Una larga tarde con Rafita y Tavito (2/2)

Tener a esos dos niños juntos a la vez fué un momento que no pude desaprovechar..
El aroma a semen, pene, huevos sudados, entrepierna y cola de niño llenaba el aire, puro aroma a sexo, los dos niños se acurrucaban en mi pecho y me abrazaban, yo tenía mis manos en sus espaldas, miraba al techo relajado, tenía el pene flácido después de la corrida,
– Joel- Me dijo Tavito
– Qué?- Le pregunté
– Se me está saliendo tu leche de la cola, se va a manchar el tapete – Me dijo Tavito. Estiré mi mano hasta llegar a su culo, la metí entre sus nalgas y sentí que efectivamente mi semen le estaba empezando a escurrir, mojé mis dedos con semen y subí la mano acercándole los dedos a la boca a Tavo, él abrió y los chupó mis dedos para después sonreír maliciosamente,
– Yo también quiero- Dijo Rafita, volteé inmediatamente a verlo incrédulo, me estaba pidiendo le diera del semen que estaba saliendo del culo de Tavo. Volví a bajar la mano metiéndola entre las nalgas de Tavito y nuevamente mojé mis dedos de semen directamente para después dárselos a chupar a Rafa, él de la misma forma abrió la boca y los chupó dejándolos limpios mientras excitado lo veía ,
– Porqué no te comes mi leche directamente de aquí?- Le dije a Rafita mientras le agarraba una nalga a Tavo. Tanto Rafita cómo Tavito se vieron las caras desconcertados.
– Cómo?- Preguntó Rafita incrédulo.
– Sí, mira, Tavito ponte boca abajo- Tavo acató mi orden y se giró, yo me levanté y fuí y le separé las nalgas dejando a la vista su ano aún bien abierto y escurriendo mi semen, – De aquí – Le volví a decir a Rafita viendolo a los ojos, él seguía con su cara de incredulidad, pero al final se levantó de su sitio mientras yo lo miraba como se colocaba entre las piernas de Tavo, se arrodillaba y lentamente iba bajando su cara en dirección al culo de su amiguito, cuándo su cara estaba a centímetros del trasero de Tavo se detuvo un momento para volver a verme a los ojos con expresión de duda, yo le sonreí muriendo de morbo en mis interiores de pensar si lo haría o no, pero finalmente metió la cara entre las nalgas de su amigo y estirando la lengua lamió un poco del semen que tenía Rafa saliendo de su ano. Estaba que me moría de excitación, ya tenía la verga nuevamente bien parada. Rafita primero lamía muy lentamente el interior de las nalgas de Tavo, pero paulatinamente se fue acercando a su ano mientras yo lo observaba, Tavito permanecía quieto estirando un poco el cuello para tratar de ver mientras yo aún le tenía bien agarradas las nalgas separándoselas para que Rafita le siguiera chupando el culo, me acomodé de lado y le arrimé mi pene a Tavito a la boca, no hubo necesidad de hablar, el simplemente empezó a mamarlo, Rafita había acabado de comerse la leche que escurría del ano de Tavo y se limpió la boca con el brazo,
– Tavito, date la vuelta, y tú Rafa, ponte aquí igual que Tavo viendo hacía allá- Les dije. Ambos niños hicieron caso a lo que les decía, Tavito pronto se giró quedando boca arriba y Rafita se acostó como le pedí formando los tres un triángulo, – Tú le vas a chupar la verga a Tavo, él a mí, y yo a tí, ok?- Le dije a Rafita, el dijo que sí con la cabeza y entonces todos comenzamos a hacerlo, levanté un poco mi pierna y Tavito se fué directo contra mi palanca a chuparla, Rafita parecía estar más interesado en ver cómo Tavo me la mamaba a mí y por mi parte comencé también a chuparle sus partes a Rafa. El sonido de lenguas, bocas y otras partes resonaba y de un momento para otro ahí estábamos los tres chupándonos las vergas, ninguno reparaba en el ruido que hacía al mamar el miembro del otro, yo se lo chupaba a Rafita mientras le daba con mis dedos por el culo, él chupaba el penesito de Tavo y Tavito continuaba pegado al mío chupando con entrega, era un carnaval de sexo gay como el que había visto algunas veces por internet, pensaba en esas escenas porno de hombres cuando entonces vino a mi mente un recuerdo fresco de un vídeo que recién había visto hacía poco, entonces dejé por un momento de chuparle el pene a Rafa y observé: Rafita aún chupaba la verguita de Tavo y él seguía con la mía en la boca dandole unas fuertes mamadas y jugando con mis huevos en su mano,
– Oigan, vamos a hacer algo diferente- Les dije, ambos niños pararon al momento sus mamadas y sus ojos se posaron en mí,
– Qué pasa?- Preguntó Tavito, tenía mi verga agarrada del tallo a centímetros de su boca.
– Nos la vas a volver a meter?- Preguntó Rafita con emoción
– Vamos a hacer algo mejor- Le respondí, ambos niños se vieron mutuamente con curiosidad,- Súbete encima de Tavito – Le dije, Rafa siguiendo mi orden se montó en Tavito, él lo miraba a la caro con una sonrisa y Rafita reía con pena,
– Se la meto?- Dijo Rafita con picardía agarrándole las nalguitas a su amigo y ambos rieron fuerte.
– Pues sí – Le respondí yo, y tomando la verguita de Tavo la direccioné al ano de Rafa, cómo era de esperarse el pequeño miembro de Tavito se metió en Rafita como si nada y sin decirles yo de qué iba la cosa le arrojé un escupitajo a Rafa en el culo y me monté encima de él pasándole mi verga por sus nalgas y finalmente se la empecé a empujar por el agujero, despacito mi pene entró y me quedé quieto unos segundos para que lo asimilaran, Rafa estaba teniendo su primera doble penetración.
– Me la metiste! – Dijo Rafa con un tono de sorpresa en su voz.
– Te la metimos los dos al mismo tiempo!- Dijo Tavito con la misma sorpresa.
– Tengo sus dos picos en mi cola- Añadió Rafita con el mismo tono de voz y noté como había pasado su mano por atrás, me tocaba los huevos y después tocaba el espacio entre Tavo y yo, probablemente sorprendido de saber que le podían entrar dos penes a la vez por el culo,
– Siento tu verga en la mía – Me dijo Tavito sonriendo, yo solo le respondí que sí con la cabeza.
– Y sientes esto?- Comencé a moverme. Alcanzaba a sentir muy poquito el tacto del pene de Tavo mientras comenzaba el vaivén, el pene de Tavito debía tener el grosor de mi dedo meñique, sin embargo agregaba algo de textura extra en el inicio del culo de Rafa y era seguro que también él debía sentirlo un poco, claro está que la doble penetración era más ficticia que nada, pues el pene tan chico de Tavito a penas y estaba unos dos centímetros dentro de Rafa. Me movía con normalidad cogiéndomelo, Rafita gemía mucho, como de costumbre y Tavito suspiraba, yo me sentía bien caliente, era la fantasía de que le estábamos dando doble ración de verga a Rafita la que me prendía, cerraba los ojos y me imaginaba que era con Bryan con quién compartía el culo de su primo en ese momento, imaginaba mi verga deslizándose en la de él al mismo tiempo en que ambos rellenábamos las tripas de su primito, era algo imposible debido a las dimensiones de nuestros miembros, Rafita podía recibir verga como un campeón, pero ni de lejos podía dos de tamaño adulto a la vez, en cambio el pequeño pene de Tavo junto al mío era muchísimo más sencillo, el morbo era lo que alimentaba mi placer- Te gusta tener dos vergas en la cola, Rafita?- Le pregunté.
– Si me gusta- Respondió al instante, y dejó salir otro gemido, así que empecé a moverme más rápido, sentía el impacto de las nalguitas de Rafa con cada penetración profunda y escuchaba el pam-pam que se producía, Rafita fruncía el hoyo en ocasiones haciéndome sentir aún mejor el pene de Tavo tocándose con el mío en su interior y generando que a veces este se le saliera y teníamos que ambos volverlo a penetrar, esto así hasta de pronto sentí que me sujetaban de los huevos,
– Se sienten tus huevos en los míos – Me dijo Tavito, busqué su mirada y ahí estaba él sonriendo mientras me estrujaba los huevos con la mano,
– Y te gusta?- Le pregunté
– Si, siento tu verga moviéndose y tus huevos también- Tavo jugaba con mis huevos sobre los suyos, los pelos de mis bolas rozando el delicado y suave escroto de sus huevitos cuando de pronto sentí el interior de Rafita contrayéndose mientras el pequeño soltaba el aire con fuerza apretándonos las vergas a Tavo y a mí con su recto,
– Se te está moviendo la cola- Le dijo Tavito a Rafa, mirándolo con una sonrisa mientras del otro niño pasaba su orgasmo,
– Quieres que te la metamos ahora Rafa y yo?- Le pregunté a Tavito cuando los espasmos del culo de Rafa terminaron
– Si!- Respondió Tavito emocionado
– Ay, yo quería más – Refunfuñó Rafa.
– Ahorita sigues tú otra vez – Le dije. La putería de Rafita me seguía impresionando, acabándole de dar doble verga por el culo y seguía pidiendo más.
Me levanté de encima de Rafa, la verguita de Tavito salió por si sola, Rafa se hizo a un lado y se puso en la misma posición en que había estado Tavito, a Tavito le pedí que se pusiera pero viendo hacia arriba y se montó metiendo la verguita de su amigo en su culo mientras yo solo los veía esperando mi turno para unirme al número musical que se estaba gestando en mi sala, le acaricié el pecho a Tavito y después sus partes íntimas, me coloqué saliva en el pene y dirigiendo la morada cabeza de mi verga la empujé por su ano, a diferencia que con Rafa costó un poco más de trabajo, el pene de Rafita se le salía fácilmente, pues las frondosas nalgas de Tavo lo ponían complicado, cuando por fin pude meterle el glande me esperé unos segundos y después fuí metiéndosela lento, cuando le metí la mitad empecé a moverme como había estada haciendo con Rafita cuidando que no se le salieran la verga del otro niño,
– Es cierto, se sienten tu verga y los huevos – Dijo Rafita.
– Te gusta?- Pregunté.
– Sí, pero me gusta más cuando me la meten a mí – «No me digas», pensé, y seguimos cogiendo, balanceaba mi cadera despacio y profundo dejándome sentir las nalgas de Tavo pegándose a mí, con mis manos acariciándole las piernas y besándolo ocasionalmente o mirando a los ojos a Tavo cómo gozaba tener mi verga adentro.
– No aprietes tanto el culo o se te va a salir la de Rafita- Le decía viéndolo a los ojos excitado,
– Ujum…- Respondía con pesadez, – Ay, es que se siente bien rico- y daba un pequeño apretón, Estuvimos un rato así cuando entonces me cansé de esa posición, me levanté dejando el ano abierto de Tavo con solo la verguita rosada de Rafa adentro,
– Ya?- preguntó Tavito, tenía las mejillas rojas y la verguita todavía bien parada,
– Ya no quieres?- Le pregunté
– Sí!- Dijo él apresurado y levantó aún más alto las piernas esperando que se la volviera a meter, Tavito no había tenido suficiente verga por ese día, tanto tiempo sin hacerlo debía hacer que su culo deseara tenerme adentro tanto como fuera posible.
– Yo también quiero- Se apresuró Rafita a agregar haciendo un poco a un lado a Tavito para poderme ver.
– Ya me cansé de estar así en el piso – Les dije, claro que tenía ganas de seguir cogiendo, pero me dolían los muslos de estar en esa posición tan incómoda,
– Ay…- Dijo Tavito con tristeza y se levantó dejando a Rafita echado en el piso, – Ya no nos la vas a meter?- Preguntó Tavito parándose frente a mí y manoseándome el pene, Rafita rápido se levantó y tomó sitio junto a Tavito agarrándome los huevos,
-Ya no?- Preguntó Rafita.
Era incluso para mí algo extraño estar en la sala de mi casa con dos niños desnudos que me pedían seguir cogiéndomelos, aferrados a mis partes íntimas tratando de incitarme y saboreándose por volver a tener mi hombría dentro de sus hoyitos tragones,
– Y si te chupamos los huevos otra vez?- Dijo Tavito y se apresuró a arrodillarse metiéndose uno de mis huevos a la boca, – Chúpale el otro- Le dijo a rafita, sacándose mi testículo de entre los labios y haciéndole una señal a su amiguito-
– Sí – Respondió el otro niño y tomó sitio junto a Tavo,
Tenía que empujar mi cadera hacia el frente para que tuvieran ambos alcance a mis huevos pero valía la pena, los niños lamían mi escroto haciéndome erizar la piel y yo solo miraba desde arriba como se esmeraban en complacerme, mamarían tanto como fuera con tal de que me los siguiera cogiendo, así que aprovechando mi posición retiré mis huevos de su alcance y en su lugar le ofrecí mi verga a Tavito acercándosela a la boca, no hizo falta más, él sin dudar la empezó a chupar, unas pocas mamaditas y se la pasé a Rafita, él tampoco dudó en lo absoluto y la empezó a mamar, iba turnándome con a quién le daba a chupar mi pene, llegamos a un momento en el que solo los dejaba darme una mamada e inmediatamente cambiaba al otro y así fué hasta que me aburrí de eso y de forma espontánea dí un movimiento con mi cadera golpeándoles en la cara a ambos con mi pene, los niños hicieron una cara de sorpresa ante eso y después empezaron a reír, entonces repetí el movimiento, un golpe con mi verga en la cara de Rafita dándole en la boca y otro más hacia Tavito golpeando cerca de un ojo, nuevamente los niños empezaron a reírse y sin dejar que se repusieran ante «la broma» continúe haciéndolo de uno al otro, mi verga daba en sus mejillas, su nariz, sus labios, dejándoles algunas manchas de líquido pre-seminal en sus rostros mientras ellos seguían riendo a carcajadas, comencé a ir más lejos y ahora tomaba a alguno de la cabeza y le restregaba verga y huevos en la cara como si lo follara para inmediatamente después hacerlo con el otro y ellos continuaban riendo, me gustaba dejarles los huevos en la nariz y pasarles la verga por la frente y ojos, me llenaba de morbo hacerlo mientras veía su clara felicidad, era muy excitante, tanto que me empecé a masturbar restregando mi pene en su cara y en pocos segundos me empecé a venir, cuidé que les cayera una cantidad similar de semen a ambos mientras ellos aún con una sonrisa grande lo recibían, las caritas de esos niños escurriendo mi leche era poesía pura, quería seguir soltando semen e impregnarlos aún más con él, pero había llegado al límite de esa corrida y con él el semen paró de salir,
– Estás lleno de leche- Dijo Tavito con una carcajada viendo a Rafita,
– Tú también – Dijo el otro niño riendo igual fuerte, entonces Tavito con un dedo tomó un poco de la leche que tenía Rafita en la cara y se la metió rápido a este otro en la boca, Rafita rió de nuevo con aún parte del semen en lo labios e hizo lo mismo a Tavo que reía,
– No le hace, a mi me gusta la leche de Joel- Dijo, y tomando él mismo un poco de semen con su dedo, se lo comió
– A mí también me gusta – Le respondió Rafita y nuevamente lo imitó también comiendo semen con su dedo,
– A ver…- Dijo Tavito y lamió la mejilla de Rafita recogiendo una buena cantidad de leche en su lengua y pasándosela mientras el otro niño reía,
– Me haces cosquillas… A ver tú – Dijo y de nueva cuenta hizo lo mismo que Tavito lamiéndole la cara para tragar algo de semen.
Observaba como los niños seguían en su juego de tragar leche, ya mi pene había perdido dureza pero aún así era exitante verlos, los niños siguieron su juego de lamerse hasta que quedaron limpios de leche en sus rostros,
– Ya no tienes nada- Le dijo Tavito a Rafa,
– Ni tú – Respondió Rafita,
– Ya se nos durmieron los pájaros- Dijo Tavito a Rafa y estiró su mano agarrándole el pene flácido a su amigo,
– Sí – Respondió Rafita igual tocando el pene de su amiguito, – A Joel también se le durmió – Dijo, apuntando con la mano libre en mi dirección y ambos me miraban la entrepierna,
– Verdad que tiene unos huevones?- Dijo Tavito con un leve tono de burla,
– Si, y una vergota- Añadió Rafita y ambos rieron,
– La tiene más grandota que tu primo?- Ambos niños hablaban de mis partes sexuales como si yo no estuviera ahí también escuchándolos,
– Si, y más gorda-
– Verdad que está bien gorda? No sé cómo me cabe por la cola-
– A mí también, me queda toda la cola abierta-
– A mí también, mira- Dijo Tavito recostándose en el sofá y abriendo las piernas mostrando su agujero abierto,
– Y yo, mira- Rafita tomó sitio al lado contrario de Tavito y de la misma forma le mostró su hoyo bien abierto, incluso habían comenzado un juego de fruncir el ano mientras se reían y yo los veía ya con una nueva erección pronunciada mientras los dos pendejitos presumían sus usados culitos, no les dije agua va, simplemente tomé a Tavito de las piernas y lo giré en mi dirección, el pequeño se asustó ante el tirón que le di y antes de permitirle decir nada se la metí hasta la base, él abrió la boca grande y como ya él mismo se tenía agarrado de las pantorrillas tenía vía libre a su cola, unos cuantos va y ven fueron lo único que necesité para tomar impulso y me lo empecé a coger con todo, mis huevos chocaban una y otra vez contra sus nalgas y Tavito había comenzado a gemir fuerte,
– Ay…- Decía abriendo la boca y apretando los ojos continuamente, conocía ya de sobra a Tavo para saber que no tardaría en venirse y así mismo fué, sentí a media verga cuando empezaba a apretar anunciando su orgasmo, entonces se la saqué, su ano estaba palpitando aún cuando tomé a Rafita que solo nos había estado viendo en su posición, de la misma forma que a Tavito lo tomé de las piernas acomodándolo en dirección a mí, Rafita sorbió aire y apretó el culo en cuanto se la metí, con él fuí más al grano y desde el inicio empecé a azotarle con ganas, su verguilla saltaba con las metidas de macana que le daba y él soltaba el aire suspirando cada que le tocaba cierto punto en el recto dónde debía estar su próstata, Rafita me miraba a los ojos, la sonrisa que tenía hace unos minutos había desaparecido y en su lugar tenía la cara sería y sonrojada, me sostenía la mirada mientras yo a él le sostenía de los tobillos abriendo bien sus piernas, dado un momento Rafita dió un brinquito y me apretó cuando se la tenía casi toda adentro, se habia sentido tan rico que casi me vine pero parando un poquito dándole lento me contuve, no supe si fué intencional o no, pero me dió un segundo apretujón que me arrancó un suspiro y me animó a retomar el ritmo, otra vez el chocar de mis huevos en sus nalgas se empezó a empezó a escuchar y me lo cogía duro, pasaron un par de minutos más cuando Rafita me dió un tercer apretón de verga y ahí si era que se estaba viniendo, su verguita y culo palpitaban a la par y yo que me movía más despacio también comencé a soltar, era la vez que más había disfrutado cogiendo con Rafita así que lo hice durar, los huevos se me contraían, las piernas me temblaban y sentía riquísimo en la punta de la verga, se la dejé bien adentro hasta que dejé de botar leche y lento se la saqué, Tavito seguía con las piernas abiertas y me veía como esperando a que le dijera algo, mi pene de nuevo estaba apagado pero aún me apetecía seguir cogiéndome esos culitos, debía aprovechar esa nueva oportunidad que el destino me había dado de tenerlos a ambos a solas y dejarles sus calientes hoyitos hartos de mi verga.
Me monté en le sofá y acerqué mi pene a la boca de Tavito, el lo atrapó en sus labios y lo empezó a chupar pero a pesar de que lo hacía muy bien no se me paraba, gracias a la no erección se lo pudo meter todo a la boca sin problemas, quedando mis huevos en su barbilla, fué hasta ese momento que mi amigo se comenzó a levantar, inflándose dentro de la boca de Tavito y haciendo que el niño tuviera que sacarse una parte para no ahogarse, se la saqué de la boca llena de saliva y ya lista para otro round, Rafita continuaba en la misma posición que lo deje con el semen ya saliéndole del culo y mirando como hambriento mi ensalibada verga,
– Ven para acá- Le dije a Tavito tendiéndole mi mano, él la tomó y lo hice ponerse en pie para posteriormente hacerlo acomodar recostado boca abajo en el reposabrazos del sofá con el culo en dirección a mí, a Rafita solo le tendí la mano y él me siguió la corriente, a él lo coloqué en la misma posición pero encima de Tavito,
– Auch! estás pesado- Se quejó
– Perdón – Le respondió Rafita con culpa,
– Si no quieres te puedes quitar, Tavito- Le dije, pero al mismo tiempo le pasaba la verga por las nalgas
– No, si quiero- Dijo apresurado,
– Quieres de esto?- Le había acomodado la cabeza de mi palo en la entrada de su agujerito
– Ay… Sí…- Decía, en eso apretó el ano dándole un besito a la cabeza de mi verga, eso se sintió tan rico que me flaquearan las rodillas y me sacó un suspiro, no fué necesario más calentamiento previo, me escupí en la punta del pene y se lo hundí a Tavito, a esas alturas esos culitos ya no ponían la menor resistencia a ser atravesados de tirón por mi barra de carne maciza, mi pene embonaba a la perfección en ese agujero tan suavecito y apretadito a la vez. Era una preciosura lo que tenía enfrente a la vista, esos dos culitos uno encima del otro listos para mí, el de Tavito tragándose mi verga con maestría y el de Rafita esperando su turno, el culo claro y rosado de Rafita y el más morenito de Tavito, ambos pares de nalgas de muy buen ver con la clara ventaja de las de Tavito que se meneaban con cada empujón cuando le metía duro la verga, con mis manos le apreté y separé las nalgas a Rafa que estaba encima y en un movimiento se la saqué a Tavo y se la metí al él , Rafita dió un brinquito en su sitio y en el mismo balanceo de cadera ahora era él que me recibía por su cola, de la misma forma el interior de Rafa se comía mi pene y delicadamente lo apretaba como si tratara de retenerme en su interior, ya habíamos tenido tanto sexo que me sentía sucio, del pene, los huevos, me sentía pegajoso y el sudor que me bajaba por la espalda y me llegaba al culo lo hacía aún peor, pero no me importaba, lo estaba gozando tanto que después me daría el tiempo de bañarme minuciosamente, por ahora mi mente solo pensaba en volver a cambiar de agujero y así lo hice, de nueva cuenta desenfundé mi verga del culo de Rafa y regresé a Tavito quién soltó el aire de forma pesada cuando su recto volvió a tenerme ocupando su sitio, no había nada más en mi mente que la rica sensación que sentía en lo largo y ancho de mi pene, eso más la vista del trasero de Rafita esperando turno, su ano abierto y sediento de verga a centímetros de distancia listo para cuando me diera la gana volver a cambiar y metérsela a él, cosa que no tardó tanto, estaba pasando de culo en culo dándoles una cantidad de tiempo similar, frenando por momentos cuando sentía que me iba a venir y manoseándoles su piernas, nalgas y espalda segun tuviera al alcance, Rafita fué el primero en llegar al orgasmo, los apretones que me daba en mi miembro me llevaron a casi acabar, tuve que sacarle el pene por completo y resistir, aunque también la vista de su agujero convulsionando me excitaba demasiado, Tavito tomó su lugar y sabiendo que estaba en mi recta final le dí sin piedad, las nalgas le rebotaban y lo empecé a nalguear,
– Ay…- Decía solamente y apretaba mientras azotaba los gordos cachetes de su culo, yo ya estaba que no podía más, era tan rica la culeada que llegué a mi límite dónde no pude más y empecé a regar mi esperma por una última vez en ese día, apuntando en dirección a las colitas de los pequeñines les solté todo lo que pude dar, Rafita al estar arriba le cayó la mayor cantidad de leche, una pequeña parte en la espalda y lo demás en el culo y para Tavito fué todo el restaurante en su precioso culote, no me pude resistir a metérsela de nuevo solo para sentir por un momento más ese pedazo de culo envolviendo mi verga, estaba satisfecho, me había propuesto cogermelos hasta el cansancio y lo había conseguido y para ellos creo que era el mismo pensamiento porque no se movían, seguían aún uno sobre el otro con mi semen escurriendo por sus nalgas, sus hoyitos abiertos evidenciando el uso que les dimos y su respiración pausada, me les quedé viendo un rato en lo que se me bajaba la presión y grababa para siempre en mi memoria ese grandioso momento, todo esto hasta que el rugido de mi estómago me regresó a la realidad. Ni siquiera habíamos comido, desde que había llegado con ellos de la escuela, leche, huevos y verga era lo único que nuestras bocas habían probado, y los culitos de ambos en mi caso,
– Levántense, hay que bañarse- Les dije, con pesadez Rafita se levantó y siguiéndolo Tavito, Tavito tenía en su cuerpo las marcas en la piel de haber estado un rato largo tendido de panza sobre el posabrazos del sofá, ambos tenían ya el pene dormido igual que yo y parecían distantes, – Les gustó?- Pregunté
– Sí!- Dijo Tavito directo y conciso
– A mí también – Respondió Rafita y acto seguido ambos viéndose a la cara soltaron una risita de complicidad, era curiosa la amistad de estos niños y como así de pequeños podían compartir una verga cuál adulto experimentado,
– Hay que bañarnos de volada y comer, porque no han de tardar sus mamás- Les dije, tomé nuestras ropas del piso y juntos subimos rumbo al baño yo llendo hasta atrás sin perder oportunidad de seguir viendo esas colitas preciosas al desnudo por unos últimos momentos, incluso me daban ganas de volver a cogermelos pero me resistí, genuinamente estaba cansado y además bien satisfecho sexualmente, mi juventud me permitía sin problemas volver a empalmarme y darles un rato más, pero no quería probar a la suerte y que alguna de sus mamás llegara antes y los encontrara con el culo atravesado por mi verga y bañados en leche, pero la tentación más grande fué ya dentro en la ducha, verlos a ambos con la piel mojada me despertaba deseos y ellos tampoco perdían oportunidad de seguir manoseando mis huevos y verga,
– Métemela- Dijo Tavito en un momento y recargándose en la pared con las manos me dió el culo, Rafita no tardó en hacer lo mismo y tomó la misma posición enseguida de él, eso ya era demasiado, esos niños me tenían entre la espalda y la pared y yo no pude más que caer, me puse en posición doblando las rodillas y penetré a Tavito, ahora el sonido era más estridente ante lo mojado de nuestros cuerpos y además yo ya no estaba siendo para nada sutil, me lo estaba culeando duro y tendido, incluso fuí un poco brusco a la hora de cambiar y tomar a Rafita para repartirle su dosis, noté que se sacó un poco al metérsela pero finalmente se dejó y le estuve dando un rato más, no estaba ya pensando más que en mi placer propio y por tanto solo buscaba acabar pronto sin embargo me dí el tiempo de hacer otros dos cambios de hoyito antes de que, ahora sí y de forma definitiva sentí que me venía por última vez,
– Arrodillándose- Les dije, los niños siguieron la indicación y acercando sus cabezas con mi mano me masturbé rápido para bañarles la cara, la cantidad de semen definitivamente fué ya mucho más baja pero eso era lo que menos me importaba, lo que me importaba era poderme dar el lujo de por segunda vez en un solo día dejarles en el rostro mi semilla, hice a Tavito chupar los restos de leche en mi pene y de forma apresurada los obligué a terminar de bañarse antes de que me volviera a ganar la calentura y volver a cogerlos.
El resto de la tarde fué mucho más relajada, comimos, hicimos sus tareas e incluso vimos por un momento la tele, durante todo este tiempo ambos niños jugaban «a el que se le cierre el culo primero pierde», se bajaban la ropa por momentos para enseñar si su ano seguía dilatado o no y me hacían de nuevo pensar en volverselas a meter, sin embargo ya no pasó de meterles los dedos o lamerles un poco los hoyitos solo como diversión, realmente sus mamás no llegaron tan pronto como me había temido y eso me había hecho sentir un poco tonto por no haber aprovechado un poco más el tiempo pero al final no fué algo de que sentirse arrepentido, había quedado bien satisfecho y contento con todo lo que hicimos, con suerte y tendría después oportunidad de volverles a dar a compartir mi verga otra tarde de calentura.