Un arrebato en un dia especial
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por diegoelzorro1.
Hace mucho tiempo hiciste algo que despertó en mí sensaciones que jamás me produjiste y es raro que existiera una sensación agradable que no me hubieras hecho sentir antes y lo recuerdo como si fuese ayer.
Después de celebrar nuestro aniversario en un restaurante fuimos andando hasta nuestra casa, recuerdo que era de noche, el cielo precioso lleno de estrellas ya que es uno de los encantos de vivir en un pueblo tranquilo aunque la estrella mas hermosa estaba conmigo, no había nadie por las calles, solo se oían los grillos y voces muy a lo lejos, agarrados de la mano fuimos a casa y pasamos por unas calles extra para hacer mas largo el paseo, técnicamente todo tranquilo hasta lo que pasó.
Sin aviso me pusiste contra la pared besándome con fuerza y pasión, apretándote contra mi mientras acariciabas mi cuerpo que empezaba a calentarse en una noche que prometía ser interesante, metiste tu lengua en mi boca y jugaste con la mía, ese beso era muy salivado como te gustan a ti, pasaste tu mano por dentro de mi camisa apretándome los pezones como sabes que me gusta, tu beso se sentía eterno y casi no me di cuenta cuando me quitaste la camisa y la soltaste en el suelo a no ser porque interrumpió nuestro beso, luego pusiste la tuya encima, dejaste de besarme y mientras me dedicabas una mirada encantadora pude ver el espectáculo de ver tu pecho desnudo y lampiño, no tardaste en llenar mi pecho de besos y de mordiscos leves en los pezones, fuiste subiendo y hacer lo mismo con mi cuello, luego en mi oreja para al final besarme en los labios y morderme el labio inferior, hiciste todo lo que me calentaba al máximo, quisiste comprobar el efecto de usar mis puntos calientes bajando una mano furtiva por mi pecho, panza y entrar dentro no solo del pantalón si no también del bóxer que llevaba que en esos momentos ambos iban a reventar, manoseaste mi erección dentro del bóxer, lo movías rítmicamente casi como una jalada lenta, sacaste tu mano y me bajaste los pantalones y me hiciste una mamada sabrosa por encima de los boxers hasta que acabe en ellos con una mancha mas que apreciable.
Me los quitaste, me volteaste de cara a la pared y te pusiste a lamer el semen de mis boxers mientras metías 2 dedos en mi ano que para entonces estaba hambriento y necesitado, casi pedía a gritos que lo violaras, los moviste de dentro a fuera, lo repetiste mientras saboreabas el semen, aumentaste el ritmo y el numero que llego hasta 4 los dedos tuyos que usabas para penetrarme tan rico como lo sigues haciendo hoy en día. Pusiste mis boxers encima del resto de ropa pero enseguida sumaste tus pantalones y boxers, unos sexys que llevabas y que yo deseaba quitarte en casa ya que tu pene es un vicio para mi, pero te adelantaste cosa que agradezco, tapaste mi boca con tu mano, volviste a morder mi cuello y mi oreja, eso hizo que se me pusiera mas dura aun, creí que me vendría por segunda vez en ese momento del placer que me dabas, yo desnudo excepto por el calzado, contra una pared y un ardor que me consumía en deseo.
En la mano que usabas para tapar mi boca y acallar mis gemidos de placer olí un olor extraño pero familiar y resulto ser la mano que usaste antes en mi ano para dilatarlo antes del plato principal, empecé a lamer y chupar cada uno de esos dedos y la palma como un loco, ese olor me embriagaba y me dejaba llevar por el ardor que sentía, eso te gusto tanto que soltaste un gemido que acallaste rápido para no ser descubiertos, me los arrebataste de mi lengua saliendo un hilo de saliva mientras goteaban, en su lugar me diste tus labios y lengua, pronto supe porque los apartaste de mi boca, era para usarlos de nuevo dentro de mi, metiste los cuatro enteros de golpe al fondo haciéndome dar un pequeño brinco, me follaste como un loco con esos dedos mágicos hasta lograr que la pared tuviera restos de mi lefa que tanto te gusta lamer, creí desmayarme pero cuando me dijiste que acababas de empezar me excite de nuevo imaginado que pasaría ahora.
Después de sacar casi la mano entera de mi ano que ardía mas que una fogata, recogiste semen de mi pene con esa mano para ponérmelo en la nariz, podía oler la que seria la fragancia mas cara del mundo que me desconectaba todo lo racional y solo dejaba el hambre sexual de ti, chupaba y lamia todo mi leche de tu mano, te limpiaba la mano como un experto sin dejar ni gota, reconozco que chupar y lamer algo de ti ha sido mis debilidades ya que disfruto del sabor de nuestros momentos, pero mientras yo me sentía en el cielo disfrutando del mejor sabor jamás probado me penetraste de un solo golpe a traición, me dolió un poco pero me excito como nunca, sentía cada centímetro de tu preciada carne dentro de mi, la sentía gruesa como balón de futbol, larga como mástil de barco, venosa como si pasara un litro de sangre, dura como diamante, palpitando de excitación mas que un corazón después de una maratón y con mucho pre que notaba en mi interior llenándome y que era una delicia, deje tu mano cuando sentí tu envite pero cuando empezaste a bombear me sugeriste con gestos tu mano para acallar mis gemidos, y tus jadeos los acallabas mordiendo partes de mi.
Me bombeaste durante no se cuanto tiempo, ya incluso nuestros gemidos y jadeos los silenciamos con besos, nos decíamos dulzuras y nos íbamos animando a seguir, tu leche ya se escurría por mis piernas de varias veces que acabaste dentro y yo tuve varios orgasmos sin semen de lo mucho que me hiciste gozar, estuvimos hasta el amanecer, nuestros cuerpos estaban como apaleados, las piernas y brazos temblaban pero fue la mejor noche de mi vida, por suerte era una calle donde no vivía mucha gente y nadie nos vio, nos vestimos y nos fuimos a casa a dormir no hubo problemas ya que esos días teníamos vacaciones y pudimos dormir todo el día y despertar casi a la tarde, nunca nadie supo de quien fueron esas extrañas manchas que había en la pared, siempre nos reíamos aunque debíamos disimular cada vez que veíamos la calle o alguien recordaba el extraño descubrimiento blanco, esa fue la primera vez que lo hicimos en lugar púbico y después vinieron muchas mas pero el primero fue el mejor porque fue un arrebato en un día especial.
pueden comentar que les parecio el relato y si alguien encuentra a faltar descripciones fisicas de ambas personas es porque cada uno tiene sus gustos personales y este relato es adecuado para cualquier fisico y cada uno lo podra imaginar con los cuerpos que les sean mas atractivos, ojala lo disfruten cn una buena jalada / masturbada y con venida / corrida abundante.
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