Una pareja gay con dos hijos. Parte 1 (nuestros hijos nos encuentran follando)
Mi esposo y yo somos dos hombres felizmente casados con dos lindos hijos.
Mi nombre es Carlos y soy un hombre gay felizmente casado, mi esposo Jorge y yo llevamos 15 años de casados, y hace 10 años adoptados a dos pequeños niños hermanitos que ahora tienen (12 y 11) a los que amamos con todo nuestro corazón.
La relación con mi esposo siempre ha sido la mejor, nuestros hijos suelen llamarnos oso y bear (oso en inglés) por nuestro parecido físico a unos ojos.
Yo (oso) tengo 36 años, soy alguien algo gordito de piel blanca, pelirrojo natural, de estatura mediana y alguien muy amable. Soy doctor cirujano en un hospital del pueblo.
Mi esposo Jorge (bear) trabaja en un bufete de abogados, tiene 39 años. él es alto, de cuerpo robusto y brazos fuertes por su dedicación en el gimnasio, pero con una linda panza, cuerpo peludo, de piel bronceada y cabello negro, con facciones y porte imponente, lo que hace que la gente lo vea con mucho respeto; aunque en casa con la familia es tierno
Nuestros dos hijos son unos tiernos diablillos de 12 y 11 años, tienen un cuerpo delgado y atlético por la natación que practican desde pequeños.
Mateo el menor es alguien muy extrovertido, piel canela y cabello castaño y rizado.
Nico es alguien más reservado, algo irritable por su inicio en la pubertad, piel blanca y cabello castaño al igual que Mateo.
desde que conocí a mi esposo siempre hemos tenido una vida sexual muy activa de la cual disfrutamos con mayor plenitud. Jorge suele disfrutar de las mamadas que diariamente le hago sin falta por las mañanas, y cuando regresa del trabajo dispone de mi culo. Aunque desde que nuestros hijos llegaron a nuestra vida nuestra diversidad sexual ha disminuido considerablemente, tratamos de mantener discreción y no hacer demasiado ruido (algo que se nos dificulta por el buen sexo que tenemos y la gran verga de mi esposo que me hace gemir fuertemente) para no incomodar a nuestros hijos, y hacerlos tener una curiosidad sexual temprana.
Un jueves por la mañana mi esposo se despertó primero que yo, el sol aún no salía y yo seguía durmiendo cuando sentí las grandes manos de mi esposo masajear mis pechos tiernamente, después sus húmedos labios se fijaron en uno de mis pezones dando pequeñas succiones.
-Estoy muy cargado, ayúdame con esto- dijo masturbando su pene de 19 cm grueso y erecto. Yo apenas entreabría los ojos, bostezando levemente mientras mi esposo seguía disfrutando de mis pechos.
-Mmm quiero seguir durmiendo más, aún es muy temprano- dije adormilado jugueteando un poco con su pene aunque a los pocos segundos me di la vuelta quedándome nuevamente dormido. Al poco tiempo sentí a mi esposo amasando mi trasero y dando pequeños picos sobre mis glúteos y subiendo por mi espalda y susurrándome al oído -Anda porfavor, no aguanto otra semana más sin sexo- era verdad, estas últimas dos semanas no había tenido mucho tiempo libre, y el que tenía lo utilizaba para pasar el rato con nuestros hijos.
-Esta bien, solo porque me he ausentado con mis mamadas diarias- dije parando mi colita y separando mi trasero con mis manos dejando ver mi entrada rosada.
Mi esposo solo se limitó a decirme un tierno “te amo” seguido de un beso en la mejilla, para después bajar a mi trasero y hundir su cara en ella, dándole unos tiernos besos y jugueteando con su húmeda lengua; poco a poco yo empezaba a despertarme por el placer, dos dedos de mi esposo habían empezado a penetrarme tiernamente después de que su lengua me dilatara. poco tiempo después su pene ya estaba dentro mío, follandome con velocidad que cada vez aumentaba más, siendo notorio su desesperación por volver a correrse.
Después de un par de minutos cambiamos de posición a misionero, yo acostado en la cama con las piernas levantadas, y mi esposo frente a mí penetrándome con velocidad y jugando con mis pezones. Yo no aguantaba más el placer, empezaba a gemir cada vez más fuerte sin recordar que las habitaciones de nuestros hijos estaban a escasos metros.
-No hagas tanto ruido que los niños se despertarán- dijo tapándome la boca d inclinándose para hablarme al oído. Yo solo asentí para que después jorge me besara apasionadamente.
-Te amo demasiado, me encantas, te quiero demasiado, ahhhh, me haces sentirme en las nubes con tu hermoso culo- dijo entre gemidos en mi oído mientras me embestía con fuerza.
-Ammmm, te amo, follame más duro- dije cargado de placer sin medir la fuerza de mis palabras
-Si? Eso quiere mi putita?- dijo pellizcando mi pezon y follandome fuertemente.
-Sii, quiero que me folles fuerte y me des toda tu leche- dije gimiendo
-Entonces lo que mi putita pida- dijo con un fuerte gemido para después tomarme de las piernas pegándome más a él y dando sus últimas embestidas con fuerza indicando la llegada de su orgasmo.
Su pene se descargó con fuerza dentro de mi, sintiendo salir sus chorros de leche llenándome por dentro-Ahhh sii- gimió fuertemente al correrse para después abrazarme y besarme tiernamente sin sacar su pene dentro de mi, el cual podía sentir palpitar.
Cuando nos separamos del beso mi mirada se desvió a la puerta entre abierta de la cual entraba una luz tenía del pasillo, de donde las pequeñas cabezas de mis hijos se asomaban curiosamente, seguidamente Jorge voltio también, saliendo rápidamente de mi dejando ver frente a mis hijos mi entrada abierta de donde salía derramada la leche caliente de su padre, velozmente ambos nos topamos con las cobijas, mis hijos salieron disparados de la habitación mientras nosotros nos poníamos nuestra ropa interior y unas batas.
Segundos después salimos detrás de nuestros hijos quienes seguían en el pasillo, Mateo llevaba puesta una bata para dormir que dejaba ver su cuerpo semidesnudo con solamente su trusa negra, su abdomen y piernas eran totalmente limpias.
Nico iba solamente en una trusa blanca que dejaba ver una leve erección que me sorprendió, su cuerpo era más atlético que el de su hermano, y en sus piernas se empezaba a notar una leve capa de vello.
Esa mañana tuvimos una plática familiar en la sala donde les explicamos que no era nuestra intención que descubrieran el sexo de esta forma, al igual les dimos su primera plática de sexualidad que seguramente ya les habían impartido en la escuela, pero no nosotros; nunca habíamos querido tener es plática a tan temprana edad, pero era inevitable. Ambos lo tomaron de manera tranquila y mayormente curiosa, preguntando sus dudas sobre lo que habían visto.
-Y que era eso que salió de tu colita papá oso?- preguntó Mateo con su voz tierna.
-Era la leche de papá bear – respondió sin más Nico que estaba a su lado.
-Nico por favor- regañó jorge tratando de mantener seria la conversación.
-Eso era semen, y les sale a los hombres cuando tienen un orgasmo. Es con lo que las mujeres se embarazan- dije
-Y tú vas a quedar embarazado?- dijo sorprendió
-No jeje, los hombres no quedamos embarazados-
-Entonces porque papi bear dejó su leche dentro de ti?- pregunto inocentemente, esa pregunta hizo que Jorge se sonrojara un poco.
-Pues….- no sabía cómo responder a ello
-Es por que yo quiero mucho a tu papi, y eso hacen las personas que se aman mucho, no importa si sean hombres o mujeres- intervino Jorge.
-Y que se siente tener sexo?- pregunto Nico quien no había hecho tantas preguntas como Mateo.
-Se siente demasiado bien, las personas lo hacen para tener un momento placentero. Pero solo lo debes hacer con alguien que quieras mucho- respondió Jorge
-Como yo con Mateo?- pregunto, esa respuesta nos sorprendió mucho a todos.
-No hijo no, ese tipo de cariño es diferente al que debes tenerle a alguien para tener sexo- aduerme yo.
A esa altura las preguntas se habían vuelto más incómodas, como porque el pene de papá bear era tan grande?, o porque hacíamos esos ruidos extraños? Hasta llegar al punto de preguntar el sabor del semen. Decidimos responder todo con seriedad tratando de no adelantarnos a su edad, pero lo que me llamó la atención fueron las leves erecciones de Nico que noté en su trusa, una pequeña curiosidad recorrió mi cuerpo, pensando en cómo sería su pequeño miembro en etapa de crecimiento.
Fin…
Espero les haya gustado esta historia que en si no es muy sexual, pero solo es el inicio de varias aventuras en familia.
Me gustaría que me digan que les gustaría que pasara en las siguientes partes.
Esten al pendiente que se vienen más historias de esta saga 😉
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!