UN CARRO DESCOMPUESTO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola esta es la primera historia que envió y narra, sobre la primera vez que tuve contacto sexual con un adulto.
De niño, tuve muchas incursiones intimas con vecinas y los típicos juegos de “papa y mama”, y “el doctor”. Luego olvide esos juegos por completo, hasta que un día caí en el juego de un adulto y termine siendo masturbado por el.
NO recuerdo bien la edad que tenía, pero rondaba los 15 años cuando esto paso, soy moreno, y en aquel entonces era sumamente delgado y mediría como 1.60 m. Caminaba por un avenida transitada donde hay un hospital, era en invierno cuando el sol se oculta temprano no pasaba de la 6 de la tarde y ya había oscurecido.
Al pasar junto al hospital me habla un señor de unos 40 años, y me pide que si lo puedo ayudar con su carro, era un van o panel, y tenía el cofre abierto, le aclare que no sabía nada de mecánica ni manejar, a lo que respondió que solo era mover la palanca de los cambios a donde el me dijera. Acepte y me indico que me subiera al lugar del piloto, y me dio unas indicaciones. Note que entre los asientos había una caja y dentro de esta una revistas porno, empecé a hojear la primera sin levantarla. Yo había visto algunas Playboy, pero nada como esas revistas HARDCORE, donde venían mujeres mamando vergas que apenas les cabían, otras donde dos penetraban a una mujer. Le hachaba un ojo al gato y otro al garabato, cuidándome de que el “señor” no me viera. De pronto lo veo en la ventana junto a mí y me dice, “puedes verlas, nomás cuídate que no te vea la gente de la calle”, a gusto por la complacencia del señor, me puse a verlas, había al menos una docena de todo tipo, raciales, bondage, gang bang, cum-slut ( ahora soy experto en generos, jeje).
Sin saberlo, desde que le dije que no sabía manejar ni mecánica, había caído el la trampa, por asi decirlo. Para ese momento después de haber ojeado unas revistas yo tenía la verga bien dura, sentía que me dolia la cabeza como si quisiera crecer mas pero ya no podía, me la tuve que acomodar para no sentir tanta molestia. De pronto el señor abre la puerta corrediza de la van, y se mete hincado y hurga en un maletín de herramienta junto a las revistas, creo que hizo eso para ver si ya le tenía dura. Salió a echar mecánica y regreso a buscar otra herramienta y me pregunta “no te duele tenerla parada en el pantalón?, sácatela para que estés a gusto, no hay pedo conmigo”.
Y asi lo hice, me desabroche y baje el cierre, y deje asomar la verga, se sintió tan rico , un descanso, tenía la cabeza hinchada y de un color rojo oscuro casi morada, en la punta del glande se me dibujo una gotita de lubricante. El señor volvió a entrar, con una actitud de enfado por no poder arreglar el carro, y me dice “Oye, la tienes grande, mira como se te ve la cabezota, embárrate el liquido y haz círculos se siente bien rico” yo con la yema del dedo índice hago eso, y el me dice asi mira y agarradme la verga con toda la mano puso su dedo pulgar en mi cabeza y le dio un masaje con el. Sentí un escalofrió, sentí como si toda la sangre de mi cuerpo fluyera hacia la verga, y apreté un poco el cuerpo.
El se agacho, se acomodó entre los dos asientos para no ser visto desde afuera, la noche y el cofre levantado nos protegían de los transeúntes, saco una revista de esas de ALARMA! Y me dijo haz como que la lees, y así lo hice, el se acomodó entre el hueco que se formaba por mi cuerpo, el volante y la revista, y primero empezó a saborear el lubricante, mientras me decía cosas, como “que rica verga tienes”, “creo que no me va a caber en la boca”, después pude sentir como envolvía el glande con sus labios y con la lengua lo degustaba. Se retiro un momento , hice la revista a un lado para ver por que, era lo que el esperaba y me pregunto, “ me dejas mamártela toda?’”, yo solo movi la cabeza asintiendo que si, y acomode la revista para dar mas privacidad.
Senti como ese calor tibio de la boca embargaba toda mi falo, sentía el vaivén de su lengua, y como a ratos se la sacaba para darme mordiditas en el tronco, para luego volver a engullirla toda.
En aquella época, cuando todos mis amigos comenzaban con sus escarceos amorosos con su novias, a mi el noviazgo me parecía algo complicado y pérdida de tiempo. Asi que cuando comenzaba a notar que alguna amistad femenina se empezaba a ser muy próxima, ponía distancia de por medio.
Estaba sumido en ese torrente de hormonas y mamadas, cuando me dijo que si baja un poco mi pantalón, quería acariciarme los huevos. Levante un poco las caderas y el jalo el pantalón, hasta las rodillas, y regreso a su boca mi verga, mientras con una mano magreaba mis huevos, separe un poco mis piernas, y acto seguido, engullo un testículo completo, mientras me masturbaba.
De pronto empecé a sentir como si mi falo empezara succionar mi cuerpo, algo extraño, me saco de onda, y movi la revista para ver que hacía, el lo noto y con toda mi reata en la boca, sonrio, y sentí como si toda mi fuerza convergiera en pene, después sentí como una relajación, seguido de una contracción y explosión de placer, era algo como si la sangre se concentrara en mi pene y luego volviera mi cuerpo para de pronto volver violentamente a mi pene, no quería que mi falo saliera de su boca.
De pronto todo ceso, me sentí como si acaba de despertar, un poco desganado, mientras el exprimía mi pene y succionaba las ultimas gotitas de esperma que salían.
Después de una breve charla, sin mucho sentido, me invito a pasar a la parte de atrás de su panel, mientras me señalaba una especie de cama habilitada al fondo del vehículo. “ahí te la mamare mas rico”. No me inspiro confianza, recordé que en el frenesí anterior en algún momento su dedo hurgo entre mis nalgas buscando algo mas. Sentí que si entraba en esa cueva quizá terminara por meter no solo el dedo si no otra cosa. Abri la puerta del vehiculo, y sin bajarme le dije que ya me habia tardado mucho y que me dirían algo en la casa.
Camino a casa, iba algo turbado. Habia conocido e incursionado en muchas cosas momentos antes, el orgasmo y la mamada pero de la boca de otro hombre. Me hice adicto a la mamada pero como las mujeres querían una relación para dar eso, me hice adicto a la mamada de hombres. Despues vinieron las bocas femeninas, pero esas son otras historias.
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