Un día inolvidable (Ángel y Damián)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Yudas.
Hola amigos, soy Damián y les traigo una nueva historia de sexo y amor con Ángel.
El 19 de febrero, estaba intentando estudiar en mi cuarto, estaba solo; mi papá había salido a comer con mi mamá por su aniversario y mi hermano estaba hablando con su novia por teléfono.
-Sonó mi teléfono- era un mensaje de Ángel.
Ángel: ¿Quieres que nos veamos por skipe, o estas ocupado?
Yo: Vale, envía la video llamada.
Dejé mis cuadernos en el suelo y conteste la video llamada:
Ángel: ¿Cómo estas bebé?
Yo: Bien mi vida ¿Qué haces?
Ángel: salí a comer (estaba en su trabajo), pero recordé que iba a avisarte que pasaré por ti mañana a la escuela, te tengo una sorpresa.
Yo: Si, esta bien mi niño ¿Cuál es la sorpresa?
Ángel: No te puedo decir, si lo hiciera dejaría de ser una sorpresa ¿Y nuestro hijo? (Panque, el perro que me había regalado unos días antes)
Yo: Esta acostado.
Ángel: Bebé, no aguanto más, ya quiero que sea mañana. Mira quien esta ansioso de verte.
Saco su pene de su pantalón con una erección muy apta para una mamada, obviamente me calentó lo que estaba viendo.
Yo: Jajajaja, ya mañana mi vida, oye iré a estudiar ¿Vale? Hablamos más al rato.
Ángel: Ok bebé. Te amo.
Yo: Yo más. Bye.
Terminamos la video llamada y seguí “estudiando”, no podía concentrarme solo con la idea de que al día siguiente él y yo “celebraríamos” dos años y medio de relación.
Se hiso de noche y ya hora de dormir, y mi teléfono sonó el tono de mensaje.
Dami, perdón, pero no te puedo llamar, estoy un poco ocupado.
Nos vemos mañana, TE AMO. Buenas noches y sueña conmigo.
Le respondí, y me fui a dormir.
Al día siguiente, en mi teléfono había un wats app, de Ángel:
Buenos días mi niño hermoso, recuerda que pasaré por ti a la escuela, te amo y que tengas un lindo día.
Sonreí al ver el mensaje y como de costumbre, me bañe, me vestí y salí a la escuela.
Pasaron las horas, una tras otra y yo no podía dejar de pensar en lo que pasaría ¿cuál será la sorpresa?, es lo único que estaba en mi mente.
Por fin, acabaron las clases y cuando salimos de la escuela, hay estaba él, sentado en el cofre de su carro.
Ángel: Hola mi vida –me besó-
Sarahí: Bueno Damián, me voy, hablamos al rato por Wats.
Yo: Si, ve con cuidado.
Ángel me tomó de la mano y me beso, agarró mi mochila, la puso en la cajuela y subimos al carro, y empezaron las preguntas normales “¿cómo te fue en tu día? Etc etc.
Ángel: Mi niño, checa debajo de tu asiento, hay algo para ti.
Baje la mano y me di cuenta que había una caja, la abrí y era un corazón partido a la mitad con una cadena.
Yo: ¿Dónde esta la otra mitad?
Ángel: La tengo yo, pero como llavero, se que a ti te gustan los collares y por eso la pedí de esa forma – nos besamos mientras estaba el alto- pero checa que tiene escrito atrás.
Agarre la cadena y voltee el corazón y comencé a leer: Gracias por estos dos años y medio. Te Amo.
Lo tomé por el cuello y lo besé, condujo y fuimos a comer a un restaurant, pasamos hora y media platicando de todo lo que habíamos vivido en este tiempo juntos y regresamos al auto, pero yo había ido por mi mochila a la cajuela.
Yo: Bebé, yo también te tengo un regalo – abrí mi mochila y saque el disco de Britney Spears que le hacía falta en su colección- .
Nos besamos y siguió conduciendo.
Era aun temprano (las 5:30 pm) y estábamos en su casa, no había nadie.
Subimos a su cuarto, pero apenas abrió la puerta pude notar que había un camino de pétalos de rosa azul (mi flor favorita) que llevaban de la puerta a la cama.
Entramos y cerró con seguro, encima de la cama había fresas en un recipiente de cristal, y chantillí al lado.
Pense: Definitivamente Ángel es mi otra mitad.
Ángel se quito la chamarra, los tenis y los calcetines, y después yo hice lo mismo.
Nos acostamos en la cama y puso en el DVD una película romántica, y mientras estábamos abrazados comíamos fresas.
Pero no pasaron más de 20 minutos cuando Ángel comenzó a bajar su mano a mi abdomen y a besarme en la oreja.
Seguido esto, me gire para verlo de frente, y comenzamos a besarnos, un beso cada vez más intenso, mis manos se escaparon a su espalda.
Comenzó a besarme el cuello, y a meter su mano a mi pantalón, llego el momento que los dos estábamos exageradamente calientes, así que se sentó sobre mí y se quito la playera, podía ver ese abdomen bien formado, sus pezones parados, el vello en sus axilas y su perfecto caminito de vellos hacia su pelvis.
Siguió besándome en el cuello, me levante de la cama y nos quitamos el resto de la ropa que teníamos, pronto, empezó a besarme de nuevo, nuestras lenguas jugueteaban, y podía notar que su pene estaba completamente parado, mientras el mío apenas comenzaba a pararse.
Me acosté en la cama y él se sentó sobre mí, tomo la chantillí y algunas fresas, puso un poco de crema chantillí en mis pezones y encima una fresa, y comenzó a besar desde mi pelvis hasta mis pezones, donde tomó las fresas con sus dientes y se las comió, y después comenzó a hacer lo mismo con la chatillí, y cuando no quedaba mucho, comenzó a lengüetear.
Podía sentir su lengua jugando con mis pezones, y después puso una fresa en mi boca, y poco a poco fue comiéndola, pedazo por pedazo, hasta que llegó a mis labios, y nuevamente comenzamos a besarnos.
Ambos estábamos calientes a no poder más, tomé la iniciativa de voltearme para que él se acostara, y cuando ya estaba cómodo en la cama, fui bajando poco a poco, con mi lengua hasta llegar a su pene.
Comencé a darle unos besos a su glande y a sus bolas, cuando vi su pene rojo por la presión, me lo metí a la boca, le estaba haciendo un oral, un poco despacio para no lastimarlo, lo saque de mi boca y puse un poco de chatilli en la punta de su verga, y de nuevo seguí con ese sube y baja de mi cabeza para saborear cada centímetro de su parte.
Mi corazón latía fuertemente cada segundo, Ángel me pedía silenciosamente a gritos que ya me sentara sobre su pene, pero quería “provocarlo” aún más.
Así que tomé el chantillí y la puse sobre sus pezones, y de misma manera lengüetee como él lo hizo conmigo.
Me puse de pie y apague la tv y el DVD, y ahora sí era el momento de sentarme sobre él.
Tomé un poco de lubricante – para que no me lastime como en otros casos- y lo puse sobre su glande y en mi ano.
Me senté sobre su pene y comencé a bajar lentamente, su gran verga iba entrando en mi interior poco a poco, me causaba un gran placer cada centímetro que entraba en mí.
Comencé con un sube y baja lento, pero fuerte. Podía escuchar los gemidos de placer que salían de la garganta de Ángel.
Al mismo tiempo, se escuchaban mis nalgas golpear con sus bolas, pero no tenía todo su pene dentro de mí, aun le faltaba un poco más por entrar.
Poco a poco iba haciendo que su pene entrara por completo a mi interior, podía ver la cara de placer que hacía Ángel, me encanta escuchar como su respiración se comienza a agitar.
Pase un rato más en la misma posición hasta que Ángel me saco su pene y se paro, pensé que me cambiaría de posición, pero lo que él quería es que ahora yo se la metiera.
Lo acomode de cuatro sobre la cama, tomé un poco de lubricante y lo puse en mi pene y en su hoyo, poco a poco fui metiendo mi pene en su interior, podía sentir como se iba abriendo mi verga dentro de él.
Una vez que lo metí por completo, comencé con un mete-saca lento para no lastimarlo, y después de pasados más o menos dos minutos tomé un poco de velocidad para darle unas embestidas más rápidas y fuertes.
Saque mi pene de dentro de él y me acosté en la cama, él se sentó sobre mi pene volteándome a ver, podía ver sus gestos de placer y para aumentar más su sensación empecé a masturbarlo.
Pronto nos acomodamos en una esquina de la cama y comenzamos con esa posición que tanto le gusta a él (la silla caliente) y ahora el ritmo era mucho mayor, podíamos escuchar como mis testículos golpeaban con las nalgas de Ángel. En lo personal no me gusta mucho ser activo, me encanta ser pasivo. Pero cuando estábamos en esa posición, sentía un placer enorme, el culo de Ángel presionaba con tal fuerza a mi pene que provocaba espasmos en todo mi cuerpo.
Nuevamente regresamos a la cama, pero esta vez ambos nos acostamos, yo seguía penetrándolo dando un movimiento arriba a bajo para que pudiera entrar por completo mi verga.
Por último, nos paramos y así lo seguí penetrando (posición “los pilares”), cuando sentía que estaba por venirme a chorros le dije a Ángel, él saco mi pene de sí y comenzó a masturbarme. Pasaron escasos 30 segundos para que me viniera, salieron volando 6 chorros que golpearon a Ángel en la frente y terminó tomando con su boca cerca de cuatro chorros, esta vez Ángel no me besó. Se trago toda la leche que acababa de salir de mí.
Ángel se levanto del piso y camino hacia un pequeño escritorio que tiene en su cuarto, yo lo seguí, y comenzó de nuevo el juego, pero ahora me tocaba hacerle bien de pasivo.
Empezamos a besarnos, y de un momento a otro estábamos nuevamente con las vergas empalmadas, Ángel tiró al suelo todos los cuadernos, libros plumas, etc. Que habían sobre el escritorio y yo me senté sobre el.
Ángel puso mi espalda contra la pared y mi ano viendo hacia su pene que se veía hambriento y lo metió rápido, pero no de golpe.
Me daba embestidas cada vez más y más rápidas y fuertes, cada que la metía era una sensación diferente.
No sé si le haya crecido el pene o si fue la posición, pero podía sentir que me la metía como jamás lo había hecho, con más profundidad.
Sin sacare su pene, puso mis piernas sobre sus hombres y me cargo hasta llegar a la pared, y hay la seguía metiendo, pero seguía con esa sensación de mayor profundidad.
Me sacó su pene y me volteo de tal modo que quede dándole la espalda y así siguió penetrándome, esta vez de pie.
Así siguió hasta que estaba por venirse, me safé de su verga y comencé a masturbarlo, hasta que salieron chorros de leche, que los atrapé con la boca.
Tomé a Ángel del cuello y nos dimos un beso aun con su leche en nuestras bocas.
Al final del día solo nos quedamos desnudos en la cama viendo una película.
Siento no poder darles más historia, pero esto fue lo único que sucedió ese día, y me gusta ser realista.
Hoy en día Ángel y yo ya vivimos juntos.
Lamento no haberles podido escribir queridos amigos, es solo que con la universidad y el trabajo no tengo mucho tiempo libre.
Para la próxima ocasión les contare sobre “el día de la mudanza”, ese día Ángel y yo nos peleamos y nos reconciliamos a la mañana siguiente (si, nos reconciliamos de la forma que ustedes están pensando).
Hasta la próxima.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!