Un oso polar, un lobo y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por elgordoantonio1971|.
Los saludos desde Maracay, Venezuela, lo que les voy a contar paso hace unos años, cuando al vecino del frente lo abandono la mujer, que al graduarse en la universidad de enfermera, se fue con un compañero de estudio, abandonado al vecino.
Este se dedicó a beber con un compadre, casi todo los fines de semana.
Él, es un lobo flaco, de 44 años, feo de cara pero de buen cuerpo, el compadre un oso polar de 55 años, muy varonil, con un culo redondito, al igual que muchas redondeces de su cuerpo, Yo, Gordo pero no en exceso, 42 años en ese entonces y emparentado.
Un fin de semana me quede solo en la casa y con ganas de portarme mal, pero andaba corto de plata, así que me estaba resignado a quedarme tranquilo y ver televisión hasta quedarme dormido.
Como a las 11 de la noche escucho un escándalo y me asomo, era mi vecino que venía muy tomado y abrazado del compadre que andaba igual de ebrio, ambos venían cantando y caminado tambaleándose de la rasca, por toda la vereda donde vivimos, como nuestras casas son las ultimas de la vereda, Salí a ayudarlos a entra a su casa, y al agarrar a mi vecino, no sé qué fue lo que me disparo el morbo pero, del tiro se me paro y lo lleve cargado hasta la sala de su casa, quedando el compadre parado en la ventana de mi casa que no había que hacer para entra a la casa, asuman como serian sus rascas, al ayudar al oso, más morbo me dio y no dude en abrazarlo, y el olor a macho ebrio me puso loco de morbo.
Una vez en la casa, se me ocurrió darles más licor para que se quedaran dormidos y poder desnudarlos para verlos como vinieron al mundo, y como le di unos tragos de ron y habían bebido cerveza, poco a poco se fueron quedando dormido, claro que como me fue posible, mientras estaba despierto, los hice llegar al cuarto y al noquearse por el alcohol, no tarde en quitarle toda la ropa a ambos, tenía miedo al principio, pero las ganas de tener a esos macho sin ropa, era mayor que cualquier cosa.
Al desnudar al vecino, vi que lo tenía parado, una herramienta como de 18 cms, y una bolas grandes, se los agarre y se lo pajie un rato y este solo se movía y balbuceaba algunas cosas pero su rasca era tal que ni hablaba, se le fue durmiendo a medida que se quedó súper rendido, eso me llevo a explorarle la rajita del culo y me topé con su agujerito, y se lo empecé a tantear y lo tenía calientico, lo que me hizo desnudarme y buscar en las gavetas de la mesa de noche y me conseguí una crema medica llamada bacitracina, y le empecé a untar por la pepita del culo, y pasarle el dedo, poco a poco hasta que le empecé a meter el dedo poco a poco, hasta que de uno pase a dos y lo masajeaba, y este solo se movía pero volvía a quedarse quieto, se notaba que era un culito cerrado, como pude lo puse boca abajo y le abrí las piernas, me puse crema y le puse la cabecita en la entrada he hice presión, con ayuda de la crema la cabeza entro y me quede quieto, él se movía pero no podía hacer nada por la rasca, luego se lo fui metiéndolo poco a poco hasta que mis bolas tocaron las de él, me le acosté encima un rato hasta que él se quedó quieto y empecé el bombeo poco a poco, él quería reaccionar pero no podía por lo ebrio que estaba.
Lo que menos esperaba yo ese sábado en la noche, era hacer lo que estaba haciendo, cogiéndome a mi vecino hetero y disfrutando de cogerme a un macho, no me importaba nada, le mordía el cuello, le decía cosas al oído y seguía embistiéndolo hasta que pasaron como unos 10 minutos o menos, en realidad no sé, le acabe adentro, seguía envistiendo para sacar hasta el último vestigio de leche de mis bolas.
Se lo saque y me di cuenta que era un culito virgen, tenía algo de sangre en mi herramienta.
Me fui a lavar y me puse a pensar, cuando me lavaba, pensé: “si me comí al lobo, por qué no comerme al oso”, y me voy de nuevo al cuarto y veo al oso que roncaba al igual que el vecino.
El oso lo tenía chiquito y me dio morbo y se lo empecé a mamar, por más que se lo mame, el oso no dejo de roncar y no se le paró, eso me dio pie a que le pusiera crema en el culito, y al igual que al lobo, le metí un dedo y luego en vez de otro dedo, alterné mamándoselo y metiendo el dedo en su culito, cuando ya vi que yo estaba listo, lo voltíe y sin pensarlo mucho, le metí la cabeza, esto lo hiso reaccionar pero yo estaba encima de él y su estado no lo dejaba moverse, y para poder dominarlo mejor, se lo metí poco a poco, y me quede quieto, hasta que él dejara de moverse, cuando se quedó quieto, empecé con el mete y saca, poco a poco, lo abrace y empecé a embestir con más fuerza, y no se si fueron ideas mías o el calor del momento pero creí haber escuchado al oso gemir, lo tenía todo para mí, el tenerlo debajo de mí me puso loco, lo rico que olía el oso, a macho, me estaba cogiendo a un maduro, le deba y le deba y luchaba por no acabar, estuve así por un rato, y le di varias embestidas fuertes hasta que sentí que acabe dentro de él, no fue la misma acabada como la que le di adentro al lobo, fue menos leche pero me di el gusto de cogerme a ese manjar de oso, se lo saque y me puse el mono y sin camisa, me fui a mi casa.
Al llegar me bañe, eran como las 3 o 4 de la madrugada, me acosté y luego caí en cuenta que había violado a dos heteros, que gracias al alcohol, había disfrutado de un lobo y un oso, y bueno palante es pallá, me quede dormido y en la mañana casi al medio día, escucho que ambos estaban discutiendo y se reclamaban lo que el uno le había hecho al otro, que no entendían que había pasado, y solo me quedo guardar silencio y pensar que esa oportunidad no se daría otra vez y que había pasado la mejor noche de mi vida aunque no se diera de nuevo esa oportunidad.
Así que si quieren hacer lo mismo, procuren que sus amigos liguen todo tipo de bebidas hasta perder el control y lo demás queda a su imaginación.
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