Un mundo muy pequeño 13 (Milán y Martín)
Cosas que pasan en la granja cuando dos hermanos son novios.
El niño Milán se levantó primero, le llegó el rayo del sol que atravesaba desde la ventana hacia su rostro, por otro lado, ¿Martín de qué se iba a preocupar?, A pesar de que todos los otros del grupo habían concluido sus labores de mudanza, estos dos niños tardaron más de lo que se esperaba, pues Martín no podía hacer mucho, Milán despertó a su amado novio-hermano y fueron a desayunar.
Me los encontré a ambos apoyándose mutuamente para bajar las escaleras, yo les había avisado que todos los demás incluyéndome habíamos terminado de desayunar y que iríamos a checar cosas de la granja, les dejaría el establo para que lo checaran.
Ambos niños de 13 y 12 años llegaron al comedor, su desayuno estaba preparado y cubierto para que no se mosqueara, sucede que ambos niños se desvelaron terminando sus últimos detalles de remodelación además que se dieron calor mutuamente durante la madrugada, ¿Qué cómo lo se?, No hace falta cuando escuchas rechinidos y gemidos toda la noche, como hay mucha confianza aquí pues hacen todo el ruido que ellos quieran, cosa que en la ciudad hacían con gemidos muy bajos.
Milán le ayudó a Martín a desayunar, Martín a veces en vez de recibir comida recibía besos con todo y lengua, le metían el dedo y el pobre niño ciego creía que era la verga de su novio porque se ponía a chupárselo.
Ambos niños terminando de desayunar fueron juntos al establo, había una vaca muy bien alimentada y cuidada a pesar de que el dueño de la finca no estuviera presente. En un montón de paja se fueron a acostar los niños, al parecer todo estaba en orden y no habían tareas por hacer, ambos niños aprovecharon la soledad para besarse, intercambiarse saliva y muchas cosas que pasa su edad si está muy morboso.
En pleno acto abren la puerta del granero, eran Tony y Gael, un niño más blanco que el otro, tenían intenciones de tener sexo pero vieron que el lugar estaba ocupado, les desearon suerte a Milán y Martín y mejor se fueron a otro sitio, no querían interrumpir.
Los doble M, comenzaron a desnudarse, pero al estar como dios los trajo al mundo comenzó a picarles la paja, era incómodo para ambos así que decidieron tirarse sobre la tierra que ahí estaba, y no, no era popó de vaca, era un poco de lodo que se había formado puesto en la primera hora de la mañana había lloviznado un poco, ambos mocosos y sabrosos niños se pusieron a jugar con el barro hasta quedar todo cubiertos, Milán buscaba el orificio de Martín y poco a poco fue metiéndole su verga y comenzaron a moverse al ritmo de la penetración.
Ambos chicos gemían tanto que de tal modo si te acercabas al granero sabrías que estaría ocupado, a un lado del granero estaba el muro que dividía la granja del resto, del otro lado del muro estaba ubicado el rio donde Pepe y Elías estaban dándose duro contra las rocas, ni el sonido de la corriente de agua fue capaz de silenciar los gemidos de sus dos hermanos que cogían muy alegres en el granero, Ambos niños dejaron de moverse, y rápido identificaron esos gemidos .
Los niños entraron de nuevo a la finca, se dirigieron al granero y pudieron observar a sus hermanos tener sexo todos cubiertos de lodo, Pepe y Elías pidieron permiso para unirse al sexo, sin dudar les dijeron que sí y ambos se unieron al charco de barro, como ellos estaban mojados por estar en el rio, se mancharon de lodo más rápido.
Entre los 4 se estaban besando, se intercambiaban parejas, la hermandad ante todo decían los chiquillos calientes, tomaron una pequeña pausa y entre 3 cargaron a Martín para que no hiciera esfuerzo, y se lo llevaron afuera del granero, ahí había un charco más grande de barro y podrían caber mejor los niños.
Martín ya tirado en el suelo le alzaron las piernas y Milán y Elías le hicieron doble penetración al niño dejando que soltara un gran gemido, para callarlo mandaron a Pepe a meterle su verga en la boca, los 3 metían y sacaban sus vergas de los 2 orificios de aquel niño invidente, aunque con una gran satisfacción los 4 disfrutaban de aquel momento, Martín eyaculó encima de su estómago, Pepe en su boca para que tomara de su lechita y los otros dos llenaron de semen el interior del niño.
Descansaron un rato tirados los 4 en el charco, a lo lejos los estaban viendo Tony y Gael sentados en una mesa con sombrilla, tomándose un vaso de leche mientras apreciaban a sus hermanos, estos dos pillos no querían embarrarse de lodo pues pensaba que era para niños chiquitos, bueno dejen que piensen lo que quieran los señores maduros de 14 y 16 años, ellos tuvieron sexo de forma rápida porque al ser los mayores tenían que hacer más cosas para la granja.
Los otros 4 se levantaron y se fueron a los baños comunales que habían en la finca, ahí se quitaron todo el lodo que tenían, Pepe y Elías querían irse rápido, tenían un compromiso de pareja, ¿Que cuál era? Irse a cultivar comida para comer, los mayores verían junto con sus papás cómo arreglar el sistema de luz puesto que llevaban días sin energía, Mi contacto me dio tips para arreglarlo.
Los más favorecidos eran los doble M, uno por discapacitado y el otro porque tenía que cuidarlo, regresando a lo de las duchas, ambos novios hermanos quisieron darse amor una vez más, ambos compartiendo la misma regadera se besaban como si se tratase de dos personas besándose bajo la lluvia, eran muy tiernos los dos, Martín le decía a su pareja que no quería perderlo, que lo era todo para él.
Ambos con el cuerpo limpio de barro comenzaron a Manosearse todo el cuerpo, sus manos recorrían las pieles suaves de cada uno, Martín solo se dio la vuelta y le rogó a Milán que se lo cogiera otra vez. Milán obedeciendo a su novio accedió, su verga resbalaba más fácil y rápido por el agua, así Martín no gemía tanto, pero aun así daba sus gritos, se escuchaban los plashasos que de su pubis de Milán chocando con las nalgas de Martín.
Ambos tras 15 minutos de hacer lo mismo dieron su último gemido de satisfacción, el culo de Martín quedó cubierto de semen y Milán lo limpió con su lengua, terminaron de bañarse y se fueron al cuarto a vestirse, aunque olvidaran su otra ropa tirada en el granero no les importó si la Vaca se la comía, se pusieron ropa limpia y Martín se quedó acostado descansando la cola mientras que Milán fue conmigo a pedirme un enorme favor, él no quería que se lo dijese a nadie hasta que pudiera hacerlo.
Por mi parte le hice otra llamada a mi contacto con los últimos minutos de batería que me sobraron, él enterado de todo me mandaría dinero, tan fácil se solucionan las cosas cuando hay amigos, sin importar la distancia, me dispuse rápido a arreglar las luces con mis hijos mayores parq cargar los celulares, además para no tener que pasar más noches a oscuras, los niños más pequeños, sobre todo Pepe, le tenía miedo a los lobos, aunque no hubiera ni murciélagos pero así de miedoso es el niño.
Milán contento se fue al cuarto con su novio y también se fue a descansar el pene de tanto haberlo usado.
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