UN MULATO CALIENTE ME COGIÓ
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Sucedió que conocí un tipo en una sauna. Se llamaba Italo y su apariencia era peculiar, un tipo alto, fuerte, mulato, guapo. Fuimos a un lugar particular y nos quedamos desnudos y él me colocó de cuatro y comenzó a chupar mi culo y lo hacía con delicadeza, metía su lengua en mi ano y mordía mis nalgas. Me excitó mucho porque quería penetrarme.
Entonces tomó un lubricante y lo untó con el dedo y me metió un dedo lleno de lubricante y después dos dedos. Me dolía un poco pero también sentía rico. Entonces preparó su verga que era gruesa pero no muy larga. Debía medir aquella pija unas siete pulgadas. Arrimó y empujó. Yo me estremecí un poco y me dolió cuando la cabeza del pene presionó mi ano. Italo sabía como hacer. Deslizó su mano por mi cuerpo hasta llegar a mi tetilla y me la apretó, esto hizo que mi ano se relajara y se abriera más permitiendo que el pene se deslizara culo adentro.
Italo empujó su miembro erecto hasta que sus pelos pubianos tocaron mis nalgas. Nos quedamos quietos en un momento de placer mental hipnotizante. Los dos sin ropa, unidos por el deseo por la lujuria, y por nuestros órganos, él por su pene y yo ofreciendo mi culo para tener aquel miembro duro, caliente dentro, tocándome bien adentro. Pero lo mejor estaba por venir. Italo comenzó los movimientos de metisaca y yo sentí. No me dolía nada. me quedé quieto dejando todos los movimientos por cuenta del mulato que se movía rítmicamente, con cadencia, hurgando mi culo con su pene con delicadeza mientras me decía que mi culo era apretado y delicioso. Yo daba mi culo sin pudor y mandaba que me la metiera hasta el fondo que me cogiera con ganas, dame tu verga, dame tu lechita, le decía a Italo.
Después de un buen tiempo en aquel acto sexual libidinoso nuestros cuerpos se estremecieron denunciando nuestro inminente orgasmo. Italo derramó su esperma dentro de mí y yo lo derramé en el colchón. Eyaculé sin tocar mi verga. Con las embestidas de aquel hermoso pene masajeando mi próstata yo me corrí en una sensación bien rica que sentía en el ano. Después del goce nos quedamos abrazados buen rato. Nos besamos y prometimos que iríamos a coger muchas veces más. Y así lo hicimos.
FIN
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