Una experiencia para contar
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo empezó cuando era niño, tenia 12 años y en lo único que pensaba era en jugar. Llamaba mucho la atención por mi cara porque era guapo(y no lo sabía). Siempre jugaba con primos pero mas específicamente con uno que tenia 14 años llamado Alfredo, bastante fornido para su edad y muy amable conmigo por estar siempre cerca de mi papá (su tío). Jugábamos a muchos juegos y el me tenia confianza, tanto así que se bañaba y no le daba pena que lo viera desnudo. Esa confianza con mi primo era un tanto extraña para mi porque veía sus partes todo el tiempo y a esa edad uno siente curiosidad al ver un pene mas grande que el que uno tiene.
No se en que momento pasó que empecé a verlo mas seguido hasta el punto que yo mismo hice algo que fue la mecha de todo. Fue una noche cuando estábamos viendo televisión el y yo, estaba un poco nervioso, cabe destacar que no sabia sobre el sexo, pero en mi inocencia solo le dije mientras veíamos la tv algo que lo dejo frío, le dije exactamente: "Vamos a besarnos los pipí", a lo que mi primo se quedo privado del susto al escuchar tal cosa de mi, ya que no se lo esperaba obviamente… Con su cara extrañada del susto solo me dijo "Los primos no hacen eso".
Un silencio inundó el cuarto por un rato, cada uno sin decir nada, solo se escuchaba la tv. Al poco rato y un poco confundido todavia me dijo: "Bueno esta bien pero solo un beso". Me puse muy feliz que aceptara mi petición, a lo que mi primo saco su pene del short y me lo puso muy cerca de mi boca para que lo besara, y pues sin nada que decirle, lo oli un poco, nunca habia olido un pene y le di un beso con aquella boquita mía inocente. Luego de eso su cara me lo decía todo y me dijo "Abre la boquita", lo empecé a obedecer y pues metió su cabeza y la mitad de la polla en mi boca. Quedo ajustada para mi boca y la metio y la saco algunas veces con mucho cuidado. Lo que estaba sintiendo era extraño para mi, no sabia que era lo que sentía, pero la sensación del olor y la carne entrando y saliendo de mi boca me empezó a gustar. Luego de eso paramos porque casi nos descubrían.
Ese día, fue el comienzo de lo que vino mas adelante…
Al día siguiente me extraño ver a mi primo en mi casa para jugar, saque los juguetes y nos divertimos de costumbre, estaban mis padres y ya no tenia intención de pedirle a mi primo algo parecido a lo que ocurrió la noche anterior, pero el al parecer si… En momentos de abrir y cerrar de ojos que mis padres se descuidaban el sacaba su pene súper erecto con toda la adrenalina del momento y lo metía en mi boca rápidamente hasta que volvían, dejándolo lleno de mi babita cada vez que lo hacía, hizo eso cada vez que se descuidaban y yo pues solo debía seguirle la corriente, además ese miedo por que no nos descubrieran hacia que me gustara lo que me hacía.
Llego un momento en donde por la confianza que tenían a mi primo, nos dejaron solo un momento y ya volvían, con los juguetes en el suelo y lo desesperado que se veia, me hizo correr al cuarto y me bajo los pantalones sin mediar palabra. Se percató de mi culito carnoso y redondo que lo excito aun más. Yo sin saber que iba a pasar solo me dijo acuestate, y cuando lo hice se puso encima de mi y sin mediar palabra me lo metió en mi culito virgen. Me dolió un poquito al principio pero como ya se lo había chupado estaba entrando su cabeza facilmente. La metió y saco desesperadamente de mi mientras lo que yo sentía era una sensación de placer indescriptible. No cogía con tanta fuerza y desesperación por la llegada de mis padres en cualquier momento que di mis primeros gemidos.
Que me estuviera cogiendo no fue mi objetivo desde un principio, pero ya le había dado alas y pues solo quedaba obedecerlo en todo, además me estaba gustando.
Sentía como entraba esa cosa grande en mi culito que me sentía muy indefenso y excitado y eso a el le gustaba. No duramos mucho cuando me hizo cambiar de posición y me dijo "sientate en mi silla", yo muy obediente me intente sentar pero esa carne tan dura en esa posición si estaba difícil de meter en mi completamente. Como pudo el de espaldas me sentó hasta la mitad de su pene y me levantó después gritandome "quiero que entre todo!", cuando sentí que me regaño hice mi mejor esfuerzo y me senté con fuerza en ese gran pene erecto, el me echaba hacia abajo para que entrara aun mas rápido hasta que por fin me clavo enteramente allí bruscamente. No sabia por que ya no era el amable conmigo pero que me tratara mal me gustaba, me sentía que era de el.
Cuando ya me tenia clavado entero, con mi culito bien pegado a su pelvis y su pene bien adentro , que no estaba fácil estar sentado allí, me dijo "ahora eres mi princesa"… "Te gusta ser mi princesa?", yo en la conmoción pues dije que si. Después de tenerme clavado allí durante unos segundos me lo saco todo lo fuerte que pudo, esa sensación no la conocía, pero me dejo tan exitado y con ganas de más.
Luego de eso no se que iba a hacerme, yo solo lo estaba obedeciendo como una niña buena, el me tenia dominado y pues al ya sentirme suyo me dio nalgadas muy fuertes que me dejaron rojo el culito que acababa de cogerse, me estaban doliendo sus golpes pero yo no podía ni quería hacer nada mas que obedecerlo.
En un arranque de excitación al parecer iba a terminar lo que empezó conmigo y con la misma fuerza me tomó, me puso como perra y me siguió embistiendo con mas fuerza y mas rápido, quería venirse en mi, pero yo no sabia eso en el momento. En medio de gemidos de su parte y el sudor del momento, me llenó el culito de leche y pensé que se había meado en mi así que me asuste, pero al sentirlo tan rico no le dije nada.
Al momento que paso eso, ya mis padres estaban por venir así que con la leche adentro y el sudor encima, corrimos rápido y seguimos disimulando que estábamos jugando, era una adrenalina que me hacia sentir único y creo que a el también.
Luego de todo esto hubieron mas encuentros pero es mejor contar mas adelante.
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