"Un paseo en bicicleta"
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Manjarres.
Hola!! Este es mi primer relato, espero sea de su agrado…
Iré directo al relato… El domingo pasado como todos los domingos, me dispuse a salir en bicicleta, a pesar de ser casi las 6 de la tarde el calor no disminuía y había 32 grados, así que me puse mi short, mi franelilla y salí; soy un tipo de 26 años, muy deportista, así que tengo mi cuerpo bastante cuidado, por lo que no paso desapercibido. Cuando llegue a la ciclo vía del parque donde ejercito con mi bicicleta, me di cuenta que no había muchas personas haciendo deporte, debía ser por el calor.
Cuando estaba casi a la mitad del camino ya montado en mi bicicleta, se cruzo en mi camino un cachorrito y al tratar de esquivarlo para no arrollarlo, perdí la dirección de la bicicleta y me caí, fue una caída bien violenta y estrepitosa pero gracias a dios no vi sangre por ningún lado, sin embargo el dolor que sentí en mi pie al tratar de ponerme de pie fue horrible, claro, había caído todo mi cuerpo sobre mi tobillo derecho y posiblemente había sufrido una lesión grave, así que tome mi bicicleta y me adentre en el área montañosa y boscosa del parque que está ubicada a los costados de la vía, cuando estuve a unos diez metros de la vía me senté en el suelo, me quite las zapatillas y masajee mi pie para tratar de parar el dolor.
Estaba en eso cuando de repente veo a dos muchachos que venias en mi dirección trotando a mitad del bosque, a causa del calor, ambos venían sin sus franelas, solo con sus shorts ajustados, dejando apreciar unas buenas piernas e importantes paquetes, me inquiete un poco y fue más mi asombro cuando uno de ellos, el rubio, con carita de ángel, todo bronceado y con gotitas de sudor por todo el cuerpo se detuvo y se acerco inmediatamente a mí, yo en el suelo, pude apreciar el esplendor de su cuerpo, no tendría más de 18 años, sin embargo estaba todo marcado por el ejercicio.
_Que te paso? – Me dijo.
_No, nada grave, solo me caí y creo que algo le paso a mi pie. – Respondí.
_Hey Jorge!! Ven!! – Le grito al otro chico.
El otro chico también era blanco, de cabello oscuro, muy bronceado, tenía también todo su cuerpo con gotas de sudor, el solo hecho de tener a estos dos jovencitos cerca, en estas condiciones, con el calor, el sudor y los tres solo en short, me puso a cien grados de calentura.
Después de un rato, me entere de sus nombres, el rubio Gabriel y el otro, Jorge. Gabriel me dijo que ellos eran estudiantes de medicina y que podrían ver mi pie, al momento de empezar a masajear mi tobillo no pude resistir la excitación y mi pene empezó a llenarse de sangre y a agarrar cuerpo dentro de mi diminutos short, mi erección se hizo demasiado evidente y no pude ocultarla, en un memento ellos se miraron se rieron maliciosamente y como en un acto automático se pusieron uno a cada lado de mi, Jorge me beso directamente en los labios, yo no puse ninguna resistencia y violentamente metió su lengua en mi boca.
Nos fundimos en un gran beso, yo no podía mas de calentura y a pesar del dolor de mi pie trate de acomodarme mejor para tener acceso a los cuerpos de cada uno de estos adonis que tenia conmigo, al acostarme tuve alcance a sus culito, ambos mojaditos de sudor, estaban jugosos, sin nada de vellos, expedían unos olores tan fuertes que me excitaban mas.
Gabriel que ya estaba desnudo completamente, sin poder esperar más me saco el short y salió a relucir mi pene, que no es por presumir, pero es bastante importante, casi 20 cm de pura carne dura, rosadita, sin vellos y comenzando a botar las primeras gotas de liquido pre-seminal; Gabriel se lo puso en la boca y comenzó a chupar bruscamente, como queriéndolo sacar de su base, mi pene estaba totalmente erecto y pude ver que Gabriel se lo tragaba entero, la garganta de este muchachito tenía bastante experiencia, mientras en rubiecito hacia esto, Jorge se desvistió se puso de rodillas y me puso su pene en la cara, yo no pude resistir la tentación, su pene era un mástil casi tan grande como el mío, me lo metí en la boca como pude y se lo chupe. El se movía dentro de mi garganta como queriendo romper algo, que sabor más rico tenia este pendejo!!
Hace rato que no mamaba un pene y Jorge lo tenía duro como un roble, yo no podía mas, la boca de Gabriel estaba llevándome al cielo con sus chupadas y pude sentir que me iba a correr en su boca, el también lo sintió y dejo de chuparme, dejándome con esa sensación tan deliciosa que tenemos antes de acabar. Así cambiaron de posición, Gabriel se puso de pie y Jorge empezó a mamar como un verdadero loco, no se por cuánto tiempo más iba a poder aguantar así, las mejores mamadas de mi vida me las estaban dando los chicos mas lindos que había visto desde hace tiempo. Gabriel se acerco a mí y me dejo ver un pene simplemente enorme, me sorprendió, serian unos 22 cm de carne, un pene precioso, grueso, gigante y duro, pero muy duro, sin embargo cuando me preparaba para recibirlo con mis labios, se dio vuelta y me ofreció su culito, que culito más rico, rosadito en el hoyito, blanco de nalgas, sin la llegada de sol, la diferencia con el color del resto de su piel era impresionante, se agarro con sus manos las nalgas y separándolas me lo puso en la cara, que rico olor!!
Era un olor de hombre mezclado con sudor, con suciedad, con la tierra de las hojas viejas del bosque… Lo que estaba viviendo, era el paraíso, le chupe su culito, tan rico, y el gemía de placer, lentamente le abrí con mi lengua su orificio tan delicioso mientras Jorge por su parte seguía tragándose mi mástil de carne… Dios, estaba en la gloria!!
No pude mas, saque mi cara de las nalgas de mi rubiecito y logre decir que me venía y así fue, el orgasmo que tuve fue fantástico y vacié mi interior en la boca de Jorge, quien no podía tragar toda la leche que salía de mi, se quito y dejo a Gabriel que tomara también de mí, yo casi desfallezco del placer, aun salía mi leche cuando Gabriel se aparto para lamer los restos desde los pocos pelitos que tengo en mi pubis. Mientras descansaba de mi súper orgasmo, mis dos angelitos empezaron a hacerse la paja cada uno, que penes más ricos…
Que espectáculo el que tenia ante mis ojos, el solo se fue de repente y quedamos con la luz dorada del atardecer, no tarde mucho en calentarme otra vez y mi pene se puso nuevamente duro como una roca, Jorge aprovecho y se puso a chuparlo otra vez, esta vez con cada chupada dejaba escapar de su boca mucha saliva, entonces me di cuenta que lo que hacía era lubricarme para penetrar a alguno, me preguntaba a cual tendría la suerte de coger primero. Mi duda se disipo inmediatamente cuando el mismo Jorge se puso frente a mí, yo estaba acostado sobre el pasto, el se sentó sobre mi pene, me preguntaba si sería capaz de aguantar mi tremendo mástil en su culito tan apretadito y… Así fue, lentamente se fue tragando mi pedazo de de carne con su ano tan apretadito, se quejaba de dolor, pero no paraba de subir y bajar, yo veía las estrellas del placer, aun no creía que mi caída en bicicleta me llevo a esta experiencia.
A medida que Jorge cabalgaba encima de mi, Gabriel se acerco por un lado y me ofreció su tremendo pene aun en erección, era simplemente enorme, el más grande que he visto en vivo, me lo metí a la boca y empecé a chupárselo, después de un rato los movimientos de Jorge se volvieron mas intensos y simplemente saltaba encima de mí, el dolor como que ya no lo sentía y ahora gemía y gritaba de puro placer, el mismo se masturbaba a medida que me cabalgaba y de repente grito, se vino encima de mi pecho, me lleno de de semen el abdomen, el cuello y hasta las piernas de Gabriel, quien casi estaba perforando mi garganta, al ver a Jorge que se vino, el tampoco aguanto mas y me lleno de un rico semen caliente la boca, pocas veces había hecho eso, sin embargo esta vez me trague hasta la ultimas gota que me ofrecía este pendejo!!
Gabriel saco su pene de mi boca, se puso un poco de semen de Jorge que estaba regado sobre mi pecho como lubricante en mi culito y ahora el se sentó sobre mí, pero esta vez me dio la espalda, pude ver como mi gran falo salía y entraba del culito de Gabriel, que rico, que sensación más rica… No podía creerlo él se trababa mi pene de una manera impresionante, luego de unos minutos de estarlo cogiendo, empecé a sentir las embestidas del orgasmo inevitable, se los dije y el sin salirse del todo de mi, se dio vuelta y pude ver su cara, el también se estaba masturbando al igual que Jorge.
_Voy a acabar!! – Les grité.
Y los tres descargamos nuestras leches, Jorge y Gabriel me bañaron de rico semen y yo descargue por segunda vez todo el semen que pude en las entrañas de Gabriel, nuestros gemidos y gritos hacían ecos por entre los árboles y terminamos los tres acariciándonos los unos a los otros entre la oscuridad de la noche en el bosque… Si, no sé cuánto tiempo había pasado, pero ya había anochecido.
Luego de un rato, me ayudaron a ir a mi casa, nos bañamos y tratamos de hacer algo con mi pie, ya que el dolor se calmaba, pero no del todo… Ahí nuestro fuego volvió a prenderse, sin embargo eso se los contare en otra oportunidad ya que en casa estaba mi primo…
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