Un mundo muy pequeño 11 La guerra fría
Cambios drásticos, drama pero con una gran bendición que cambiaría vida para el final, los 8, pronto estaríamos junto.
En la madrugada del martes a las 2 de la mañana
Se escuchó un tipo de explosión proveniente del centro de la ciudad, ya había comenzado el apocalipsis, Iván y yo salimos corriendo a ver a mis hijos en su cuarto, ambos estaban tirados en el suelo, se escuchaban disparos en las calles, mis niños tenían miedo de que fuesen a entrar pero les prometí que eso no pasaría jamás, cada vez se iba escuchando mas fuerte los estruendos provenientes del exterior, ahora fuimos Iván y yo los que nos tiramos al suelo, todo pasó muy rápido, cerramos nuestros ojos todos, comenzando a decirnos lo mucho que nos queríamos no podíamos dejarnos de abrazar.
En la mañana del martes a la 8 de la mañana
Me levanté, muy atontado, pensé que me quedé noqueado o algo, no sabría decirles lo que sucedió, mi familia estaba en el sueño durmiendo y abrazados, me levanté del suelo y caminé por la casa haber qué sucedió, por dentro no habían grandes cambios, pero casi saliendo por el pasillo que daba a la calle estaba todo sucio, las paredes llenas de hoyos estaban, y mi preocupación aumentó más cuando me acordé de mis otros niños, al salir a la calle todo era un desastre, alcanzaba a escuchar que se originaba mucha bulla en el centro, tal vez habían problema ahí, me alegré mucho por Martín que lo adopté mucho antes que esto sucediera sino no sabría que sucedería con mi pequeño hermoso, traté de enviar whatsapp a mis otros nenes, pero no había señal, lo primero que hice fue ir directo a la casa de Milán, la puerta estaba rota, y al entrar sigilosamente sin tratar de hacer ningún tipo de ruido fue que la señora casi me pegaba en la cabeza con un sartén, cuando se dio cuenta que se trataba de mí me dio un abrazo muy fuerte.
La señora lagrimaba mucho, se espantó mucho por lo que sucedió a noche, me contó que fue directo a ver a su hijo y ambos se escondieron en el armario, el niño lloraba mucho y la señora se puso a rezar, el niño se quedó dormido en los brazos de la señora, pero ella se mantuvo despierta hasta que se calmaran las cosas, a las 5 de la mañana dejó de escuchar ruido y fue que lo acostó en su cama al niño, ella bajó hasta la planta baja y se encontró con un tremendo desastre, además de encontrarse con la puerta rota, se jaló una silla de la cocina y se puso a hacer guardia en la puerta, ya habiendo contado la historia de ella pregunté por Milán y la señora me dio acceso a las escaleras, me dijo que si podía dejarme encargado al niño, que tenía que ver a sus padres, y obvio le dije que sí, ella agarró una su bolsa, se despidió de mi y se fue a pie ya que su vehículo presentó graves daños, yo por mi parte me fui a subir las escaleras hasta llegar al cuarto de Milán, el niño estaba cubierto de colchas y pude ver que ya estaba despierto, solo que no se quería mover.
Me senté a su lado y le pregunté que cómo se sentía, el niño no me decía nada, estaba muy callado con la mirada pensativa, le acaricié sus cabellos revueltos, y el niño de inmediato se sentó sobre su cama, soltó un pequeño olor a sudor apestoso, creo que tanto tiempo estando enchamarrado y en una noche calurosa le provocó eso, se lo hice saber al niño y me lo reafirmo diciéndome que no se había bañado en todo el día, no pues con mayor razón apestaba, le dije que su madre fue a ver a sus abuelitos y que estaríamos solos un ratito, me dijo que se quería meter a bañar pero que conmigo porque no quería que lo dejara solo, yo accedí sin problemas y ambos nos despojamos de nuestras prendas tirándolas al suelo, lo agarré de sus delicadas manitas y ambos nos metimos a la regadera, afortunadamente servían las instalaciones del agua todavía, lo que sí se había cortado fue la luz, ambos nos comenzamos a bañar y el niño no dejaba de abrazarme, me decía que no quería alejarse de mi y yo le respondí dándole un beso con cariño, lo que resultó en otra cosa ya que no dejaba de besarme, me pasaba sus manos por toda mi masculinidad mientras yo le pasaba mis manos sobre su tierno y delicado cuerpecito, el niño no quería dejar escapar esta oportunidad, no sabíamos si sería la última o si seguiríamos, entonces se agachó y comenzó a hacerme un oral como todo un putito desesperado, me decía que no quería perderme cuando hacía sus pausas en sus mamadas, yo le respondía que eso nunca pasaría que estaríamos juntos por siempre, el niño me comía la verga con más desesperación, me gustaba mucho la adrenalina que le ponía, yo no me pude contener, le di 6 chorros de leche en su lindo rostro, le había caido unos chorros en sus ojos, por lo que tuvo que mojarse la cara con el agua de la regadera, ya cuando recuperó la visión se me volvió a acercar y me dio un beso muy grande, y yo le agradecí de que se apareciera en mi vida.
Ambos terminamos de ducharnos, yo me puse mi misma ropa y él se puso una ropa, estaba limpia pero empolvada un poco a causa del desastre que provocó que entrara mucho polvo a u casa del niño, su mamá aun no regresaba, y todavía tenía que ver a Tony y Gael, jalé al niño conmigo para Salir de la casa, al estar en la calle le pregunté si quería acompañarme, pero el niño al ver el caos tuvo un poco de miedo, y lo mandé a mi casa, le indiqué donde estaban el resto de mi familia, ellos aun dormidos y Milán se fue a acostar a su lado, le avisé que no saliera, no le abriera la puerta a nadie, que yo entraría con mi llave, no quería que nada malo le pasara a mis hermoso retoños, me despedí del niño con un beso en la frente, uno más para cada miembro de mi familia y me salí en búsqueda de mis otros 2 niños restantes.
Ya en la calle caminaba con miedo, parecía como si viviese una película de ficción pero era la realidad, habían familia lamentándose, otras con solo daños materiales, otras familias ilesas, lástima que esa suerte no fue para mí, yo corría desesperado hasta que llegué a la casa de Gael, estaba en muy malas condiciones, casi a punto de caerse, entré y examiné todas las habitaciones, y lugares donde podrían esconderse, pero no había nadie, estaba deshabitado, me desesperé al momento, por lo que salí corriendo y me fui directo a la casa de Tony, al llegar en la calle habían unas cuantas personas llorando, había un señor muerto tirado en medio de la calle, le pusieron una cobija para cubrirlo por completo, afuera estaban los papás de Tony y Gael hablando de cosas de preocupación y una señora con ellos llamando una ambulancia porque también tenían un herido dentro de una de las casas, aunque eso resultara inútil porque la llamada no entraba, pero insistían.
los señores al verme corrieron a abrazarme y preocupados me preguntaron que cómo me encontraba, les dije que me encontraba en buen estado, que mi familia se encontraba en mi casa resguardado, que vine a ver cómo se encontraban, pregunté por mis niños y ellos me dijeron que estaban en el sótano de la casa, me dijeron que pasara a verlos porque preguntaban mucho por mí.
Rápidamente ingresé a la casa, bajé al sótano, había una pequeña luz que entraba desde la puerta, por lo mismo del corte eléctrico que no había luz en el sótano ni en la casa, ambos nenes me vieron que bajaba, Gael subió a abrazarme corriendo, igual preocupado que el resto, dije que todo estaban bien, que el resto del grupo se encontraba en mi casa escondidos en el cuarto de mis hijo, pregunté por Tony, Gael me dijo que por el susto se cayó de las escaleras que daban de su cuarto a la sala, se fracturó la pierna, ya cuando bajé las escaleras del sótano, vi a mi pequeño Tony, con unos vendajes en su pierna derecha, casi casi parecía yeso, me contó que se resbaló con unos objetos que estaban en las escaleras y por esa razón se cayó, estaba en un colchón que ya luego supe que ahí paso la noche él con sus padres, por otro lado Gael se la pasó encerrado en un cuarto de limpieza de su casa con su familia, que al despertar y escuchar la tranquilidad salió con su familia a casa de Tony, abracé a mis dos nenes al mismo tiempo ambos sentados en el mismo sillón, y por el amor que nos teníamos nos dimos un beso de 3, como los viejos tiempos, tomábamos pausas para reírnos entre nosotros mismos, hasta recordamos el pasado, cuando conocí a Tony el niñito que hizo posible esta historia, el niño que llegó a mi cuarto mientras dormía y se comió mi verga hasta tragarse mi leche, o de la vez en que Gael andaba de chismoso cuando nos espió a mi y a su primo teniendo sexo en una tumba del cementerio, los tres nos reímos y alegramos mucho, los nenes me dijeron que si hacíamos un trio en ese momento, pero no pude decirles que sí, ya que los padres de ambos, podrían venir a vernos en cualquier momento, o sea yo también quería cogérmelos pero la situación no lo podía ameritar, solo nos dimos unos besos más para consolar nuestra ganas de coger.
Escuchamos una voz arriba que me llamaba específicamente a mí, dejé a mis niños y subí a ver que sucedía, sucedió que la mamá de Tony fue a decirle a la mía que estaba bien, entonces mandó a llamarme, la señora me indicó que se metió a su casa y que me esperaba allí, yo entré estaba dañado igual el pasillo, mi mamá estaba sentada en el sillón lleno de polvo, mi señora sagrada me hizo sentarme y dialogamos.
Procuró que estuviese bien de salud, nos dimos un abrazo y hablamos, me decía lo arrepentida que se puso cuando me mandó a mudarme de casa, el día en que adopté a pepe, a ella no le parecía que fuese padre a los 22 años, pero no tal vez era el destino, me hizo saber que yo tenía una buena conexión con los otros niños, Gael y Tony, mi mamá no sabía pero le conté que conocí a otros 3 niños más y que uno de ellos adopté también, mi mamá se puso contenta por ver que maduré demasiado rápido, hablábamos del trabajo, del cual ya me quedé desempleado por lo que sucedía, hablé que Iván se había mudado con nosotros para estar más cerca de su hermano, no le conté de nuestra relación, pues no era necesario, me contó que esta situación que pasábamos tardaría mucho en regresar a la normalidad, era como una pandemia pero la causante eran los humanos, lloró mucho, me hizo recordar el pasado cuando yo era un niño de la edad de mis pequeños y siempre estaba solo, hasta que Tony llegó a mi vida, me decía que todos esos niños que conocía que hasta perdió la cuenta de seguro teníamos una enorme conexión.
Váyanse, me dijo en un tono muy serio, me dijo que nos fuéramos lejos los peques y yo, que nos fuésemos a un pueblo, o algún sitio donde no estuviera pasando catástrofes, le dije a mi mamá que estaba reaccionando de una manera muy loca, pero me hizo entender que esto seguiría de alguna manera, me dijo que tal vez ella podría convencer a los padres de estos nenes, yo estaba muy anonadado de esto que me decía, mi mamá estaba correcta en lo que me decía, se levantó y me acompañó hasta la salida, me susurró que hablaría con los señores y trataría de contactar con los padres de Milán y Elías, yo les di sus números, solo era cuestión de esperar que la señal regresara de alguna manera, entre charla y charla con los papás de Gael y Tony lograron convencerlos de que me los llevara a mi casa, que era en una zona segura, y que ahí no habría mucha actividad de guerra, aunque ella sabía que mi calle igual recibió daños severos pero esta información se los dijo para que se sintieran más tranquilos, cuando ellos accedieron me mandaron por los niños y fui por ellos, llenamos 3 mochilas con la ropa de Tony, y al salir de su casa pasamos a la de Gael para que nos lleváramos la suya, antes de partir de la casa de Tony los niños se despidieron muy tristes de sus padres, pero les hice saber que volveríamos a verlos muy pronto.
Llegamos a mi casa, los niños entraron y nos abrazamos entre todos, solo faltaba Elías pero él vivía un poco retirado y era peligroso ir por él, de todas formas me pondría en contacto con él cuando regresara la señal y mi madre con sus papás para convencerlo de llevármelo con los demás, los primos se abrazaban, los doble M se abrazaban, Pepe estaba desesperado de no saber nada de Elías, pero entre Iván y yo lo abrazamos al niño y le prometimos que Elías estaría bien, que pronto regresaría la señal.
Y no me equivoqué ya cuando cayó la noche, observé en el celular que estaba a punto de descargarse que la señal volvió, lo único que llegué a hacer fue marcarle a Elías, me dijo que se encontraba muy bien, que sus papás recibieron una llamada de su mamá y les dijo que se fuera conmigo, le costó un poco, pero al saber lo peligroso que era la ciudad accedieron, mañana temprano pasaría por él en un vehículo que mi madre me prometió que conseguiría en buen estado para mi viaje, bueno, ya estaba todo preparado, no me pareció buena idea lo de irnos a otra ciudad porque en algún momento esas igual caerían ante tanto peligro, utilicé mis últimos datos del celular y contacté con Jonh, diciéndole que ahora si necesitaba su rancho, él no me lo negó, ya sabía lo que pasaba en mi país por medio de las noticias, me dijo que lo de enviarme una copia de la llave ya no sería necesario, solo tenía que buscar otra llave que John había escondido en una de las Macetas de la entrada principal, y que aparte encontraría el juego de llaves que me darían acceso a todas las partes del rancho, como el establo, la cabaña, entre otros, le di mil gracias a John y no hubo más que agradecerle, me despedí de él justo cuando se me apagó el celular, bueno su momento había llegado, no tenía forma de contactar con mi madre, pero ella ya sabía dónde vivía, así que no me preocupé demasiado.
Mis niños y yo dormimos en la habitación de mis hijos, esa noche pusimos varios muebles en la entrada por si había más guerra y trataban de entrar, solo cenamos algo rápido, de comida rápidamente y nos fuimos a dormir, esa noche volvió a haber guerra pero esta vez se escuchaba por el centro, yo desesperado de esto, quería que ya fuera de mañana, y que ya me fuera con mis niños, al rancho, a hacer una nueva vida todos juntos, cerré los ojos, me quedé dormido, y solo esperé, a que fuese de mañana.
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