Un Masaje interesante
Historia real sobre cómo me tuve sexo con mi masajista.
Buenas. Antes que nada me presento. Me llamo Matías y soy del sur de Argentina. Tengo 21 años y soy bastante normal en cuanto a complexión física, algo rellenito pero con espalda ancha y un muy buen culo.
Todo empezó cuando decidí ir a hacerme un masaje. Nunca me habia hecho y la verdad es que andaba demasiado contracturado y con muchos dolores de espalda. Una amiga me recomendo un masajista cerca de mi casa, saqué turno y fui.
La verdad yo iba sin expectativa alguna. Soy bastante respetuoso con el trabajo de los demás y entendía que, aunque me daba morbo, no todos iban por ese camino.
Llego al centro de masajes y me hace pasar el masajista. Era un hombre alto (1.85m aprox), flaco y ojos celestes. La verdad me impactó porque los ojos eran muy lindos pero no le dí mas importancia. Me dejó pasar y le explicó que iba a realizar masajes deportivos y las ventajas del mismo. Me pidió que me desnude y le dió un toalla para taparme.
El masaje se fue desarrollando bastante normal, él era muy agradable. Pero a medida que iba avanzando pude notar como iba masajeandome más y más cerca a mi culo. Muy disimulado. Al principio me excité pero después entendí que quizás era parte del masaje.
Paso a la espalda y, como yo tenia los brazos hacia atrás, al masajearme le rozaba el pantalón. Sentía una cosa enorme y dura, no les miento. Yo estaba extasiado y me dió esperanzas el hecho de que el no intentaba correrse o cambiarse de lugar para que no roce mi mano con su pantalón.
Yo estaba al palo (la verdad es que tengo un pene bastante promedio, alrededor de 16×4) y en eso me pide que me de vuelta. Lo mismo, se insinuaba y le masajeaba muy cerca de mis huevos. Yo trataba de levantar la cola o la pierna de más disimuladamente para darle a entender de que me gustaba y no había problema con el masaje. En una de esas me dice si me queria cambiar a una toalla más chica, yo le digo que si que era mas cómodo.
Estaba al palo y le tocaba la verga disimuladamente. En eso me pregunta si habia algo más que pueda hacer por mi. Nada perezoso le dije que necesitaba mas masaje en la espalda baja e isquios.
Lamentablemente llego otra persona para masaje y se corto ahi. Me dijo que si me habia gustado y yo le dije que sí. Me levante con la verga dura y yo le miré y el tenia semejante anaconda en los pantalones. Nos despedimos y me fui. Estaba re desilusionado y la verdad me hice una paja y seguí mi día.
En la mañana siguiente me dice que habia sido ganador de un sorteo y que tenia un masaje a disposición. Ya er muy obvio jajja. Asi que fui y empezó todo d evuelta.
Fue todo cono la otra vez pero sin tanto disimulo, yo paraba cola y me acomodaba la pija parada sin problema y el tocaba sin tanto miedo.
En una de esas me pregunta:
– Che, puede ser que el masaje de ayer te puso a full.
-Si, jaja tuve que descargar solo ayer.
-Me imagino, ahora vas a descargar de vuelta. Por lo duro que estás.
Acto seguido me agarró la verga y me empezó a pajear rápido. Yo gemia, me daba mucho morbo la situación. Después de un tiempo me agarró la mano y me la llevo al pantalón, nos besamos los dos y después él se sacó la ropa. Y si, era una de las pijas más grandes que vi. Debe haber medido fácil 20x7cm. Era muy gruesa y me encantaba.
Me decia cosas cómo mira putita tragatela, yo mamaba cada centímetro de verga posible. Le encantaba que me ahogue y después de un tiempo me dejaba respirar. Fue muy intenso, me encantaba. Sentía el sabor del líquido preseminal que le chorreaba. Le salía un montón.
Después me empezó a mamar a mi y me pidió que lo coja. Eso me desconcertó una montón porque lo re daba de activo. Pero bueno no me molestó, lo puse en cuatro y le empecé a chupar el culo. Lo tenía depiladito, era hermoso. El gemia y se pajeaba mientras lo cojia con la lengua. Estuvimos un buen rato así hasta me me pidió que se la meta. Estaba muy apretado, cosa que me puso más duro. Lo empecé a embestir contra la camilla de masajes un buen tiempo. Estuvimos como 10 minutos en esa posición. El piso estaba mojado y se podia ver el hilo de liquido presemial que le salia de su pija.
Después se sentó encima mio. Su verga estaba dura, era gigante y hacia ruido cada vez que mi verga entraba y salía. Pasaron unos minutos más y lo acoste boca abajo y le empecé a chupar de vuelta el culo. Le metí un dedo y le empecé a masajear la prostata. Estaba loco, le encantaba. Me decia que yo era su putita y que era de él solamente. Luego fueron dos y hasta tres dedos.
Me dijo que iba a acabar, se paro y nos masturbamos. Tiró un montón de semen en mi mano y despues yo acabe sobre su colita. Estabamos todos transpirados y dijimos que obviamente se iba a repetir.
Yo suelo ir a masajistas, es super excitante recibir un masaje, preparar tu cuerpo para luego tener una sesion de sexo, es lo mejor.m
Por fin un relato.real..visceral..simple…sin tanta pelotudez de historias mentales…bravo. Hermosa hiatoroa