Un amante para mi Marido
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por EsposaBuscaMacho.
Una de esas noches de farra me pidió que nos casáramos, en el entendido de que él era en realidad un mal amante…Acepté sin dudarlo…
Al paso de los meses, la amistad era firme aún, pero mi líbido estaba hasta el tope…En la cama, Toño era una nulidad que se limitaba a encajarme su diminuto pene y a eyacular trabajosamente…Hasta aquella noche en que, por curiosidad acaricié sus nalgas, las abrí, las besé y hundí mi dedo mayor en su ano…Se puso como una fiera y me eyaculó furiosamente en la boca…
Empecé a sospechar de su homosexualidad…Sólo se excitaba a través de su culo…
Una mañana en que nos bañábamos para salir a trabajar, aprovechando que es un hombre delgado, hermoso y de baja estatura, metí al baño dos juegos de ropa íntima de mujer…calzones, ligueros, sujetadores…Al terminar el baño, le dije entre risas que había extraviado toda su ropa interior y que, por esa vez, tendría que usar la mía…Entre risas, aceptó…
Al terminar me dijo: qué tal quedé…
Yo estaba maravillada…Se veía hermosa…Sexual…Puta…Excitante…
Se puso su pantalón y su camisa sobre mi ropa interior y salimos al trabajo…Esa noche, mientras regresábamos a casa le comenté que bien podía vestirse de mujer y nadie lo notaría…Su sonrisa me indicó que le agradaban mis palabras…Así que, al llegar a casa le ordené que se quitara la ropa de hombre y que se pusiera, sobre la ropa íntima que traía puesta, un vestido precioso de color rojo, unas zapatillas negras, unas medias de seda y una peluca discreta que tenía guardada desde mi soltería…Lo maquillé discretamente y le dije: Amiga…Vamos a cenar…
Al llegar al pequeño restaurant a donde fuimos, estacionamos mi pequeño coche y bajamos las dos, seguidas de las miradas de los hombres de servicio…Un mocetón de veintitantos años nos acompañó a la puerta de entrada…Los ojos de mi marido se llenaron de excitación con él…Los ojos del mocetón se clavaron en las nalgas de mi amiga…-Soy Julián. Por si me ocupan- se ofreció solícito-…
Al salir después de cenar se acercó Julián: -Si quieren placer, muñecas, aquí estoy yo- nos dijo.
Mi amiga y yo cruzamos unas miradas…Le pedimos que subiera al asiento trasero y llegamos a un establecimiento por cerveza…Suficiente para los planes que había en mi cabeza…
Mientras Julían y mi amiga bebían dentro del coche, yo conducía por los bulevares de la ciudad hasta que la algarabía de Julián me indicó que ya era hora…Le dije: – queremos una cogida rápida…¿aceptas?..
Aceptó de inmediato y enfilé mi coche hacia la casa…Llegamos, encendí sólo una lámpara de mesa…Lo besamos yo y mi amiga…Le quitamos la camisa y lamimos su piel, sudada a macho…Sus axilas …Su espalda…Nos disputábamos las dos cada centímetro de su piel, deseando beber su aroma de macho mientras él cerraba los ojos y respiraba muy hondamente…Y luego…Desabotoné su pantalón, lo bajé un poco y tomé su pene con mi boca ansiosa mientras mi amiga observaba asombrada…Unos minutos después, me pareció que Julián no aguantaría más y saqué su pene de mi boca…Ofreciéndoselo a mi amiga, le dije :¿gustas un poco?…Ella se hincó, lo acarició con sus dedos, lo besó y lo hundió en su garganta, hasta lo más hondo, en un mete y saca interrumpido sólo por su necesidad de respirar….Hasta que un grito bestial de Julián nos indicó que el orgasmo había llegado…Los labios de mi esposo lucharon por no desperdiciar ni una sola gota…Se comió todo lo que le salió…Julián se acostó a reponerse…
Los labios de mi esposo revivieron al monstruo que Julián tenía entre sus piernas y me encajé en él hasta el tope…Mis entrañas se agitaron hasta hacerme tener un orgasmo como los que tenía con mis amantes de soltera…Me levanté un poco, me acomodé y lo metí en mi culo, poco a poco, con cariño…Y cabalgué…Cabalgué hasta que los ruidos de la garganta de Julián me indicaron que ya no tardaba en eyacular otra vez…Me levanté…Mire a mi marido a los ojos, asombrados y lujuriosos y le dije: -anda…es tuyo…-
Mi marido se hizo a un lado el hilo de la tanga, se volteó dando la espalda a Julián y lentamente, entornando los ojos de dicha, se deslizó el fiero garrote de Julián en su cuerpo…Galopó el gran falo durante unos minutos haciendo remolinos al llegar al tope y subiendo hasta casi sacarlo completamente de su cuerpo para luego sentarse bruscamente con un gritito de placer y de dolor, hasta que los gritos de Julián nos indicaron que todo estaba consumado…Mi esposo cerró los muslos para retener hasta el último esperma en su culo, y hasta que del monstruoso pene de Julián sólo quedó un minúsculo pellejo que resbaló fuera del ano de mi esposo…El macho se quedó dormido casi en el acto…Aprovechamos para limpiar de su pene las manchas marrones que habían quedado y luego, despertándolo con un beso, mi marido le dijo con lujuriosa voz: Vamos…Debes volver a casa para reponerte… Iremos por ti de nuevo mañana…
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