Un Juego Erótico
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jdc1985.
Antes de nada he de decir que yo ya había tenido algunos actos sexuales con él. Así que no hay ninguna complicación a la hora de practicar el sexo. Algún relato que publiqué con él es el de "Trío Infantil".
Era invierno, acabamos de comer y nos cubrimos con una manta en su sofá y nos pusimos a ver una película. Estaba algo aburrida, la verdad.
Entonces ambos nos empezamos a tocar el uno al otro por debajo de la manta. Apagamos su portátil y decidimos a qué jugar. Yo le propuse inventarnos una historia de un bar de ambiente, Y él acepto. Él era el cliente y yo el camarero y después la putita. Y empezamos a jugar.
Él llegó e hizo como que me pagaba.
– Él: Tome, ¿dónde puedo encontrar su mejor prostituta?
– Yo: Ahí, en esa habitación.
Entonces yo, que ahora era la puta, le estaba esperando boca arriba en su sofá. Él se tira encima mía y empieza a mover su cintura como si estuviésemos haciendo el amor. Sin que él parase, de repente para mi sorpresa, me mira sensualmente y comienza a besarme, y yo le seguía el rollo.
Entonces él se baja los pantalones quedándose en bóxers y se los ajusta en forma de tanga dejando ver sus lindas nalgas. Él seguía haciendo el movimiento, y yo ya la tenía dura, al igual que él porque le notaba un bulto en los bóxers. Yo llevé mis manos a sus nalgas y las agarro y las acaricio. Entonces paramos, y él se desnuda, y después hace lo mismo conmigo, me baja los pantalones y los calzoncillos, al igual que con la camiseta, acabando los dos desnudos por completo. Él se tumba boca abajo y yo me senté encima. Le acariciaba la espalda, como si de un masaje se tratara y después sus nalgas. Eran muy lindas, las apretaba y estrujaba sin hacerle daño. Y después se volteó y le seguí masajeando por encima. Recorrí todo su pecho con mi lengua, sus pezones, y más tarde su verga, la tocaba abría, cerraba, masajeaba… Los dos estábamos gozando mucho.
– Él: Ahora te toca a ti.
Se levantó y me tumbé yo boca abajo. Él cogió un bote de gel y me lo echó por todas mis nalgas y un poquito en la espalda. Me masajeaba todo el cuerpo, mis nalgas estaban muy suaves y sus manos resbalaban a causa del gel. Yo estaba en la gloria, y entonces él me mete uno de sus dedos por mi raja, pero sin llegar a introducirlo ni nada. Después me volteo y él siguió haciendo lo mismo me chupaba los pezones y todo. Y en la verga también me echó de su gel. Me masturbó toda mi verga un buen rato hasta que me corrí dejando caer semen en sus piernas.
Después fuimos a la cama y nos tapamos con las sábanas y una colcha. Era un poco gracioso porque los dos estábamos boca arriba y se notaban dos grandes bultos debajo. Él se da la vuelta buscándome la verga y comienza a chupármela. Yo tenía la suya delante mía así que hice lo mismo. Los dos nos a chupábamos como si fuésemos expertos. Los dos gemíamos con una voz baja del placer que nos dábamos. Yo a él se lo hacía algo rápido hasta que noté que le bombeaba la verga y sabía que se iba a correr. Me metí toda la verga y se corrió dentro de mí. él por muy rápido que lo hiciera y por mucho que gimiese yo, no me corrí por haberlo hecho antes.
Luego decidimos penetrarnos. Yo me senté encima de la cama y él se puso encima mía. Le cogí sus nalgas y le fui bajando poco a poco haciendo que mi verga se introdujese, lo demás ya lo hizo él. Estuvimos así un ratito hasta que él empezó a gemir algo más fuerte. Y decidí dejarle. Y ponerle de otra postura. Nos subimos a la cama y se puso de rodillas. Entonces cogí el gel y le eché en su ano, y un poquito en mi verga, para que fluyese más. Y le penetré un rato, mientras le agarraba las nalgas. Después paramos y me dijo que me tumbará de lado en la cama y echó gel en mi ano, y se tumbó de lado detrás mía. Entonces empezó a penetrarme, yo gemía con fuerza, él seguía cambiando de ritmo varias veces e introduciéndola muy rápido. La postura era placentera, y de vez en cuando me cogía por las piernas o por las nalgas, lo que hacía que yo gozase más.
Después me dijo de ir a la ducha. Y yo le dije que sí.
Pusimos el agua caliente y llenamos la bañera, también echamos unas sales de buen olor y suavidad.
Entonces ambos nos tumbamos uno al lado del otro. Yo le cogí su verga y él la mía y nos masturbábamos. Nos besábamos, nos acariciábamos todo el cuerpo, nos chupábamos incluso la verga el uno al otro y nos masturbamos. Se podría decir que fué el momento más sensual, bonito y muy lindo.
Él estaba masturbándome y cuando fue a lamerme la puntita de la verga me corrí por su cara. Entonces yo le lamí, acompañado de algunos besos para dejarle bien limpito. Él también se corrió cayendo su semen en mis nalgas, por haber adoptado la postura mientras que nos besábamos. Y él lamió mi culito. También introdujo su lengua en mi ano, jugueteando con ella dentro. Y después me penetró otro rato.
La verdad es que es uno de mis mejores momentos y decidí publicarlo aquí.
Espero que les guste.
Un saludo.
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