Una tarde de verano
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por taofreak.
Después de haber salido con unos compañeros de trabajo, cuando llegue a su casa estaba todo en silencio y apagado, por lo que, bastante ebrio, subí a mi pieza y me hice la paja diaria antes de dormir.
Al día siguiente cuando me desperté, sentí ruido en la pieza del lado, yo estaba desnudo (así duermo) y había dejado la puerta abierta en el plan de que si Carlos subía a buscar algo, se entusiasmara o se animara a algo.
Cuando los ruidos terminaron, noto que Carlos se asoma en la puerta, me hice el dormido para ver que hacía.
Yo estaba de lado, con mi culito bien formado al aire, una pierna estirada que dejaba ver mi pene erguido como uno despierta en las mañanas.
El solo miraba, yo no alcanzaba a ver si se tocaba por lo que me moví como para darme vuelta simulando que aún dormía.
Al ver esto Carlos dio la vuelta y bajó rápidamente las escaleras.
Damn it!! Pero viendo el lado positivo, algo de inquietud le provocaba ver a otro hombre desnudo.
Solo debía seguir intentando pero sutilmente.
Luego cuando baje, él ya había tomado desayuno y me dijo que arreglaría el jardín delantero, yo me tiré en el sofá un rato a ver TV, además quería ver si sentía ese aroma a hombre que me calentaba, ese sudor que debía haber quedado impregnado después de esa gran paja u oler alguna mancha de semen esparcido por aquel sofá.
Para cooperar con algo me dispuse a hacer almuerzo.
Salí al patio delantero para preguntar que íbamos a almorzar y ahí vi un panorama digno de comienzo de película porno, Carlos estaba cortando el pasto solo con unos short cortos y sin polera mostrando su espalda ancha, sus brazos algo trabajados, su pecho peludo y sudado y su abdomen aunque no tan marcado pero igual de plano.
Nuevamente una erección se asomaba en mis pantalones.
– No te preocupes por el almuerzo, vamos a comprar algo.
Me dijo
– Dale, podríamos ir luego si quieres, igual esta fuerte el sol, así descansas.
– Ok, si hace bastante calor, me cambio y vamos.
(por favor quédate así pensaba yo)
Dicho esto, se acerca a la puerta y pasa a mi lado casi rozando su cuerpo sudado con el mío, donde sentí nuevamente de cerca ese aroma a macho.
Después de almorzar, estábamos aún en la mesa cuando me dice:
– Me pica la espalda, veme que tengo por fa.
Se saca la polera sin mangas que traía y se acerca a mí.
– Tienes toda la espalda roja, con razón si estuviste toda la mañana en el jardín a todo sol y sin polera.
– Chuuuu y que me pongo? Les dije que hacía cosas de cabro chico……….
– Mmm no sé, ve si en el baño hay algo, bloqueador ya no tiene caso que te pongas.
fue al baño de su pieza.
– Encontré esto! Pero no alcanzo, échame tú por fa.
Era de esos after sun, quedaba poco pero alcanzaba.
Me hice el que decía “bueeeeno” pero por dentro sabía que esta era una oportunidad.
Comencé recorriendo su cuello, sus hombros anchso, incluso sus brazos, como si fuera un niño que recién va a salir al sol.
Eso me provocaba ternura y calentura a la vez.
Seguí por su espalda hasta casi llegar a la cintura y me detuve (dije que iba ser sutil, además pensando que, en esa parte, uno ya alcanza a ponerse bloqueador con sus propias manos).
– Ahí también me pica.
Dijo apuntando con su dedo a la parte lumbar, yo no la pensé un segundo más y le seguí aplicando el after sun.
Podía incluso sentir esos pelitos que algunos tienen en la parte lumbar, justo donde la espalda cambia de nombre.
Seguí hasta el borde de su pantalón, incluso mojándolo un poco en la parte del cinturón.
– Te pica alguna parte más? me acerque como casi hablándole al oído y hubo un silencio incómodo.
– No, dale ahí está bien.
– Después se gira y pregunta, por acá no se nota colorado verdad? Pasando su mano por su pecho peludo, sus tetillas estaban paraditas.
– Si quieres échate aunque no se ve colorado, pero quédate sin polera para que se seque.
– No, ni pensaba ponérmela jaja.
Después se sentó en su sofá a ver TV y como hacía calor, para no desteñir, también me saque la polera.
Mientras veíamos TV, empezamos a conversar y como nunca, metí la conversa sexo.
Carlos a veces hacía bromas en doble sentido, pero mi prima (parte de la familia conservadora) siempre lo retaba.
Pregunte si había tenido muchas mujeres antes de mi prima, me decía que sí, varias, antes de venirse a Santiago la capital, y conocer a mi prima.
El me preguntó lo mismo a lo que respondí también que “siiii muchas”, evitando hablar más de mí.
Le pregunté si mi prima llegaba pronto, y me dijo que el lunes en la tarde por lo que quedaban pocos días para intentar algo.
– Buena así no la alcanzas a echar de menos, le dije con cara de picarona.
– Jajaja siempre hay formas de no extrañar eso.
Dijo él, riéndose.
Ya nos vamos soltando pensé.
– Como todos yo creo.
Me reí también.
– Tú eres más joven y sin novia, me dijo, lo debes hacer seguido.
– Si, algo pero nunca tan seguido como adolescente, o como viudo de verano.
Así se les dice acá a los maridos que quedan solos en vacaciones de su mujer.
Ya disimuladamente se frotaba el paquete, así como acomodándose las bolas, yo igual tenía mi pene a full.
– Jajjaa (risa incomoda) me quedó mirando, como pensando si lo había visto la otra noche, y ahí me tiro la indirecta de vuelta.
– Claro que si se duerme en pelota, más de alguna paja debe salir.
– Me viste?, me hice el sorprendido, sorry si te molestó.
– Naaaa tranquilo si entiendo que hace calor, yo también duermo así, lava las sabanas no más, soltando una risa.
Silencio incomodo, pero se estaba soltando aunque no sabía si dar el siguiente paso.
– Hace mucho calor, metámonos a la piscina, ya hay un poco de sombra ahí.
Dijo.
– Dale vamos.
Fue a su pieza, así que yo subí a cambiarme y después me acorde que no había llevado traje de baño, como normalmente me bañaba desnudo.
Había querido ir a mi casa a buscar uno, pero nunca me hice el tiempo y al final se pasaron los días.
Baje a pedirle si me prestaba uno, si no estaba obligado a hacerlo con el short que andaba no más.
Mientras bajaba siento el chapuzón en la piscina, él ya se había metido al agua.
– Carlos tienes un traje de baño que me prestes?
– Noooo, tengo este no más, el otro se me quedó donde mis papas.
– Bueno me baño con este no más.
Le dije resignado
– Pero báñate en pelota no más, total acá nadie mira.
Lo quede mirando con un poco de sorpresa, aunque por dentro me moría de ganas de volver a estar así.
Con esas palabras, mi herramienta se había despertado nuevamente.
Como vio mi cara de duda me dijo:
– Sabes que?, yo también me voy a bañar así, pa que no te de lata, además (la palabra mágica) “estamos en confianza”, y se sacó el traje de baño dentro del agua y lo tiró lejos a una reposera.
Yo quedé plop!, al fin, lo que estaba esperando estos días, se hacía realidad.
– Ya igual, que nos hará, dije tranquilo nervioso.
Si bien no era la primera vez que me desnudaba frente a un hombre, era la primera vez con alguien algo mayor y que consideraba más conservador.
Mi cuerpo ya estaba más caliente que nunca, sabía que igual debía disimular un poco mi erección, si bien, íbamos a estar desnudos en la piscina, no significaba que iríamos a tener sexo, por más que lo deseara.
Desde arriba se podía ver su tulita blanca, en reposo eso sí, y el agua llegaba hasta su cintura.
Me saque el bermuda primero, tratando de disimular la erección.
Después note que tenía el bóxer mojado, la verdad, lubrico mucho pre seminal y a la menor erección, ya mojo los bóxer.
Carlos me miraba atentamente, mientras hacía olas con sus brazos.
Como igual me dio vergüenza meterme al agua lubricando tanto, me di vuelta, mostrando el culo, así me seque disimuladamente el pene y trate de que bajara la calentura.
Me volví a girar pero me tape con una mano y me tire al agua.
– Buena hombre, pensaba que te había dado vergüenza, la verdad, yo siempre me baño así, cuando estoy solo o si la Jose (mi prima) saca al Pipe antes (su hijo) me saco el short para nadar un rato en bolas.
Comentaba esto mientras se acercaba a mí.
La piscina era grande y Carlos estaba un poco lejos, yo me tapaba la verga y me movía poco para que no se me notara, porque no bajaba del todo la erección.
– Que pasa tan callado y me tira agua en la cara.
Al taparme la cara y responder tirándole más agua, deje ver mi verga a media asta.
– Bah que pasó? Me tape de nuevo, en realidad de tonto nada más, si igual dentro de mí quería que me viese así excitado y yo verle a él también.
– Na le dije, me pasa siempre con el agua helada jajaja, me reí disimulando.
– Jajaja buena campeón.
Luego él se tira de espaldas al agua y ahí pude notar que también tenía una erección prominente.
Decidí nadar cerca de él para verle más de cerca.
Así estuvimos nadando y jugando un buen rato, era genial notar esa tensión sexual entre ambos que ya pasaba a ser algo normal.
Las típicas luchas en el agua donde nos rozábamos nuestros cuerpos con las vergas “sin querer”.
Después de un rato, Carlos sale del agua para recostarse en una reposera pero continuaba desnudo, ya con su verga más flácida que descansaba en su muslo.
Se veía tan bien, con el cuerpo mojado, tocado por sol, donde los vellos de su cuerpo, casi brillaban.
También me salí del agua y me tendí en la reposera del lado pero boca abajo.
Él me comentaba que cuando recién habían llegado a esa casa, pero ya tenían la piscina, se bañaron desnudos con mi prima, era de noche, y fue tanta la calentura que terminaron teniendo sexo en el patio, sin importar si alguien los veía de las casas aledañas.
Desde ese entonces decidió levantar las panderetas que separaban los sitios y plantar árboles para tener más intimidad.
Yo pensaba, sería cumplir una fantasía el tener sexo al aire libre, cerré los ojos y comencé a imaginar cómo sería mientras Carlos seguía hablando.
De pronto Carlos dice:
– Tienes buen culo y me da una nalgada, abro los ojos y lo veo con su verga totalmente levantada, ya había comentado que media cerca de 23 cm, creo que llevaba un buen rato masturbándose.
Mi verga reaccionó de inmediato, pero yo aún seguía boca abajo.
– Y esta suave, casi sin pelos, te depilas?, preguntó.
– No, siempre he sido más lampiño.
– A ver?, diciendo esto, toma con un brazo la reposera acercándola hacia su lado y comienza a tocarme el culo.
– Mmmm es verdad, ah pero por acá encontré pelos.
Ya había empezado a incursionar cerca de mi ano.
Cuando comenzó a introducir un dedo, deje salir un leve gemido de placer.
Al ver cómo eso me encendía, él se sienta en la reposera y me toma por la espalda con tal fuerza, como si fuera un niño, y me lleva sobre él.
– Ven para acá.
Me acomoda sentado sobre su vientre.
Con su verga comienza a sobarme el culo, y con su mano, me masturba mientras yo no daba más de placer.
Mi pre semen cubre toda su mano y parte de su vientre peludo mientras yo comienzo a sentir húmedo mi culo con el pre semen de Carlos.
– Ahhhh tenía ganas de estar así contigo, pero no sabía cómo decírtelo.
Decía esto mientras se mordía los labios.
– Solo tenías que haber preguntado antes.
Mientras me acerco a su boca y le doy un beso.
Nuestras bocas se unieron por primera vez, fusionándose en una sola.
Nuestras lenguas recorrían cada espacio, como si fuera el último momento de nuestras vidas.
Luego empecé a besar su cuello y baje por su pecho peludo hasta lamer sus tetillas puntiagudas.
Carlos se retorcía y gemía, más aún cuando se las mordía.
– Quiero culiarte.
Me dijo
– Por favor quiero sentirte dentro de mí.
Dije la típica y cursi frase, sacada de película porno.
Me importó re poco parecer puto, al contrario más me excitó.
Me empiezo a acomodar levantando mi culito, sabía que me dolería ya que era virgen por aquella parte, además tomando en cuenta el tamaño de su verga, pero estaba dispuesto, quería sentir a ese macho dentro de mí.
Podía sentir la punta de su verga, abrirse paso por mi interior.
Luego de esto, Carlos me toma de los hombros, me mira fijamente a los ojos y sacudiéndome dice:
– Octavio!!! Octavio!!!
En ese momento abro los ojos y Carlos está de pie frente a mí, ya vestido.
– Despierta hombre, ponte algo de ropa que ya está más fresco acá fuera, no te vayas a resfriar.
Nooooooo, todo eso que estaba viviendo fue un sueño?.
Las dudas empezaron por mi mente; en qué momento me quede dormido?, se habrá dado cuenta de algo?, habré dicho algo mientras dormía?:
– Me quedé raja dormido.
Le dije levantándome como en 4 patas, yo aún estaba desnudo.
– Si, te estaba conversando y ya no respondiste más jaja, decía Carlos mientras yo me incorporaba.
– Mmm estuvo bueno el sueño parece.
No me había dado cuenta pero mi pene aún estaba erecto (para variar) y desde el glande, salía un hilo de pre seminal que llegaba a una mancha sobre la reposera.
– Oh perdón, dije tapándome.
– Tranquilo, dijo Carlos, después limpiamos las reposeras y listo.
Me puse la ropa que había dejado a un lado y entramos a la casa.
Mientras Carlos preparo algo para comer, yo me fui a dar una ducha y no aguante las ganas de hacerme una tremenda paja, pensando si ese sueño hubiese sido realidad.
Pero aunque no lo fue, de todas maneras pude mirar, rozar y disfrutar a ese hombre que se estaba revelando como nunca lo había visto.
Siempre sentí algo especial por Carlos pero nunca había llegado a ser de ese modo.
Se volvería a dar alguna situación parecida?, tendría finalmente la posibilidad de disfrutar de ese cuerpo? Y lo peor aún, me estaba enamorando de Carlos? Tendría que esperar solo un poco más, para obtener algunas respuestas.
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