Un mundo muy pequeño 10, perdí la pista
Muy buen día para ver la noticia y coger un rato.
Era una mañana muy temprana, hacía un montón de frio y ni poniéndome 2 suéteres me libraba del tremendo frio, pasaban las típicas noticias de que se desatarían una tercera guerra mundial, había escuchado eso varias veces, por lo que me importó un condominio lo que decían en las noticias, mi hijo Pepe salió preparado para asistir a la escuela, me levanté del sofá y le di su vaso de chocomilk antes de que se marchara, mi hijo me preguntó que porqué me había levantado tan temprano el día de hoy, le respondí que el frio no me permitía hacerlo, mi hijo traía puesto su playera normal, encima de ella una playera con mangas, encima de eso un suéter delgado y encima de eso su chamarra oficial del colegio al cual asistía, no quiero mentirles, hacía bastante frio y eso solo le mantendría la temperatura normal a mi hijo, mas no lo calentaría, lo acompañé a la puerta, al salir Milán lo estaba esperando desde hace rato, ambo niño se despidieron de mi y e fueron juntos a la secundaria, saludé a la mamá de Milán por la ventana, ya la conocía un poco mejor y me daba confianza de que su hijo se quedara a dormir con nosotros, a parte de que no era muy responsable con su hijo, para ella mejor que no tuviera quien la molestara en el hogar, a mi punto de vista.
Me metí a la casa, cerré bien ventanas y cortinas, porque estaban un poco entre abiertas y eso provocaba semejante congelamiento, cuando chequé que todo estuviera bien cerrado pasé a ver a mi hijo Martín a ver como dormía, en estos días observaba que el niño se movía mucho en la cama a la hora de dormir y eso hacía que se cayera de la misma, yo lo que hice fue poner su cama pegado a la pared, bueno no los puse al tanto, hace poco días le compré su propia cama a Martín porque Pepe se quejaba mucho que su hermanito lo pateaba mucho por la noches, bueno para no hacer ningún escándalo simplemente le compré su cama a Martín, la cama de él tenía como un pequeño barandal del lado que no estaba pegado en la pared, eso impediría que se cayera y a parte no era tan grande como para impedir que se saliera cuando él se levantase, mi hijo dormía tranquilo, iba a levantarlo para que orinara pero Pepe antes de marcharse me comentó que Martín se levantó a orinar 4 veces en la madrugada, bueno era obvio que el frio ocasionaba que las personas orinaran más seguido.
Ese día no trabajé me llamaron del consultorio diciéndome que por el mal clima mis pacientes no asistirían el día de hoy, me alegro que me avisaran con anticipación, ah pero para las clases en las escuelas si estaba buena la sociedad, a mi hijo le preparé un café caliente en un termo para que lo tomara cuando tuviera tiempo libre, a Iván le preparé unos huevitos calientes, en su lonchera envueltos en papel de celofán para que no se enfriaran tan fácil, me dispuse a revisar mi celular, mi amigo Europeo me mandaba seguido videos de él con su hermanito teniendo relaciones, eran muy buenos los dos en la cama, yo entre plática y plática con él le quise comentar que en algún momento de mi vida quisiera irme lejos de la ciudad, pasar al menos una o dos semanas en una casa de campo, que no me molestara nadie y que trajera a mi familia a pasar momentos de relajación, bueno él me comentó que a dos o tres horas de donde vivía se compró una casa en un rancho, bueno no hace falta decir que Jonh era una persona de dinero, a mi misma edad yo quisiera serlo también.
Decía que si en algún momento quisiera ir para allá que fuera con mucho gusto, no había problema, solo que le avisara, porque me mandaría una copia de sus llaves por mensajería, bueno yo acepté gustoso esa idea, y le dije que en algún momento le avisaría para que me hiciera ese mandado, me despedí de mi amigo, muy buena persona, cuidaba de u hermanito, y todo lo que quisieran, igual le comenté en tono de juego que a ver que día venían ello dos y él en forma de juego me respondió que algún día, me despedí de él porque ya tenía que irse a dormir, bueno era obvio que de aquí al otro lado del mundo eran como 12 horas de diferencia, mientras yo despertaba, él se dormiría, me despedí buenas noches, que te vaya bien, etc.
Ahora me levanté y me dispuse a salir a caminar, no se preocupen por Martín, él ya tiene idea de cómo es la arquitectura de la casa, puede andar por ella sin ningún problema, además me sentía más seguro porque a las escaleras les puse puerta para niño, ideal para mi hijo invidente, tomé un taxi y me dirigí al parque grande donde fuimos la otra vez y nos encontramos a Elías, prefería mucho la soledad en este momento, bueno algún día mis hijo cuando crezcan se irán con sus respectivos novios a hacer una nueva vida, aunque Milán y Martín no eran oficialmente novios al igual que Pepe con Elías, pues era más que obvio que con el pasar de los días estos dos pares de nenes se querían mucho más que una amistad, en algún momento le daré el empujón para que se declaren novio ya, mis hijos tienen el completo permiso de su padre de tener novio, solo hay que esperar que ellos lo decidan, diambulaba un rato por el parque, la hora, ya eran más de las 10 de la mañana, yo seguí mi rumbo, si me perdí un poco, casi no rondaba por todo el parque, llegué a parar a un puesto de desayunos, tenía un poco de hambre, Por Martín no se preocupen, hay comida caliente en el recipiente del comedor, mi hijo sabe muy bien como llegar ahí sin ayuda, observaba el cielo todo nublado, parecía como si siguiera oscuro pero era de día, el frio mandaba en la ciudad, se me olvidó sacar mis guantes cuando salí entonces me metía las manos dentro de mis chamarras para no sentir frio.
Yo desayunaba una torta que tenía muy buen sabor, al fin me sentía tranquilo, tomé un refresco que estaba al tiempo pero con el frio e volvió frio, por instinto o por otra cosa volteé la mirada y observé desde lejos a Elías, portaba su uniforme e iba con otros 3 compañeritos, habían faltado al colegio, el niño también me vio y vi que se sintió un poco avergonzado por haberlo cachado fugándose, le hizo señas a sus amigos como de que aceleraran el paso porque de un segundo para otro, los niños desaparecieron de mi vista, bueno tal vez no era momento para hablar con Elías, yo seguí mi rumbo y continué observando mi celular, mi amigo john me comentaba más o menos la dirección del rancho que había comprado, en efecto quedaba a 3 horas de distancia desde mi ciudad, bueno si quisiera ir necesitaría un transporte, ¿le pediría a mi madre el suyo?, dejé de distraerme y mejor avancé, llegué a casa de Elías, muy buena, en realidad rentaban, me dijo que su balcón era el del primer piso, vivía en un edificio verde que tendría al menos 5 balcones por piso, utilicé mis habilidades de hombre araña, y me trepé unas ventana de la pared, para pasar a una pequeña parte donde sí podía pisar, me sujeté en un tubo que supongo yo era donde venía el agua, y al final logré alcanzar el balcón de Elías, para mi fortuna no había ningún alma que me llegase a ver.
Ya en el balcón había una puerta, que tenía llave puesta, la verdad ya no sabía como hacer para entrar a su casa, pensaba que sería un caso difícil cuando traté de girar la perilla con fuerza, automáticamente el seguro se desbloqueó, y me alegré que haya sido yo el que entrara y no otro extraño, bueno cuando llegara Elías le comentaría del problema con la seguridad de su balcón, entrando por esa puerta me llevaba directo a la sala, Elías ya tenía una pantalla de alrededor de 30 pulgada, bueno ya no le iba tan mal como antes, entré al cuarto de Elías, y al ver su cama, no me aguanté las ganas de dormir, desde la madrugada no dormía y tanto trepar me cansó, si vieran que me resbalaba de vez en cuando, no al grado de caerme al suelo pero si cansaba estar colgado por 5 minutos, me acosté y de un momento a otro me quedé dormido, no hace falta decirles que mi sueño se vio interrumpido cuando un grito proveniente de Elías me levantase diciéndome que qué rayo estaba haciendo en su casa, además del susto que me dio el niño perdí la noción del espacio donde me encontraba, observé mi reloj y ya eran la 2 y media de la tarde, pronto mi hijo Pepe regresaría a la casa.
Elías me volvió a preguntar que qué hacía yo en su cuarto, y yo le devolví la pregunta diciéndole que por qué faltó a clases, el niño sin pena alguna me contestó que hoy no tenía ganas de asistir al colegio, yo le respondí que entré a su casa porque tenía que verlo, Elías me preguntó que cómo sabía donde era su casa si nunca me había traído antes, bueno yo le refresqué la memoria diciéndole que él mismo me dijo la dirección y qué número era su edificio y cuál de todo lo balcones pertenecían a su casa, el niño si se puso pensativo, pero aceptó la respuesta, de forma muy amigable me preguntó que por qué estaba ahí, yo le dije que mejor me iba que no tendría caso, estaba por salirme por su puerta cuando él me detuvo con su brazo, me dijo que con confianza le dijera qué cosa quería, le decía que hace tiempo que no estaba a solas con él, y no me refería a todas las veces que ha asistido a la orgía de los 8 pizzeros, me refería más a cuando él tenía 8 años y nos subíamos al área del lavado del edificio donde vivíamos a las media noches a divertirnos solos él y yo, Elías se quedó recordando.
Bueno si fueron grandes momento, me preguntó nuevamente que qué quería de él, no estaba seguro si responderle pero ya por el pantalón se miraba mi bulto crecido y Elías se dio cuenta, con su mano derecha me tocaba el bulto mientras que con la izquierda me tocó el pecho, me sobaba y me dijo que si quería hacerlo con él una vez más, yo estaba helado pero ya me tenía ante sus manos, le iba a decir otra cosa cuando de pronto se lanzó hacia mi callándome con sus labios, comenzamos a besarnos ambos cooperábamos, sus manos no dejaban de tocarme y yo con la mías comencé a agarrarle las nalgas por encima del pantalón, ambos no dejábamos de besarnos, quien sabe cuanto tiempo pasó que no nos besábamos así, Elías metió sus manos debajo del pantalón tocándome mi gran erección, y yo hice lo mismo pero con su nalgas, hace años que no sentía sus mano tocando mi verga sólo para él, el niño mientras me besaba me ayudaba a quitarme mi chamarra y mi suéter que tenía de bajo para al final quitarme mi playera, todas esas prendas fueron a parar al suelo, ya no sentía frio, Elías me estaba invadiendo en calor como o hacía cuando era más niño yo hice lo mismo con su chamarra de su secundaria y su playera de uniforme, debajo de su playera tenía una playera de mangas, y todo eso se lo fui quitando, ambos ya nos estábamos entregando a la calentura, besé todo su torso y cuello de Elías y él solo soltaba gemidos de placer, él hizo lo mismo conmigo pero cada vez se agachaba más y más.
El niño llegó hasta mi pantalón que desabrochó en un segundo y lo dejó caer hasta mis rodillas, el niño admiraba lo jugosa que era mi verga, como los viejos tiempos me dijo y como una paleta de hielo se la metió toda a su boca, el niño le encantaba tener la verga en su boca, miraba que no se la sacaba para nada, pensé que se ahogaría y traté de sacársela pero Elías más empujaba su cabeza hacia el fondo par no dejar ninguna parte sin chupar, hizo lo mismo con mis huevos y me hizo sentir tan perfecto como la última vez que cogí a solas con él, levanté al niño y lo acosté en la cama, le quité sus pantalones y su boxer, no los necesitaría por ahora, puse de rodilla sobre la alfombra y le di un beso negro a mi pequeño Elías y solo sintió el primer lengüetazo dio varios gemidos y retorcidas de placer, era genial ver al niño gemir sintiendo lo que era el verdadero placer, observé la cara de Elías y parecía inmóvil, en realidad estaba como que en un spa de placer porque luego de unos segundos reaccionó y me comentó lo rico que sintió que le lengüeteara el culo, pasando a la fase final me acomodé en la cama junto con él, Elías mismo abrió u piernas abriendo paso a la verga que necesitaba tener para él solo sin tener que compartir, y de una sola le entró, una vez dentro Elías y yo continuamos besándonos, y a los segundos sin dejar de besarlo comencé a hacerle mete y saca, ambos cooperábamos para los movimientos, él moviendo su culito y yo mi verga dentro y fuera de él, ambos nos ahogábamos los gemidos que queríamos soltar con nuestro labio pegados intercambiándose salivas.
Aceleraba cada vez más las embestidas a mi querido Elías, decía que hace años no sentía ese placer que estaba sintiendo en esos momentos, Elías tuvo un orgasmo sin haberse tocado por haber estimulado perfectamente su punto g con mi propia verga, el niño soltó chorros de semen que cayeron sobre él mismo, y como mi cuerpo se pegaba mucho al de él también me llegaba a pasar su lechita, no aguanté más la calentura y solté 4 disparos enormes de semen dentro de Elías, le saqué la verga de u culito y observaba cómo le escurría la leche que le había acabado de dar, con mi lengua agarré la leche de su culo, él se agarró su semen del torso con sus dedos y se los metió a la boca, yo hice lo propio y cuando ya tenía todo el semen en mi boca comencé a besar a Elías, ambos intercambiando nuestras leches que estaban siendo mezcladas por nuestros besos, terminamos tragando lo que a cada uno le llegó a tocar, Elías tragó más por ser el que más había succionado leche, y le di las gracias por ese maravilloso momento que me había dado, me preguntó si lo volveríamos a hacer los 2 solos nuevamente, a lo que le dije que sí, ambos nos pusimos nuestras ropas, y nos dimos un beso como para darle cierre a nuestro momento sexual, salí por la calle principal obviamente, y me fui de su casa no sin antes advertirle que su balcón tenía problemas de seguridad, él me dijo que le diría a sus padres y se despidió de mi.
Amigos de Telegram si son tan amables de reenviarme mensaje, lo que pasó fue que borré conversaciones por accidente y ahora ya perdí contactos, por favor si ven esto escríbanme para que sigamos en contacto, saludos.
buen relato amigo… 🙂 😉 🙂 😉
Que genial relato sigue escribiendo
Que genial relato sigue escribiendo me gustara algo así pero con tony a solas
Genial amigo tus relatos son muy buenos