Un Rapidin En La Calle
La semana pasada tuve demasiada suerte y una fantasía se me hizo realidad .
Casi un año sin publicar y es porque no tenía nada nuevo que contar, hasta hoy, la semana pasada fue mi semana de suerte.
Desperté el lunes en la mañana y sin mucho cambio en mi rutina, me levanté y me alisté para salir temprano al trabajo. Después de eso seguí con mi camino rutinario al trabajo, nada nuevo pasó, llegué y comencé con mi labor.Así hasta que por fin se dió la hora de salida y de regreso a casa.
De regreso, al llegar a la estación del metro, el más cercano de mi casa, vi a uno de estos morritos descuidados que piden dinero, morenito, obviamente sucio, con unos shorts parchados y una playera de tirantes blanca, sin duda no pasaba de los 10 años, pero quería confirmarlo. Inmediatamente me le acerqué para darle una moneda e intentar alejarlo lo más que se pudiera de la estación para lograr cogermelo.
Había tenido un día estresante en el trabajo y en cuanto lo vi, quería tener mi verga dentro de él para relajarme. Al acercarme y entregarle la moneda, rápidamente me hinque hacia él y le susurré al oído que si me ayudaba que le daría unos billetes en lugar de monedas, al oír eso el morrito rápidamente siguió mi camino detrás de mi.
La ventaja que tenía es que conozco la zona y cerca del metro hay un parque muy poco concurrido por la falta de luz en él, justo me dirigí hacia ahí. Entré al parque y casi de inmediato el morrito entró detrás mío, seguí caminando hacia atrás de una estructura similar a un quiosco y rápidamente me desabroché el pantalón. Cuando el morrito se dirigió hacia mi, yo ya tenía la verga afuera.
Rápidamente lo tomé de los hombros y le di la vuelta, le volví a susurrar que si quería el dinero se tenía que quedar lo más quieto posible y que no gritara. Le ordene que se pusiera en cuatro y me hinque detrás de él, le bajé sus shorts y ante mi ya estaba ese culito sucio con una simple trusa azul claro bastante sucia, como lo conocemos aquí «Con rajita de canela», eso no me detuvo y casi de inmediato le baje la trusa.
Ya teniéndolo en cuatro, me agache hasta acercarme a su ano, olía a suciedad y le dí un buen escupitajo, me enderece de nuevo atrás de él para embarrar bien mi saliva en su entrada con mi verga, tenía ganas de enterrarsela ya, pero tenía que ensalivarme la verga primero, así lo hice mientras le metía un dedo al morrito para prepararlo un poco más.
En cuanto mi verga ya estaba bien ensalivada ya no me contuve más, me acomodé bien detrás de él, puntee mi verga en la entrada de su anito, le tapé la boca y de un solo empujón se la metí toda. Ah, es una delicia poder estar adentro de un ano tan chiquito, gemí del placer de sentir como su recto me apretaba la verga por haberlo invadido, obvio el morrito intento quitarse, pero no lo dejé.
Sin darle tiempo de siquiera acostumbrarse a mí verga dentro de él, comencé a castigar su ano con el vaivén, primero normal y después como loco, lo estuve penetrando sin parar por unos 15 minutos. Después, con unas últimas embestidas más violentas, me comencé a venir dentro de él, es uno de los placeres más deliciosos que puede haber. Dejé que mi verga se pusiera flácida dentro de él e hice que me limpiará los restos con su boca, afortunadamente para él, no me ensució jajajajaja. Después de eso me volví a colocar los pantalones y le dejé el dinero prometido, le di las instrucciones de que saliera después de que yo me hubiera ido y así fue. Mi deseo de poderme coger a un morrito en la calle, fue concedido.
Si quieren hablar conmigo agreguen en telegram, podemos intercambiar experiencias @DAcres60
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