Una dura…condena
Mi estancia en la cárcel.
Habían pasado unos tres meses desde que mi condena se hizo efectiva y me encontraba confinado en una prisión estatal. Los días pasaban uno detrás de otro con la misma monotonía y yo hacia lo posible para no meterme en líos que pudieran ocasionarme unos meses de penalización. Tenia como compañero de celda a un tipo de casi mi misma edad y la relación era buena, dentro de lo buena que puede ser una convivencia en la cárcel y además le quedaban tan solo unos días para salir de prisión ya que llevaba años encerrado allí, aunque nunca hice por enterarme del motivo, era algo que no tenía importancia para mí. Una mañana casi amaneciendo abrieron las puertas de la celda y la seguridad de la prisión entro rápidamente y nos engrilletaron, informando que nos trasladaban a toda el ala oeste que es donde me encontraba debido a una plaga de insectos que había logrado poner en serios problemas a todo el complejo, a pesar de que no pude apreciar animal alguno ni vivo ni muerto. Nos llevaron al patio aun engrilletados y montamos en el bus de la prisión, tapándonos casi de inmediato la cabeza con una mascara que impedía que se vislumbrara claridad alguna a través de ella como medida de seguridad y evitar que conociéramos el recorrido. Pasado un buen rato que no pude calcular pero que debía de ser como dos horas mas tarde el bus aminoro la marcha y pudimos escuchar voces fuera. Se trataba de las voces de otros efectivos de seguridad que comprobaban el acceso, por lo que deduje que habíamos llegado a nuestro nuevo destino. Nos levantaron de nuestros asientos aun con la cabeza tapada y descendimos del bus, caminando durante mas o menos un minuto en oscuridad y ayudados por el personal que agarraban nuestros brazos, nos detuvieron y descubrieron por fin nuestras cabezas para poder comprobar como estábamos en un patio de otro recinto penitenciario, vigilados desde arriba por guardias que apuntaban con sus armas directamente a nuestros cuerpos, además del abundante número que, además de los mencionados se encontraban junto a nosotros. Accedimos al interior de las instalaciones y pude observar como el lugar era viejo, casi no había iluminación y que hacia que aquel sitio fuera de lo más sombrío. Era un modulo enorme, con celdas a ambos lados del pasillo en el que nos encontrábamos y unas frente a otras, había también estrechas escaleras para acceder a la planta superior que se dibujaba exactamente a la que teníamos ante nosotros, aunque me era imposible adivinar mucho más. Con un fuerte empujón nos ordenaron comenzar a caminar hasta el centro del pasillo y abrieron una de las celdas que, mas que una celda era como una especie de jaula de dimensiones muy pequeñas y que constaba de una litera y un inodoro ridículo, por lo que apenas había espacio para hacer prácticamente nada sin casi tocarnos si mi compañero y yo permanecíamos de pie en ese cuadriculo. No teníamos puertas para acceder y lo que las sustituían eran gruesos barrotes de metal casi pegados uno al lado del otro, como en las viejas prisiones de las películas por lo que podía verse perfectamente lo que hacían los presos de enfrente.
– Carne fresca dijeron los reclusos de la celda…eh tu guapito dijo refiriéndose a mí, mira lo que tenemos para los nuevos… y ambos tipos se sacaron las pollas del pantalón
– Mira bien nuestras pollas, están deseando probarte decían entre risas agarrando sus miembros que estaban completamente empalmados.
Mire hacia otro lado de inmediato y me tumbe en la litera escuchando sus risas. Los días pasaban lentamente y se acercaba el verano por lo que el calor allí comenzaba a notarse y hacia que el estar allí se volviese aun mas insoportable. Una mañana mi compañero con el cual había convivido durante un largo periodo de tiempo se despidió de mí ya que había llegado el momento de poner fin a su cautiverio y abrazar por fin esa ansiada libertad que deseábamos todos los que allí nos encontrábamos.
Cuando pasaron unos minutos en los que me encontraba solo sentado en la cama, uno de los guardias se detuvo frente a los barrotes y me dijo:
– Voy a buscar a tu nuevo compañero, espero que os llevéis francamente bien, mientras esbozaba una sonrisa que se tornaba macabra.
Al momento, pasados unos 30 segundos y en los que yo estaba acostado con los ojos cerrados, los barrotes se abrieron para que accediera uno de los hombres más grandes que había visto en mi vida, debía de medir dos metros y era tremendamente corpulento, con la cabeza afeitada y abundantes tatuajes, visibles por todas partes que no cubría la ropa. El tipo me miro pero no pronuncio palabra alguna, ni un gesto perturbaba su rostro, cosa que hizo que un escalofrío recorriese mi espalda y de un gesto sorprendentemente rápido salto a la litera de arriba haciendo que se movieran ambas camas entre un fuerte estruendo.
– Que lo disfrutes dijo el guardia con una amplia sonrisa y dirigiéndose al gigante.
La situación hizo que me estuviera poniendo nervioso por momentos y me aferre a la almohada, presa los temblores que sufría mi cuerpo y que me impedirían dormir en toda la noche.
Pasados unos días la situación se fue normalizando y a pesar de que aquel hombre continuaba sin decir una palabra al menos a mí, por lo menos deje de considerarlo una amenaza, al menos a corto plazo. Habíamos entrado ya en la época estival y el calor era ya insoportable, a lo que, sumado a la intensa humedad que sufríamos, hacía que estuviéramos completamente mojados durante todo el día y que tan solo conserváramos puestos calzoncillos como única prenda de vestir. Me levante de la cama e intente hacer mis necesidades pero que era prácticamente imposible hacerlas ya que no había ningún tipo de medida que hiciera que pudieran verme. Me bajé los calzoncillos y me senté en la taza mirando hacia el techo…
Cuando recuperé la visión al frente me encontré a mi compañero que se había tumbado en mi cama y que, mirándome con cara de excitación, se había quitado sus calzoncillos y estaba acariciando su polla mientras me miraba sentado en el váter…yo al verlo no pude reaccionar ni articular palabra alguna, en una mezcla de miedo y excitación y continuaba mirando su polla que parecía crecer por momentos como consecuencia de sus propias caricias.
– Siéntate a mi lado me dijo con una sonrisa que creo recordar que fue la primera desde que entró como mi compañero.
Yo al oír esas palabras y ver lo que estaba sucediendo me incorporé rápidamente y me cubrí la polla como pude con los calzoncillos, y que, con aquella mezcla de bochorno y humedad hacían que las gotas de sudor cayeran al suelo como un pequeño rio. El tipo sonrió y levantándose de una manera inusualmente rápida para un hombre de sus dimensiones y desnudo como estaba con la polla como un palo tomo mi brazo y me tiró en la cama casi sin esfuerzo sentándose junto a mi…
– Hazme una paja, acaricia mis huevos y mi polla lentamente me dijo
– Ni hablar… contesté, pero agarró mi mano y comenzó a apretarla hasta el punto que comenzaron a crujirme los dedos y un dolor insoportable hizo que brotaran lágrimas de mis ojos.
– Vale, pero deja de apretar por favor, vas a romperme la mano.
El gigante dejó de apretar y abrió sus piernas para dar mas espacio a sus huevos que eran bastante grandes y a su polla que estaba recta y dura, y que, aunque no era de grandes dimensiones tampoco era pequeña. Con la mano aun dolorida comencé a acariciar suave y de manera lenta con la punta de mis dedos sus huevos que estaban hinchados por la excitación y que, junto a las caricias los masajeaba y apretaba de vez en cuando haciendo que gimiese en voz baja y permaneciera con los ojos cerrados. Continúe durante un buen rato dedicándome solo a sus huevos hasta que de manera muy lenta comencé a recorrer su tronco hasta llegar a la cabeza de su polla y que apreté para que saliera de ella un cordón de fluido que resbalaba hasta mojar mi mano…
– Así, sigue tocando mi polla…
Con la otra mano comencé a bajarme los calzoncillos y a acariciarme la polla que además de estar muy dura también estaba chorreando mientras que seguía tocando suavemente su miembro, poco a poco fui acercándome más y comencé a bajar mi cabeza lentamente hasta que la punta de mi lengua lamio su glande suavemente y recogió liquido que al subir mi cabeza un poco comenzó a resbalar de mis labios…
Nuevamente baje mi cabeza y comencé a chupar su polla que estaba muy dura y mojada hasta meterla completamente en mi boca, gesto que arrancaba gemidos de placer a cada movimiento de mi boca, se tumbo en la cama y abrió las piernas, yo me coloque frente a el a cuatro patas y comencé a lamer su ano, sus huevos y su polla mientras con mi otra mano me metía dos dedos por el culo y notaba como mi polla chorreaba liquido que manchaba el colchón.
De pronto me pidió que parara y se levanto de la cama para coger una toalla y comenzar a ponerla en los barrotes para impedir que se viera lo que estaba ocurriendo, yo no entendía muy bien que pasaba hasta que cuando hubo terminado se giró hacia mí y me dijo:
– Ponte a cuatro patas y separa las piernas, quiero follarte el culo
Me levanté y me puse como me dijo, separando mis piernas todo lo que pude…
– ¿No verán lo que estamos haciendo los que están enfrente? Pregunte
– Por eso he puesto la toalla, para que no vean como te follo el culo
Comenzó a juguetear con uno de sus dedos alrededor de mi ano, metiendo y sacando para dilatarlo poco a poco, luego uso dos dedos que ahora sí y después de mojárselos en saliva y hacer lo mismo con mi culo comenzar a penetrarme con ellos de forma más rápida y profunda cada vez que hizo que ahora fuera yo el que gemía notando como se iba abriendo y cerrando mi agujero a cada movimiento. Pasados unos minutos en los que mi ano estaba más que dilatado comenzó a meter la cabeza de su polla lentamente primero un poco y después fue entrando mas y mas hasta el fondo cogiéndome de la cintura y subiendo el ritmo de la penetración…
– Mmm si, fóllame, métemela hasta el fondo, méteme hasta los huevos…le dije al notar como sus huevos empezaban a rebotar en mis cachas y haciendo un ruido inconfundible…
Los gemidos iban pasando a ser mucho mas claros y a subir en volumen hasta que fueron perfectamente audibles. Los presos que teníamos de frente comenzaron a escucharlos y dijeron:
– Vamos, fóllatelo, rómpele el culo al nuevo…
Yo estaba muy caliente y ya no me importaba que me pudiesen escuchar, por lo que con una de mis manos tire de la toalla que había puesto y deje al descubierto la tremenda follada que me estaba dando mientras que mirando a los presos relamía mis labios en señal de excitación plena que ahora iba en aumento al sentir como me observaban calientes estando a cuatro patas y con una polla por el culo. Los presos se sacaron las pollas y comenzaron a hacerse una paja viendo el espectáculo que les estaba regalando mientras que yo no paraba de gemir…
– Si, sigue así, sigue follándome fuerte hasta que me rompas el culo
Pasados unos minutos comencé a notar que no me quedaba mucho para correrme y entre las acometidas dije:
– Me corroooo…comenzando a disparar semen de mi polla que iba cayendo al suelo y que yo mismo sin dejar de ser follado iba recogiendo con mis dedos para esparcirlo por mis labios y que chorreaba por mi cara mientras que mi lengua se movía al mismo tiempo…
– Joder me corrooo dijo uno de los espectadores de delante y comenzó a correrse de una manera brutal haciendo que su polla pareciese una fuente…
El otro compañero tardo apenas unos segundos mas en hacer lo mismo y manchar el suelo con su corrida…yo les sonreía a ambos mientras que el gigante seguía follando mi culo sin parar y que parecía que sus energías no se acababan, de pronto y sin darnos cuenta apareció uno de los guardias que se detuvo ante la escena y dijo:
– ¿Vaya, parece que lo estáis pasando bien no? Y una sonrisa apareció en su rostro
El gigante y yo permanecimos inmóviles esperando la reacción del guardia, aunque sin sacarme la polla del culo…
Sin dejar de sonreír se echó la mano a la bragueta y comenzó a sacarse la polla que estaba ya muy dura y me dijo:
– Acércate y chúpamela mientras te follan
Yo sonreí y comencé a lamer sus huevos mientras seguían follándome por detrás…
– Así cabrón que bien la chupas…
– ¿Te gusta como lo hago? Le dije sacándome su polla de la boca un instante para volver a meterla inmediatamente…
– Si, eres un chupapollas perfecto dijo con los ojos cerrados
Pasado un rato comencé a notar como mi boca se llenaba de liquido que salía a borbotones de mis labios y que tragué con gusto todo lo que pude, el cabrón se había corrido sin avisar, saco su polla de mi boca y le dijo al gigante:
– No tardes demasiado en correrte, no quiero que haya demasiado jaleo
Pasados unos cinco minutos más el grandullón comenzó a respirar mas aceleradamente y con un solo movimiento saco su polla del fondo de mi culo y, metiendo solo un poco la cabeza en mi ano nuevamente comenzó a correrse dentro haciendo que chorros de semen bajasen por mis piernas hasta los tobillos…
Recogió su propia leche y poniéndome de pie aunque aun de espaldas a el me esparció la corrida por mi pecho boca y polla, que comenzó a masturbarme con sus fluidos de manera rápida y enérgica…
– Joder me corro, me corrooo grite, y de nuevo una carga de leche salió disparada de mi polla hasta el suelo haciendo que me temblaran las piernas y que cayese de rodillas en el suelo encima de la corrida…
Mi ano seguía completamente abierto fruto del tiempo que aquel enorme hombre había estado follándome, y que desde arriba me dijo después de escupirme:
– Limpia todo esto con tu lengua y a cuatro patas putita, quiero ver como te tragas toda la leche del suelo.
Yo lo miraba desde abajo mientras que una mezcla de semen, sudor y saliva continuaba resbalando por mi cuello hasta las piernas…con una sonrisa lasciva le dije:
– Será un placer mi amo
– Me gusta que me llames así, desde ahora me llamaras mi amo y estarás desnudo siempre para que pueda follarte o hacerte lo que quiera putita, y te aseguro que lo hare a todas horas… dijo riendo
Mi ano, que pareció que lo había entendido se contrajo de manera involuntaria yo deje escapar una sonrisa al recordar que aún me quedaba bastante tiempo de condena, estar en la cárcel no es tan malo después de todo, ¿no os parece?
es una buen historia, que uno solo imaginaria, pero hay verdaderas como las del roce en el camión,el compañero que te desea, etc…… pero el pudor …….no te deja
Ufff… menudo morbo… como sigue?
Excelente relato.. como sigue?
Que delicia de relato… tengo la polla dura como una piedra de lo cachondo que estoy… Espero que continúes con la historia.
Buen relato… me encanta como inicia esta historia y me encanta tu forma de narrar y escribir.