Una larga tarde con Rafita y Tavito
Con este relato se marca mi regreso para acabar con esta historia, queda un poco más por contar antes del final. Estaré publicando a su vez más relatos nuevos de diferente categoría, estén atentos..
Habían pasado ya más de dos meses desde que le había comenzado a dar clases particulares a Rafita, eran semanas en las que me cogía al niño por lo menos una vez a la semana. Mi relación con mi novia Flor había avanzado, ya nos dábamos unos buenos agasajos pero aún no me daba «su tesorito», así que seguía recurriendo al otro «tesorito» del culito de Rafa aunque yo lo que más deseaba era volver a culearme a Tavo, cuando lo llegaba a ver jugando solo en las máquinitas me aventuraba con mucho cuidado y le daba unas buenas agarradas de culo, le metía los dedos o si me pegaba fuerte la calentura le pasaba la verga por entre las nalgas y le punteaba el hoyo, sin embargo no me atrevía a ir más allá, eran momentos fugaces y ambos nos quedabamos a reventar deseosos de hacerlo,
– Vamos a la casa embrujada y me coges- Me decía Tavito impaciente, pero yo no daba marcha atrás, si le tenía muchas ganas pero me las podía quitar un poco con Rafita.
Un día lunes, cuando estaba visitando de nuevo la casa de Rafa, estábamos tomando su asesoría cuando escuché a su mamá hablando por teléfono, parecía hablar con su marido,
– Es que voy a salir tarde y Bryan no va a estar para traerse al niño a la casa- Decía, yo prestaba atención mientras a la vez seguía con Rafita haciendo sus deberes.
Finalmente terminamos por ese día Rafita y yo, su mamá había estado cerca todo el tiempo y por tanto no había existido oportunidad de darnos una escapada rápida y darle a su culito lo que seguro también él esperaba, así que sin más me despedí de Rafita y después pasé a despedirme de su mamá,
– Joel, espera, el viernes no se va poder que le des asesoría a Rafita porque voy a tener un mandado y no me da tiempo de traerlo a la casa, entonces me lo llevaré conmigo y pues ya no habría chance- Me dijo, yo esperaba simplemente decirle que no había inconveniente cuando me atreví a proponerle algo que según yo se negaría,
– Si quiere yo puedo pasar por él a la escuela y lo cuido en mi casa hasta que usted vuelva- Sentí una gota fría de sudor bajando por mi frente, no podía creer que me hubiera tenido el valor de hacerle semejante propuesta, la mamá de Rafita me vió por un segundo y frunció levemente el entresejo,
– Pues no es mala idea, fíjate, pero no estoy segura porque quizás llegue algo tarde y tampoco quiero molestarte- Sentía los palpitos del corazón mientras dentro de mi decía una y otra vez «por favor, sí, por favor, sí».
– No hay problema por eso, solo le avisaré a mi mamá, ya antes he cuidado también a Tavito en mi casa – Respondí.
– Mmm… no sé… está bien, nomás por esta vez, me harías un gran favor- Dijo, y yo en mi interior estaba que estallaba de la emoción, le iba a dar a Rafita hasta por detrás de las orejas.
Terminamos de despedirnos por ese día y regresé felíz a mi casa dónde le expliqué a mi mamá durante la cena lo que pasaría y ella dijo a manera de broma que quizás debía abrir una guardería,
– Si va a estar ese niño aquí mejor me quedo con mi papá. Dicen que ese niño en jotito- Exclamó mi hermano Mario molesto.
– Óyeme, no, no vas a andar hablando así – Le reprendió mi mamá, y concluimos en qué estaba bien cuidar al niño por ese día, pero lo mejor aún es que tenía garantizada la ausencia de mi hermano para ese día.
Pasó el martes, llegó el miércoles y con él otra visita a Rafa a su casa, de nuevo no pudimos tener sexo pero no me dolía tanto porque a fin de cuentas el viernes estaba decidido a dejarle el culo rebosante de leche, así que aguardé cómo los grandes sin siquiera masturbarme. El viernes al salir de la universidad me apresuré a tomar camino a la escuela de Rafita, estaba ancioso por rápido llevar al niño a la intimidad de mi casa dónde no tendría compasión con él, lo haría mío a placer tanto como quisiera, así fué cómo llegué, esperé a Rafita fuera de la escuela mientras mi vista viajaba rápido de un niño a otro buscándolo, grande fué la sorpresa cuando ví repentinamente a Mayra venir y junto a ella estaba Tavito y Rafita, ambos niños me saludaron con emoción,
– Hola, me dijo Lucía que tu pasarías por Rafita – Dijo, en mi mente rápido pensé en que si Mayra podía hacer el favor de llevarse a Rafa porqué no se lo habrían pedido,
– Sí, me contó que tenía problemas por un mandado importante y le dije que sí quería yo pasaba por él.
– Ohh, bueno. Yo le dije que si quería yo me lo llevaba a mi casa, pero me dijo que todavía le estabas dando asesorías y que mejor se quedara contigo- Me contó mayra, – Pero bueno ya nos vamos nosotros, vámonos Tavito – Dijo Mayra al niño
– Mami, déjame ir también con Joel y Rafita – Dijo Tavito haciéndole su carita chantajeadora a su mamá.
– No, ellos van a estudiar- Exclamó Mayra.
– Pero ya que acabemos la tarea podemos jugar con los videojuegos de Joel – Dijo Tavito con el mismo tono de voz mimado.
– Que no!- Le reprendió mayra y Tavito claramente se puso triste.
– Por mí no hay problema, mi mamá ya sabe de todos modos que voy a estar cuidando a Rafa y hasta comida nos dejó lista y pues sirve que Rafita se entretiene en lo que llega su mamá – Por dentro me estaba muriendo otra vez de la emoción de poder tenerlos a los dos. Mayra miró a Tavito diciendo que no con la cabeza,
– Andale, pues, pero voy a ir por tí más tarde, eh- Le dijo, – A las 5 está bien?- Me preguntó
– Sí – Le respondí yo, gritando por dentro de la emoción pero conteniendome por fuera.
Me quedaba de paso la casa de Mayra, así que me ofrecí a llevarla, pronto tocó despedirmos de ella y seguimos camino a mi casa, yo estaba demasiado nervioso, estaban de nuevo ahí junto a mí ese par de culitos ricos.
– Nos vas a coger?- Preguntó Tavito cuando dejamos una calle atrás su casa.
– Si, me los voy a coger- Respondí con malísima. Ambos niños se rieron y yo con ellos, los miraba en el retrovisor y se reían con complicidad, Tavito incluso en un momento se dió la vuelta y bajando su ropa me enseñó el culo,
– Hey, no hagas eso o nos pueden ver- Le dije, ellos solo siguieron riendo pero más pronto que tarde llegamos a mi casa. Metí el auto a la cochera y apagué el motor, me temblaba la mano al quitar la lleva del auto y abriéndoles la puerta ambos niños bajaron, no dejaba de verles el culo por sobre sus pantalones de uniforme imaginandolos sin ellos, caminaba rumba a la puerta a la casa y Tavito travieso me agarraba la verga apretándola por sobre mis jeans,
– Ya la tiene parada- Le dijo Tavito a Rafa con una risita.
– A ver- Dijo Rafa y al igual que Tavito, le dió unos apretujones a mi verga, Rafita era más aventurado cuando estaba con Tavito, mientras ellos me apretujaban la entrepierna yo abría la puerta, entramos a la casa y me fuí directo a la sala, arrojé mi mochila en el sillón y los niños hicieron igual, me senté en el sofá grande y me saqué el pantalón con todo y ropa interior dejando mi erección al aire y los niños al instante voltearon a verla riéndose entre ellos y yo los observaba con las piernas abiertas meneandome la polla,
– Vengan, quiero que cada uno me chupe un huevo- Les dije, ambos se vieron las caras y soltaron una risita pícara y corriendo se colocaron de rodillas entre mis piernas, no dudaron ni un segundo, Tavito que estaba a la derecha ocupo ese testículo y tomando su sitio Rafita de la misma forma metió entre sus labios mi huevo izquierdo. Era poesía pura tener a esos dos pequeños ahí con sus boquitas aferradas a mis bolas, mamándolas con gentileza mientras yo detenía mi verga con mi mano pegándola a mi abdomen para que no estorbara a la vista de los niños chupándome los huevos. Era mucho placer, mucho morbo, sus lengüitas recorrían desde la base del perineo subiendo por mi escroto y terminaban engullendo mis testículos con delicadeza, era un delicia y yo me pasaba los dedos por mi verga mientras me dejaba llevar en las caricias que le daban a mis testículos con sus boquitas. Tendrían ya pasados cinco minutos cuándo con una señal les indiqué que pararan y se pusieran de pie, me acomodé erguido en el sofá y tomé a los niños abranzándolos uno en cada brazo,
– Que rico me los chuparon- Les decía mientras los sostenía pegados a mí, olía sus cuerpos como el degenerado que era, me los imaginaba sin ropa mientras mis manos comenzaban a pasar por sus cuerpecitos, de sus hombros a sus espaldas, de las espaldas a sus costados y de ahí a sus pechos, después bajando por la espalda y llegando a sus culos, apretando sus nalgas, estaba a punto de darles una cogida a esos culitos que jamás olvidarían, escuchaba mi propio aliento al seguir manoseando esos cuerpos de niño con tal malísia, sus uniformes escolares de deporte ayudaban a dejar menos a la imaginación y podía sentir por sobre la tela sus verguitas perfectamente erectas, ellos también lo deseaban, querían eso, sus hoyitos debían estar deseosos de que se las metiera así que quise comenzar a darles una probadita de lo que se venía, les bajé la ropa baja a los dos dejándolos igual que yo, sin nada de ropa que cubriera sus partes blandas, dos verguitas pequeñas saltaron a la vista con dos pares de huevitos diminutos colgando y ambas vergas estaban levantadas igual que la mía. De inmediato los aromas llenaron el ambiente, el dulce olor a entrepierna y culo de niño, ese perfume que tanto me gustaba y me acariciaba la nariz cada que lo sentía en el aire, tan rico, hacía que se me pusiera más tiesa la verga al percibirlo, deseosa por pasearse entre algún par de esas nalgas tiernitas y arremeter contra uno de esos anos ya experimentados en el arte de tragarse una verga adulta, y también sus culitos estaban que se morían por recibirla, lo sabía porque con mis dedos índice ya había comenzado a ultrajarlos y dejaban pasar sin esfuerzo mis dedos,
– Que ricos culitos me voy a coger- les decía olfteandoles el cuello, los niños permanecían en silencio y suspiraban, – Quieres que te meta la verga?- Le pregunté a Tavito en el oído,
– Ujum- Respondió Tavito tragando saliva.
– Y tú Rafita, también quieres que te la meta?- Le dije casi metiéndole la lengua en la oreja
– Si…- Respondió con mucha suavidad.
Debían sentirse los dos perturbados por tenerme así tan caliente que lo único que sabía era que con el que comenzara, le daría bien duro y desbordaría tan tremendas ganas de coger que tenía.
-Dense la vuelta- les dije, ambos giraron despacio cuidando no caer, pues aún tenían el pantalón atorado entre las piernas, al final los dos quedaron viendo al lado contrario de mí dejándome a la vista sus culitos hermosos, era inevitable de nuevo compararlos, es que el culo de Tavito era un manjar, esas nalgas esponjositas eran imposibles de pasar por alto, nalgas entre las que de nueva cuenta volví a meter mi mano y de la misma forma hice con Rafita, les separé las nalgas para poder ver sus anos, me los había comido varias veces a los dos, pero aún así me seguían insitando mucho deseo, cualquiera podría haber pensado que esos culitos eran vírgenes, pero no podrían haberse equivocado más, porque ninguno de esos dos tiernitos anos se resistió en lo más poco cuando les empujé mis dedos medio e índice penetrándolos con ellos, – Que culitos tan calientes, cuál va a querer verga primero?- Les pregunté mientras seguía moviendo mis dedos por sus orificios,
– Yo!- Respondió al instante Rafita, – Yo quiero- agregó hablando más bajito, seguramente apenado de su impaciencia.
– A tí de seguro te coge cada vez que te da clases, a mí me toca- Le reprochó Tavito a Rafa. Me llenaba de satisfacción que los niños se pelearan por quién sería el primero en darme el culo y me relamía los labios al seguirles dando con mis dedos por sus ya preparados anos listos para ser atravesados por mi verga.
– No se peleen, de todos modos me los voy a coger a los dos- Les dije, saqué mis dedos de sus hoyitos y les di una nalgada a cada uno, -Pero pónganse de rodillas, quiero que me la chupen primero- Les dije mientras me ponía de pie, de nueva cuenta los niños giraron en su lugar y se arrodillaron ante mí viendo mi barra tiesa de carne, les tomé por la nuca y los hice acercar sus bocas a mi pene, cada uno tenía un costado de mi verga entre sus labios mientras yo me movía pasándosela entre ellos, mi pene comenzaba a cubrirse de su saliva y yo me deleitaba con la imagen de los dos becerritos que tenía mamando en busca de leche. Cambié el juego y le apunté mi palanca a Tavito, él abrió grande y dió un fuerte chupetón que me hizo gemir y entonces comencé a follarle la boca mientras Rafita miraba. Le quité su mamila a Tavito y la redireccioné a Rafita, él abrió la boca y al igual que a Tavo le comencé a coger pero no quería que Tavito solo viera, – Tavo, mamame los huevos- Le dije viendo a Tavito a los ojos, él sonrió diciendo que si con la cabeza, se acomodó con su carita más abajo que la de Rafa, este le dió un poco de espacio y entonces Tavito comenzó a pasar su lengua por mi escroto mientras Rafita no dejaba de mamarmela, pronto Tavito había comenzado a hacer lo mismo pero con uno de mis huevos chupándolo, mamaba mi testículo y lamía la piel de mi escroto para después cambiar de huevo y repetir. Habían pasado unos cuantos minutos cuando cambiamos, le quité mi pene de la boca a Rafa y se lo dí a Tavo, Rafita no preguntó nada, simplemente engulló mis huevos y empezó a chuparlos y yo les acariciaba la cabeza a ambos mientras los veía exitado como se dedican a darme placer con sus boquitas, ellos por su parte chupaban con dedicación mis partes íntimas y yo intercalaba entre ambos que le daba a chupar huevos o verga, por momentos Tavito me miraba a los ojos con uno de mis huevos en la boca y sonreía pícaramente, sabía de sobra que era algo impropio estarle chupando los huevos a alguien, Tavito siempre lo supo desde el primer momento cuando comenzamos a tener ese tipo de acercamientos, simpre fue conciente y eso es algo de lo que me volvía loco de él, desde dejarme meterle el dedo por el culo hasta permitirme hacer lo mismo con mi verga, él siempre lo deseó tanto como yo, nunca lo obligué a nada, y ahora teniéndolo ahi mamándome los huevos, me hacía recordar cómo aquel casi lejano día se la metí accidentalmente sellando la conexión carnal que habíamos comenzado con un simple juego de niño curioso.
– Subanse al sofá y levanten el culo- Les dije, ambos sacaron mis partes de sus bocas al escuchar mi voz y me puse en pie, tenía tanto los huevos como la verga bañados en saliva
– Así?- preguntó Tavito y se acomodó como un perrito sobre el sofá levantando el trasero en dirección a mí, sentía ese me ponía más dura al verlo así, que culo más delicioso tenía ese niño,
– Así- Le dije, tenía la vista clavada en su agujerito, su escroto más abajo parecía una dulce vaginita sin abertura, me hacía fantasear si Tavito hubiera sido niña, lo rico que se habría sentido meterla en esa linda panochita que me imaginaba.
Rafita tomó posición junto a Tavo y yo no resistí más, las puse la mano a cada unos en sus traseros y los recorrí, bajé mi cara y se la puse en el culo a Rafa, ya conocía su aroma muy bien, después pasé a oler el culo de Tavito, tenía ahí de frente esos dos divinos culitos, el frondoso culo de Tavito y él ya más entrenado culo de Rafa, también podía ver entre sus piernas sus huevitos colgando, los rosado claro huevos de Rafa y los rosa oscuro de Tavito, una auténtica delicia, pasaba la mano por el canal de esos dos pares de masas carnosas y tiernas y me relamía los labios, me llegaba el olor a culito sucio de niño pero eso no hacía más que provocarme, la sedosa piel de sus escrotos sentía entre mis dedos mientras jugaba con sus bolitas y los dos niños se reían, se dejaban manosear sus partes más íntimas por ese joven morboso y lo disfrutaban, no dejaban de levantar más el culo cuando mis dedos les pasaban por sus arrugados y apretaditos anos, en cuál de los dos la iba a meter primero? No lo pensé mucho, era Tavito mi mayor deseo, mi lengua entró en acción con su agujerito mientras a Rafa le metía el dedo, las risitas de los niños regresaron pero ahora eran una mezcla con gemidos. Bajé mi cabeza y me llevé los huevos de Tavo a la boca, habrá sido real lo de la otra noche? Si me lo habré cogido? Pensé, pero no me importaba más, lo que me importaba es que ese momento era 100% real, estaba ahí frente a mí su culito, tan real que mi lengua le estaba entrando por el ano mientras le masturbaba su pijita, los aromas revoloteaban en el aire y aún cuando deseaba seguir mamándole el culo a Tavo, eran más mis ganas de meterle la verga, así que no lo pensé, solo me paré y se la puse en su entrada empujando, fué en un solo empujón limpio que se la metí toda y esas nalguitas que tenía en la cara hace dos segundos, ahora las tenía pegadas a mi pubis. Arqueé mi cuerpo sobre Tavito, así podía sentir en plenitud sus nalgas pegadas a mí, me acerqué a su oído y le dije,
– Como tenía ganas de metértela – Tavito me dió un leve apretujon con su recto al escuchar mi voz.
– Yo también tenía ganas- Dijo él, buscó mi rostro con la mirada y sonrió, tan lindo, tan enamorado de mi pene.
– Te quiero mucho- Le dije, y le regresé la sonrisa.
– Y yo a ti- Respondió Tavito haciendo aún más grande su sonrisa, – cógeme- Agregó y entonces regresó la vista al frente. Volví a erguir mi cuerpo, tomé a Tavo de la cintura y me lo empecé a coger, le ponía presión con mis manos a su espalda baja para que se arqueara más y tenía una vista hermosa de su culito comiendo mi hombría completita, Tavito respiraba profundamente y gemía despacio,
– Ahh… Que rico culo!…- Dije cerrando los ojos y disfrutando.
– Yo también quiero- Escuché una vocesita que decía. Me había olvidado por completo de Rafita, abrí los ojos y ahí estaba él aún con el culo levantado mirando como me cogía a Tavito. Le dí un empujón fuerte a Tavito haciéndo que se balanceara hacía delante y se la saqué en el acto, me posicioné detrás de Rafita, apunté a su hoyito y observé detenidamente el momento en que la cabeza de mi verga hacía contacto con su ano y se iba metiendo estirando los pliegues de esa delicada zona de Rafita, empujando suavemente, todo el glande de mi pene se perdió en ese agujerito y sin dejar de empujar, toda mi verga terminó dentro de Rafita, meses atrás le entraba con dificultad solo la mitad, ahora en un movimiento limpio se la tragaba toda,
– Se le metió bien fácil – Dijo Tavito sorprendido, observandonos a un lado y yo le sonreí con malicia en respuesta. Le puse las manos en las caderas a Rafa y comencé a cogérmelo, solo necesité un poco de calentamiento y entonces el splash de sus nalguitas siendo azotadas contra mí comenzó a sonar, Rafita se balanceba con cada clavada que le daba y hacía esos gruñiditos que siempre soltaba al coger, – Ya sigo yo- Exclamó Tavito después de unos minutos de estarle dando a Rafa, Rafa por su parte volteó a ver a Tavo sin decir nada, le saqué la verga dejando un boquete grande entre sus nalgas y Tavito clavó la vista en mi falo como saboreandose, – Hazte poquito para allá – Le dije a Tavito, él hizo lo que le indiqué y se corrió un poco a un lado aún sosteniendo su culito levantado en el aire esperando a que se la volviera a meter. Me trepé en el sofá y acomodé encima de Tavito abierto de piernas, él pegó la carita al cojín del sofá quedando bien arqueado dándome el culo, así que sin más doblé las rodillas y dirigí con mi mano mi verga de regreso al ano de Tavito que esperaba volver a tener dentro mi pedazo de carne. Fué una sensación divina, sentí perfectamente como cada milímetro de mi verga le entraba a Tavo, cómo su recto envolvía suavemente el cuerpo de mi pene apretando con gentileza y el calor interior de mi niño hermoso, – Ahhh. Que rico culo Tavo… Que rico culo tienes – Le dije en voz alta, no me importaba que Rafita escuchara, era la realidad, su culo jamás sería rival para el de Tavito, me daba satisfacción, sí, pero las nalgas de Tavo estaban a otro nivel, era como si mis huevos y pelvis reposaran mejor en esas nalguitas y no las de Rafa, incluso el ano de Tavo me parecía más delicioso, no sé porqué, simplemente me volvía loco, y así empecé a brincar prácticamente en el mete y saca, el sonido sordo de nuestras carnes chocando y nuestra respiración saliendo de la boca era lo que escuchaba, mis huevos en esas nalgas, era sencillamente delicioso. Volteé y ví que Rafita estaba ya en la misma posición que Tavito y me miraba de reojo, le sonreí y él a mí, estaba esperando por mi verga, la quería, y yo me iba a dar mucho por desear, en un salto se la saqué a Tavo, me acomodé sobre Rafa y se la enterré, la piel de sus nalguitas se erizó y yo le puse las manos en la espalda mientras comenzaba a cogerlo, fugazmente vino a mi cabeza las imágenes del primo de Rafa cogiendoselo de esa manera, a Rafita le encantaba que se lo cogieran en esa posición, alguna vez le pregunté porqué le gustaba más hacerlo así y él me dijo que porque de esa forma se le metía toda hasta los huevos y tenía razón, bajaba mi mirada ocasionalmente solo para ver cómo se entregaba, estuvimos así por unos minutos y de regresé con Tavito, saltaba de un lado a otro metiéndosela al niño que tenía el culo desocupado y le daba duro, mis huevos chocaban una y otra vez en las nalguitas de esos pequeños calientes y ellos gemian, Rafita era más ruidoso, en cambio Tavito ahogaba sus gemidos y suspiraba profundo, sobresalía más el ruido de mis huevos golpeando sus nalgas y yo gruñía mientras les seguía dando verga, me sentía un semental, probablemente estaba viviendo la mejor etapa sexual de mi vida y ellos no la estaban pasando nada mal, tenía a Rafita ensartado cuando su intestino empezó a apretar anunciando su orgasmo, me levanté sacándosela viendo como su ano abierto palpitaba y Rafita respiraba pesado, yo también me encontraba al borde del climax, sentía la corrida ya subiendome, así que volví a la carga con Tavito, enfundé mi pene en su recto y como perro desesperado le empecé a dar y al igual que con Rafita, el interior de Tavito se empezó a sacudir, no me quedó más remedio que dejarme ir y en una última clavada profunda le empecé a soltar los chorros de leche, sentía que las fuerzas se me iban, tenía el peso apoyado en Tavito y con una mano me aferraba al respaldo del sofá, me parecía que mi pene se fundiría cómo mantequilla y se iría por el culo de Tavo. Finalmente el recto de Tavito dejó de palpitar, entonces me fuí despegando de él, sentí claramente cuando mis huevos dejaban sus nalgas y finalmente mi pene salió de ese maravilloso agujerito, el embriagante aroma a sexo me llegó más fuerte a mi nariz y ante mí vista aún tenía a esos dos niños con el trasero levantado apuntando hacia mí, sus hoyos completamente abiertos después de la santa cogida que les había dado y el de Tavito marcado con mi semen, una ricura de cogida la que habíamos tenido.
Me senté en el piso a tomar un poco de aliento, la alfombra me hacía cosquillas en mis nalgas desnudas y entonces me tendí viendo al techo
– Vengan – Les dije, Tavito fué el primero que volteó como saliendo de su trance, se levantó del sofá y vino hacia mí, inmediatamente después Rafita hizo lo mismo, – Acuéstense conmigo- Les invité abriendo mis brazos, Tavito se recostó reposando su cabeza en mi hombro izquierdo y Rafita hizo lo suyo en el derecho, y ahí estábamos los tres, yo y mis dos putitos desnudos de la cintura para abajo después de acabar de coger, ellos esperando a que se las volviera a meter y comenzar una nueva follada, con aún horas disponibles por delante.
Echaba de menos esta historia…
Cuanto tiempo sin subir esta historia, ya creía que no la continuarías.
Ufff que ganas tenia de que volvieras con esta historia…. Has conseguido que me corra como loco
Que suerte tener esos culitos a tu disposición
El mejor regalo de año nuevo es la continuación de esta saga. Que bueno tenerte de vuelta hermano
como sigue
Uff la espera después de tanto tiempo ha merecido la pena… menuda paja y menuda corrida me has provocado leyendo tu relato… espero que lo continues.
Menuda excitación tengo encima… tengo la polla super dura.
Dios!! que rico tiene que ser disfrutar de 2 culitos infantiles… estoy super caliente solo de imaginármelo. Me encanta esta historia y ya la echaba de menos.
Es excelente el relato!!!
Ya me gustaría a mi ser o Rafita o Tavito… para que me follaras igual que a ellos.
Meses después y esta historia sigue siendo de las mejores.
Como sigue? extrañaba las aventuras con Tavito.
Excelente relato!!!! Muy bien escrito, describes excelente a Tavito y Rafita.
Que buen regreso!!!
Me encanta tu historia con esos dos nenes, espero el desenlace
Uffff eres unos de los mejores como esperaba continuacion!!! Uff