Una de mis mejores experiencias.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por machofucker.
Corrían los días veraniegos. Con 18 años, mi cuerpo delgado, depilado completamente, sin ningún pelo. Soy un chico de nalgas perfectas, no por ser creído. Pelo corto, peinado con un tupé, no soy afeminado en absoluto, pero me gusta que me penetre un chico y me haga disfrutar en la cama, que me vuelva loco.
Mi mejor amigo es un chico de mediana estatura, pelo moreno, dos años mayor que yo. Pelo rapado, una barba prominente, piel suave, un poco falto de forma, es decir, no está gordo, pero no está marcado. Tiene unas manos muy suaves.
Comencemos la historia. En uno de esos días en los que un mes estando solo en casa sirve para descubrir experiencias nuevas, decidimos quedarnos a dormir en mi morada. Por suerte, tengo facilidades económicas, y mientras mis padres se encontraban en Francia pasando las vacaciones de su vida, mi vida sexual comenzó a despertar sobremanera.
Le invité a comer, a dormir, y a ver películas juntos. En uno de estos días, en los que la piscina de mi casa estaba mucho más que disponible, mi mejor amigo y yo decidimos acostarnos. No era la primera vez, ni mucho menos, pero esta ocasión me hizo gozar como una perra. Todo comenzó con una tarde de baño, desnudos. Las erecciones eran muy normales, a tal punto que ya estábamos acostumbrados a vernos con la polla parada.
Sin embargo, lo que pasó fue mágico. Nos dirigimos a la cama, para dormir juntos, pero al estar desnudos y nuestro nivel de líbido comenzó a subir de manera inusual, decidimos pasar el mejor rato, o uno de los mejores de nuestra vida. Al principio comenzó todo con unos cuantos besos. Pero me llevó al borde de la cama de matrimonio que tengo, comenzó a besarme todo el cuerpo mientras me masturbaba muy lentamente. Tenía la polla más dura que una piedra, y él igual. Nos pusimos en una posición 69, ya la habíamos probado muchísimo antes, pero la mamada que me hizo fue suma. Desplazaba mi prepucio y comenzaba a chuparme el glande, haciendo círculos con la lengua. Yo gemía cada vez más mientras con su pene en la boca hacía lo que podía a duras penas, pues temblaba del placer que me estaba otorgando.
Esta vez fue más allá. Nunca nos habíamos grabado en vídeo. Puso el móvil, comenzó a grabar, y decidió hacerme el mejor anilingus que recuerdo. Bendito beso negro. No dejaba ni un solo milímetro de mi ano por lamer, por acariciar. A la vez, cogió crema y embadurnó mi pene con ella, haciéndome la mejor paja del mundo. Estaba en la gloria. Mi primera corrida llegó con los ojos cerrados, fue espectacular, pero cuando me penetró poniéndome a 4 patas… Eso ya fue otro nivel…
Él decidió introducirse en mi, y yo sentía como su pedazo de carne se abría paso en mis entrañas, mientras yo gemía y gozaba, una y otra vez, seguidamente, Me levantó, me puso contra la pared, y más de lo mismo. Sonaba carne contra carne, los ruidos guturales se escapaban de nuestras gargantas…
Poco a poco decidí llevar yo la iniciativa. Le tumbé en la cama, me introduje su polla y comencé a cabalgar como nunca lo había hecho. Miren que normalmente la erección se me suele bajar mientras me muevo yo encima, pero aquella vez estaba como nunca lo había estado. Mi pene chocaba contra mi pubis a la vez que mis caderas subían y bajaban. 5 minutos más e iba a tener otro orgasmo.
El me dijo que iba a venirse, por lo que yo aumenté mi ritmo. Dejé que se corriera dentro de mi. Pero yo tenñia ganas de muuuucho más. Total, me puso boca arriba, y mientras me la mamaba, pasaba toda su lengua por mis testículos, por mi polla, por mi glande, perineo y ano, yo agarraba su cabeza. Me metió un dedo, dos, llegando a mi próstata. Dio con mi punto G, y allí estaba yo, temblando, de manera increíble, como jamás me había pasado, puso mi polla en su boca y me vine dentro de ella…
Permanecimos toooda la noche durmiendo abrazados, el detrás de mi…
Confío en que les haya gustado. M.
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