Una familia gay con dos papás. Parte 2

Mateo encuentra los juguetes sexuales de sus padres y explora con ellos.
Les recomiendo leer la parte uno para que entiendan a la perfección el relato.

Parte 1: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/una-familia-gay-con-dos-papas/

Resumen de la parte 1: Mateo fue adoptado a los 10 años por una pareja de hombres gay gorditos y grandes como ositos. Mateo es un chico tímido, gordito y de cachetes, pezones y ano rosado. Hace un mes espió a sus padres por la madruga mientras tenían relaciones sexuales orales, ahí descubrió que aquello le vacilaba excitación.

Parte 2
(Juguetes sexuales)

Hace un mes que espíe a mis padres en la madrugada, varias veces en la noche eh escuchado gemidos, se que estuvo mal espóselos esa noches así que decidí no volver a hacerlo. En mi cuarto prefería buscar videos porno y con ello masturbarme y calmar mis hormonas de la pubertad.

Ese mes había regresado al colegio así que no tenía mucho tiempo para pensar en esas cosas.

Una mañana de un lunes entre a la ducha apresuradamente y me di cuenta que el agua caliente no servía.

-Paaaa, no sirve mi regadera- dije enrollado un toalla en mi cintura y saliendo de ella.

Jorge: -Ay Mati, llamaré al plomero en la tarde. Por ahora ve y dúchate al baño de mi cuarto-dijo mi padre ya listo con su traje puesto listo para ir a trabajar

Yo tomé mi ropa y caminé rumbo al cuarto de mis padres. Escuche a papá Jorge bajar las escaleras así que asumí que mi papá Martín también estaba en la planta baja, así que decidí no tocar la puerta de su cuarto antes de entrar.

Abri la puerta rápidamente y para mi sorpresa mi papá Martín estaba totalmente desnudo frente a mis ojos. Su cuerpo era grande, mis padres ya habían empezado ir al gym así que esa panza ya no era grande ni gorda si no tenía un abdomen grande y duro. Tenía unos fuertes bicep que le hacía tener unos grandes brazos, el pecho y abdomen los tenía repletos de vello rubio, al igual que sus grandes piernas. Su pene estaba dormido pero colgaba como unos 15 cm con un gran grosor, la cabeza de su miembro era rosada y eso me encantó.

Mi cuerpo se paralizó al verlo, por más que intenté despegar la vista no pude, cuando Martín me vio tomo su toalla de la cama y la enrollo en su cintura tapando su pene.

-Mati que haces aquí?- pregunto tiernamente y sin enojo

-Oh.. mi ducha se descompuso y papá Jorge me dijo que viniera a ducharme aquí, perdón- dije sollozando dejando caer unas lágrimas, los cachetes se tornaron rozados por la pena

-Tranquilo campeón no te preocupes- dijo agachándose y abrazándome, podía sentir sus grandes brazos rodearme.

-Ahora ve a ducharte que hueles a Niño de la calle- dijo bromeando y vistiéndose mientras yo entraba a la ducha.

Dentro del baño estaba el cesto de la ropa sucia, en el estaba la ropa de gimnasio con la que fue horas antes Martín, tomé la ropa húmeda por el sudor y en ella estaba su bóxer, el olor que emanaba era fuerte e hipnotizante,   poco a  poco lo fui acercando a mi nariz, cuando lo tuve enfrente lo pegue a mi cara y aspiré fuertemente inhalando ese aroma a macho, rápidamente mi pene se puso duro.

Por la falta de tiempo decidí pausar esto y ducharme rápidamente. Cuando salí de la ducha ya vestido con mi uniforme escolar baje a desayunar con mis padres.

-Que harán hoy?- pregunté con la llena

Jorge -Hijo te dije que no hablar con la boca llena- dijo tiernamente

Martin-Tendremos una junta de trabajo con unos inversionistas en la empresa así que llegaremos tarde. Puedes pedir una pizza si quieres en lo que llegamos-

-Yupiii, casa sola y pizza- dije

Jorge -Solo no vayas a usar nuestra cama como brincolín- dijo riendo

-Noo, ya no tengo 12 años- dije frunciendo el mi ceja

El chofer me llevo a la escuela y mis padres se fueron rumbo al trabajo.

En la tarde cuando regrese de la escuela corrí al cuarto de mis padres a buscar aquella ropa interior que olí en la mañana, para mi mala suerte la muchacha de la limpieza ya la había metido a la lavadora

Decidí rebuscar un poco por su gran clóset, busque por todos los cajones por casi media hora, cuando revise el último cajón encontré una caja de zapatos, dentro tenía varios juguetes sexuales que había visto como se usaban en videos porno anteriores . Rápidamente tomé el más pequeño en forma ovalada y lo lleve a mi cuarto. Antes de entrar verifique que la muchacha de la limpieza no estuviera.

Me desnude por completo y me subí a mi cama tomando antes una vaselina de mi mueble.

Sabía cómo hacer aquello por varios videos que me había topado en Google.

Seria la primera vez que introduciría algo dentro de mi pequeño ano rosado.

Primero puse vaselina en mis dedos y los acerqué a mi entrada. Cuando el primer dedo toco mi pequeño ano el cuerpo se me estremeció. Empuje un dedo dentro y con esfuerzo logre meterlo, empecé a sacarlo y meterlo sin que saliera todo por completo. Después de 10 min metí el segundo dedo. Así metí hasta 3 dedos. Cuando estaba listo puse vaselina en el pequeño juguete y lo apunté hacia mi ano, empecé a empujar y cuando logro entrar solté un fuerte gemido de placer. Lo mantuve en esa posición un tiempo para que mi cuerpo se adaptara, minutos después empuje más metiendo casi la mitad, mi respiración estaba agitada y mis gemido eran fuertes, en un momento identifiqué un botón en la punta que estaba afuera del pequeño juguete, lo presioné y aquella cosa ovalada empezó a vibrar si entiendo una estimulación en mi prostata. Mis gemidos aumentaban de velocidad y había empezada a masturbarme, solté un fuerte gemido cuando estaba apunto de llegar a mi orgasmo solté un fuerte gemido soltando largos chorros de semen manchando mi cama y cayendo sobre mi vientre.

-La pizaaa- escuche a lo lejos acompañado del sonido del timbre.

Rápidamente me limpie con papel, me puse mi trusa y tomé una camisa que antes era de mi padre que me quedaba hasta las rodillas.

Baje corriendo y abrí la puerta, un chico gordito y rubio me entregó mi pizza y me cobro.
Note que su mirada bajó a mi entre pierna y más cuando me di la vuelta para ir por el dinero.

-Linda camisa- dijo guiñándome el ojo cuando me entregó la pizza

-Muchas gracias- dije sonriendo tiernamente

-Que disfrutes tu pizza nene lindo- dijo yéndose

Rápidamente fui a la sala, puse una película y empecé a comer la pizza. Me quite la camisa y la deje en el piso acariciando mis pezones rosados.

Cuando me llene deje la pizza en el comedor, tomé mi camisa del piso y subí a mi cuarto donde mi el pequeño vibrador en la cama con vaselina y restos de semen por toda la cama. Tomé una foto para el recuerdo y empecé a limpiar

2 semanas después….

Perspectiva de Martín (papá de mateo):

Habíamos encontrado uno de nuestros juguetes sexuales en la habitación de nuestro hijo.

Entendíamos que estaba en su etapa de pubertad y con ello la curiosidad sobre el sexo empezaba a crecer, así que junto con mi esposo decidimos que no habría un regaño si no una platica de educación sexual.

-Mati queremos hablar contigo- le dijimos un día que estábamos en la sala.

-Que paso papás?- pregunto asustado

-Hemos encontrado esto en tu cuarto- dijo Jorge mostrándole el vibrador que tomó de nuestro cusrto

-Sabemos que lo tomaste de nuestro cuarto, también sabemos que estás en la pubertad y la etapa de la curiosidad sexual y demás cosas-

-s..si, perdón lo tomé por curiosidad pero les juro que no volveré a hacerlo- dijo teistemente

-Tranquilo mas que un regaño esto es una platica para hacerte entender que estamos para cuidarte y ayudarte en tus dudas- dije

La platica se siguió formando en cómo era el seco enteré mujeres y hombres y entre hombres.

-Toma, ahora es todo tuyo. Cuando llegues a tu edad indicada lo sabrás usar- dijo Jorge dándole el vibrador a Mati

-De verdad? Graciaaas- dijo corriendo a abrazarnos

Perspectiva de Mateo:

Mis padres me habían dado una larga platica de educación sexual y como regalo el vibrador que ahora será mi gran amigo todas las noches.

Una semana después mis padres me llevaron al doctor, me dijeron que sería una revisión de rutina por la pubertad.

Cuando llegue el doctor era un hombre de buen cuerpo, cara linda y pelo castaño

-Buenas tardes Mateo, me llamó Richard y voy a ser el doctor que te atenderá el día de hoy- dijo con una voz amable

-hola Richard- dije tiernamente

-Bueno ya cuanto con el consentimiento de tus padres así que me podrías hacer el favor de bajarte los pantalones- mis padres ya me habían dicho sobre esto pero aún así era penoso

Lentamente base mi pans y ropa interior hasta mis talones dejando mi pene semi erecto al aire

-Okey tartare tus testículos para ver si no hay alguna anomalía- Richard acercó sus grandes manos y sentí como empezó a tocar mis testículos, apretaba un poco en busca de algo.

-ahora revisaré tu pene para ver si todo está bien-  había podido controla mi erección cuando toco mis testículos pero cuando toque mi pene no creo poder

Empezo revisándo mi pelvis y después mi pene, por último bajo mi prepucio dejando la cabeza de mi pene al aire lo que me causó una rápida erección

-L.. lo siento- dije apenado

-Traqnuilo mateo es normal- dijo continuando

-Bien todo está bien por aquí, ahora porfavor sube a la camilla y ponte en cuatro- hice caso a sus acciones

-Ayúdame separando tus nalgas porfavor, are una rápida revisión anal- dijo tomando una lampara

Senti sus dedos tocar mi ano y el exterior de mi culo

-Vaya, debes tener algún problema intestinal- dijo tocando mi ano el cual empezó a palpitar

-Todo bien?- pregunto asustado

-Pues al parecer  tu ano está muy dilatado para tu edad- dijo pensando

-Creo que tendremos que hacer unos estudios-

-No porfavor, verá es que bueno eh jugado un poco con mi ano y creo será por eso- dije apenado ruborizando mis cachetes

-Ya veo, eres un niño travieso. Bueno por aquí terminamos, un gusto conocerte Mateo. Toma mi numero por cualquier duda sexual que tengas- dijo dándome una tarjeta con sus datos

Continuará..

Hasta aquí el capítulo de hoy, espero les haya gustado. Si gustan darme su opinión o alguna sugerencia mándenme mensaje a mi telegram: @SebasPPm

Recuerden: No soy el de la historia pero si soy un chico gordito de 16 años