Un vaquero al que le gusta la reata 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esa noche había marcado mi vida, me dolía el culo horrible pero tampoco podía evitar sentir mariposas en el estómago al recordar todo lo que habíamos echo, me incomodaba al caminar, trate de disimular lo mas que pude; desayune con prisa y el chófer me llevo al colegio, todo el día me la pase recordando lo que habíamos echo la noche anterior y el corazón se me aceleraba de solo recordarlo, en la tarde cuando el chófer fue por mi yo tenía sentimientos encontrados quería ver de nuevo a mi capataz pero también me sentía culpable, sentía sobre mi cuerpo la culpa como la de haber matado a alguien, al llegar al rancho en el jardín principal estaba mi hermoso capataz regañando a unos peones al verme me sonrió y me dijo buen día joven Alejandro yo me puse nervioso puedo jurar que en ese momento se me fue el color del rostro no sabia que hacer se me vinieron a la mente las imágenes en las que el me tenia ensartardo, solo atiné a entrar deprisa al casco de la hacienda y encerrarme en mi habitación, pase toda la tarde del viernes encerrado, el fin de semana estuvo tan aburrido mi capataz o había salido del rancho o me estaba evitando por que no me lo había cruzado en todo el sábado y domingo y yo añoraba que regresara en la noche y me hiciera suyo pero nada
El lunes fue lo mismo sólo que cuando regrese del colegio ya estaban de regreso mis padres con una algarabía por el trofeo de primer lugar que se encontraba en la sala principal, un trofeo de manganas a pie que había ganado mi hermano en el torneo de Monterrey, en cuanto entre a la sala principal mi papa me abrazo y mi mama me lleno de besos, mi papá se aserco y me llevo hasta el trofeo y me dijo mira el primero de muchos que tu y tu hermano ganarán y llenarán esta sala, yo sonreí feliz por el regreso de mis padres y por el triunfo de mi hermano, mi papa en ese momento le dijo a mi madre que era hora que mi hermano y yo entraramos a un equipo de competencia oficial y dejáramos los torneos infantiles escuche que comentaron que en Queretaro no había un solo equipo con el nivel que necesitábamos asi que nos federaria con un equipo de Polotitlan del Estado de México y que invitaría al dueño del equipo a una comida ese mismo fin para arreglarlo todo, sabia de sobra que con el dinero de mi padre apoyando al equipo nosotros no tendríamos ningún problema para ingresar, y así se dio el fin de semana llegó al rancho todo el séquito del equipo de Polotitlan desde el dueño hasta el caballerango, esposas, hijos, familias completas y ohhh por Dios unos ojos verdes tan hermosos que me embobaron; era el hijo del dueño del equipo se llamaba Javier tendría más o menos mi edad pero de verdad era hermoso, un poco antipático y arrogante para la edad que teníamos pero eso no le quitaba lo hermoso, nos presentaron como nuevos integrantes del equipo a mi hermano y a mi y conocimos a todos lo que formaban parte del equipo y hubo un charro que estrujo de más mi mano y que me guiño el ojo mientras me saludaba, su nombre era Pancho un hombre alto fornido musculoso moreno con un bigote prominente un verdadero semental.
Una pieza de hombre en toda la extensión de la palabra, al rato la fiesta comenzó y más tarde ya había varios subidos de copas mientras los adolescentes estábamos en una mesa escuchando como mi hermano presumia su asaña realizada en el campeonato, yo estaba aburrido y me retire iba caminando por uno de los corredores de la hacienda cuando escucho que alguien me llama por mi nombre me giro y era Pancho el charro apuesto del bigote
Pancho: si tu nombre es Alejandro verdad?
Alejandro: así es dígame que paso
Pancho: no nada, solo que salí a recorrer la hacienda y te vi, y aprovecho para decirte que son bienvenidos al equipo y que cualquier cosa que se te ofrezca no dudes en decirme
Alejandro: Muchas gracias de verdad que así será
Pancho: por cierto que hemosa hacienda si yo viviera aquí me.
perdería de ir de la cocina a mi cuarto
Alejandro: ja ja ja ja como crees si es muy grande pero no para tanto y pues mi papa le ha metido mucho dinero para poderla regresar a su estado original y que mantenga su valor histórico
Pancho: pues que bien oye por cierto tu papá es un tipazo al igual que tu hermano y tu
Alejandro: Gracias
Pancho: ejemplo tu estas guapísimo has de traer montón de chavitas tras de ti
Qué un charro ya maduro en extremo varonil te diga eso es por que algo anda mal, así que esto se ponía interesante a lo que respondí riendome de nervios
Alejandro: ja ja ja ja ja pues no Muchas
Pancho: es que con ese cuerpo y esa cara y luego con el apellido que llevas ya me imagino lo cotizado que has de ser
En eso estábamos cuando una voz interrumpe, señor Francisco disculpe si es usted verdad? Lo están buscando en el salón de fiestas, los señores quieren hablar con usted,
Pancho: claro ya voy, fue un gusto conocerte Alex y ya sabes a echarle ganas a las charreadas ahora ya somos coequiperos
Nos vemos pronto
Y entonces aquel que hoso interrumpirnos cuando la platica se empezaba a poner interesante era mi hermoso capataz
Capataz: que hacías platicando con este cabrón que te decía?
Alejandro: Y de cuando acá los patrones le tienen que dar explicaciones a los empleados
Capataz: Te pregunte que quería este wey
Alejandro: Que te importa.
Mejor tu dime donde estuviste todos estos días, me estuviste evitando verdad? Estuve sólo todo el fin de semana pudiste haberme visitado y desde que llegaron mis papás no has dejado que te vea tiene más de una semana y apenas me das la cara
Capataz: para ser un mocoso de 13 años ya gritas mucho
Alejandro: cuida tus palabras por que yo con solo mover un dedo hago que te corran de aquí
En ese momento me tomo de un brazo me jalo aún rincón me repego su verga tieza en mi abdomen y me beso con locura
Capataz: haber anda has que me corran y quien te hará el amor como yo te lo hice, si no he venido a verte es porque nomas de mirarte el culo me paras la verga me pones a mil y quiero evitar que alguien sospeche pero ya no puedo con las ganas necesito meterte la verga pero ya
Esas palabras me hicieron volar me sentí en el cielo mi hermoso capataz me deseaba tanto como yo a el,
Capataz: por la tarde te espero en las caballerizas ya que se hayan ido a descansar los peones, ten cuidado que ni tus padres ni los empleados te vean salir de la hacienda ya no aguanto las ganas de hacerte mío
Mientras se sobaba el bulto en el pantalón vaquero que le hacía lucir su verga tieza me decía no faltes te vas a comer todo esto, se alejo caminando mientras yo me quedé en ese rincón temblando de ganas sus besos me habían dejado super caliente la fiesta seguía en el salon pero yo queria verga y no pensaba en nada más, así que me escabulli como pude y salí de la hacienda, cruce los jardines y llegue hasta las caballerizas y no había nadie ni peones ni caballerangos, empecé a recorrer las caballerizas y de repente mi capataz salio del sillero ( para los que no tienen idea de lo que es el sillero es una habitación donde se guardan todas las monturas y accesorios de los caballos)
Capataz: no crei que vinieras tan pronto, ven entra aquí nadie viene a esta hora
Tan sólo entre el cerro con llave y se me abalanzó me tomo entre sus fuertes brazos y comenzó a comerme a besos bufaba parecía que nunca hubiera besado a alguien antes, me tiro en un sillón que había ahí, y empezó a quitarme la ropa, en cuestión de minutos estábamos desnudos, no se como pero el traía sus botas puestas sólo las botas, se paro se recargo en una de las monturas y me dijo que se la mamara, era mi segunda vez pero ys sabía cómo hacerlo a tal punto de hacerlo gemir y eso me encantaba
Capataz: que rico pinche putito no puedo creer que con una vez que te la comiste ya mames mejor que cualquier puta que me he cogido uffffff ahhhhh que rico pinche puto chupame las botas
¿Que? Que pedo con este wey como que le chupete las botas, pensé entre mi, guacala no haré eso pensé mientras seguía con su verga en mi boca, volvió a pedirlo y yo alce la mirada como diciendo que pedo estas loco, pero me tomo del cabello y me hiso bajar y me dijo que me chupes las botas, eres mi puta y lo que te diga obedeces, bajé a chupar sus botas como decía más por complacerlo que por gusto pues aun seguía sintiendo asco; pero que mal estaba al lamer la bota y sentir la textura de la piel y el olor a cuero salió la puta que llevo dentro empecé a gemir con tal grado que tuvo que levantarme y ahogar mis gemidos con un beso en el que introdujo su boca por todos los rincones de mi boca
Capataz: eres toda una puta sabía que te iba a gustar
En ese momento me gira y me inclina sobre una de las monturas y sin previo aviso me enterró su verga de un golpe, sentí que me quemaba por dentro y empezó un bombeo con tanta potencia que en cuestión de minutos me vine llenando los estribos de la montura de mi semen, en ese momento sentí que no aguantaría más; me causaban un dolor inmenso sus embestidas, le dije ya termina no aguanto más
Capataz: que pasa puto que no te gusta mi verga tu ya te viniste ahora aguanta a que yo lo haga, me siguió embistiendo cada vez con más fuerza mientras yo trataba de soportar
mis piernas se empezaban a entumir y me ormigueaban me saco la verga pensé que era el final pero solo fue una pausa me giro me alzó y me sentó en una montura puso mis piernas sobre sus hombros y empezó a cojerme como loco esa posición me hiso recuperar de nuevo la erección y mientras me cogia yo ya estaba chaqueteandome la verga hasta que me vine llenándome el pecho y la cara de semen, lo éxito tanto verme venir que enseguida sentí sus chorros dentro de mi
se dejó caer sobre mi llenándose de mi semen que mantenía en mi pecho, me dio un beso tan dulce que me hiso suspirar se reincorporó me paso su camisa y me dijo limpiate es tarde y necesitas regresar a la hacienda antes de que alguien venga
Salí del sillero y verifique que no hubiera nadie en las caballerizas regrese al salón donde la fiesta seguía la mayoría estaban ebrios incluidos mi papá, la mayoría de las mujeres se habían retirado y mama tampoco estaba seguro se había ido a acostar, después de la jornada que acababa de tener yo también aria lo mismo pero Pancho el Charro del bigote me detuvo y algo borracho me dijo:
Pancho: oye y tu donde te has metido que no te gusta convivir con los pobres
Alejandro: ja ja ja ja ja estas loco andaba haciendo mi tarea
Pancho: pues que tarea sería que hueles a sexo
En ese momento me puse blanco del susto, como era posible que percibirá ese olor, y si alguien mas se daba cuenta tenía que bañarme a la de ya
Pancho: tranquilo no pasa nada seguro te la andabas chaqueteando.
Lo que seguimos platicando dio pie a mi próximo relato y así iré contando algunas de mis vivencias hasta las más recientes en el Rancho del Pitayo para quien vive en Queretaro sabe de qué hablo y de las charreadas nocturnas que ahí se organizan y como a veces terminan je je je je dejen sus comentarios así sabre si les agradan mis relatos
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