empezó a botar mierda entre las piernas.
Me bajé rápidamente los pantalones y me fui pa´ bajo alineando mi culo con el de él. Abriendome la raja pa´ recibir caca y caca. Cuando me dijo que había acabado, lo mandé boca arriba pa´l piso, me acuclillé sobre él. Le pregunté si estaba OK y me sonríó, en ese momento el macho más bello que he cagado y clavado y besado y cagado y cagado, dijo Yesssssssss. Yo me reía de puro gozo y empecé a cagarle blandito primero la barriga, el pene, los testículos, los muslos, arriba pa´pecho. Yo gritaba de alegría mientras me lo cubría de mierda y él quietecito disfrutando el calor y la peste. !Qué bueno es dejarse ir, coño, dejarse ir completo con un macho bien apestoso! Finalmente me abrí la raja del culo, me la limpié en su calva, se rió, ví la punta de mi pene entre medio de sus ojos azules, me le tiré encima y empecé a lapachear y nadar sobre ese cuerpo calientemente enmierdado. Deslizándome completo pa´ ribba y pa´bajo. Lo seguía besando. Le hacía un reguero con los huevos, los testículos, mi lengua, mi ropa contra su carne lubricada. Lo embarraba, me embarraba, un crical, aquello, uuuuuuuuuuuff, que rrrrrrrrrrrrrico, inténtenlo, en serio, tienes que intentarlo, enséñame tu semen, tu semen, mi nariz en tu huevo, huéleme, pato, UN CRICAL. Hasta que abrí la boca y empecé a mamarme el bicho más sucio que he chupao en mi vida. Mientras le daba golpes a su cuerpo a palma abierta bien duro, bien duro, en donde callera la mano, castigando y Marcos gritando y la mierda volando, hasta que mi cara embarrá se llenó también de semen. Él botó un chorro bien grande, fuerte, convulsionando al final. Yo intenté tragar lo que quedaba despacito y me tiré en el piso al lado.
Olía la excreta. El vino con una toalla y me limpió la cara. Me preguntó si estaba bien y yo le dije que sí. Yo le pregunté y me dijo que sí, que si se podía bañar. Cuando lo oí en la ducha, me subí los pantalones y con la ropa toda llena de heces salí un momento al patio al lado del edificio. Hacía mucho frío. No había nadie. Me saqué el bicho y me masturbé lo más fuerte que me he masturbado en la vida, creo. Una de esas masturbaciones después que tú ya te has venido varias veces y son como contracciones y espasmos y bien rápido y duro a ver si sale y al final, por un momento, casi se te va el mundo.
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