Una familia gay con dos papás. Parte 5
Una noche de pasión llega para mateo y uno de sus padres.
Han paso un par de meses desde lo sucedido en la sala con mis padres, ninguno de los dos ha tocado el tema, y mucho menos yo. Desde ese día la familia continuó siendo normal y amorosa sin llegar a nada sexual.
Parte 5
(el sueño húmedo)
Era una madrugada de sábado, la sensación de humedad en mi entrepierna me levanto, al despertarme aparte las cobijas sobre mi y note una grande erección debajo de mi pijama de Spiderman con una mancha de líquido en mi entrepierna, lentamente baje mi pijama dejando ver mi trusa la cual apenas si podía contener mi fuerte erección, al igual estaba demasiado húmeda por líquido preseminal, supuse que había tenido un sueño húmedo y eso me había hecho mojarme.
Decidí quitarme por completo mi pantalón de pijama y mi trusa de dibujos que estaban manchadas de liquido preseminal , al igual me retire mi camiseta de pijama igual de Spiderman quedando así todo desnudó. Coloque mi ropa a un lado de mi sobre la cama y me volví a cobijar para dormirme de nuevo.
Pasaron un par de minutos y mi erección no se bajaba, el rose de las cobijas de seda sobre mi piel desnuda me excitaba demasiado, lentamente metí una mano debajo de las cobijas para empezar a masturbarme lentamente tomando mi pene del centro y subiendo y bajando mi mano a una velocidad lenta y placentera.
Mi cuerpo estaba demasiado caliente para solamente masturbarme, me levanté de mi cama y entré al vestidor, de un cajón saqué un pequeño pene de juguete y una botella de lubricante.
Me acosté sobre la cama boca arriba levantado mis piernas dejando mi ano al aire, puse un poco de lubricante en mis dedos para después empezar a jugar con mi colita, daba pequeños círculos al rededor de mi entrada haciendo que poco a poco se dilatara, cuando sentí que empezaba a palpitar introduje uno de mis dedos que empecé a sacar y meter por unos minutos hasta que sentí mi colita mas dilatada, poco a poco empecé a meter mas dedos hasta que estuve lo suficientemente dilatado para lograr meter el pene de juguete.
Le coloqué lubricante en la punta del juguete y en la entrada de mi ano, lentamente introduje la punta con un poco de dificultad.
Cuando logró entrar la punta solté un leve gemido tratando de no despertar a nadie, poco a poco empujaba el juguete para que entrara más, cada que el juguete se introducía más dentro de mi, gemía lentamente para no despertar a mis papás.
Al meterlo todo solté un fuerte gemido, al instante me tapé la boca con una mano y me quedé quieto un par de segundos esperando no haber despertado a nadie.
Cuando mi ano se acostumbró al juguete dentro de mi empecé a sacarlo y meterlo como si me estuvieran penetrando, con mi otra mano acariciaba mis tetitas rosadas. Empezaba a aumentar la velocidad del juguete moviéndose dentro de mi, sentía como entraba y salía por mi pequeña entrada virgen.
Mientras metía el pene de plástico con una mano y con la otra me masturbaba cerraba los ojos imaginando que mi papá Martín me hacía el amor con su gigantesco pene.
Mi mano estaba llena de presemen que había generado mi miembro, esa misma mano la lleve a mi pecho y unté el líquido en mis tetas para después empezar a masajearlas lentamente.
Inconscientemente mis gemidos empezaron a aumentar y no me había percatado, estaba al tope de excitación masturbándome rápidamente y metiendo y sacando el juguete con rapidez. De repente empuje el pene de juguete hasta el fondo de mi colita haciéndome gemir fuerte, junto con eso llego mi orgasmo haciendo brotar de mi miembro varios chorros de semen sobre mi panza y otro poco sobre la cama
-Mati estás bien?- escuché una voz adormilada al mismo instante que escuché mi puerta abrirse.
Rápidamente me tapé con una de mis cobijas.
-Pa..pa- dije sonrojado
-Perdón campeón es que escuché unos ruidos raros y quise venir a ver si estabas bien- dijo mi padre el cual solo tenía puesto un bóxer negro que resaltaba un gran bulto, sus piernas y torso desnudó me calentaban y hacían que mi pene siguiera duro.
-Esta bien no te preocupes- dijo aún apenado y tapado con mi cobija
-Mati por favor usa papel para limpiar tus residuos- dijo recogiendo mi trusa del suelo la cual tenía restos de precum.
-Perdón es que desperté así-dije
-Oh fue un sueño húmedo entonces, esta bien- dijo relajándose
-Por cierto podrías ayudarme con algo…- dije incómodo retirando lentamente la cobija que trabaja mi cuerpo desnudó
-Claro campeón, que pasa?- pregunto
Yo me di la vuelta poniéndome en cuatro mostrando mi culito con un pene de plástico dentro -Podrías ayudarme a sacarlo- dije volteando mi cabeza para verlo
-Ou…, parece que estuviste jugando un poco con los juguetes de tu padre- dijo impresionado, al momento noté que de su bóxer empezaba a crecer algo dentro
-Esta bien, abre bien con tus manos tus nalguitas para sacarlo- dijo, escuché como cerró la puerta para después sentir su respiración cerca de mi colita.
Sentí sus grandes dedos posicionarse en mi entrada para después sentir como lentamente salí el pene de plástico.
-Mmm papi- dije sintiendo como el juguete rosaba mis paredes anales y se movía dentro de mi.
-Tranquilo Mati ya va saliendo- dijo acariciando tiernamente una de sus grandes manos una de mis nalguitas.
Cuando salió el resto del juguete sonó como un corcho de botella, sentía que mi entrada estaba muy dilatada y que palpitaba al sentirse vacía.
-Vaya, estás muy dilatado. Como pudiste aguantar eso ahí adentro?- dijo acariciando el borde de mi ano rosa dilatado con sus grandes dedos
-No lo se, creo que estaba demasiado caliente- dije riendo un poco y tratando de sentarme para verlo de frente
-Auch- dije al darme la vuelta
-Estas bien?- pregunto con una cara de preocupación
-Me duele un poco mi colita- dije con una voz de nene pequeño
-Espérame aquí, traeré una crema que usa tu papá después del sexo, después de tantos años no se acostumbra al grosor de mi miembro Jejeje – dijo saliendo del cuarto y regresando minutos después.
-Bien, papá Jorge sigue dormido así que podemos seguir platicando. Ahora date la vuelta y ponte en cuatro otra vez para ponerte la crema- dijo untando un poco en sus dedos, después los paso por mi ano el cual seguí dilatado. Sentía fresco aquella crema, gemía levemente al sentir el tacto de esos grandes dedos en mi colita.
La velocidad en que mi padre pasaba sus dedos en mi entrada estaba aumentado más de lo normal, poco a poco sentía que aquellos dos dedos entraban a lentamente dentro de mi, su otra mano acariciaba mi trasero mientras que el movimiento de sus dedos seguía.
-Mmmm- decía lentamente al sentir a mi padre dedearme, poco a poco sentía sus dedos más adentro de mi, ambos dedos empezaron a entrar y salir velozmente de una manera sexual, rosaban mis paredes anales lo que le hacía gemir mas rápido y fuerte, hasta que de un movimiento entraron hasta el fondo y la otra mano de papá Martín apretó mi muslo.
-Ahhh papi- dije inconscientemente al sentí el tacto de sus dedos al fondo de mi ano.
-Perdón Mati de verdad, no se que me paso. Me deje llevar. Estos días he estado muy caliente y tu padre y yo no hemos tenido sexo últimamente. De verdad lo siento- dijo preocupado y con una voz de remordimiento
-Tranquilo papi, en verdad..me gusto..- dije apenado con los cachetes ruborizados
-de verdad?- pregunto levantándose dejando ver su pene parado debajo de su bóxer
-Sip, podemos continuar?- pregunte con una cara y voz de niño caprichoso a la que mis padres nunca se han resistido
-Esta bien, pero solo será esta ves y será nuestro secreto- dijo bajándose su ropa interior dejando salir su gran miembro con una cabeza rosada húmeda con pequeñas gotas de precum.
Me di la vuelta y me acerqué poco a poco a su pene que colgaba con rigidez, lo tomé con mi pequeña mano de la base, subí y baje un poco mi mano masturbandolo para después acercar mi rostro a su pene y llevarlo a mi boca, primero mi lengua jugueteó con su miembro sintiendo el sabor a precum, daba vueltas a su cabecita con mi pequeña lengua húmeda; después lo rodeé con mis labios metiéndolo a mi boca hasta donde podía, metía y sacaba su pene con rapidez de mi boca, con mi otra mano acariciaba su testículos que colgaban como dos globos de agua.
Mi papi Martín solo me acariciaba mi cabello con sus grandes manos, al mismo tiempo él gemía levemente por el placer de que su pequeño y único hijo le estuviera haciendo una de las mejores mamadas de su vida.
-Ven aquí pequeño- dijo papá Martín tomándome de la cintura con sus grandes manos y subiéndome al centro de la cama haciendo a un lado las cobijas. El se acosto boca arriba mientras yo me estaba en medio de sus piernas chupando su miembro demasiado grueso.
-Estas chupando la polla que chupa tu padre diario Mati- dijo papá Martín entre gemidos leves mientras ponía sus manos detrás de su cabeza dejándome ver sus axilas con vello lo cual me calentó mas.
-Y quien la chupa mejor- dije sacando su pene de mi boca pero siguiendo masturbandolo con mi mano para después meterlo hasta mi garganta al terminar la oración.
-No podría decidir entre las dos personas que más amo en este mundo- dijo acariciando mi cabello
Después de un par de minutos saqué su miembro de mi boca y subí poco a poco pasando mi lengua por sus abdominales hasta su pecho metiéndome uno de sus pezones a mi boquita, después dirigí mi rostro a una de sus axilas perdiendo mi rostro en ella suspirando ese aroma a macho.
Después junte mi boquita don la de mi papi, primero fue un beso tierno, después nuestros labios se volvieron a juntar pero ahora para un beso apasionado donde nuestras lenguas se juntaron.
Las grandes manos de mi papi se posicionaron sobre mi tracero apretándolo levemente y separando mis dos grandes nalguitas dejando entrar el aire a mi ano que aún seguía dilatado.
-Date la vuelta y déjame ver bien tu colita- al instante me di la vuelta quedando su cabeza en medio de mis piernas, y mi rostro frente a su pene, formando así un 69.
Sentía la cálida respiración de mi padre en mi trasero, sus grandes manos separaron mis nalgas dejando mi ano frente a su cara la cual acercó poco a poco hasta hacer contacto con mi piel, sus sabios besaron tiernamente mi pequeña entrada dilatada de color rosa, su barba me hacía cosquillas en la piel mientras que seguía dándome pequeños besos tierno que me erizaron el cuerpo.
Después su lengua dio círculos por el borde de mi ano haciéndome sentir en las nubes, había parado de mamar el pene de mi papi para solo enfocarme en el placer que me estaba dando.
-Te gusta Mati?- pregunto con cariño
-Si papi, me encanta- dije entre leves gemidos
Después de unos minutos me posicione en cuatro entre las grandes piernas peludas de mi papá Martín el cual seguía jugueteando mi ano con su lengua, mi pequeña entrada estaba demasiado húmeda y dilatada.
-Papi metemela ya- dije entre gemidos desesperados
-Mi amor te va a doler- dijo con preocupación
-No papi, ya estoy lo suficientemente dilatado. Quiero que el primer pene de verdad que entre en mi colita sea el tuyo- dije cariñosamente viéndolo cara a cara. Mi padre cambió su expresión a una de cariño.
-Iré por algo rápido- dijo poniéndose su ropa interior y saliendo de la habitación, segundos despues regreso con un condon y una botella de lubricante en su mano. Cerró la puerta con seguro, se bajó su bóxer, abrió el empaque del condon para después ponérselo en su pene que parecía estar apunto de explotar de placer con esa cabeza rosada.
Mi padre subió a la cama donde estaba yo en cuarto y se hincó dejando su pene a la altura de mi entrada, despues colocó algo de lubricante en mi ano el cual esparció con sus dedos metiéndolos un poco dentro de mi.
-Ahí va campeón, si te duele me dices y paramos- dijo, yo solo hice un pequeño sonido y moví mi cabeza indicando que lo había entendido
Mi padre colocó la punta de su pene en mi entrada, despues poco a poco empezó a hacer presión introduciéndolo dentro de mi. Yo solo mordía la almohada más cercana que tenía aguantándome el dolor.
-Todo bien Mati, ya entró la punta- dijo acariciando tiernamente mi espalda con su áspera mano
-S..si papi, esto es más grande que un dildo- dije entre gemidos de placer y dolor
-Jejejej claro que si bebe, por algo tu papi prefiere que le meta mi pene a jugar solito con un dildo- dijo entre pequeñas risas mientras seguía haciendo presión.
Yo solo me limitaba a gemir de placer y empujar mis caderas hacia atrás para que así el pene de papá Martín entrara más dentro de mi.
Cada vez sentía mas dolor, pero a la ves sentía placer al sentir el tacto de el pene de papá Martín tocar mis paredes anales, se sentía húmedo por el lubricante y calientito por la calentura de ambos.
-Ahh papi espera- dije poniendo una mano sobre su pierna al sentir mi ano abrirse demasiado
-Perdón Mati, quieres parar?- pregunto con una voz preocupada
-Nono, continua- dije al relajarme, metí una mano por debajo de mi cuerpo la cual masturbaba mi pene y en veces tocaba mi ano sintiendo cómo estaba lleno por el pene de mi papi.
-Listo campeón, aguantaste todo, eres muy valiente. Ahora lo dejaré quieto un ratito para que tu colita se acostumbre- dijo al meter los últimos 5 centímetros de golpe y hacerme soltar un gemido leve el cual calle mordiendo la almohada.
Después de casi 5 min mi padre empezó a moverse dentro de mi, sacaba lentamente su pene sin sacarlo por completo y lo volvía a meter lentamente, eso empezó a estimular mi prostata y hacerme disfrutar como nunca. Me sentía como si fuera papá Jorge aquella noche en la sala donde papá Martín le hizo el amor frente a mi.
Poco a poco empezó a aumentar la velocidad de su mente saca tomándome de la cintura en forma de apoyo.
Para continuar sus embestidas colocó un poco más de lubricante y continuo follandome, una de su manos llegó hasta una de mis tetitas tomandola con su grande palma y apretándola con sus enormes dedos, despues dos de sus dedos se ubicaron en mi pequeño pezon rosado y tiernamente lo pellizcaron haciéndome soltar un gemido más fuerte a los que estaba soltando.
En ese momento había olvidado que a unos metros mi otro padre y el esposo del hombre que me estaba follando estaba durmiendo, ni me había percatado de que la fuerza de mis gemidos había aumentado al igual que la velocidad.
-Mi amor trata de hacer más silencio para no despertar a papi Jorge- dijo susurrándome al oído mientras metías hasta el fondo de mi su miembro masculino con el cual follaba a mi otro papi.
Despues mi padre sacó su pene de dentro de mi, me dio la vuelta quedando cara a cara y colocó unas almohadas en mi cintura para que así mi entrada estuviera a la altura de su pene.
Segundos después volvió a meter su gran pene dentro de mi haciéndome gemir, pero antes de soltar ese fuerte gemido me tapó la boca con su grande mano. Me estaba follando despacio mientras me tapaba la boca con una mano y con la otra se recargaba sobre la cama. Esa escena me estaba calentando demasiado, yo me masturbaba con una de mis pequeñas manos y con la otra acariciaba el abdomen peludo de mi papá.
-Te haré el amor tan bien para que no cualquiera enamore a mi hijo con la primera follada- dijo con una voz sensual a mi oído, me dio un beso en la boca para después volverme a taparmela con su mano. Despues aumentó la velocidad de sus embestidas haciendo que la cama rechinara y que en toda la habitación se escuchara el sonido de su pelvis chocando con mi gran trasero. Mis piernas estaban sobre sus hombros y su cuerpo cada vez se pegaba más al mío. Sus gemidos aumentaban tras cada embestida y su cara de placer era más evidente. Mis manos ahora solo se limitaban a pellizcar mis pezones, mientras que mi pene no paraba de babear precum el cual por momentos mi padre tomaba con uno de sus dedos y lo llevaba a mi boca.
-Tienes que tomarte toda la lechita de un hombre para que crezcas grande y fuerte como yo- dijo flexionando su brazo y dejándome ver su grande y fuerte bicep.
-Si papi- dije aceptando la leche que me ofrecía con su dedo.
-Amor me voy a venir- dijo entre gemidos de macho y cerrando sus ojos en forma de concentración
-Papi quítame el condon y dame tu leche en mi colita. Quiero que me preñes- al escuchar eso mi papi abrió los ojos, salió rápidamente de dentro de mi y se retiró el condon.
De un rápido movimiento entró bruscamente de nuevo dentro de mi haciéndome soltar gemidos fuertes y rápidos. Mi papi igualmente gemía fuertemente como un macho. Sus sudor que escurría por su pecho caía sobre mi cuerpo, y su olor a hombre me tenía loco.
Mi padre seguía embistiéndome rápidamente con su pene, sus manos me sostuvieron por la espalda y me jalaron más hacia el pegando más nuestros cuerpo haciendo que su miembro entrara más dentro de mi.
Al momento de que un gemido fuerte como el grito de un oso salió de la boca de mi padre el mismo pegó su cuerpo más al mío empujando su pene al fondo de mi y apretándome fuerte con sus brazos; sentí cuatro chorros calientes de semen llenar por completo mi ano. Ese fuerte movimiento me hizo gemir y gritar de placer haciéndome tener mi orgasmo, soltando mis pequeños chorros de leche que cayeron en el abdomen de mi padre.
-AAAHHHMMM PAPI!!- grite entre gemidos fuerte al momento de aquella escena.
-Mati que paso? Estás bien?- escuché la voz preocupada de mi papá Martín al mismo tiempo que el sonido de mi puerta abrirse bruscamente.
-Todo bien?- escuché ahora pero con la voz acelerada de papá Jorge.
Rápidamente mis ojos se abrieron como dos monedas dándome cuenta que había tenido un segundo sueño húmedo y en realidad nada de lo soñado había pasado en verdad.
Mis padres estaban dentro de mi habitación, ambos en ropa interior, mi papá Jorge con una bata para dormir abierta dejándome ver su trusa azul, y mi papá Martín llevaba solo puesto un bóxer rojo y unas calcetas navideñas para el frío.
Yo por mi parte estaba desnudó, mi cobija estaba a un lado dejándome descubierto y con chorros de semen sobre mi estómago y una erección que aún no se bajaba.
Rápidamente me incorpore sentándome en mi cama aún adormilado.
-Que pasa Campeón?- pregunto papá Martín sentándose en la orilla de mi cama hundiéndola por su peso.
Yo reaccioné y me tapé con mis manos mi pene aún sin entender nada de lo que estaba pasando.
-Que está pasando?- dije con mi corazón acelerado.
-Traeré papel para limpiarte y un cambio de ropa impío- dijo papá Jorge entrando a mi vestidor y regresando con un rollo de papel, un bóxer y un nuevo conjunto de pijama ahora de Batman.
-Creo que tuve un sueño húmedo- dije tallándom los ojos con los puños
-Si Mati, es común en tu edad, igualmente es algo normal- dijo papá Jorge pasando un pedazo de papel por mi cuerpo limpiando mis restos de semen.
Al final paso un pedazo de papel sobre mi pelvis y la punta de mi pene lo cual me hizo gemir levemente -Mmm- dije al erizarme cuando toco la punta de mi miembro
-Perdón- dijo entre risas papá Jorge haciendo que papá Martín riera levemente
Mientras papá Jorge me limpiaba yo abrazaba a mi papi Martín oliéndolo disimuladamente, él puso su mano en mi espalda desnuda en forma de cariño y apoyo sobándome lentamente.
Después de eso me volví a vestir y los tres bajamos a desayunar en donde me dieron una platica sobre los sueños húmedos y como son normales.
Durante el resto del día no pare de pensar en mi sueño, varias veces me masturbe pensando en que ojalá allá sido real.
Espero les haya gustado esta nueva parte del relato.
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No soy el de la historia pero si soy un joven gordito
Olvide mencionar que tengo 16, si gustan platicar mándenme msj a mi telegram: @sebaasMd