Una medicina para niños 2
Una segunda dosis, pero el doctor exagera el tratamiento..
Hola amigos.
Les traigo la continuación del primer relato, donde lo cuento con el consentimiento del verdadero protagonista. Vale recalcar que lo hago con mucho ímpetu imaginando ser yo el protagonista.
Después de salir de la propiedad del doctor, en el camino a casa mi madre me preguntó que como estaba, pero al ver que mi semblante radiava tranquilidad y alivio, con unos gestos de dulce alegría me dijo: » se vé mi amor que la medicina te está aliviando, gracias a Dios porque él doctor sabe lo que hace y tiene la sabiduría de sanar, y por suerte tenía la medicina correcta».
Escuché vagamente las palabras de mi madre ya que solo tenía mi mente ocupada en todo lo que experimenté, pero también no dejaba de sentirme mal por lo sucedido ya que reconocía que era prohibido y pecaminoso, pero no sé por qué eso me excitaba más. A la vez compadecia a mis padres por su ingenuidad, porque mientras ellos se sentían preocupados por su hijo pequeño, yo y él doctor hacíamos cosas prohibidas a sus espaldas.
Ustedes creen que mi vida fue normal desde ése momento? Pues no, mi vida dió un giro de 180 grados ya que perdía mi inocencia a muy temprana edad, y me sentía atrapado y preso por el gusto que nació en mi, pues la curiosidad me consumía de las ganas por seguir experimentando más y más.
Ya en casa, rápidamente me fuí a mi habitación a seguir pensando de lo rico que me hizo gozar el doctor, pero después pasó lo que dijo el doctor, a dos horas y mí estómago crujía y anunciaba la evaluación. Después de eso nuevamente me refundi en mi habitación para seguir con mis curiosos pensamientos ya que no se me quitaban las imágenes de la tremenda vrg que eyaculó y me azotó mis nalgitas, el olor y aroma de su vrg lo tenía impregnada en mi nariz y en mi pequeña boquita su dulzura y sabor a semen, semen de macho. A pesar de estar feliz con mis recuerdos también pasaban por mi mente dudas he interrogantes como: «porque a mí?, porque siento ésta atracción si yo también soy hombre?, de qué forma me mirará el doctor?, me verá como una mujer?, porque le es apetitoso mi cuerpito para sentirse excitado?, porque mí anito me da tanto gusto y placer al ser tocado o vulnerado?». Todas esas preguntas y otras más me hacían estar como perdido en el tiempo de la imaginación y no me dejaron casi dormir, pero mi subconsciente y mi cuerpo se aliviaba con la esperanza de que mañana volvería a experimentar seguramente cosas jamás vívidas.
Al día siguiente desperté con una sensación de nerviosismo y alegría a la vez, y deseaba que fuera un día especial.
Escuché a mis padres que a las dos de la tarde me llevarían al doctor, pero me sorprendió saber que mi madre no iría ya que tenía que quedarse en casa a esperar a unas personas que irían a comprar maíz, así que solo mi padre me llevaría.
Llegó las dos y mi padre me apuraba para subir a la carreta y con emoción le hice caso y nos dirigimos a la casa del doctor.
En el camino mis imaginaciones copaban mi mente, pero a la vez me ponía nervioso ya que mi padre estaría a pocos metros de donde estaría con el doctor y no me quería imaginar que pasaría sí él nos descubriría, y ver que su pequeño hijo tiene el gusto volteado, y el doctor ser un depravado, seguro que nos mataría a los dos.
Pero….. Mi destino me tenía preparado una sorpresa para que este día sea mi día, ya que faltando la mitad de camino para llegar, mi padre con vos alta y gruesa me dijo: «hijo mientras tú te quedas con el doctor para que te ponga la medicina yo aprovecho el tiempo que debería esperarte para ir a la ciudad a comprar unos costales, no te importa quedarte solo hasta que yo venga verdad? «.
No podía creer lo que mis oídos escuchaban, pero era cierto, y como si mí cuerpo dejará de cargar una enorme roca me sentí aliviado y feliz, pero no podía demostrarlo, así que hice un esfuerzo para fingir tristeza y con mi carita de pena le dije: » no té preocupes papá, puedes ir tranquilo, se que vendrás por mi «.
Al llegar a casa del doctor mi cuerpo me temblaba de emoción y al estar frente a ése hombre mi ansiedad se incrementaba, así que opté por comportarme con naturalidad y no dar motivos de sospecha.
Después que ellos se saludaron el doctor se dirigió a mi y me extendió su mano para saludarme también pero lo hizo mirándome a los ojos con una mirada penetrante, lo cual me hizo sonrojar y escarapelar todo mi cuerpito de puro nerviosismo.
Así mismo noté el cambio de semblante del doctor cuando mi padre le dijo: » Sabe doctor ayer se demoró mucho en curarle a mí hijo, y creo que hoy será igual, así que quiero aprovechar ése tiempo que debo esperar para ir a la ciudad ya que necesito comprar unos costales, usted me haría el favor de cuidar a mi hijo el tiempo que pudiera tardar sis que ya terminarían con la curación?, quizás me demore un poco más pero trataré de llegar lo más rápido que pueda para no incomodarlo».
Claramente él doctor hacia el esfuerzo de ocultar su alegría al escuchar a mi padre, y con una pequeña y fugaz mirada hacia mí, se volvió hacia mí padre y le dijo: » pues vaya tranquilo amigo, para mí no es una molestia, al contrario será un gusto cuidar a su hijo, será una buena compañía ya que paso tanto rato solo que un poco de compañía me caerá bien, además su hijo se porta bien, es muy obediente y educado así lo demostró ayer «.
Nuevamente el doctor dirigió su pícara mirada fugazmente hacia mí y luego se despidió de mi padre quien agradeció su comprensión.
Como una flecha apareció en mi mente un sentimiento de culpa y vergüenza para con mí padre ya que sentía que lo estaba traicionando y me burlaba de su ingenuidad y honestidad., él mismo sin saber ni imaginarse, me estaba entregando en bandeja a un lobo vestido de cordero para que hiciera conmigo todo lo que quiera.
Sabía que obraba mal pero ni aún así mí debilidad apetecía ser un hijo malo y desequilibrado, y toda idea de cordura y raciocinio se desvaneció en un santiamén porque ése deseo oculto podía más y necesitaba con ansias ser liberado.
Mientras mi padre se alejaba en su carreta hacia la ciudad, el doctor mirándome ya como un bocadito me tomo de la mano y mirando a todas partes como asegurarse que nadie nos viera me condujo al consultorio.
No se porque en ese instante mientras era llevado de la mano, presentía que además de lo de ayer, me esperaba cosas desconocidas y por un segundo sentí un inevitable temor que de a poco se iba desvaneciendo hasta que mi adrenalina y mi excitación se apoderó de mi completamente y no había vuelta atrás.
Ya en el consultorio el doctor nuevamente aseguró la puerta por dentro y como loco me tomo entre sus fuertes brazos y me sentó en la camilla y me comenzó a besar con mucha pasión donde yo también le correspondía para luego jugar con nuestras lenguas he intercambiar nuestros jugos salivales.
Como loco me besaba por toda mi carita, a la vez me acariciaba todo mi cuerpito y me decía: » ummmm no sabés cuánto he esperando este momento, ayer no pude dormir pensando en ti, pero también tenía temor de que no hayas guardado nuestro secreto, pero ahora me doy cuenta que si lo has hecho, vamos aprovechar la oportunidad que tenemos para gozar plenamente sin miedo».
Mi pequeño cuerpito se estremecía sintiendo sus caricias y sus besos y ya notaba que mí pequeño y diminuto pipili se despertaba pero no lo sentí bien erecto como ayer y no se porque, lo que sí noté que mi excitación era desbordante en mi potito y más aún en mi anito ya que pareciera que mi corazón se trasladó o se fusionó en mi ansioso hoyito ya que palpitaba sin control y pedía a gritos ser acariciado de todas las formas posibles.
No sé porque pero me era difícil articular palabras y solo mi pequeño cuerpito hablaba con delirio al estremecerse de gusto y placer, y solo gemidos salían de mi boquita.
Luego me tomo en sus brazos y me llevo al solitario sofá que tenía, ahí él se sentó y me puso encima de sus piernas boca abajo, en posición de castigo y comenzó a bajar mis prendas para dejar al descubierto mi culito y de inmediato comenzó acariciar mis nalgitas y agachándose me los besaba con mucha pasión, luego los separó para descubrir por fin mi palpitante hoyito que se contraía y se dilataba como si fuera una pequeña boquita.
Cerré mis ojos y me aferré fuertemente con mis manitos a la funda del cojín porque sabía lo qué pasaría y además lo deseaba.
De pronto un interminable haaaaaa salía de mi boquita acompañado de agónicos gemidos porque ya sentía uno de sus enormes dedos frotar mí excitado hoyito mientras me decía: «ummmm que ricooooo culito tienes bb, me traes loco, nunca antes he tenido la suerte de gozar un culito así, tierno carnoso redondito y suave, y.. uffff tu anito rosadito está jugoso y caliente, permíteme comérmelo «.
Los alaridos en forma de gemidos salían frenéticamente sin control de mi boquita al sentir la punta de su enorme lengua friccionar con esmero mi hoyito y besarlo como fuera mi boquita, mientras sus manos fuertemente separaba mis nalgitas.
Mis gemidos se volvían casi gritos de lo delicioso que sentía ésa lengua forzaba su ingreso en mí interior, y por momentos que yo relajaba mi esfínter sentía que si lo hacía, y es ahí que me hizo gritar: «ummmm que ricooooo, haaaaaa que delicia, ya eres dueño de mi cuerpo y puedes hacer dé mi lo que quieras, sigue por favor no pares….. hooooooo por dios….que es lo qué siento?».
De pronto sentí que algo crecía desmesuradamente entre sus piernas y mi bajo vientre, hoooo era lo que me imaginaba, su vrg estaba tan erecta que hasta me levantaba. Mientras él seguía con su lengua vulnerado mí anito, yo como loco trataba de agarrar su tremendo bulto y como era incómodo me hizo resbalar un poco para atrás para que yo pueda tener acceso a su vrg, así que por eso ya no podía hacerme cariño con su boca y menos con su traviesa lengua, solo sus manos acariciaban mi culito, y sus dedos comenzaron hacerse dueños.
Era tanto mí deseo que como loco logré liberar su vrg y…. hooooo mis ojos no podían creer lo que veían pero mis manitos me decían que toda era real y estaba para mi absoluta disposición.
Como bb hambriento comencé a chupar, a lamer, a besar y a mamar ése enorme grueso venoso y duro músculo negro. En lo mejor qué degustaba ésa rica y deliciosa vrg, halgo me hizo dejar lo que estaba haciendo y solté un gritó desgarrador producto del entierro de un osado dedo que vulneró mi interior hasta el tope provocándome un punzante dolor que de inmediato se transformó en un exquisito dolor, y después en sólo placer ya que comenzó a mover su dedo en mí interior a su antojo.
Mí culito comenzó a costumbrarse a tener un intruso en su interior y eso me hacía arquear mi cintura y parar mi culito dándole a entender que me encantaba lo que hacía, mientras yo me apoderaba nuevamente de su exquisita vrg para mamarla de punta a punta y gozar sus fluidos que comenzó a emanar de su glande.
Estaba tan excitado que ni me dí cuenta que ya eran dos dedos que se movían en mi interior, por lo tanto descubrí que mí anito se puede dilatar y también se puede ensanchar, pero no sabía cuánto?.
También descubrí que ya amaba ésa tremenda vrgota, a pesar que era mucho ,para mí. Su imponente tamaño sin exagerar medía unos 20 a 22 centímetros de largo y de grosor unos 4 a 5 centímetros de diámetro.
Después de un rato de lo que hacíamos él me sacó sus dedos y me puso de pie y sin dejarme de mirar comenzó a desvestirse mientras yo hacía lo mismo y muy pronto quedamos los dos completamente desnudos. Era para mí una imagen que me hacía explotar de asombro y a la vez de placer, y sentir morbo.
(ahí nacía en mi una nueva sensación extraña que después ya de mayor supe que se llama morbo., sin el morbo no haríamos cosas prohibidas ni peligrosas, ya que el morbo nos hace desear siempre cosas enormes, brutales, y hasta salvajes, que no nos importa sufrir con tal de gozar ó vernos bien poseídos o destrozados., que el dolor es parte de una extraña sensación de exquisito placer inigualable).
Era tan evidente nuestras proporciones de tamaño y contextura, él con más o menos 1.80 y un cuerpo corpulento, mientras yo un niño de 1.10 aproximadamente y de frágil contextura. Eso aunque nadie lo crea hacía que me produzca una sensación de querer ser su bocadito prohibido sin importar el daño que me podría hacer.
Me levantó en sus fuertes brazos y me abrazó y después de un rico beso me hizo ponerme encima del sofá en posición de perrito donde con mi carita volteada le miraba a los ojos y esperaba lo inevitable.
Él sé acercó por detrás y tomando su vrg con una mano se lo jalaba mirando mi culito por un rato, y luego nuevamente tomó mis nalgitas y las separó y me volvió a besar y meter su lengua en mi hoyito y luego ensalibo un dedo y me lo metió hasta el tope, mientras yo seguía viéndole la cara y a la vez me arqueaba parando mi potito con gemidos profundos de placer.
Otro dedo ensalibado entró en mi interior y ya yo estaba en el cielo gimiendo más de placer y por un rato los tuvo movimiento a su antojo mientras me decía: » ummmm que ricooooo culito tienes bb, pienso que ya estás listo para dejar de ser hombre y convertirte en una mujercita, mirate, ya tú penesito ni se te para, casi se te pierde y tus testículos se han contraído como si fuera una mollejita de paloma, todo tu gusto y placer se te fue a tú culito, tú cuerpito rechaza ser hombre y se estremese como una mujer cuando te acaricio, y es evidente que deseas mí vrg. Ahora quiero que tú mismo me pidas que te haga una mujer, quiero que me pidas ser tú primer hombre «.
Era cierto lo que me dijo de mi penesito, para mi también fue raro que no se me pare como antes, ahí fue que despeje muchas dudas, y todo era verdad, así que no dudé en decirle:
«Lo que más deseo ahora es que me hagas tuya, tú mujer, ya que hombre no lo soy desde ayer, tú me lo desterraste cuanto pusiste tus manos por primera vez en mi culito., así que, qué esperas?, soy toda tuya «.
Ni bien dejé de hablar, sacó sus dedos y como yo estaba encima del sofá en posición de perrita y él parado detrás, mi culito y su vrg estaban alineados, así que con una mano me tomo de mi cintura y con la otra tomó su vrg y la posicionó en mi entradita que ya estaba bien estimulada y dilatada. Clarito sentía su calidez de su tremenda cabeza frotar mi anito y untarlo con sus líquidos pre seminales para luego latigiar mis nalgitas y volver apuntar hacia mí hoyito. Hacía intentos de penetración pero no lograba metermela ya que presiónaba muy suave, y ni siquiera porque mi anito estaba bien untado y excitado lo lograba, ni sus dedos lograron dilatarme suficiente para tan gruesa vrg. Así que….. usó su fuerza y comenzó hacer presión hasta que….. aaaayyyyy un profundo y terrible dolor me hizo saltar mis ojos y ver oscuro, seguido de un desgarrador grito que retumbó el recinto para luego llorar desconsoladamente porque clarito sentí como mí esfínter se desgarró y se ensanchó tanto que permitió el ingreso de toda su tremenda cabezota.
Era tanto el dolor que toda mi excitación y el placer se desvaneció y solo quería que me lo saqué, porque ya no aguantaba más y parecía que me desmayaria del dolor inmenso que sentía., también trate de todas las formas zafarme de ésa tortura pero él reforzaba sus fuerzas y me sujetaba muy duro para no perder la penetración y la postura., ni aún así no se de donde saque fuerzas y pude extender mis piernas quedando echado boca abajo pero me fue imposible liberarme, más bien quedé más atrapado porque con su enorme peso de su cuerpo impedía moverme. Así que para disipar el dolor me aferré duramente del cojín y como mis súplicas no eran aceptadas comencé por inercia a morder el cojín llorando sin cesar. Por mi dolor y las ansias de zafarme no atinaba escuchar lo que me decía él doctor hasta que pude percibir sus palabras que me decía: » Quieto bb, no te muevas, sé que té duele pero ya está echo, lo peor ya pasó y solo quédate quieto para que tú culito reaccioné ó se reactive tú gusto y sé acostumbré al grosor de mi vrg, tranquilisate y de verdad lo ciento, mi arrechura no me dejó ver el daño que te haría, pero tú también lo querías no es así?, solo aguanta un poco y sí después aún te duele ó sientes que no lo aguantaras lo saco y lo dejamos ahí y damos por terminado lo nuestro, pero quiero recordarte que solo tú y yo sabemos lo que pasó y seguirá siendo nuestro secreto verdad?., pero relajarte y aguanta un poco sé qué lograrás reactivar tú gusto y luego sólo será placer para ambos».
Al comienzo sus palabras no me tranquilizaban pero estuve de acuerdo con lo que dijo, que yo también lo quería ya que le di permiso a que me haga su mujer., así que aferrándome con uñas y dientes del cojín trataba de darme el valor necesario para aguantar ésa cabezota que se mantenía incrustado en mi desflorado anito y tratar también de relajar más mi anito. Creo que pasó como 2 minutos y poco a poco notaba que el dolor junto con mi llanto se disipaba y lentamente dejaba de apretar mis uñas y mis dientes del cojín y con pequeños suspiros me secaba las lágrimas y mi cuerpito comenzó a sentir la calidez de su pecho y abdomen que aún me apretaba y comenzó a estremecerse pero de agrado, resoplando seguía aguantando y aguantando hasta que ya notaba que mi visita se aclaraba y mis pupilas volvían a su lugar para después quedar callado y suspirando, despues de un breve momento mi anito comenzó a apretar y a relajar apretar y a relajar como reconociendo ó palpando el poderoso y duro intruso, pero lo mejor de todo era que el dolor intenso se esfumaba y se convertía en dulce dolor y comenzaba a percibir ratos de sosiego y unos tímidos gustitos, para después darme cuenta que mi anito sé comenzó adaptar al grosor de la vestía y por ende aceptar su albergue.
Notaba que él hacía esfuerzo para mantenerse casi en el aire para no aplastarme, y de no moverse para no undir más su vrg, hasta que al darse cuenta que ya no lloraba mucho y quedar cayado, logró poner sus piernas por en medio de las mías y con cuidado me las iba separando para quedar bien abierto como una rana, y también a decirme: «ya ves bb que poco a poco tú anito se relaja acostumbrándose al grosor de mi vrg!!, ya verás que después me rogaras que nunca té lo saqué».
No dejaba de tener la razón, porque mi anito ya no reaccionaba negativamente y su anterior rechazo cambiaba, ya que el ardor que sentía se transformó en una agradable picazón de cosquilleo he indicios de gusto y placer.
Mi agrado comenzó a notarse cada vez más ya que intuitivamente mi culito se comenzó a mover suavemente, y ya mi anito saboreaba los latidos del enorme glande que se encontraba bien incrustado en mí ensanchado y rasgado anito, y que de seguro ésa vrgta sentía también mis ricas contracciones anales.
Seguro de sí mismo comenzó hacer más presión acompañado de movimientos pélvico tratando de undir más su venosa vrg.
Al sentir sus intenciones le dije: » despacito despacito por favor no quiero sentir más dolor, hazlo suave pensando que aún soy un niño, si no déjame ya».
Creyendo él que me negaría a su intención de penetrarme toda su vrg, me asustó lo que hizo…., es que sus piernas no dejaban de abrirme más mis piernitas y de repente cruzó una mano por debajo de mi cuello y la otra mano me tapó mi boquita y comenzó a mover su pelvis para luego undir más hondo y más hondo su venoso tronco y acelerar frenéticamente sus embestidas logrando undir completamente su tremenda vrg hasta lo más profundo de mis entrañas.
Nuevamente mi visita se me nubló y mis pupilas parecía que se me salía por el esfuerzo que hacía por soportar sus salvajes embestidas y como mí boquita estaba tapada con su enorme mano no podía gritar y en vez de eso volvía a llorar porque claramente sentía como me rellenaba completamente ensanchando todo mi interior., pero realmente lloraba más por su modo como lo hizo, y no tomó encuenta ó no quiso lo que le dije, no fue cariñoso ni romántico, más bien fue salvaje y no me tuvo piedad y eso me dio temor y sustó imaginando que me mataría.
Pero también me dí cuenta que todo lo que hizo no me causo mucho dolor ya que un tibio líquido qué emanaba mi anito y con su líquido viscoso que emanaba su glande hicieron un lubricante que facilitó las profundas penetradas., y el poco dolor se convirtió en un extraño pero exquisito placer divino., más aún al sentir su pelvis golpear mis nalgitas me hizo ya desbordar de un rico placer jamás vivido.
Sus estocadas fueron calmandose y viendo que me arqueaba parando mi culito en señal de gusto, me dio una estocada profunda y se quedó quieto presionando duro hacia abajo para hacerlo más profundo y luego saco su mano de mi boquita y me dijo: «wuaooooo que ricooooo culito tienes bb y ummmm como me lo apretas, eres muy exquisita y me vuelves loco., ahora sí que dejaste de ser hombre y te convertiste en mi mujercita., viste que sí pudiste aguantar toda mi vrg?, ahora dime, aún quieres que te lo saqué?».
Lo primero que hice fue respirar profundamente y luego voltie mí cara para verlo y me dí cuenta que tenía el semblante de un depravado y estaba empapado de sudor, y cuando recupere mi aliento sintiendo aún su vrg muy profundo le dije: «eres un salvaje, no puedo creer que no hayas tenido ni un poquito de lastima por ser pequeño, solo te importo satisfacerte., pues ahora que ya perdí mi virginidad té pido que no pares, ya soy tú mujer y quiero que me lo des todo «.
Nunca creí decir eso pero mis palabras hicieron qué despertará nuevamente su salvajismo y se incorporó un poco sin sacar su vrg y me tomo de mi cintura y me puso de perrita nuevamente y ahí él en cuclillas me tomo con una mano de mi hombro y la otra de mis pelos y comenzó a follarme tan profundo que solo veía estrellitas de colores y gemir como ya una putita, mientras él me insultaba frases como: «te gusta verdad putita?, ufff qué rico apretas perra, ahora no quedará nada de tú hombría, eres mi mujer mi putita mi perra, serás mi esclava desde ahora, toma perra toma perra…..».
Sentía su vrg llegar a mi estómago, sentía su pelvis golpear mis nalgitas, y cuando baje mi cabeza por debajo de mis brazos miré hacia tras y me enloqueci viendo como rebotaba su testículos produciendo un fuerte sonido como de aplausos y ver cómo mi diminuto pipili apenas se veía y mis pequeños testículos desaparecieron, fue ahí que me dí cuenta que el liquido que emanaba mi anito era nada menos que hilos de tibia sangre que escurría por mis muslitos, fue sí que realmente me ví como una mujer, una pequeña mujercita que había perdido su virginidad y que ahora gemía estrepitosamente sin cesar pidiendo más y mucho más.
De pronto él me dio otra estocada profunda y ahí bien clavada me levantó de mi cintura por el aire y parardo me follaba duro y luego sin sacarlo me tomo de mis piernitas a la altura de mis muslos quedando bien abierto como sentado y me condujo a un costado de la pared donde tenía un espejo grande y me hizo ver cómo me tenía, me tenía bien clavado, y notaba como mi pequeño hoyito estaba bien ensanchado rebosando de nuestros fluidos y su tremenda vrg desaparecida en mis profundidades de mi tierno culito. También pude ver nuestro semblantes, la de él como de un animal salvaje y la mía como la de una depravada muñequita que no dejaba de gemir de tanto placer.
Pude ver por un rato como él me levantaba hasta casi sacar toda su vrg y luego me bajaba para clavarme toda su tremenda estaca negra y venosa hasta perderse nuevamente en mis profundidades.
Luego así como me tenía bien clavado me llevo a la camilla y se sentó para luego echarse por completo boca arriba y quedé sentado en cima y me dijo: » ahora putita demuestrame que tanto te gusta ser una mujercita, mí vrg es toda tuya».
Sentada notaba que su vrg me llegaba más profundo ya que no quedaba ni un milímetro afuera y solo se veía sus enormes testículos y es ahí que de verdad me volví una depravada perra ya que comencé a cabalgar como sí fuera una experta, me levantaba hasta la punta y luego caí apretando mí rasgado esfínter hasta rebotar en su firmé abdomen y luego bien clavada me movía frenéticamente saboreando y gimiendo cada centímetro de su enorme gruesa y venosa vrg., ya estaba enloquecida con ganas de más y más placer.
Estuve así devorandome ésa vrg por un buen rato y no quería dejar de hacerlo.
Escuchaba sus quejidos, sus gruñidos y gemidos con su acelerada respiración junto a sus improperios que me anunciaba que se iba a vaciar. Yo no quería que nunca se acabé pero sabía también que debería ser así, además me sentía un tanto angustiado porque mi padre podía llegar en cualquier momento ya que pasamos mucho rato en lo nuestro., y no quería estropear nuestro primer encuentro, así que me detuve y me levanté sacando toda su descomunal vrg y me voltie frente a él, que hacía el esfuerzo por mantenerme clavado ya que quería acabar.
Separé mis piernitas a cada lado de su pelvis y agachándome un poco tomé su vrg y la conduje a mi entradita que estaba cómo una flor carnívora y mirándole a los ojos le dije: » quiero ver tú cara cuando me estés empreñando, y que tú también veas mí carita cuando lo haces, quiero que veas a la putita que tú creaste y lo quiero todo adentro, prométeme que yo seré tú única mujer, y sentirte que eres solo mío y de nadie más «.
Mientras hablaba tomaba su vrg y me comencé a bajar lentamente con suaves movimientos pélvicos y apretando mí anito saboreaba cada centímetro de su enorme tronco venoso, y me dejé caer clavandome nuevamente toda su vrg hasta lo más profundo de mis entrañas y me aseguré que no aya quedado nada afuera, y….como una desquiciada le cabalge deliciosamente mejor qué antes, y de pronto ví como giraba su cabeza para ambos lados y poner sus ojos en blanco como un poseído y sus manos se apoderaron de mi cintura y se acopló con mis movimientos como follandome y soltó unos gruñidos profundos, mientras yo me apoderaba dé toda su vrg con mis entrañas gozando y gimiendo como nunca, hasta que sentí como disparaba su esperma empreñandome he inundando mis profundidades, y ambos todos sudorosos soltamos unos intensos gemidos y nos desplomamos extasiados por el inmenso y exquisito placer adquirido.
Él se quedó tendido tirando sus últimas gotas de esperma en mi interior, mientras yo me tire hacia su pecho y sin sacar su vrg extendí mis piernitas para quedar encima y suspirar de agrado y felicidad., después él me cobijó entre sus fuertes brazos dónde quedamos acurrucados los dos saciando nuestro agotamiento.
Fue tan exquisito he intenso lo que tuvimos que nos quedamos dormidos por un instante y de pronto como recuperando el sentido nos sobresaltamos con miedo de ser descubiertos por mi padre, pero por suerte él aún no llegaba.
Así acostados me di cuenta que su vrg sé había salido de mi hoyito ya que perdió tamaño y se volvió flácida, también me di cuenta que había derramado mucha esperma teñida de rasgos de sangre y porque no decirlo también de kakita ya que su vrg llegó muy profundo, además como aún estaba mal del estómago por la infección. Como pude me arrastre entre sus brazos y nos besamos apasionadamente dando por terminado nuestro salvaje sexo que tuvo de todo.
Rápidamente me dijo que me fuera a bañar a un costado donde tenía un baño mientras él limpiaba todo. Mi cara reflejaba felicidad de haber gozado tan brutal sexo, pero como volví a la realidad mí excitación se esfumó y también porque sabía que mi padre en cualquier momento llegaba, es por eso que comencé a sentir mucho dolor en mi anito y como no?, si fue rasgado y destrozado por semejante vrg. Así como pude me bañé y voté todo el esperma que aún tenía y con el agua fría pude sosegar un poco el dolor que sentía. Luego me vestí y salí del baño para que él doctor también se asee. Ya en el consultorio los dos, el doctor me dió un analgésico para el dolor y puso en una bolsita dos analgésicos más con una cremita para la inflamación y me dijo que lo guarde bien y en casa tomar los analgésicos si sentía mucho dolor y que me pasará la crema en anito para ayudar a sanar. Luego con sumo cuidado me puse en posición para que me ponga el siguiente supositorio.
El ingreso del supositorio fue rápido y fácil ya que mí anito aún se mantenía un poco abierto ya que demoraba volver a su normalidad. Después de un momento esperamos que el supositorio se diluya y esperar también que no sea rechazado, luego de vestírme, él tiernamente me sentó en sus piernas de costado y me abrazo diciendo lo rico que lo pasamos y nos besábamos apasionadamente para jurarnos amor y también guardar el secreto, recordar también que a una semana sería nuestra tercera cita. Casi como diez minutos después sentimos que se acercaba una carreta y que sería mí padre y como si nada hubiera pasado salimos a su encuentro, yo con disimulo extendí mí manito para despedirme, mientras mi padre agradecía por la curación y el cuidado., él doctor fingiendo ser un buen hombre respetable le dijo a mi padre que no fue nada, que yo me porté como todo un caballerito y me esperaba en una semana para la tercera dosis de la medicina. Así que también con un apretón de manos se despidieron y fugazmente me miró con picardia como queriendo decir: «te veo pronto mi amor».
Espero que les haya gustado esté capítulo, un poco largo pero tenía que ser así ya que lo que pasó fue muy intenso. Gracias por sus comentarios anteriores y hasta el próximo capítulo donde pasó halgo inesperado pero excitante también.
Bay.
wow eso fue ufff delicoso
Pues disfrútalo amigo, aveces nos identificamos con algunas historias. y gracias por tú comentario.
Ojalá el papá los vea y se una que rico sería
Excelente relato, me gusta la manera en que escribes y relatas las escenas. Gracias por compartirlo.