Un día para no olvidar
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jabisex.
En realidad nunca pensé que me atrevería a hacer lo que hice, siempre tuve fantasías con hombres pero nunca pensé que las llevaría a cabo, hasta ese día.
Vivo en el centro de la Ciudad de México y constantemente voy al centro a comprar en tiendas aledañas al zócalo era un sábado como las 4 de la tarde el metro venia a reventar y como pude me subí, dentro de lo apretado que íbamos sentí un bulto por detrás no le tome importancia hasta que sentí como ese pequeño bulto se hacia mas grande y lo sentía caliente, voltee para ver quien era, era un chavo maduron, bajo de estatura, moreno y con unas facciones serias, en un frenon del metro no se como se acamodo que coloco su verga justo entre mis nalgas, no se si fue suerte o experiencia pero su verga rozo mi culo, fue electrizante, mi esfínter se contrajo y al parecer el lo sintió por que empezó a repegarse mas a mis nalgas lo que hacia que lo sintiera todo, me lo rastrego, y sentía como cada vez crecía mas. Nunca había sentido eso, nunca había tenido una verga tan cerca y menos en mis nalgas y eso me excito mucho.
Al llegar a la estación zocalo, baje del metro, no quise voltear a ver a aquel señor sin embargo ya iba muy caliente, necesitaba sacar mi calentura por que si no iba a explotar, busque unos baños públicos pague y entre apresuradamente, me metí a un cubículo y cerré bien, empeze a masturbarme pensando en lo que paso en el metro, era tan rico, tan delicioso hacia mucho que no gozaba el masturbarme tanto…. Por fin llegue al climax, chorros de semen caian al piso, me retorcía una y otra vez… termine y Salí..
Ya en la calle camine una cuadra entre a la tienda a la que iba pedí mi material, me dijeron que solo lo tenían en el almacén y me tardarían mas, a menos que acompañara a algún empleado para recogerlo en el almacén. Como llevaba prisa accedi y me mandaron con un señor empleado de la tienda. Caminamos dos cuadras la platica se centro en una de las vendedoras de la tienda – esta bien buena – me decía, – tiene un culote – le contestaba yo.. llegamos al almacen que no era mas que un curto sucio y maltrecho, entramos y empezó surtir mi pedido.. el empleado que le calculo tendría no mas de 40 años media como 1.80 mts y sin llegar a ser gordo tenia un cuerpo grueso, – no se como – pero me de repente le lance la pregunta, ¿tu nunca has cogido con un guey? —
volteo y me miro y dijo – No – que pasooo – no me diga que usted es de esos?
– no – conteste, yo tampoco, lo que pasa es que hace rato un guey me la venia arrimando en el metro y chales, sentí ñañaras…
—Ja ja solto la carcajada – y le gusto?
– Pues, oye carnalito ya neta.. le dije… la neta sigo bien caliente… nunca lo he hecho, pero me darias chance de acariciar tu verga?
– Volteo y sonrio, esta vez de nervios — no lo se – dijo
– Te doy una propina para que te animes —
– Vacilo un momento y contesto — va, pero rápido por que ya me tarde en regresar a la tienda –
Se levanto, bajo el cierre de su pantalón saco su verga y la puso enfrente de mi, era un espectáculo maravilloso, su verga era grande como de 18 cms. Era gruesa y morena, estaba caída, la tome en mis manos era suave y estaba caliente, empece a masturbarlo, comento a levantarse, a ponerse erguida, poco a poco la glande empezó a crecer, ahora no solo era grande y gruesa, sino también cabezona, la acaricie una y otra vez mi calentura era grande que un momento cerre los ojos y la lleve a mi boca, cuando mis labios tocaron su glande sentí como se retorcio todo el cuerpo de aquel empleado, la meti a mi boca y el gimio, lengutee su cabeza que ahora estaba rozada, trate de introducirla lo mas que pude pero si acaso entro la mitad, el empleado me tomo de la nuca y empujaba, de reojo volteba a verlo, estaba super exitado.
Al cabo de un rato, me saco la verga de la boca se levanto y me dijo — quiero cogerte — sentí escalofríos, nunca lo había hecho, por un momento permaneci indeciso, lo que aprovecho para cargarme, me apoyo en un escritorio, me bajo los pantalones y me empezó a acariciar el culo, sentía choques eléctricos, me empezó a meter los dedos en el culo mientras me decía – te gusta cabron? – esto era lo que querias?
Yo no sabia que contestar, mas bien no podía hablar, de repente se levanto, dio unas sobadas a su verga, me la puso en la boca, la bese, me la saco de la boca, me volteo de espaldas e intento meterla en mi culo, como pude saque un condón que llevaba en la cartera, se lo di.. a prisas se los puso y continuo tratando de meterme su verga por el culo – no se si por que era virgen del culo o por que la tenia muy grande pero no podía meterla, al cabo de un rato, entro la cabeza, sentí como me desgarraba, ya con la cabeza adentro se movía pero no entraba mas, mientras susurraba — me tengo que ir — ya me tarde — me saco la verga del culo se sentó en una silla me jalo, me tomo las cabeza con las manos, me inclino mara que se la mamara, asi lo hice, disfrute su verga a mas no poder, la cabeza de su verga se ponía morada de tanta mamada, mientras con su mano me acariciaba las nalgas a la vez que me introducía sus dedos a mi culo.
Al cabo de unos minutos, empezó a retorcerse, su verga se hinchaba en mi boca y el gemía con mucha intensidad, no tardo mucho y se vino, no sabia si tragarme su semen o no, asi que trage un poco y lo demás me lo aventó en la cara.
Se levanto con rapidez y termino de surtir mi pedido, yo me limpiaba la cara y acomodaba mi ropa, los dos evitábamos mirarnos a los ojos, salimos y nos despedimos de prisa al final solo le dije – a ver cuando me vuelves a surtir mi pedido —
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