Un argentino cogiendo a un mexicano.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Primero que nada, soy un gran fanático de este foro, es mi primer relato y espero que les agrade, por favor comenten al final si les agradó o no y la razón, mi relato es 100% real, sin exageraciones.
Comenzaré por describirme, actualmente tengo 21 años, pero esto sucedió cuando tenía 19, soy sumamente delgado, es decir, mido 1.79mts y pedo 54kg, piel blanca, ojos verdes y cabello negro, mi nombre es “Juanjo”. A pesar que desde niño supe mis preferencias, en ese entonces era de closet, me reprimía mucho, se podría decir que a simple vista no es notoria mi homosexualidad; sin embargo algunas manías que tengo al hablar en ocasiones me delatan aunque intento evitarlo.
Había conocido una página de citas gay en internet y me gustaba mucho, aunque a lo único que llegaba era a fajes y sexo oral, así estuve por algunos meses hasta que cierto día decidí arriesgarme y probar de todo para saber lo que me gustaba, ya que en ocasiones al momento de ver pornografía me imaginaba en el papel de activo o pasivo y ambas me parecían geniales.
Contacté con un chico que vivía muy cerca de mi casa, prácticamente podía llegar caminando, era de noche y yo estaba muy caliente, pero lamentablemente mi contacto se encontraba en una fiesta, así que me dijo que muy temprano al día siguiente fuera a su casa y así lo hice, eran las 7 de la mañana y ahí iba yo con las piernas temblorosas, llegue y me recibió un chavo de aproximadamente 27 años, entramos a su casa y lo primero que hizo fue besarme en la boca, definitivamente me encanto, él tenía resaca después de la fiesta de la noche anterior, se notaba a leguas, olía a una combinación de alcohol y cigarro, me encantaba literalmente. Hablamos un momento, me dijo que su nombre era Raymundo, que por lo general las personas se querían esperar para que la primera vez fuera especial, y que él no quería arruinármelo, que si quería solo un faje o definitivamente retirarme él lo iba a entender, pero yo sabía lo que quería y ahí estuve. Para resumirlo, ese día probé de todo, fui activo, pasivo, carisias, besos apasionados, beso negro, hasta nos bañamos juntos y me llevó a mi casa, en pocas palabras Raymundo se había portado como todo un caballero, porque el ya no era virgen pero siempre había sido activo, y decidió entregarme su culo que desvirginé como el al mío. En definitiva mi primera vez si fue especial y si fue lo que yo esperaba.
Raymundo me había dejado un gran sabor de boca y lo quería probar de nuevo, pero con otra persona, era Octubre, una semana después de haber tenido mi primera vez con Raymundo y en mi ciudad Guanajuato, México se celebra un festival cultural que seguramente conoces, el Festival Internacional Cervantino, durante 3 semanas asisten personas de todo el mundo, los bares, antros, calles y hoteles están repletos de personas de distintas naciones. Entré de nuevo a la página de citas y cual fue mi sorpresa al encontrar a un argentino, no desaproveché la oportunidad y contacté con él, para mi suerte le gustaban los flacos así que fue un plus e inmediatamente me dijo que fuera al hotel en el que se estaba hospedando.
Su nombre era Ángel, y también oscilaba entre los 27 y 30 años, por alguna razón nunca me gustaron las personas de mi edad, en ese entonces me llamaban la atención las personas de entre 25 y 35, ahora me llaman la atención entre 35 y 40. Al llegar al hotel me pasó a su habitación, me contó que estaba en mi ciudad no como turista, si no porque se presentaba en una orquesta en uno de los principales teatros de México que se encuentra en Guanajuato, el renombrado teatro Juárez construido durante el porfiriano, en su habitación de hotel tenía un violín, un teclado, y un saxofón, instrumentos que tocaba en la orquesta, me contó algo de su vida, en definitiva por suerte mía había encontrado otro caballero. Nos empezamos a quitar la ropa, tenía un cuerpo de ensueño, marcado por el gimnasio pero sin exagerar, su cabello rubio oscuro y rizado, era más chaparrito que yo, medía más o menos 1.70, su cara era bastante fea, pero eso era lo de menos. Me pidió que lo esperara mientras se bañaba y al momento de quitarse el bóxer sacó su miembro erecto que calculo yo que medía como 20 cm. Es el más grande que me ha tocado hasta el día de hoy, era chulo, totalmente recto, venoso, lampiño, era todo mío.
Cuando terminó de ducharse empezamos con el clásico beso, caricias, sexo oral, me decía “Tú también tienes un miembro grande” pero mis 17 cm, no eran mucho comparado con su verga. Me preguntó “¿Qué rol quieres ser?”, me arrepentí de haber escogido ser pasivo, porque a partir de ese día no volví a serlo con semejante verga que me comí. Me lamió el culo, comenzó a bajar hasta mis pies y los lamió, se acostó boca abajo sobre mi y mientras acariciaba mi cadera me lamía el oído y me besaba el cuello, me estaba llevando a la gloría y con todo eso mi ano comenzó a relajarse.
“¿Estás listo?” Me preguntó, yo con un gemido le hice entender que quería que me penetrara ya, se puso el condón y empezó a introducir su gran pedazo de carne entre mis nalgas. Me dolía demasiado, más que mi primera vez, tomé la almohada y la mordí para no gritar, pero de mis ojos comenzaban a salir 2 lágrimas, honestamente no me estaba gustando y perdí la erección. Cuando estuvo toda adentro de mi me abrazó y me susurró al oído un “todo va a estar bien”, comenzó con movimientos delicados, cambiamos de posición y puso mis piernas en sus hombros, me besó en la boca y acarició mi pecho lo que hizo que mi verga se empezara a parar de nuevo, me empezó a masturbar y a meter y sacar muy rápido, me dolía mucho pero de alguna forma me gustaba y quería que Ángel terminara rápido, fue cuando de mi boca salió un “Que rico cabrón”, el me vio a los ojos, detuvo su movimiento de cadera y sonrió, me respondió con un “Me encantan las blasfemias durante el sexo y más si nos tratamos como verdaderos machos”, le di una sonrisa también y comencé a gemir sin exagerar mientras decía “Dame más rápido cabrón, quiero sentir tu vergota, ándale chiquito métemela hasta adentro, mmmh que rico, quiero tu lechita, quiero que te vengas en mi boca…” y fueron estas palabras las que lo hicieron terminar, me sacó el pito y se quitó el condón rápidamente, se masturbó y se vino en mi boca, lamentablemente ese día también descubrí también que el sabor a semen no me gustaba hahaha.
Al terminar nos fuimos al centro de la ciudad a tomar un café, platicamos mucho de nosotros, me decía cosas muy bonitas y lo sentía realmente sincero, decía que físicamente y en mi forma de ser por lo poco que conocía de mi correspondía a la persona que él buscaba y que nunca había sentido ese flashazo cuando acababa de conocer a alguien, me gustaba mucho y me la pasaba increíble, me contó que en 2 días se iría al D.F y de ahí de vuelta a Argentina, pero que si las cosas seguían como ahora le gustaría que me fuera con él aunque fuera unas semanas. Me dio su número de celular, me despedí de él y le dije “Nos vemos mañana, te mandaré un mensaje para que guardes mi número de celular”. Aquí viene la parte triste de esta historia, sin embargo solo Dios porque suceden las cosas.
Camino a casa, un drogadicto me asaltó y me golpeó, me quitó mi cartera y mi celular, me mandó al hospital toda esa noche y el día siguiente, no alcancé a mandar un mensaje a Ángel para que guardara mi número y obviamente no memoricé el suyo, saliendo del hospital 2 días después a las 4 de la tarde fui lo más rápido que pude a su hotel y lo había abandonado ese mismo día a las 11 de la mañana, me trasladé a las oficinas del festival para saber sobre la orquesta en la que tocaba Ángel y me informaron que la orquesta se había marchado de Guanajuato rumbo al D.F. Busqué como loco nuevamente en la página de citas pero no volví a localizarlo, los mensajes recibidos no me ha gustado guardarlos y no supe nunca nada de él.
Como dije anteriormente, por algo suceden las cosas pues después de un año conocí a un chico maravilloso con quien tengo 1 año de relación y es lo más hermoso que me ha pasado en la vida, sin embargo si Ángel llegara a leer esto, me gustaría que supiera que dejó algo en mi que no he podido superar porque cuando nos conocimos ambos sentimos ese “clic” mágico que uno pocas veces encuentra en la vida, y estoy seguro que él también lo sintió.
No olviden comentar y calificar, me gustaría relatarles otras experiencias.
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