Una historia para contar.
Capitulo 2, Pillados..
Capitulo 2, Pillados.
Llego el sábado donde iríamos a la competencia mi hermanito, Pablo y yo, a las 7 de la mañana estábamos montados en la guagua, o autobús que nos llevaría a la competencia; a medio camino paramos a recoger otro equipo en una ciudad vecina que participaría juntos a nosotros, seguimos el viaje y un poco más de las 10 de la mañana llegamos, nos dieron una merienda y los dormitorios donde pasaríamos esa noche, a las 11 después de una breve presentación comezón la competencia que duraron hasta las 12 de la noche, que por cierto el grupo donde participaba Pablo fue el ultimo y él paso a la semifinales; llegamos a nuestros dormitorios que compartíamos con otros miembros del equipo, esto hacia que tuviera bien vigilado a Pablo y a Carlitos, principalmente por mi hermanito que no miraba las consecuencias. Al otro día sobre las 9 de la mañana comenzamos las eliminatoria, y por ultimo las finales que duraron hasta las 11 de la noche, que fueron las premiaciones, cogí el primer lugar y rompió un récord de los juegos regionales, Pablo quedo en la cuarta posición, después de las entregas de medallas y trofeos regresamos para nuestra ciudad.
De regreso Carlitos iba dormido arriba de mi y Pablo sentado a nuestro lado, llegamos al pueblo donde bajaron el equipo que nos acompaño, Carlitos se despertó que quería ser pipí y lo lleve hacerlo, al regresar Pablo se había sentado al lado de la ventanilla donde íbamos nosotros, y Carlitos comenzó hacer un pequeño berrinche que él quería ir ahí, Pablo se lo sentó en las piernas y todo acabo, después de unos minutos veo una sonrisa picara de Carlitos acompañada de los movimientos extraños que hacia siempre que estaba sentado en las piernas de mi amigo; no había nadie sentado detrás de nosotros ni delante ni tampoco al lado, pero para que no fuera tan obvio saque de mi mochila una manta y se la puse por arriba a Carlitos con la excusa que no pasara frío, incline mi asiento como si fuera a dormir, Pablo empezó hacerme preguntas sin sentidos para comprobar si yo estaba durmiendo, di unos pequeños ronquidos y los dos estaban seguro de que dormía, con los ojos entreabierto y aprovechando la escasa luz que entraba por las ventanillas los podía observar perfectamente; Pablo se saco su pene y Carlitos comenzó a masturbarlo, lo sabia por el movimiento debajo de la manta, así estuvieron unos minutos hasta que mi hermanito se bajo su short, se escupió en la mano y se regó su saliva en sus nalguitas, al igual lo hizo Pablo pero en su pene, Carlitos se sentó suave nuevamente arriba de mi amigo con una expresión de dolor, pero eso no lo detuvo hasta ser penetrado por completo, estuvieron quietos unos segundo hasta que mi hermanito comenzaría a moverse suave de arriba a bajo repetidamente; imagínense como estaría yo y sin poderme tocar, cuando escucho a Pablo que dice:
-Que rico es esto con tu hermano sentado a nuestro lado.
Carlitos mira para mi y le responde:
-Si se despierta me mata; mira tiene duro su pito.
Pablo le pidió que parara y me pregunto: si faltaba mucho por llegar, no le respondí porque supuestamente yo estaba dormido, y renovaron los movimientos esta vez más fuerte, hasta que Pablo le grita bajito a mi hermanito:
-Qué haces? Estas loco o qué te pasa?
Carlitos le contesta:
-Quiero tocársela mira lo grande que la tiene.
Pablo algo incomodo le respondió:
-Ahora sé que estas loco; si se despierta nos mata a los dos.
Ahí fue que casi me da el infarto. Carlitos tan solo con 8 añitos convenció al tonto de Pablo de 15 años que lo sentara de lado para poner sus pies sobre mis piernas y con disimulo tocar mi pene; no podía creerlo, a pesar de que todos nuestros compañeros iban durmiendo era muy arriesgado, y no podría hacer nada que comprometiera a mi hermanito.
Pablo levanto a Carlitos y lo puso de lado, este se abrazo del cuello de mi amigo mientras que se volvía a meter el pene de Pablo hasta el tronco, suavemente mi hermanito puso sus pies arriba de mis piernas, yo que había perdido mi erección porque estaba muy nervioso, comencé a recuperarla al ser tocado por Carlitos y el movimiento que hacia Pablo de arriba hacia abajo; estaba inquieto no sabia que hacer hasta que Carlitos le dice a mi amigo:
-Ya se le puso duro el pito a mi hermano.
Pablo le advierte:
-Suave para que no se vaya a despertar; tenia que cogerte antes de esta forma porque estas más apretado, te gusta el pito de tu hermano verdad, lo tiene muy grande y gordo.
Al escuchar esas palabras estaba casi al correrme, y no me lo podía permitir; qué diría si lo hacia? Entonces fue que decidí hacerme el que despertaba, lleve el asiento a su lugar y mi pene estaba lejos de los pies de mi hermanito y les pregunte:
-Falta mucho para llegar?
Estaban los dos rígidos y sin saber que hacer, pero desde luego Carlitos la tenia todavía dentro, repetí la pregunta y Pablo me respondió con las voz entrecortada por los temblores:
-No lo sé, yo estaba dormido.
Comencé acariciarle y darle pequeños masajes en las planta de los pies a mi hermanito, cosa que era muy habitual siempre que estaba por dormir, y hablar con Pablo para que no sospechara de que me había dado cuenta de lo que estaban haciendo. Al parecer Pablo perdió su erección y Carlitos estaba tratando de que se recuperara con sus nalgas, mi amigo le pide que no se moviera tanto, y mi hermanito le contesto:
-Es que Lucas me esta haciendo cosquillas en los pies.
El cabrón me echaba a mi las culpas y le respondí:
-Pues no te doy más masajes.
Rapidamente carlitos me responde:
-Si, sigue que me gusta mucho al igual que a mamá.
Seguimos hablando Pablo y yo de la competencia y otras cosas, cuando veo que Carlitos agarra la manta fuerte para que no se le cayera, levanta sus nalgas un poco de las piernas de Pablo, y con la mano que tenia por debajo de la manta agarro el pene de Pablo y apunto a su culo, y se vuelve sentar con cuidado; no podía creérmelo era imposible, mi hermanito se había vuelto a meter el pene de mi amigo en mi propia cara; les confieso que eso me molesto mucho pero me mantuve callado mirando para el frente, al cabo de un minuto más o menos seguí haciéndole cosquillas a Carlitos un poco más fuerte, este se movía más sobre las piernas se Pablo, realmente no podía describir el rostro de mi amigo, no sabia si era de miedo, de placer, de incomodidad, no lo sé, y para hacerles las cosas mejores o peores pase hacerles las cosquillas en la barriguita de mi hermanito, Pablo comenzó con una respiración un poco más fuerte, aunque trataba de disimularla al igual que un pequeño quejido que le salió del alma, sujetó fuerte a Carlitos por la cintura y se echo hacia atrás, para molestar un poco le pregunte:
-Te pasa algo?
Me respondió casi sin aliento:
-No nada, que tu hermano se mueve mucho y me dio un calambre.
Me sonreí para mi, sabiendo que se había acabado de correr dentro de mi hermanito, y les dije:
-Espérenme que voy hablar con el chofer a ver si estaciona un momento para orinar.
Al llegar junto al chofer le pregunte que si faltaba mucho y me dijo que en unos 15 a 20 minutos llegábamos, el entrenador me llamo y me senté a su lado hasta que llegamos. Mi madre nos estaba esperando y nos fuimos los 3 para nuestras casa como sino hubiera pasado nada.
Pasaron 2 ó 3 semanas de las competencias, cada vez que estábamos los 3 yo tenia algo que hacer para dejarlos solos, un día al llegar a la casa después de los entrenamiento no veo a mi hermanito en el salón jugando, pregunte qué dónde estaba? Gloria me respondió que estaba durmiendo, la habían llamado de la escuela que el niño tenia fiebre, se lo había llevado a mi madre al hospital y al parecer tenia una infección de garganta, que ya estaba tomando los medicamentos; en la noche mi hermanito durmió junto a mi madre, por la mañana Carlitos se sentía bastante bien, no le había dado más fiebre y era el de siempre. Por la tarde al llegar de los entrenamientos mi madre me cuenta que tenia que trabajar en la noche, me explico como tenia que darles los medicamentos, si le volvía a darle fiebre la llamara y le diera unas pastillas que me dejo arriba de la mesa, y Carlitos pregunta:
-Con quién voy a dormir hoy?
Mi madre mirándome le responde:
Hoy dormirás con tu hermano.
Los ojos de Carlitos le brillaron; mi madre se fue a trabajar y rato después Carlitos me dice que tenia sueño, lo lleve para mi cama cargado y le puse el termómetro y tenia 37º, me pidió que me acostara a su lado y lo abrasara que tenia mucho frío, lo hice, pero el cabroncete tenia otros planes, comenzó pegar sus nalgas a mi paquete, enseguida tuve una erección pero me aleje antes de que pudiera darse cuenta, y por suerte suena el timbre de la entrada, era Pablo que le abrí la puerta y subió junto a mi a ver a Carlitos, ya que mi hermanito quería fiesta y estaba su macho ahí decidí dejarlos solos, pero antes tenia que buscar una excusa y decidí llamar a mi madre y contarle sobre la fiebre de Carlitos, me dijo que eso no era fiebre, que si le subía a 38º le diera el medicamento que me dejo sobre la mesa, cuando colgué y aprovechando la cámara del porta retrato que tenia en mi escritorio que se veía perfectamente mi cama, le pedí a Pablo:
-Necesito que te quedes con Carlitos para ir a la farmacia a comprar otro medicamento, demorare unos 30 a 40 minutos más o menos.
Salí rápido para mi escondite y escucho a Carlitos:
-Antes de llegar tú le pegue mi culo a Lucas en su pito, que grande lo tiene pero se separo rápido, llegaste tú y no pude intentarlo de nuevo, pero esta noche que voy a dormir con él se la voy a chupar.
Pablo le responde:
-Cuéntame cómo lo vas hacer, imagínate que soy tu hermano.
Se desnudo completo tirando la ropa al suelo y se acostó boca arriba, mi hermanito con desesperación se metió su pene en la boca, después le chupo los testículos con la lengua, comenzó a subir hasta el frenillo, que se detuvo unos minutos ahí y con las manos le acariciaba la pelvi y el pecho, el rostro de Pablo era de película, con los ojos serrados y mordiéndose los labios inferiores le decía:
-Que rico lo haces, cada vez lo haces mejor.
Después Carlitos se metió el pene de Pablo en la boca hasta la mitad, subía y bajaba y mi amigo lo guiaba con sus manos hasta que mi hermanito comenzó a toser y hacer arqueadas; me asuste porque estaba enfermo de la garganta, pero lo que vi a continuación me dejo flipando, por primera vez Pablo pone a Carlitos con la cabeza en la almohada de rodilla, le abrió las nalgas y le metió su lengua en el culo, ahora el rostro de Carlitos es el que era de película, miraba para atrás a ver a Pablo y lo hacia mordiéndose sus labios y suspiraba como nunca lo había visto hacer, hasta que mi amigo le puso la punta de su pene en la entrada de su culo y se la metió casi completa, Carlitos dio un pequeño grito de dolor, Pablo se la saco y se escupió en el pene que esta vez se la dejo ir hasta el tronco, al principio parece que le dolió un poco pero después de unos segundo le gritaba que le metiera los huevos también, yo como un loco me corrí como nunca lo había hecho, unos minutos más tarde Pablo toma fuerte a Carlitos por la cintura y comienza los movimientos más fuertes y jadear desesperadamente que cae sobre mi hermanito. Me dispongo a salir de mi escondite y al entrar a la casa veo el coche de mamá que estaba llegando, corrí entre al cuarto y los veo desnudos a los dos todavía uno arriba del otro, Carlitos cuando me vio casi comienza a llorar, Pablo tapándose como podía me decía: deja que te explique, rápidamente les ordeno:
-Vístanse rápido los dos, Carlitos tú disimula como el que esta dormido que mamá esta llegando y va subir rápido, Pablo te espero afuera.
En esos momentos no tenia cabeza para pensar en las consecuencias, me había convertido abiertamente en complice de lo que estaban haciendo estos dos pervertidos. No paso 15 segundos que Pablo estaba a mi lado en la sala cuando llego nuestra madre, y me pregunto como seguía Carlitos: le respondí que muy bien, que se había quedado dormido y que Pablo y yo íbamos a jugar con la play. Mi mamá subió junto a su niño enfermo de la cara, y yo detrás de ella por si llegara a descubrir cualquier cosa, le toco la frente y me dijo:
-Esta rojo como si tuviera fiebre pero me parece que no; le voy a poner el termómetro.
Le pregunte muy asustado:
-Qué haces aquí? Y mejor déjalo quieto para que no se despierte.
No me hizo caso y le puso el termómetro y me respondió:
-Cambie el turno con el Dr. Enrique, no quería que estuvieran solos si al niño le sube la fiebre.
Reviso el termómetro y tenia 37 y medio, bajamos los dos y Pablo se había marchado, a la hora de dormir cargue a Carlitos y se lo lleve para la cama de mi mamá, y la pobre de mi madre no se dio cuenta de nada.
En la próxima historia le contare como continuaron los días siguientes, y muchas gracia a todos por los comentarios que recibí, espero que este le guste tanto como el primero.
Muy bueno el relato me gustó mucho ya quiero leer el siguiente.
Que excitante, esperando la siguiente entrega, para saber lo que sucede en tu hermanito, tu amigo y tú.
no manches ya cogelo cabron te pasas tu amigo se esta aprobechando jajajajaja sale saludos y sigue conando mas…. 🙂 😉 🙂 😉
Excelente continuación. Aunque espero que pronto dejes de hacer rogar a tu hermanito y compartas el placer como él lo desea 😋
gran relato como sigue
Waa que buena historia.. ahora quiero saber que pasó, como sigue?
que buena historia espero las continuaciones