Una noche con mi hombre
La primera noche con mi suggar .
Decidí guardar el dinero que me había dado, ya que no sabía en qué gastarlo o cómo justificar lo que compraría. Durante la semana mis padres no me dieron dinero, y por obvias razones no podía ir al ciber y pagar con uno de 500, no fue hasta el viernes que pude ir al fin. Tenía muchos mensajes de él, los respondí explicando mi situación, pero para mi desgracia, no coincidimos en la conexión. Para mi fortuna el sábado también me dieron dinero, para ir el ciber, y fui a las 4, fue ahí donde leí un mensaje de el «Quédate en mi casa, paso por ti a las 8». Le dije que ahí estaría.
Para mi fortuna mis padres me dejaron, así que estuve ahí 10 minutos antes. Y 5 minutos después llegó. Me subí y me recibió con un gran beso, jugó con mi lengua, y puso mi mano en su verga, la cual estaba ya erecta, durante el camino se la fui acariciando. Al llegar a su casa me ofreció de cenar, pero le dije que ya lo había hecho. Entonces pego nuestros cuerpos con un gran beso, acariciaba mis nalgas, peleábamos con nuestras lenguas, fuimos a su habitación.
—Ve al baño, báñate y ponte lo que te deje ahí —me dijo mientras me daba una fuerte nalgada.
Había una bolsa de papel en el tocador, así que luego de una ducha, de asearme bien y secarme, abrí la bolsa. Era una camisa de botones pequeña al ponérmela vi que me llegaba arriba del ombligo, un chaleco negro, una minifalda roja, la cual apenas cubría mis nalgas, unas calcetas hasta arriba de las rodillas, una tanga sin la parte de atrás, y lo que no había notado hasta que levante la bolsa. Una caja la cual contenía unos pequeños tacones, al ponerme todo salí él ya estaba desnudo, al verme tuvo una erección.
—Te ves tan linda —me indicó que me sentará en su pierna y así lo hice —. Dime ¿Eres una perra?
Baje la cabeza, con vergüenza y con timidez respondí —. S-sí.
Tomo mi mentón definitivamente quería que lo viera a los ojos mientras le hablaba —. ¿De quién eres?
—Tú-tuya —sentí mi cara arder.
—¿Entonces qué eres? —preguntó en tono burlón.
—Soy tu perra —dije luego de tragar saliva.
Él me dio un beso, su lengua invadió mi boca, me tomó por sorpresa, también jugó con mis pezones. No me quería quedar atrás, así que tomé su verga y lo empecé a masturbar. Él me tiró a la cama, se puso arriba de mí y me siguió besando. Estoy muy seguro que él sintió la enorme erección qué tenía en esos momentos. Luego se dio vuelta y puso su verga en mi boca y la empecé a mamar, mientras él me lamía el culo. Cada vez me excitaba más tenerlo arriba de mí. Me metió 2 dedos, luego me puso de perrito, me empezó a penetrar cada vez más rápido, yo gozaba, pero en un momento se detuvo, sacó su verga y solo dejó la punta adentro. Entendí el mensaje y me empecé a mover al principio lento y torpe, sacando un par de veces su pene. Pero luego de unos minutos me movía sin sacar su miembro, lo hacía rápido, me daba nalgadas, lo cual no hacía más que excitarme más. Luego nos movimos juntos y terminó dentro de mí, pude sentir una gran cantidad de leche. Luego la saco y la limpie con mi boca, en efecto se vino mucho, tanto que aún pude saborear unas gotas de sus mecos.
Saco su pene y lo volvió a introducir en mi culo, puso mis piernas en mi pecho, me lo metió rápido, se puso arriba de mí, posteriormente yo me puse arriba de él, trataba de moverme lo más rápido posible. Después, me bajé a besarle, esta vez era yo quien dominaba su lengua, se levantó mientras le seguía dando sentones, nuestras lenguas seguían peleando. Luego de un rato salió otra carga de semen. Me seguía fascinando la sensación del semen caliente dentro de mí.
—Pégate a la pared y abre tu culo —me ordenó.
Yo le hice caso y lo hice, de inmediato me penetró, sus embestidas eran fuertes, cada vez más. Me levantó una pierna, luego en la cama me volvió a poner de perrito, pero esta vez el de pie. Me levanto sin detenerse, me metió su lengua y volvió a terminar dentro de mí. Fue a su cajón, sacó un plug y lo metió en mi culo.
—Que mi leche se quede adentro hasta mañana —mencionó para luego darme un pequeño beso.
Duramos un rato acostados y hablando hasta que él se quedó dormido y posteriormente también lo hice. En la mañana fui al baño, quité el juguete y todo su semen salió en su ducha. Desayunamos cereal, me prestó un cepillo de dientes, y luego nos fuimos a un Famsa, donde me compro un celular, le pase mi nuevo número y él me dio el suyo. Deje la caja en su camioneta para así poder justificar qué me lo había encontrado. Antes de partir me dio otro beso, con gratitud lo acepté, luego iba manejando para dejarme. Note que tenía una erección, así que se la empecé a acariciar, luego me atreví a sacársela y mamársela mientras manejaba. A él parecía gustarle y excitarle, luego de un rato mamando logre sacarle la leche, le mostré su leche y me dijo «Espera» llegamos a aquella parada en 5 minutos, «A ver» le volví a enseñar la leche «Eres una buena perra, trágatela».
Así lo hice, fue algo difícil por el sabor, pero me dio una halls y me bajé. Feliz porque tenía un nuevo celular, lo difícil serie justificarlo.
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