Un hombre me hizo confirmar mis gustos en mi primera vez
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por benavidez.
Tenía 18 años, era delgado con piernas marcadas por el basketball, vello en las piernas y lugares de vello pero solo ahi, apenas me salian dos pelos de barba, y en pecho y espalda nada absolutamente. siempre me habían atraído los hombres, por lo regular hombres mayores, con espalda o cuerpo de señores, nada de delgaditos o lampiños eso no era lo mío.
Hasta ese entonces de mis 18 años, solo había estado con un primo adoptado quien me hizo sexo oral pero no lo disfrute porque sentía que mis tías me verían y ademas nunca me gusto mi primo. Esta vez tras mucho haber navegado en el Internet leyendo relatos, viendo fotos de hombres y videos encontré un chat en donde comencé a conocer varios hombres. Cada platica con ellos me exitaba y llegaba hasta el punto de imaginarme en los brazos de un hombre, de sentir tus manos, su respiración y su cuerpo caliente junto al mío y al final de cuentas iba al baño a masturbarme con esas imágenes pero nunca había estado con un hombre de verdad.
Después de tanto hablar con Eduardo un señor de 52 años me invitó a que lo conociera, me decía que ansiaba conocerme porque le gustaba como se veía mi foto, siempre tuve vergüenza de conocer hombres pues aunque tenía buen cuerpo las espinillas de aquel entonces me daban tanta vergüenza al punto de sentirme menos que los demás. Cuando acepte conocerlo le dije de mi problema y solo se rió, me dijo que era normal y que aun así quería conocerme. Estaba nervioso, no sabía que decirle, por mi mente pasaron tantas cosas porque siempre me habían inculcado el miedo a los hombres y más a los mayores que yo.
Después de dos días más acepté, quedamos de vernos el fin de semana y comenzamos a cambiar fotos. No pornográficas solo fotos para conocernos. Ahí pude ver que era un hombre con cuerpo de señor, algo de canas, tenía brazos marcamos por el ejercicio y de cara de macho, nada de afeminado o carita, y siguió mi miedo pero a la vez mi morbo comenzaba a crecer pues me gustaba lo que vi.
llegado el día aún con miedo le pregunté que que haríamos. Fue claro y directo, me dijo: -te voy a coger- No fue lo mas romántico pero me éxito a tal punto que me salio liquido pre seminal de solo leer eso. Nos quedamos de ver en una glorieta en donde pasaría por mi. Me bañe para que no notara mi liquido pero no sirvió de nada pues todo el camino estuve excitado imaginando tantas cosas que había visto que iba incluso con el liquido que se notaba hasta mis jeans.
Llegué a la glorieta, el tardo 15 min más de lo acordado. En estos 15 min yo imagine tantas cosas que no hallaba si irme corriendo, llegar a casa, masturbarme y volver a mi vida de rutina o quedarme y sentir la realidad. Por fin llegó, me hizo una seña para que subiera a su carro. Lo vi y era tan como en la foto, un poco feo lo admito pero de buen ver, me miro a los ojos y me dijo que eso de las espinillas era normal y que dejara ya de pensarlo. La verdad si lo estaba pensando y eso me tranquilizo, platicamos un poco mientras llegábamos y me contó que era doctor y trabajaba cerca de ahí, había tardado porque lo entretuvieron. No hubo tiempo de más platica porque también vivía cerca de ahí, así que bajamos y subimos unas escaleras para llegar a su departamento. Yo como era de esperarse, nervioso y excitado. Ahí pudo observarlo de pie y verlo tal como era, medía como 1.75, fornido de brazos y piernas, sin barba pero de rostro firme y varonil.
Me invitó a pasar y me trajo un vaso con agua, ya no hubo mucha platica me dijo que me sentara en sus piernas, que me relajara y que me agradecía por haberle entregado mi culito virgen. Al decir eso todas mis dudas y miedos se fueron, estaba con un hombre que me iba a enseñar lo que era estar con un macho.
Me senté en sus piernas mientras sentía como su pene crecía, me giró y comenzó a besarme por la espalda, de nuevo me giró y comenzó a besarme los labios. Nunca había besado un hombre así que tuvo que decirme como lo hiciera para que fuera romantico y tierno como el quería. Lo abracé del cuello y me cargó hasta su cuarto donde comenzó a besarme mientras estaba sobre mi. Me comenzó a desnudar con unas manos bien adiestradas y sin dejar de besarme. Era mejor de todo lo que había imaginado.
Entró una llamada a su celular, tenía que contestar pues era doctor. Se sentó sobre la cama, contestó, puso el silenciador y me dijo fuerte en el oído – mámamela mientras llamo – al ver que no sabía como hacerlo interrumpió de nuevo la llamada y me dijo, – te dije que me la mames – llevó mi cabeza con su mano hasta metermela en la boca, me pidió que tuviera cuidado con los dientes y todo estaría bien. Su verga comenzó a crecer, era de unos 16 o 17 cm, muy gruesa y cabezona. Cuando estaba totalmente duro terminó la llamada. Se subió sobre mi cuerpo y me dijo -esto era lo que querías verdad? es como lo imaginabas o mejor? – eso me hizo excitar, pues ni siquiera podía contestar porque no dejaba de meter su lengua en mi boca, sólo pude balbucear – es mejor que cualquier fantasía-
Siguió besándome hasta que me puso boca abajo y vio mis nalgas. Me dijo que tenía un buen culo, que se notaba que estaba trabajado. Y que ahora sería de él. Se lubricó el pene con algo que no alcance a ver y la empezó a frotar en mi ano. Estaba al 100, esa fue una sensación inesperada, me sentía totalmente lleno. Y la comenzó a meter. Me dolió bastante, la tuvo que meter lentamente pues estaba muy apretado. Ya una vez adentro y que me relajé comenzó a meterla y sacarla sin parar. Le pedí que se detuviera pues me comenzaba a doler. El no paró, me dijo que me tenía que enseñar pues era lo que me esperaba de ahora en adelante, que tenía que agarrarle el gusto y aprender a disfrutar a un hombre porque yo iba a ser siempre pasivo de ahora en adelante.
Tenía razón, después de un rato de dolor estaba retorciéndome de placer, hasta que comenzó a respirar rápidamente y a cogerme fuertemente. Sentí su verga punzar dentro de mí; había terminado. Se acostó sobre mi espalda, tenía sudor en su cuerpo, me besó el cuello sin sacarme el pene y me dijo: Ahora si, eres mío, una parte de mi estará en ti de ahora en adelante y quiero verte seguido. Me besó el oído y así nos quedamos mucho rato. Yo contento y feliz de estar entre los brazos de un hombre y haberme entregado por fin a mis deseos sexuales. La respiración fue calmándose, hasta quedar así no más. descansando, relajados y satisfechos.
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