Una puta no se hace….. Se nace VI
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por PalomaSinNido
Después de que Mario estrenara mi culito, mi vida sexual sería totalmente distinta, el sexo formaría parte de mi vida diaria y no daría tregua a ningún vergón que se me atravesara en el camino, mi instinto de pasivo me llevaría a ser la putita de muchos hombres.
Cuando estábamos regresando del cobertizo alguien nos estaba viendo, y la verdad no me dí cuenta, entre al bungalow que me correspondía y muy despacio me dispuse a meterme a mi cama, primero lógicamente pasé por el baño porque sentía el culo lleno del semen de Mario, al sentarme en el wc sentí como caía al agua el semen, cuando me levante para limpiarme lo ví mezclado con heces y un poco de sangre.
La verdad me ardía mucho el ano pero tenía una satisfacción muy grande, las sensaciones eran indescriptibles.Al regresar a mi cama note una sombra en el vidrio de la ventana de la habitación, era un joven que me hacía señas para salir, al principio lo dude pero sabía que algo rico y sabroso me estaba esperando.
Me arme de valor y nuevamente salí de la habitación, con sumo cuidado y muy silenciosamente me enrumbé al exterior y en medio del jardín había un joven con aspecto de chiquillo que en realidad ya era mayor de edad, tenía un cuerpo delgado, cabello bien negro rizado, cuerpo formado y podría decirse que fibroso, trigueño oscuro y un lindo rostro; labios bien carnosos muy rojos como si se hubiera pasado colorete y unos ojos negros intensos y vivaces.
Me hacía señas para que lo siguiera y así lo hice, calladito lo seguí, pasamos el cobertizo y llegamos a las caballerizas, abrió el portón y entro, mis pasos seguían los suyos, tenía temor pero a la vez mucha curiosidad, una vez en el portón el pánico se apodero de mí, no sabía si entrar o regresar a mi cuarto.
De repente el sale y me estira la mano, la cual era grande y de unos dedos largos y gruesos.
Lo tome de la mano y le seguí hasta el fondo del recinto, por momentos volteaba a verme, me guiñaba el ojo, me sonreía y me hacia una seña de que no hiciera bulla.
Finalmente llegamos a un lugar donde había un colchón en el suelo y estaba rodeado de paja y cosas para mantener y cuidar los caballos.
Me acerco hacia él y sin decir palabra me beso, se arrodillo, me tomo con sus manos mis mejillas y me beso profundamente, olía muy rico, a limpio, hizo presión en mi nuca para que no separara mi rostro del suyo, me mordía los labios muy suavemente, y poco a poco fue introduciendo su lengua dentro de mi boca y jugueteaba con la mía.
Eso no me había pasado, era otra manera de amar.
Me aferre a su cuello con mis brazos y el bajo sus manos enormes por mi espalda, cada centímetro de mi espalda fue explorada por él, poco a poco y por momentos estrujaba mis nalgas, dejo de besarme y me fue besando y mordiendo el cuello.
Yo estaba perdiendo el dominio de mí, me quito el polo y me fue mordiendo los hombros, cada parte de mis brazos y antebrazos eran mordidos por él, mientras hacía eso hubo un momento muy mágico cuando se adueñó de mis tetillas, las chupaba, las mordía y les pasaba la lengua de una manera eléctrica, entretanto ya tenía una de sus manos pasando por mi rajita, por momentos la mojaba con saliva y buscaba mi botón, estaba en las nubes, en un lugar más allá de lo real.
Se levantó y se quitó el polo, se abrió la correa, desabotono el jean y se lo bajo hasta los tobillos con todo y calzoncillo.
Y ahí estaba lo que yo más quería, una señora verga erecta, larga morena con un glande rosado oscuro que emanaba un líquido transparente que le salía de la punta, recta totalmente elevada hacia su ombligo; fue el instante en que oí su voz: Chuplala!!! Me dijo; Yo sé que te gusta, te he visto, vamos es toda tuya.
Ese joven me estaba dando lo que yo más quería, mamar sin apuros y ansiedad, me la metí a la boca y poco a poco pude sentir como se ponía cada vez más dura, puso sus manos sobre mis cabellos y con suma delicadeza me guio el ritmo, por momentos me la metía un poco más, pero no era tosco.
Así bebe, eres el mejor
Fue así como mi mandíbula fue cediendo, cada vez entraba más y el placer era de ambos, gemía y me estrujaba los cabellos.
Las bolas papito, las bolas, me dijo
Pues me dispuse a chuparlas, pasarles la lengua y a saborear una por una; una voz suave me indico que intente meterme las dos en la boca y con esfuerzo pero voluntad lo hice, el chico se retorcía de placer y yo lo estaba disfrutando de verdad, seguimos así por un buen rato hasta que pude notar que aceleraba su ritmo, agarro con más fuerza mi cabeza y a cada embestida intentaba que entre ese trozo de carne caliente hasta el fondo de mi garganta, es verdad que me estaba ahogando pero no era tosco, no me estaba haciendo daño, al contrario mi boca cedía; de pronto se hincho y empezó a latir, y los chorros de semen inundaron mi boca, quería zafarme pero no me dejó.
Tómatela toda bebe, tómatela toda, vamos se bueno, asiiiiiiii !!!
Chupe como un nene agarra su biberón, hasta la última gota, fue la primera vez que lo disfrute y es más quería seguir chupando esa verga que en segundos me haría gemir como una perrita en celo.
Como les dije yo seguía chupando esa verga dejándola limpia y sin rastros de semen, todo aquel liquido espeso y caliente me lo había tomado, él se retorcía de placer y me acariciaba mi cabello.
Ya bebe, tranquilo ¡!!!
Se arrodillo frente a mí y me fue quitando el short, me dejo en calzoncillos y él se terminó de desvestir, pude ver sus piernas bien torneadas y fibrosas, se quitó las zapatillas y no tenía medias, tenía lindos pies, lo mismo hizo conmigo, me desnudó y me hizo echar en el colchón, tumbado ahí boca arriba se echó sobre mí, el calor que emanaba su cuerpo era fuerte, quemaba!!!.
Me empezó a besar nuevamente, sentía su pinga por mis piernas, empujaba su cuerpo como intentando atravesarme con ere pedazo duro de carne, fue bajando por mi pecho chupando y mordiendo cada centímetro de piel a su paso, sus manos eran eléctricas, no dejaban de acariciarme.
Llego a mi penecito y lo beso; acto seguido levanto mis piernas y su rostro se perdió en mi culito.
Estaba en un éxtasis increíble, sentí algo húmedo por mis nalgas, era su lengua, mordía igual que las otras partes de mi cuerpo, cada mordida era exquisita.
Se detuvo en mis nalgas en mi orificio que momentos antes había sido ultrajado, sentí un placer increíble, chupo por mucho rato, yo me retorcía de placer, gemía y no sabía que más pasaría; es decir si sabía, pero estaba transportado a otra dimensión.
De repente sentí la invasión de mi interior, me dolía un poquito pero todo se estaba haciendo con la mayor suavidad.
La saliva y su cuidado casi no me hacían mayor daño en mí ser.
No sé en qué momento me giro y termine chupándole otra vez la verga y el horadando mi culito
Estuvimos por buen rato así hasta que me dijo: Ya bebe ahora si te voy a cachar
Me puso mis piernas en sus hombros, no sin antes escupir varias veces mi culito y su verga, me pidió calma y fue hundiendo ese mazo dentro de mí, no puedo negar que me ardía, era grande pero no tan gruesa como la de Gustavo, yo empujaba su cuerpo pero el peso de ese chico me ganaba, estaba entrando, milímetro a milímetro iba invadiendo mis entrañas.
Dejaba caer saliva y eso en algo calmaba mis ardores, por instantes la sacaba un poco, la mojaba con saliva que dejaba caer desde su boca y volvía a meterla y seguía empujando.
Tranquilo bebe, tranquilo: me decía
Una vez que estuvo todo ese pollón dentro de mí se tiró sobre mí y me beso, fue un beso largo, intenso, rico, maravilloso, volvimos a juguetear con nuestras lenguas, y luego el taladreo empezó, el mete y saca, despacio en principio, luego más intenso y profundo.
Yo no podía creer que esa verga estaba totalmente dentro de mí.
El trabajo que hacia este muchacho era maravilloso.
La penetración cada vez se tornó más intensa.
Me hacía gemir y gozar como una verdadera mujer.
Ahí estaba yo con 6 años recién cumplidos recibiendo verga y duro.
Hundió su cabeza a un lado de mí mientras mordía mi hombro, su pelvis seguía taladrando mi culo.
Dolor??? Nada, todo era placer, mis piernitas volaban y el sobre mí; con una habilidad increíble me puso sobre el mirándolo, me jalo para besarme y sus caderas subían y bajaban haciendo entrar y salir con fuerza su pichula de mi culo, el sonido era fuerte y cabalgaba duro, parecía que estaba sobre unos de los caballos que estaba por ahí.
Por un buen rato lo cabalgue, luego me la saco y me puso de perrito, sentía un aire helado que entraba dentro de mí, llegue a pensar que tenía un forado en el culo, ese forado fue llenado con su mazo nuevamente cuando se arrodillo tras de mí y me hundió su vergota, en esa posición me penetro rico, pausadamente, con calma , después con sus manos arqueo más mis nalgas y casi que se sentó sobre mi culo dejando entrar su pichula dentro de mí, la sensación dentro de mí era como si me fuera a orinar, no era doloroso pero era riquísimo.
Me empezó a dar más duro, gemía más fuerte y ni decir yo.
Finalmente se tiró sobre mí y así echados uno sobre el otro me dio verga de una manera casi como que estaba poseído, incluso llegue a sentir un poco de dolor, quería gritar pero me tapo la boca y me dió de una manera casi salvaje, sentía que esa verga crecía más y más hasta que se detuvo en seco, y empecé a sentir los latidos de su pinga llenándome el culo de semen, por cómo me sentía mi interior era claro que era bastante leche espesa y caliente.
Quedamos así por un rato, yo estaba bañado en sudor y ni decir de él.
Después de unos minutos me saco ese pollón de mi culito, no estaba chico, estaba medio duro.
Era increíble lo mucho que había gozado.
Estando aún yo boca abajo y el a mi lado boca arriba, jugo con mi cabello y se acercó a besarme.
Eres lo más lindo que me ha pasado.
Siempre quise tirarme un nenito como tu
Con su polo limpio mi culito y me ayudo a vestirme.
Mientras lo hacía me dijo que se llamaba Alonso y que trabajaba en el Club cuidando los caballos, tenía 19 años y que dentro de poco iría a Lima a estudiar.
Vamos te guiaré para que llegues a tu cuarto, ya es tarde y va a amanecer y no has dormido nada
Llegue a mi cuarto, fui al baño y la verdad que bote mucha leche, salía medio rosada, quizá por la irritación de dos penetradas en mi noche de estreno.
Me metí a mi cama, me dormí casi inmediatamente.
Al día siguiente llegarían más compañeritos del cole para festejar mi cumpleaños, mi madrina y algunos papas.
Aún quedaba sábado y domingo para disfrutar de mucho sexo !!!!
CONTINUARA ….
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