Un pene en mi boca por primera vez
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Fernando, tengo 55 años, arquitecto, dueño de una constructora.
No me puedo quejar de mi vida.
Tengo una excelente familia, esposa, hijos, una casa espectacular, autos y mucha salud.
Como arquitecto y mi constructora he ganado bastante dinero.
Ha sido una buena vida.
No me puedo quejar.
Además de arquitecto he sido profesor de una universidad.
En mi vida como profesor he tenido la oportunidad de salir con varias chicas y probado varias fantasías.
He estado con dos chicas.
Orgias, Dos hombres y una chica, etc.
Lo único que no he experimentado ha sido sexo con otro hombre.
Desde hace unos pocos años he tenido fantasías con tener sexo con otro hombre.
No me gustan los hombres pero si me llama la atención de poder tener un pene en mi boca y ser penetrado.
Tengo un buen amigo arquitecto, con el que he hablado de su estilo de vida y él me ha contado lo divino que es estar con otro hombre.
Le dije que quería experimentar y me dijo que podía conseguirme varios candidatos.
Yo decidí publicar un aviso en Internet en una página que se llama Locanto, donde decía que deseaba ser mujer por primera vez.
Tuve muchas respuestas y solo me decidí por dos personas.
Pero al final no se pudo concretar nada.
Por ello decidí buscar a mi amigo arquitecto para ver si él me podía conectar con algún chico.
El me invito a una despedida de solteros en la casa de mi amigo, donde me presentaría varios chicos.
Acordamos que nadie sabría que yo deseaba tener sexo con un hombre, para así elegir el que me gustase mas, sin ningún tipo de presión.
En esta despedida de solteros realizamos todo tipo de bromas y bebimos muchas bebidas alcohólicas.
Habían contratado a un travesti que le hizo sexo oral al chico que estaba por casarse.
Pero no solo el travesti le hizo sexo oral, también un chico del grupo de invitados participo y también le hizo sexo oral.
Fue una gran experiencia visual de ver a un hombre chupando el pene de otro hombre.
Después de eso, estaba algo mareado y salí al patio de la casa a tomar algo de aire fresco, me senté en un banco.
Me daba risa las cosas que habían pasado y sonreía de los recuerdos.
Estaba en eso, cuando un chico de unos 28 años se sienta cerca de mi y me sonríe.
Lo miré y sin saber si lo conocía moví mi cabeza en señal de saludo por las dudas, y seguí en las mías.
A los pocos minutos escucho a mi lado una voz que me dice – Hola, discúlpame, puedo sentarme contigo?
Extrañado, al ver que era el mismo tipo le dije que si.
Me llamo Daniel , y tu?
Fernando… te conozco?
Yo me preguntaba lo mismo, te vi cara conocida y por eso te miré…En realidad te he observado toda la noche…Eres amigo de (arquitecto fulano)?
Si, somos amigos y colegas.
¿Eres gay ?
Y yo dije: Noooooooo, te equivocaste!!!!!
Es que muchas personas en esta fiesta son gay o bisexuales y pensé que eras gay o bisexual, perdona no quería ofenderte, simplemente pensé que eras gay, me gustaste y quería conocerte, por favor disculpa …
Está bien no hay problema… (Pero si lo había…la situación me gustaba aunque no me diera cuenta) Y tu eres gay?
No estoy recién divorciado, pero es algo que me gusta, estar con un gay, pero de verdad, disculpa, a veces me equivoco con las personas … (risas)
No sé si fue el alcohol, el recuerdo de la despedida, o mi inconsciente, pero seguí preguntando cada vez más interesado.
Eres activo o pasivo?
Soy activo, me encanta penetrar el coño de un hombre, verlo disfrutar haciéndolo sentir mujer.
Eso me excita mucho y los orgasmos son increíbles…(risas)
En serioooo? (risas)
Si, en serio.
Cogerse a un hombre es más sabroso que hacérselo a una mujer.
Tuviste alguna vez fantasías de ese tipo?
No, para nada…sonrisas picaras en mi cara aunque yo no quería… ¿o si?)
Cuántos años tienes?
55, y tu?
28, en plena juventud (risas)…Pero tu no aparentas 55, creo que menos
Creo que la edad no quiere decir nada todo está en cómo uno se sienta…
Cuéntame alguna de tus fantasías, te animas??
Por supuesto me negué durante un rato largo aunque creo que él ya se había dado cuenta de algo porque me insistió mucho, hasta que le conté:
Que se yo… que me cojan, algún sexo oral, lo normal…
Ahhhh y eres pasivo en tus fantasías, mira que bien…hacemos linda pareja (risas).
En ese momento me tomó de la mano y yo la saqué rápido e indignado.
Que hacés?
Perdóname otra vez, pero en serio me gustas mucho, no quiero que te enojes, nunca te haría nada que no quisieras, bla…bla…bla…bla…bla… quieres que salgamos y seguimos charlando más tranquilos???
Yo estaba mas calmado pero excitado y le dije: Bueno, pero cuidado, porque te cago a piñas…
Me dijo que tenía su vehículo en el taller, que si yo quería podíamos ir a su casa.
Acepte.
Pase a despedirme de mi amigo arquitecto y le dije que saldría con el chico Daniel.
Le pregunte que si lo conocía.
Me dijo que si y agrego: Ese chico te puede coger bien, pruébalo, disfrútalo.
Salimos de la casa de mi amigo y en el camino charlamos cosas sin mayor sentido, de la gente, del país, como dos amigos de años, hasta que en una esquina me hizo doblar y me indico cual era su casa.
Me pregunto si quería entrar a su casa y yo que no se que tenía pero estaba como idiota acepté.
Entramos a su casa, me dijo que si quería una cerveza y yo acepte.
Me pidió que me sentara en un mueble de la sala y me dijo que necesitaba ir al baño.
Creo que fueron 15 minutos de silencio interminables mientras yo dudaba si quedarme o marcharme.
El salió con una bata, recién bañado y en ese instante creo que decidido le dije todo de una vez:
Daniel, te voy a ser sincero, nunca tuve relaciones con un hombre como te dije, aunque las fantasías que te conté son permanentes…me muero de miedo y de vergüenza, no creo que me anime a nada, aunque quizás de a poco…algún día…me caes bien…me gustaste cuando te ví…(ya totalmente sonrojado)…es más casi todas las fantasías que tengo son con hombres como tú, que me miman y seducen…(silencio)
Como un verdadero caballero, no me apuró, sino por el contrario, me agradeció, diciendo que entendía que yo era un novato en esto y que tendríamos que ir conociéndonos…
Yo estaba tensionado pero no molesto, seguimos hablando de cosas por el estilo hasta que en determinado momento puso su mano sobre mi pierna suavemente, luego de un rato me comenzó a acariciar la pierna mientras charlábamos y yo lo dejaba hacer, se arrimó más a mí, me pasó una mano por mi hombro y quiso acostarme contra su pecho, pero me puse rígido.
Me dijo que me dejara llevar, que no iba a pasar nada que yo no quisiera, que si algo no me gustaba él paraba, que me iba a cuidar, que era muy dulce, que estaba muy fuerte y me fue llevando suavemente cada vez más entregado hasta su boca.
Recuerdo que posó sus labios suavemente sobre los míos y yo cerré los ojos para probarlos, me besó lenta, suave, románticamente, hasta que mi boca empezó a contestarle y los besos se hicieron salvajes, duros, húmedos.
Dejé de besarlo y le dije:" Vamos de a poco, si?, no me animo a que me hagas el amor, quizás después sí, pero ahora solo quiero disfrutar este momento, me gusta, pero no te enojes si en algún momento te pido que paremos, estás de acuerdo?"
No me dijo nada solo asintió y volvió a tomarme en sus brazos delicadamente diciéndome "bebé", acariciándome suavemente la cara mientras me comía los labios con pasión.
Creo que el tiempo se detuvo por completo para mí, mientras sentía que me transformaba en una nena mimosa.
Empecé a suspirar suavemente cuando me regalaba su lengua sintiendo que la primera de las muchas fantasías que siempre tuve se estaba cumpliendo.
Mi miembro estaba duro como una piedra.
De pronto sus manos cobraron vida propia y empezó lentamente a acariciarme los pezones (nunca me lo habían hecho) y a apretarme como si tuviera en sus manos a la mujer de su vida.
Comenzó a decirme cosas dulces como: …mi nenita…que lindos pechitos, déjame probarlos…como te haría el amor, mi cielo…besame mi putita…soy tu hombre…quieres que sea tu papi…? Quiero ser tu macho y tu mi hembra.
Y yo al mismo tiempo me sorprendí respondiéndole entre suspiros: sssssiiiiiiiiiii…me gustas mucho, lindo….
eres todo lo que soñaba… ¿me vas a cuidar?…tengo miedo que me lastimes, vamos de a poco….
Como todo macho seguro, en determinado momento llegó a darse cuenta que ya me tenía completamente transformado en mujer y deseoso de más pasión, entonces hábilmente se separó de mí sentándose.
En ese momento sentí la desesperación de estar en sus brazos nuevamente y de que tapara mi boca a besos otra vez.
Mirándome a los ojos comenzó a soltarse su bata y juro que yo estaba embobado mirándolo sin miedos, con un deseo increíble, como si lo que había debajo de sus slips fuera mi regalo más soñado.
Abrió su bata, tenía un slip blanco de algodón, muy ajustado que marcaba una verga terriblemente grande comparada con la mía.
Tomó mi mano, con sus ojos clavados en los míos y la llevó hasta "mi premio" apoyándola arriba.
Me acerqué nuevamente y mientras seguía besándolo, toqué con la yema de los dedos ese pedazo de carne caliente conociéndolo, acostumbrándome a su textura bajo el algodón, imaginando su color, su sabor, hasta que sentí como el algodón de su slip se humedecía sobre la cabeza de ese monumento de carne.
Comencé a pasar mi dedo índice sobre ese liquido preseminal y Daniel comenzó a marearse con mi toque inexperto pero apasionado.
Seguí, putita, asíiiiiiiiiiiii, que bien que me acaricias, nenita……….
ayyy!!!!!
Me encantaba sentir que podía darle todo el placer del mundo con solo tocarlo y que respetaba mis tiempos y esperaba a que yo me decidiera a dar un paso más.
Estuve así un buen rato, siempre besándonos hasta que me dijo al oído mientras me besaba el lóbulo de la oreja: ¡¿Quieres darle un besito???
(Creo que nunca puse tanta voz de puta como en ese momento): Pero uno solito, mi amor….
Deslicé el borde del slip y se disparó la punta de esa hermosa pija y dejando que se asomara solo el glande me agaché lentamente y posé mis labios por primera vez en un miembro masculino.
Fue un besito sonoro, succionando, un piquito tierno, al que le siguieron otras tantos recorriendo todo el volumen del glande y haciendo ruiditos de besitos como un bebé.
Daniel suspiraba y me decía: asíiiiiiiiiiii salúdalo que es todo tuyo, la vas a conocer mucho con el tiempo, tratalo bien, aaahhhhhhh, comete la puntita, un poquito, prueba despacio que gusto rico que tiene bebé….
Yo estaba como loco, nunca me había sentido mejor y tan sacado como en ese momento y comencé a comerme la punta de la pija metiéndola en mis boca y llenándola de saliva.
Que bien que lo haces, mi amor….
así suave, prueba el pene de tu macho….
Lo hago bien??? Nunca lo hice, (sonriendo provocativamente).
Sigo????
La experiencia era única, especialmente porque Daniel me dejaba y me esperaba, como nadie y me trataba como la mujer que yo quería ser.
Recordé cuando una ex-novia me miraba haciéndome sexo oral y comencé a mirarlo mientras me comía su punta y a dejar que un hilo de saliva mezclado con su liquido preseminal colgara desde mi lengua hasta su pija, hasta que se la empecé a comer como si en ello se me fuera la vida tragando todo lo que podía y apretándola con pasión mientras jugaba con mi mano derecha con su bolas y las acariciaba despacito.
Comencé a lamer su pene a todo la largo mordiéndola por pedazos y llevando de a ratos su glande nuevamente a mi boca y vuelta a empezar.
Ya basta mi amor, me vas a hacer acabar y te quiero hacer el amor antes….
No, hoy solo esto, por favor vamos de a poco, te lo pido por favor…….
Se recostó un poco más en el mueble y se entregó a disfrutar hasta el final.
Seguí chupando de todas las maneras que se me ocurrían pensando permanentemente en que me gustaría que me hicieran a mi, y también (de eso estoy seguro) imaginándome que le haría esa tremenda verga a mi coño.
Así que tome una decisión.
Con esa verga dura, muy dura, me subí encima de el.
Apunte con una mano hacia mi coño e intente meterlo.
Que sensación tan rica sentir por primera vez un pene en la entrada de mi ano.
Subí y baje.
El me dijo que podía buscar lubricante.
Yo le dije que no estaba preparado.
Así que comencé de nuevo a chupar su verga.
En determinado momento, Daniel empezó a sacudir su cuerpo un poco más y a acelerar sus movimientos.
Yo le apretaba la pija con mis labios con más fuerzas y gemía fuerte denunciando que estaba gozando.
Detuve mi succión y con la pija entre mis labios sentía como ese animal latía como si fuera un corazón en mi boca.
Decidí mientras le hacía sexo oral, que dejaría mi boca cuando acabara y probaría el semen por primera vez y en el caso de no gustarme su sabor dejaría que el resto de la eyaculación cayera sobre mis manos, pero que definitivamente terminaría de cumplir mi fantasía.
Casi inmediatamente a pensarlo Daniel me avisó entre gemidos que se venía:
Ahhhhhyyyyyy putita, acabooooooo, toma lechita bebé, prueba tu lechita, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh.
El primer chorro salió con fuerza y con mi mano apreté el tronco de su pene parando el resto mientras probaba su sabor.
Me encantó lo que probé y abrí el grifo rápidamente para que todo el contenido acumulado llegara a mis entrañas, intentando que ni una sola gota de mi premio se cayera fuera de mi cuerpo.
Chupé, chupé y tragué todo lo que me daba y seguí chupando como un sediento una vez que estuvo limpia totalmente sin sacar ni un segundo su pija de mi boca.
Sentí como su fuerza iba cediendo, sus paredes se suavizaban y se retraía en mis labios.
Me incorporé y creo que de tanto que había tragado y seguido chupando ya no tenía ni siquiera gusto a semen en mi boca.
Lo besé agradecido nos comimos la boca un largo rato y después recostado en su pecho le confesé:
Creo que acabas de darte cuenta, que vas a poder hacer conmigo lo que quieras si todo lo que vivamos de ahora en más juntos, es tan lindo como esto…
Esa noche, no hubo más sexo aunque sí muchas promesas para otra ocasión y no se imaginan la magia de ese segundo encuentro.
Pero eso estará en el próximo relato (si es que les ha gustado el primero).
Espero comentarios.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!